Pensamientos
La Fe es el rayo celestial que nos hace contemplar a Dios en todas las cosas y todas las cosas en Dios.
Cuando el corazón está en el cielo, no puede turbarse por las vicisitudes de la tierra.
Bienaventurados los corazones flexibles, no se romperán jamás.
La distancia entre el cielo y la tierra no podrá jamás separar los corazones que Dios ha unido.
La cordialidad no es más que la esencia de la verdad y sincera amistad.
Es el amor el que da el valor y el precio a todas nuestras acciones.
No existe secreto que no pase secretamente de uno a otro.
El agricultor no será jamás reprendido si ha cultivado bien y sembrado sus tierras.
Sí tiene un buen hablar, pero el corazón habla al corazón, y la lengua no habla más que a los oídos.
Pensemos solo en hacer el bien hoy; y cuando el día de mañana llegue, se llamará también hoy, y entonces lo pensaremos.
No existe nada imposible al amor.
Basta amar bien para hablar bien.
Comienza pronto a hacer aquello que necesitas hacer siempre.
Los grandes proyectos no se realizan más que a fuerza de paciencia y de perseverancia.
No existe ninguna vocación que no tenga sus aburrimientos, sus amarguras y sus disgustos.
Dios no es tan terrible con aquellos que ama: se contenta con poco, porque sabe bien que no tenemos mucho.
Es necesario en todo y dondequiera vivir en paz.
No debemos deternos en el bien cuando podemos llegar a lo mejor. No debemos deternos en el bien cuando podemos llegar a lo mejor.
Es necesario tener paciencia con todos, y sobre todo con nosotros mismos.
Vayamos siempre adelante: por más lentamente que avancemos, haremos mucho camino. 21
No siembres tus deseos en el jardín de otros, cultiva solo bien el tuyo. 22
No desees no ser aquello que eres, sino desea ser muy bien aquello que eres. 23
No existe ningún elemento en el mundo, por más ordinario que sea, que no sea útil para algo, pero es necesario encontrarle su lugar y su uso. 24
Continuemos solamente cultivando bien, ya que no existe tierra tan ingrata que el amor del sembrador no fecunde. 25
Es necesario tener paciencia con todos, y sobre todo con nosotros mismos. 26