El primer factor es el trabajo productivo, que es actividad creadora de valor y adecuada a una finalidad. Los grupos sociales se diferencian y ordenan jerárquicamente a partir de la distinción binaria elemental propiedad/no propiedad de los medios de producción, lo cual aparece representado por la existencia de la burguesía y el proletariado. Se considera que las clases medias corresponden a un segmento social transcional en términos históricos, a grupos sociales que representan vestigios precapitalistas aún no superados y que por ende serán subsumidos en las categorías sociales fundamentales, a medida que avanza el proceso de modernización capitalista. Se considera a los sectores medios como fracciones de las clases principales, particularmente de la burguesía, atribuyéndoles la categoría de pequeña burguesía. Por ello no es de extrañar que desde fines del siglo XIX pusieron en tela de juicio a estas consideraciones que ambas fuesen profundizadas, debatidas, incluso al interior de la misma tradición marxista. Para Weber las relaciones sociales en una comunidad aparecen estructuradas a partir de la desigualdad del poder, de las probabilidades de un individuo o grupo social de imponer su voluntad sobre otros, por lo cual existen 3 recursos que confieren diversas expresiones de poder: Los bienes y servicios presentes en el ámbito del mercado El honor social o prestigio El poder político El análisis weberiano introduce el concepto específico de clases sociales para señalar aquellas situaciones de clase entre las cuales existe un intercambio personal. Se introduce una preocupación que es central para el análisis de la estratificación como es el fenómeno de la movilidad social.

Weber también consideró otro mecanismo de diferenciación social que se relaciona con la distribución del prestigio en una comunidad, lo que daría origen a los grupos estamentales, que son los que se configuran en torno a un determinado estilo o modo de vida lo que les permite cierta identificación simbólica. Estos se caracterizan por el monopolio sobre determinados bienes. Por otro lado, Parsons considera otros dos elementos que son objetivo de valoración social, y por ende, factores de estratificación: el sistema de intercambio y el sistema de propiedad. Son estos 3 elementos estructurales-ocupación, intercambio y propiedad los que representan el complejo instrumental Tambien se deben considerar otros factores: La participación como miembro en una unidad de parentesco Cualidades personales Logros Posesiones Autoridad Poder

La diversidad de enfoques clásicos sobre la estratificación social comparten el rasgo esencial de introducir conceptos y nociones claves para el análisis de los procesos de diferenciación y jeraquización de los grupos sociales (términos de clase social, estatus, posición del mercado, ocupación, etc.). Para concluir este apartado es preciso destacar: Primero, la noción de clase social implica que los grupos se estructuran y actúan en torno a intereses que trascienden los móviles subjetivos fundándose en posiciones compartidas por sus miembros en la estructura social, para generar dichos intereses de clases, destacándose la propiedad, el mercado y las unidades de parentesco. Esta vinculación entre categorías clasificatorias, es uno de los principales legados de los enfoques clásicos a los análisis contemporáneos de la estratificación social. Ligado lo anterior todo parece compartir la idea de la centralidad del trabajo en los procesos de constitución y diferenciaron social. Esto implica que se destaque la relevancia del empleo como mecanismo configurador de mecanismos sociales, además implica que la estructura social y la estratificación se analicen sobre a base de la estructura ocupacional. Para Marx las clases sociales se identifican en torno al proceso productivo. Para Weber la situación de clases se vincula a la posición en el mercado de trabajo. Y para el funcionalismo los roles ocupacionales son el elemento central del complejo instrumental que actúa como núcleo de la estratificación