Tus hijos pedimos una bendición. En torno a tu mesa estamos hoy, oh, Señor. Tus hijos pedimos una bendición. Seremos testigos de tu muerte y tu resurrección. Aviva tu fuego en nuestro corazón.
y transforma nuestras vidas. Ven, Espíritu Santo, renuévanos. con tu amor y tu alegría. Y así clamaremos: ¡Abbá, Padre! (bis)
Renueva la paz en nuestro mundo, oh, Señor. Renueva la vida a nuestro alrededor. Escucha a tu pueblo que te grita en el desierto, atiende el gemido de su corazón.
Derrama la gracia de tus dones, oh, Señor. Derrama la fuerza de tu bendición. Que brille la luz y la verdad en las tinieblas y el mundo conozca ya, tu salvación.