diferente

Eric Liddell ganó el oro en los Juegos Olímpicos, a pesar de ser desafiado a mantener el Día del Señor, se convirtió en misionero en China. La Segunda Guerra Mundial vivió internado en una prisión japonesa. Murió allí el 21 de febrero de Liddell enseñó una verdad poderosa : la oración cambia misteriosamente a quien ora. Durante una reunión leyó Mateo 5:43: "Ama a tus enemigos, bendice a los que te maldicen, haz el bien a los que te odian, y ora por los que te maltratan y te persiguen. "Luego preguntó si esto era simplemente un ideal o algo práctico que realmente podrían hacer. ¿Podrían amar a los guardias y al pueblo japonés en general? La mayoría pensó que era solo un ideal… "Yo también lo pensé", dijo Eric, "pero luego noté las siguientes palabras, ‘ orad por los que os ultrajan y os persiguen;." Cuando comenzamos a orar ", dijo," nos centramos en Dios. Cuando los odiamos somos egocéntricos. Pasamos mucho tiempo orando por las personas que nos caen bien pero no oramos casi nada por quienes no nos agradan o los que odiamos. Pero Jesús nos dijo que oremos por nuestros enemigos. Empecé a orar por los guardias y eso cambió mi actitud hacia ellos. Tal vez te gustaría probarlo también. Eric Liddell: Pure Gold, David McCasland, página 267.

¿Por qué no corrió Eric Liddle una carrera que podía ganar? Porque en primer lugar y principalmente era hijo de Dios y creía que competir el día del Señor equivalía a negar lo que era. Su concepto de sí mismo y su propósito en la vida determinaron lo que hizo.

Muchos no llevan una vida libre y productiva porque no comprenden quiénes son ni qué hacen aquí. Lo que somos está arraigado en nuestra identidad y posición en Cristo. Si no nos percibimos de la manera que Dios nos percibe, sufrimos por una falsa identidad y una pobre sensación de dignidad. Sucede un maravilloso cambio cuando confiamos en Cristo.

Adán y Cristo en Romanos

El plan redentor de Dios, se desarrolla en Cristo, el segundo Adán. Lo primero que notamos, es su completa dependencia en el Padre. Leamos Juan 5:30; 6:57 y 14:10. Hacia el final de su ministerio terrenal, Jesús oró: "Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado proceden de ti" (Juan 17:7). El modelo que Cristo mostró era depender totalmente de Dios el Padre.

JESÚS VINO PARA DARNOS VIDA Como el primer Adán, Jesús nació física y espiritualmente vivo. A diferencia del primer Adán, Jesús fue tentado en todo, pero nunca pecó. Nunca perdió su vida espiritual. Adán y Eva perdieron la vida espiritual, pero Jesús vino a darnos vida. Lee (Juan 10:10). (Juan 1:4). (6:48) y (11:25). En otras palabras, los que creen en Jesús seguirán viviendo (Juan 14:6).

1 Corintios 15:21-22 (NTV) Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva.

QUIÉN SOY EN CRISTO Juan 1:12Soy hijo de Dios. Juan 15:15Soy amigo de Cristo. Romanos 5:1He sido justificado. 1 Corintios 6:17Estoy unido al Señor 1 Corintios 6:20 Soy de Dios. 1 Corintios 12:27Soy parte del cuerpo de Cristo. Efesios 1:1Soy santo. Efesios 1:5Soy adoptado por Dios. Colosenses 1:14He sido redimido y perdonado. Colosenses 2:10Estoy completo en Cristo.