Diseño: JL Caravias Crecer en libertad Aprender a ser libres

libre albedrío: Podemos elegir entre el bien y el mal… Desde pequeños tenemos la libertad básica del libre albedrío: Podemos elegir entre el bien y el mal… De forma gradual podemos decir que sí o que no: ● al amor, ● a la sabiduría, ● a la libertad, ● a la justicia, ● a la belleza …

¿Este o aquel “remedio”? ¿Naranja o limón? ¿Qué Camino tomar? ¿Este o aquel “remedio”? ¿A quién le damos la mano? ¿Con quién comparto mi vida?

Todos tendemos a lo bueno y a lo malo Todos sentimos buenos deseos y malos deseos

El amor a la fuerza no sería amor … Esta libertad es necesaria para poder elegir con autenticidad. El amor a la fuerza no sería amor … A partir de elecciones sucesivas, vamos madurando poco a poco en posibilidades mayores de elegir responsablemente.

Muchas veces no distinguimos lo que nos hace bien de lo que nos hace daño. No sabemos qué es lo que más nos conviene … Por ello es necesario aprender a DISCERNIR…

¿Cómo me desarrollaré plenamente ¿Por qué camino seré más feliz? ¿Cómo me desarrollaré plenamente como persona? ¿Qué me ayuda a crecer y qué me lo impide? ¿Qué me hace ser auténticamente yo? ¿Qué me ayuda a desarrollar mejor mis cualidades? ¿Qué me ayuda a servir mejor a los demás?

Desde niños debemos aprender a elegir lo que más nos conviene… Padres y educadores, de forma escalonada, deben dar oportunidades para que los niños aprendan a elegir … Sin imponerle los educadores sus propios gustos. Ni tampoco darles gusto en todo. Tienen que aprender a elegir lo que más les conviene para su propio bien … Y para ello hay que dialogar mucho con ellos

Empezando por cosas pequeñas: De qué color quieren su taza … Qué postre prefieren, pero uno solo … A qué quieren jugar … A dónde ir de paseo … Realizando sistemáticamente reuniones familiares, en las que cada pequeño pueda dar libremente su opinión … Sin burlarse jamás de ellos … Tomando en serio lo que dicen …

¡ NO LE EDUCARON LA LIBERTAD ! El niño que consigue siempre sus antojos, no aprende a dominarse. Cuando sea mayor se dejará dominar por las tentaciones de ● sexo sin amor, ● lujos desenfrenados ● poder dictatorial …  Y cualquier tipo de caprichos … Causará graves daños a él y a los suyos … ¡ NO LE EDUCARON LA LIBERTAD ! El que de niño o niña acapara egoístamente juguetes, de mayor acaparará riquezas egoístas.

El hijo de un alcohólico, posiblemente será también él un tomador … El niño que no aprende a decir basta a los dulces, de mayor no sabrá controlar otras “dulzuras”… El niño que se emberrincha por cualquier capricho, de mayor será esclavo de su mal humor … La libertad se educa desde la niñez

Es horrendo educar niños marionetas, que sólo saben actuar cuando se les manipula … cuando se les vigila y castiga … Son candidatos al fracaso …

Nuestras posibilidades de futuro son múltiples. No bastan los buenos deseos Si no aprende a dominarse y a esforzarse, será un fracasado …, Tiene que capacitarse con tiempo para saber enfrentar las crisis futuras De nuestro cultivo de la libertad depende su realización … No sirven las ideas aprendidas, sino las actitudes asumidas

Poder seguir creciendo siempre! La auténtica libertad, la de los hijos de Dios, consiste en que nada ni nadie me impida desarrollarme para ser lo que debo ser. Ni mi pereza, ni mi orgullo, ni mi sensualidad, ni sufrimientos … Ni persecuciones, ni falta de recursos, me impidan crecer como debo … Poder seguir creciendo siempre!

Dios no pude elegir el mal, porque es plena sabiduría Dios no tiene libre albedrío. Pero es absolutamente libre, pues nada ni nadie le puede impedir ser lo que tiene que ser. Dios no pude elegir el mal, porque es plena sabiduría y perfecto amor. Los seres humanos debemos aprender a pasar del libre albedrío a la libertad de los hijos de Dios, de forma que nada ni nadie nos impida ser lo que debemos ser. Sabiduría y amor son al mismo tiempo motor de la libertad y frutos de la libertad

Se trata de un proceso ascendente, en el que cada vez Esta libertad, la de los hijos de Dios, en esta vida nunca se llega a conseguir del todo, pues somos pecadores y vivimos en un mundo de pecado … Se trata de un proceso ascendente, en el que cada vez podemos y debemos ser más libres. Cada vez me sabré dominar mejor … Cada vez me sabré esforzar más eficientemente … Cada vez seré más útil a los demás … Cada vez seré más yo mismo … Cada vez creceré más hacia Dios …

Libertad y Justicia forman una pareja inseparable. No se puede dar la una sin la otra. Ahora nos referimos a la libertad interior que cada persona se forja para sí misma, para poder desarrollarse. De la liberación de las opresiones sociales, hablaremos al tratar de la justicia.

La verdad les hará libres Si el Hijo los hace libres, El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver; para despedir libres a los oprimidos. Lc 4,18 Si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres. Jn 8,36 La verdad les hará libres Jn 8,32

Él es el precio de nuestra libertad. Cristo nos liberó para ser libres. Manténganse, pues, firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. Gál 5,1 Él es el precio de nuestra libertad. 1 Cor 1,30

Nuestra vocación, hermanos, es la libertad No hablo de esa libertad que encubre los deseos de la carne, sino del amor, por el que nos servimos los unos a los otros. Gál 5, 13 Estamos llamados a compartir la libertad y la gloria de los hijos de Dios. Rom 8,2 El Señor es espíritu, y donde está su Espíritu hay libertad. 2Cor 3,17