Adicta a Tí Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Jn. 8,12 Adicta a Tí
¿Cuánto tiempo perdí antes de anidar en tus brazos? ¿Cuánto tiempo rodé, Me desangré y sufrí Antes de entregarme A tu abrazo?
Buscando por otros caminos; Destino con desventuras ¡Cuánto me resistí, Buscando por otros caminos; Forjando mi propio Destino con desventuras Y fracasos!
Con los brazos abiertos , Me esperabas anhelante. Antes de mirar a la cruz, En donde Con los brazos abiertos , Ofreciéndome tu luz Me esperabas anhelante. Compadecido De mi andar errante. De mi caminar Sin rumbo fijo.
Y aún siendo de Dios el Hijo Encarnaste un día, Y entregaste tu vida Para salvarme.
¿Porqué nos cuesta comprender la ternura Que tienes para nosotros? que hay en tu amor? ¿Porqué no vemos La dulzura Que tienes para nosotros?
No es una pesada obligación sino una dulce comunión con intercambio Que anhelante Nos esperas Y que te gozas Con nuestra compañía; Que estar contigo No es una pesada obligación sino una dulce comunión con intercambio de amores,
Prescindir de tu presencia Que tú hueles A flores y con tu aroma Deleitas, Y que cuando Al fin te conocemos Prescindir de tu presencia Ya nunca más podemos.
¿Qué puede haber más hermoso que el momento glorioso compartido contigo?
Encontraré mas dulce poción que tus preciosas palabras ¿En qué lugar De la creación Encontraré mas dulce poción que tus preciosas palabras cuando hablas conmigo?
Y la tibieza que necesito. Solo escondida en ti Me siento segura. Bajo tus alas Encuentro el abrigo Y la tibieza que necesito.
Me deleito en tu ternura ; Soy adicta a ti, Señor, Mi esperanza en ti Se encuentra. Mi socorro viene de ti.
Tú eres la fuente que me alimenta. Tú eres mi sol, mi luz, El aire que respiro; ¡Mi ancla, mi meta, Mi brújula.
La senda Por donde camino. Tú eres mi pan. Mi agua fresca, La sombra bajo la cual Me cobijo.
El fuego Que me calienta Cuando tengo frío. Cuando una traición Me aflige Tu fidelidad Me consuela
Y si un engaño Me desvela Tu verdad lo corrige. Cuando las dudas Me acosan En tu Palabra Encuentro mi guía, Y aunque me rodee oscuridad
Tu luz La vuelve en día; Y me pregunto: ¡ qué haría! Si no me hubieses Redimido tú. Fin