Liceo Nº 1 Javiera Carrera Dpto. de Filosofía Liceo Nº 1 Javiera Carrera Dpto.de Filosofía.Profesora :Mariela Becerra La Regla de Oro Está expresada en las Escrituras Santas de las principales religiones del mundo. También está atestiguada por los filósofos que sólo se atienen a la razón humana.

La Regla de oro tiene la siguiente formulación : Cristianismo La Regla de oro tiene la siguiente formulación : *Tal como querrías que la gente actuara respecto a vosotros, actuad vosotros respecto a la gente”. *No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan

Jainismo “En la felicidad y el sufrimiento deberemos abstenernos de infligir a los demás aquello que no nos gustaría que nos infligieran”

BUDISMO No hieras a los otros con aquello que te hace sufrir a ti.

Confucionismo Lo que no quieras que te hiciesen , tú no lo hagas a los demás.

Hinduismo No hagas a los otros aquello que, si te hicieran a ti, te causaría pena.

Zoroastrismo La buena naturaleza es aquella que se reprime, para no hacer al otro aquello que no sería bueno para ella.

Judaísmo Lo que para ti es detestable, no lo hagas tú a tu prójimo Judaísmo Lo que para ti es detestable, no lo hagas tú a tu prójimo. Esta es toda la ley. El resto son comentarios.

Baha’í No deseéis para los demás, aquello que no deseáis para vosotros mismos.

Islam Verdaderamente, Dios ordena la justicia y hacer el bien Islam Verdaderamente, Dios ordena la justicia y hacer el bien. Ninguno de vosotros es un creyente sino hasta que desea para su hermano lo que desea para él mismo.

Filósofo Griego Isócrates Lo que os irrita de la conducta de los otros respecto a vosotros, no se lo hagáis a ellos.

Tales de Mileto No hagas el mal que veas en otros.

Pitágoras No hagas tú aquello que aborreces en otros.

Kant y su Imperativo Categórico Actúa de forma que esa máxima de tu voluntad pueda valer en cada momento como principio de una legislación universal.

Podemos considerar pues, que esa regla universalmente percibida sólo por la razón, las religiones la confirman y consagran considerándola como “de oro”, o sea: válida, central, primera, imprescindible y sintetizadora del conjunto de los deberes humanos y religiosos.