FILOSOFÍA DE NIETZSCHE

ACTITUD SALUDABLE DEL FUERTE: El superhombre: Voluntad de poder Transmutación de los valores Eterno retorno de lo mismo

Blade Runner: Roy Batty, superhombre

EL SUPERHOMBRE COMO OBJETIVO DEL PROYECTO DE NIETZSCHE El objetivo de Nietzsche al críticar la cultura es liberar al hombre de sus cadenas culturales, negadoras de la vida, el cuerpo y las pasiones, para que pueda realizarse y se convierta así en lo que él llama un superhombre. ¿QUÉ ES EL SUPERHOMBRE? ¿Sería un superhombre el homosexual que se atreve a salir del armario?, ¿El onanista que no se siente culpable por gozar de su cuerpo?, ¿El mujeriego que no se limita a la monogamia?, ¿El pedófilo que no restringe la sexualidad para los adultos?,… El superhombre no es alguien en un escalón evolutivo superior al homo sapiens; no es una especie biológica distinta. Por eso, al superhombre no se llega por evolución natural, sino mediante el ejercicio de la voluntad de poder. Concretamente, el superhombre es quien acepta gustoso el eterno retorno de lo mismo y lleva a cabo una nueva transmutación de los valores, haciendo de su vida una obra de arte, como hace el niño, gracias a que ejercita la voluntad de poder.

ETERNO RETORNO DE LO MISMO ACEPTACIÓN GUZOSA DEL ETERNO RETORNO DE LO MISMO El eterno retorno de lo mismo es una idea central para comprender quién es el superhombre. ¿PARA QUÉ SIRVE? Es una hipótesis que tiene por objetivo transformar nuestra visión y valoración de las cosas, de modo similar a como lo hacía la creencia medieval en el infierno, impulsándonos a valorar la vida positivamente y sin restricciones (incluyendo así el dolor): dar un “sí” tan apasionado a cada momento de la existencia que uno volvería a tomar las mismas decisiones una y otra vez, eternamente. ¿EN QUÉ CONSISTE? ...

¿En qué consiste? Se trata de pensar que, y actuar como si todo lo hecho y ocurrido en tu vida se volverá a repetir exactamente igual, una y otra vez, en sucesivas vidas. Se supone que esta idea nos conduce a ver la necesidad y valorar positivamente lo que ocurre. Por ejemplo, cuando me quejo del dolor y lloro por el amor perdido, caigo en la cuenta de que se trata de un error, pues sólo hay dolor porque hubo pasión: el dolor es constitutivo de la pasión, y no algo añadido, ajeno. Y soy consciente de ello cuando me pregunto si volvería a pasar por lo mismo, eternamente…

Oigamos a Nietzsche:

ACTITUDES ANTE EL ETERNO RETORNO ¿Quien podría aceptar el eterno retorno, y además con gozo?, o dicho de otra manera: ¿Quién podría valorar tan positivamente la vida toda, sin restricciones, que desearía que se volviera a dar exactamente igual cada momento de su existencia una y otra vez, hasta la eternidad? No todos soportarían el eterno retorno: mientras que el débil, ante dicha hipótesis, se estremece y tiembla, el fuerte no. Así pues, para soportar el eterno retorno es necesario ser fuerte de espíritu, y a los fuertes, la idea del eterno retorno los torna superhombres.

Amor fati El eterno retorno de la mismo lleva al fuerte al "amor fati", con el que Nietzsche expresa su vitalismo, la afirmación total de la vida:

Para amar la vida toda hay que aprender a amar lo "negativo" El sufrimiento y el fracaso son tan valiosos como el goce y el éxito, y probablemente ninguno tendría el valor que tiene sin el otro

¡¡Un mensaje contra el “hombre anestesiado” de nuestra época!! el hombre que no quiere intensidad: a costa de no querer dolor, tampoco quiere experimentar placer.

REALIZACIÓN DE UNA NUEVA TRANSMUTACIÓN DE LOS VALORES Para aceptar gozoso el eterno retorno es necesario efectuar la nueva transvaloración de los valores, poniendo en lo alto los valores afirmadores de la vida. Esta transvaloración o inversión implica rechazar lo antiguo y crear algo nuevo: El superhombre rechaza los valores tradicionales, desafiando así a la autoridad. Por eso dice Nietzsche que el superhombres es el único ser auténticamente libre, en el sentido de ser el único que no se deja someter por la moral, estando “más allá del bien y del mal” (y por tanto, sin sentimiento de culpa, etc.). Recupera así el control sobre su propia vida. El superhombre es consciente de que los valores son creados, construidos por nosotros, y no algo dado, que exista independientemente de nosotros: nada tiene valor (ni sentido), nosotros se lo damos. Además, el superhombre crea nuevos valores afirmadores de la vida, lo que implica afirmar el cuerpo y las pasiones, rechazados hasta ahora.

El espíritu que anima la transvaloración es: No busques Otro Mundo sino otra vida, o sea: no esperes la otra vida, cambia la que tienes No eres algo acabado, con un sentido ya dado, sino algo por hacer cuyo sentido lo pones tú. Busca tus propios valores, y líbrate de los que intentan imponerte

FASES EN EL CAMINO HACIA EL SUPERHOMBRE Para Nietzsche, el camino hacia el superhombre pasa por tres estadios o etapas: Etapa del camello: es la situación del hombre occidental subordinado a la vieja moral, obediente a sus mandatos, soportando la carga sin rebelarse. Etapa del león: es la situación del hombre harto de soportar la carga de la vieja moral, que se rebela contra su amo y comienza a imponer su propia voluntad. Etapa del niño: es la situación del hombre liberado de todas las cargas, creador de sus propios valores. Aquí comienza el superhombre.

¿ES EL SUPERHOMBRE UN SER COMPLETAMENTE AMORAL, CAPAZ DE LAS ACCIONES MÁS VIOLENTAS Y DESPIADADAS? ¿Es el superhombre una especie de Hannibal Lecter? ¿o al menos como Nelson, de los Simpsons, que abusa de los demás, les quita el dinero de la comida o se come su merienda, pega por placer,…? Hay dos posibles interpretaciones: Desde una interpretación, el superhombre es un amoral sin escrúpulos, que adopta la “moral del amo”, violenta e insensata. La imagen del superhombre ideal podría ser, por ejemplo, Bukowski. -> Pero, que Nietzsche condene la “moral del esclavo” (vigente), porque niega la vida, no significa necesariamente que predique la “moral del amo”, violenta e insensata. Y esto es lo que defiende la segunda interpretación. Desde la otra interpretación, el superhombre es el artista, que “hace de su propia vida una obra de arte”, en el sentido de que se crea a sí mismo, forjando nuevos valores.

El superhombre: cruel y despiadado capaz de hacer del asesinato un arte

El superhombre, que hace de su vida una obra de arte

¿Qué significa “hacer de la vida una obra de arte”? Significa construir la propia identidad, crearse a sí mismo, lo que conlleva no considerarse como algo estable y ya dado, que sigue valores ajenos, sino como algo cambiante y por hacer, que está por conseguir; un ser auténticamente libre, creador de nuevos valores, que elija lo que importa y viva como quiera.

Nuestra forma de caminar: una metáfora de nuestro estar en el mundo

EJERCITACIÓN DE LA VOLUNTAD DE PODER Nietzsche usa la expresión “voluntad de poder” en dos sentidos distintos: “Voluntad de poder” en sentido metafísico: es el fondo dionisiaco del mundo, la tendencia o “pathos” de la Naturaleza hacia la movilidad, hacia formas de vida mejores, causante de todo devenir. “Voluntad de poder” en sentido antropológico: es el conato de obtener más y más potencia y aptitud, y supone el vencimiento de resistencias, de obstáculos de nuestro tamaño. Se expresa en el hombre como voluntad de autosuperación: instinto o impulso hacia más-vivir, a crecer en poder, y no meramente a conservarse.

Voluntad de poder: voluntad de autosuperación Si Nietzsche hubiera sido padre, habría dicho algo como Rocky en esta escena:

Voluntad de poder y creación de uno mismo Quien tiene “voluntad de poder” se crea a sí mismo, dándose a sí mismo los nuevos valores que va a seguir. En este sentido, la voluntad de poder es voluntad de liberación, respecto de la tiranía de los valores y los ideales vigentes. → No pueden existir, de esta forma, valores ni ideales universales y permanentes en el tiempo, ni siquiera por lo que respecta a un mismo individuo, que constantemente debe darse su meta y su camino.

La del pirata de palo: querer vivir más