BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano. PASCUA DOMINGO DE PENTECOSTÉS - B “…, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena”. BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DOMINGO de PENTECOSTÉS -B “Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia, extendida por todas las naciones, derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confines de la tierra y no dejes de realizar hoy en el corazón de tus fieles aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica”.

“Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra”. Salmo (103)

Juan 20, 19-23 o Juan 15, 26-27; 16,12-15 “La tarde de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos estaban a puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se hizo presente allí, de pie en medio de ellos. Les dijo : La paz sea con ustedes. Después de saludarlos así, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de gozo al ver al Señor.

Está para darnos su paz, la que sólo Él puede darnos. Como entonces, en nuestras dudas y en nuestros miedos, siempre Jesús estará presente entre nosotros. Está para darnos su paz, la que sólo Él puede darnos. La paz que no es sólo tranquilidad o falta de guerra. Su paz que es felicidad perfecta : bienestar, armonía, bendición, gozo, salvación, vida plena. La paz que el cristiano debe también llevar, con la fuerza del Espíritu Santo.

El les volvió a decir : La paz esté con ustedes El les volvió a decir : La paz esté con ustedes. Así como el Padre me envió a mí, así los envío a ustedes. Dicho esto sopló sobre ellos : Reciban el Espíritu Santo; a quienes ustedes perdonen, les queden perdonados sus pecados, y a quienes no libren de sus pecados, les queden atados”, Palabra de Dios

“¡Cómo no dar gracias a Dios por los prodigios que el Espíritu no ha dejado de realizar en estos dos milenios de vida cristiana! En efecto, el acontecimiento de gracia de Pentecostés ha seguido produciendo sus maravillosos frutos, suscitando por doquier celo apostólico, deseo de contemplación, y compromiso de amar y servir con absoluta entrega a Dios y a los hermanos. También hoy el Espíritu impulsa en la Iglesia pequeños y grandes gestos de perdón y profecía, y da vida a carismas y dones siempre nuevos, que atestiguan su incesante acción en el corazón de los hombres”. San Juan Pablo II, 31 mayo, 1998

Veni, Sancte Spiritus! es la hermosa oración en latín que se recita en Pentecostés. Es una oración del siglo XII, atribuida al Arzobispo de Canterbury, Stephen Langton (aprox.1150-1228), aunque también se cree que pudo ser creada por el Rey Roberto II de Francia o el Papa Inocencio III. Es la llamada Secuencia de Pentecostés, dirigida al Espíritu Santo, quien como el viento se esparce y difunde, limpiando y refrescando. O, como el fuego, es energía transformadora que cambia lo que toca, purifica, enciende y limpia.

El Espíritu Santo nos sostendrá, como sostuvo a María, nuestra Madre. “Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, … Rogamos por el don de FORTALEZA en el corazón, para no rendirnos, para vencer los temores, para no acobardarnos en la vida de fe y en la vida cotidiana. El Espíritu Santo nos sostendrá, como sostuvo a María, nuestra Madre.

“…brisa en las horas de fuego, … Rogamos por el don de TEMOR DE DIOS. Que es brisa sobre el fuego de la soberbia y de las vanas ambiciones. Brisa que nos provee de humildad ante Dios, como fue en María. El Espíritu Santo es brisa saludable para nuestra alma.

… gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. … Rogamos por el don de ENTENDIMIENTO. El don de comprender cuál es la Voluntad de Dios, de mantener la fe en las pruebas, de no dejar de creer ante el primer tropiezo. El Espíritu Santo da el gozo que conoció María en su camino de Madre del Redentor.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. … Rogamos por el don de SABIDURÍA. El don de buscar a Dios, de gustar de Dios, de apreciar y enriquecernos con la presencia divina. Es el don que hizo de María la llena de gracia.

Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; … Rogamos por el don de CIENCIA . Ciencia para no caer en la tentación del mal, para valorar lo que es Palabra de Dios, para entender que sin Dios no somos humanos. El Espíritu Santo nos dará el discernimiento, como a María, que nunca creyó al mal.

… mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Rogamos por el don de PIEDAD . Porque sin la fuerza del Espíritu Santo somos débiles en las virtudes y el pecado se hace fuerte en nosotros. Sin Piedad somos como hijos alejados. El Espíritu Santo nos hace puros y santos, como lo fue María.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Rogamos por el don de CONSEJO. Rogamos para saber ser prudentes, para no caer, para saber cómo actuar, para vivir buscando la gloria de Dios. Para vivir como vivió María, la Madre del Redentor.

salva al que busca salvarse Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno”.

Concluimos el Tiempo Pascual. Pentecostés es la plenitud de la Pascua. Cristo glorioso, resucitado ascendió al cielo, y nos envía al Espíritu Santo. Es la culminación de la obra de Jesús en la tierra. Ahora es el tiempo de la Iglesia, que camina a su encuentro ayudada por el Santo Espíritu.

El cristiano necesita pedir la gracia divina, y sabe que la recibirá si la pide correctamente : no sólo para su bien sino el de todos; no sólo para lo material sino para lo espiritual. El cristiano sabe que si pide la gracia, la RECIBE como don. Sabe que no la CONSIGUE por sus méritos o esfuerzos. Empecemos a pedir la gracia correctamente, así ya no lucharemos sólo con nuestras propias fuerzas. Que la alegría siempre esté contigo Tob.5,10 BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.