MENS SANA IN CORPORE SANO ALTIUS, CITIUS, FORTIUS PARTICIPARE MAGNUM EST La llama Olímpica MENS SANA IN CORPORE SANO
JUEGOS OLÍMPICOS Nacen en Grecia, como tantas otras cosas y perviven en la actualidad. La competición deportiva, al igual que el teatro, la democracia y la filosofía nació en Grecia. Pisando hoy los estadios de Olimpia, Delphos, Itsmo y Nemea podemos apreciar cuánto y cuán gran esfuerzo de organización y de perfección hicieron los griegos para poder celebrar sus competiciones. Tenemos numerosas muestras de las competiciones deportivas en la escultura y en la pintura de las cerámicas. Otra fuente importante es la literatura, textos en prosa de Pausanias, Filóstrato, Luciano de Samósata y en menor grado Epícteto. Tenemos literatura deportiva propiamente dicha, poemas en verso, odas en honor de los vencedores, obras que no se hubieran escrito si no hubieran existido las competiciones deportivas en la Antigua Grecia.
Los Juegos Olímpicos de Olimpia, en honor de Zeus. En muchas ciudades griegas tenían lugar competiciones deportivas dentro de las fiestas religiosas consagradas a divinidades o héroes locales. En Atenas se celebraban los Juegos Panatenaicos en honor de la diosa Atenea. Sin embargo, los cuatro certámenes más importantes por su carácter panhelénico fueron: Los Juegos Olímpicos de Olimpia, en honor de Zeus. Los Juegos Píticos de Delfos, en honor de Apolo. Los Juegos Nemeos de Nemea, en honor de Zeus. Los juegos Ítmicos de Corinto en honor de Poseidón. Para posibilitar la celebración de los mismos, se decretaban en las guerras una tregua sagrada, de tres meses de duración.
LOS JUEGOS OLÍMPICOS Se celebran en Olimpia, en honor de Zeus. Tienen lugar cada cuatro años y tienen un carácter religioso a la vez que deportivo. Los griegos computaban los años por Olimpíadas. Solían durar cinco días. Los vencedores de las pruebas eran coronados con una rama de olivo. La primera lista de vencedores es del año 776 a C, desaparecieron en el año 393 d. C., después de la 293ª Olimpíada, por orden del emperador romano Teodosio. En esta fecha mandó cerrar el santuario de Zeus. Olimpia fue entonces abandonada durante siglos hasta que en el siglo XVIII fue descubierta y a partir del XIX excavada. Según la tradición, estos juegos fueron fundados por Pélope.
LOS JUEGOS PÍTICOS Se celebraban en Delfos. Según la tradición, habían sido fundados por el propio Apolo para conmemorar su victoria sobre la serpiente Pitón. Los vencedores de las pruebas obtenían una corona de laurel. En un primer momento se celebraban sólo concursos de música y canto pero más tarde se incluyeron competiciones atléticas e hípicas. Tenían lugar cada cuatro años, en el año anterior a la celebración de las Olimpiadas.
LOS JUEGOS NEMEOS Tenían su sede en Nemea. La leyenda atribuye a Hércules su fundación durante el trabajo que enfrentó al héroe con el león de Nemea. Se celebraban en verano, en el segundo y cuarto año de cada Olimpiada. Incluían concursos hípicos, atléticos y artísticos. Al vencedor se le entregaba una corona de mirto o de apio silvestre.
LOS JUEGOS ÍTMICOS Se celebraban en Corinto. Se atribuye su fundación legendaria a Teseo. Tenían lugar cada cuatro años en verano. Constaban de pruebas atléticas, hípicas, musicales y náuticas. La recompensa que obtenían los vencedores era una corona de pino.
Los Juegos Olímpicos hay que enmarcarlos dentro de una cultura agonal que es la cultura griega. No hay manifestación que no lo evidencie de forma clara a cada instante, la mitología está plagada de lances agonales: Atenea y Poseidón por el dominio del Ática, Apolo y Marsias, Aracne y Atenea. Poseidón Atenea
Jordaens, Jacob, Apolo vencedor de Marsias, 1637 AutorJordaens, Jacob TítuloApolo vencedor de Pan CronologíaHacia 1637 TécnicaÓleo SoporteLienzo Medidas180 cm x 270 cm EscuelaFlamenca TemaMitología ExpuestoNo ProcedenciaColección Real Jordaens, Jacob, Apolo vencedor de Marsias, 1637
LAS HILANDERAS O LA FÁBULA DE ARACNE, 1657. VELÁZQUEZ Una de las obras más interesantes y enigmáticas del pintor sevillano,sobre todo en cuanto al tema. Fue pintado casi con total seguridad en 1657 para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya figura en las colecciones reales.En primer plano vemos cinco mujeres que preparan las lanas para la fabricación de tapices. Al fondo, detrás de ellas, aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices.Esta última escena sería la que da título al cuadro ya que recoge la fábula en la que la joven Aracné, al presumir de tejer como las diosas, es retada por Atenea a la confección de un tapiz. El jurado dictaminó un empate pero Atenea castigó a Aracné convirtiéndola en araña para que tejiera durante toda su vida. Con esta fábula,Velázquez quiere indicarnos que la pintura es un arte liberal, igual que el tejido de tapices, no una artesanía como la labor que realizan las mujeres en primer término. El poner el mensaje en un segundo plano es un juego típico del Barroco.También hay quien piensa que se trata de una escena del obrador de la Fábrica de Tapices de Santa Isabel que el pintor solía frecuentar a menudo. Pero ésto no nos vale para explicar la escena de segundo plano.Trate sobre lo que trate, estamos ante una de las mejores pinturas,en la que Velázquez ha sabido dar sensación de movimiento como se aprecia en la rueca de la izquierda, cuyos radios no vemos, y en la figura de la derecha que devana la lana con tanta rapidez que parece que tiene seis dedos. También hay que destacar el efecto atmosférico, es decir, la sensación de que entre las figuras hay aire que distorsiona los contornos y hace que las figuras estén borrosas.La pincelada no puede ser más suelta, utilizando manchas como en el caso del gato o el rostro de la mujer del centro que está sin acabar al estar a contraluz. La luz viene de la derecha, siendo admirable que con tan limitado colorido se obtenga una excelente luminosidad. El artista consigue anticiparse al impresionismo en doscientos cincuenta años.Los añadidos posteriores en los cuatro lados hacen la obra más grande pero no menos interesante. La Pintura en el Prado. (c) 1999 Ediciones Dolmen S.L. LAS HILANDERAS O LA FÁBULA DE ARACNE, 1657. VELÁZQUEZ
ESQUILO SÓFOCLES EURÍPIDES También tenemos los agones literarios; escritores de tragedias y comedias rivalizan cada año en las Grandes Dionisíacas. Sólo vence uno, y el que es derrotado con frecuencia reacciona con virulencia.
Competir, pues, es algo consustancial al alma griega Competir, pues, es algo consustancial al alma griega. En la competición hay siempre un estímulo. El deporte obviamente no puede sustraerse a esta forma de pensar y de sentir. Los griegos se percatan de que el cuerpo humano ofrece infinitas e inexploradas posibilidades. No basta simplemente con hacer ejercicio. El puro ejercicio físico por sí solo no mueve a las masas; lo que las mueve es la competición.
Importancia del estadio, está pensado para la competición y para la contemplación de las pruebas, igual que ocurre con el teatro. Estadio de Delfos. Los dos lados más largos son ligeramente curvos para poder adaptarse a la ladera del monte Parnaso. En primer plano, la línea de salida, en la que se ven las ranuras para poder apoyar los pies.
Estadio de Olimpia. Está excavado en la ladera del monte Cronión Estadio de Olimpia. Está excavado en la ladera del monte Cronión. El lado sur lo constituye un talud artificial. Puede observarse la línea blanca de la salida y, en el borde izquierdo el asiento reservado a la sacerdotisa de Deméter, frente a la tribuna de los jueces en el talud opuesto.
No basta con un estadio para organizar unos Juegos. ¿Cuántos días van a durar las pruebas?. Es necesario una villa olímpica para el alojamiento y el avituallamiento. Todo esto puede verse con claridad en el santuario de Olimpia, donde el estadio es tan sólo una parte de todo el complejo.
No sólo hacen falta infraestructuras, también hace falta gente preparada para organizarlos, hay que nombrar unos árbitros; hay que crear un reglamento. Los griegos realizaron un formidable ejercicio de organización y de creación. El esfuerzo de los griegos es ingente: crean las pruebas; crean los reglamentos; marcan los límites. Y son los primeros en hacerlo
ἀθλητής (atlhetés) combatiente, que se ejercita ἀγών (agón) enfrentamiento, competición πόνος (pónos) esfuerzo νίκη (níke) victoria δόξα (dóksa) fama La gloria es consecuencia de la victoria y ésta es fruto del esfuerzo. Consejos que Epícteto da a quien quiere dedicarse a la competición: <<“Quiero alcanzar una victoria en Olimpia”. Considera lo que ello presupone y calibra las consecuencias, y así, si te conviene, pon manos a la obra. Debes someterte a disciplina, comer de régimen, abstenerte de confituras, hacer gimnasia forzosamente a la hora señalada, haga frío o calor; no tomar agua fría y vino cuando se tercie; en suma, como al médico, pues, debes entregarte al entrenador>>.
A propósito de la victoria, dice Luciano de Samósata: “Nosotros no nos fijamos en la simplicidad de los trofeos; son símbolos de la victoria y distintivo de quiénes son los vencedores. La fama que va aparejada a los vencedores merece muchísimo la pena…Y no se da gratis; antes bien, quien aspira a ella tiene que hacer frente a muchas situaciones difíciles en los comienzos hasta esperar el resultado positivo y favorables que se deriva de tantos sacrificios” (Luciano, Anacarsis 10)
La victoria (νίκη) es representada por los griegos como una mujer alada. ¿Qué significan esas alas? Posiblemente su sentido es ambivalente. La victoria encumbra, eleva. Pero esas alas que elevan dan y quitan. Puede ser efímera. No dura para siempre. Las odas de Píndaro, que comienzan ensalzando al vencedor y glosando su gesta en el estadio, acaban de forma sentenciosa, previniendo que el linaje humano es frágil y perecedero. La Victoria de Samotracia, Museo del Louvre
PALESTRAS Y GIMNASIOS Παλαίστρα (palaístra) palestra < πάλη (pále) lucha. Estaba destinada a la lucha y el boxeo. γυμνάσιον (gynásion) gimansio < γυμνός (gymnós) desnudo, era un lugar público para la práctica del ejercicio en general, que normalmente se hacía casi desnudo. Con el tiempo ambos términos se confundieron. Al principio eran instituciones privadas. Más tarde pasaron a ser instituciones públicas. En ellos pasaban el día jóvenes y hombres maduros, pues eran además centros de activa vida social y educativa. El gimnasio griego ideal tenía un patio cuadro o rectangular rodeado de columnas (peristylion) περιστύλιον peristilo. Habitaciones espaciosas con asientos (exedrae), el (ephebeum), sala grande para que los jóvenes practicaran. Otra estancia para el juego de pelota (coryceum), para el baño de agua fría (frigidarium), otra para guardar el aceite con el que se ungían los atletas, una sauna, etc. PALESTRA DE OLIMPIA
PALESTRA DE OLIMPIA
TIPOLOGÍA DE EJERCICIOS Los griegos distinguían tres clases: Γυμναστική (gymastiké) Comprendía todos los ejercicios que servían para fortalecer el cuerpo o cada uno de los miembros por separado. ἀγωνιστική (agonistiké) abarcaba todos los ejercicios que preparaban al atleta para la lucha. ἀθλητική (athetiké) esta denominación se aplicó cuando la gimnasia dejo de ser un arte noble y se convirtió en una profesión más.
παιδοτρίβης (Paidotríbes) Entrenador Como en nuestros días, los griegos saben que hay que organizar el esfuerzo, la alimentación y el descanso del deportista. Para los griegos el atleta nace, pero también se hace. La victoria exige sacrificio y profesionalidad. La figura del entrenador, hoy tan importante, emerge también con fuerza en el mundo griego. El paidotriba, con largo manto y varilla ahorquillada en su mano, dirige los entrenamientos παιδοτρίβης (Paidotríbes) Entrenador
ENTRENADORES (PAIDOTRIBAS) En el gimnasio la preparación física corre a cargo del παιδοτρίβης (paidotríbes) paidotriba, auténtico profesional de la gimnasia. En los gimnasios de Atenas había también unos σωφρονισταί (sophronistái) monitores encargados del buen comportamiento de los muchachos. Como encargado del mantenimiento de este tipo de establecimiento estaba el γυμνασίαρχος (gymnasíarchos) ciudadano ateniense elegido por su tribu durante un tiempo determinado, y que debía correr con los gastos que generaban los gimnasios, pagar a los maestros y asegurar los juegos gimnásticos para las diferentes fiestas ciudadanas.
CONSEJO OLÍMPICO Ἡλανοδίκαι (Helanodíkai) Los jueces de los Juegos Olímpicos. Eran los encargados de organizar los Juegos. En época clásica, sus miembros, elegidos por período de cuatro años, eran diez. Debían residir en Olimpia y tenían como misión: Administrar el tesoro de Zeus, compuesto por tributos procedentes de las cantidades que se exigían en concepto de ayuda militar, alquiler de terrenos en el santuario, donaciones y sanciones a los participantes. Dirigir los ritos de purificación. Seleccionar a los atletas y supervisar sus entrenamientos. Clasificar e inscribir a los participantes según su edad. Inspeccionar las instalaciones, dirigir el desarrollo de las pruebas. Conceder premios y sanciones (descalificaciones, multas o castigos corporales, generalmente latigazos
PARTICIPANTES I Condiciones impuestas a los atletas que aspiraban a participar en los Juegos eran muy estrictas: Raciales: debían ser griegos. Sociales: no podían ser esclavos. Civiles:tenían que ser legítimos de nacimiento. Éticas: no debían haber incurrido en deshonor Técnicas: previamente a las competiciones debían haberse entrenado por un espacio de 10 meses y uno en Elis antes del comienzo de los Juegos. El gran festival de Olimpia se organizaba en honor y gloria de Zeus, dios patrón de la Hélade. Además la lengua griega y el agonismo olímpico se integraban en un concepto de cultura que lógicamente no podía ser entendido por los barbaroi (extranjeros) Así, por no considerarse griegos puros, los caudillos macedonios tuvieron trabas para participar en los Juegos. Más tarde, la presión política y militar de Roma transformó la cláusula racial hasta hacerla desaparecer; según un texto de Flegón, en la 177 Olimpiada (año 72 a.C.), el corredor romano Gaius se alzó con la victoria en la prueba del dólico, convirtiéndose así en el primer extranjero vencedor en Olimpia.
PARTICIPANTES II Los esclavos también estaban excluidos de los Juegos, ya que la opción a tomar parte en los concursos presuponía la plenitud de derechos civiles. Del mismo modo, señala Filóstrato (Gymnastike, 25) la minuciosidad con la que se investigaba si los concursantes eran miembros de una comunidad conocida, si tenían padre o familia o si habían nacido realmente libres y no simplemente como hijos bastardos de padres nacidos libres. Además se excluían de los Juegos a los criminales, a los que hubieran cometido delitos de sangre grave, o incurrido en deshonor (ἀτιμία), a los impíos y blasfemos (ασέβεια), a los que quebrantaran la tregua sagrada y a quienes habiendo sido sancionados con multa por cualesquier motivo no la hubieran satisfecho todavía. El último requisito estaba basado en razones de carácter de técnica deportiva, tendente a dar mayor brillantez a los agones. Los participantes, bajo pena de descalificación, debían acreditar haberse entrenado por un espacio no inferior a diez meses antes de los Juegos, llevando a cabo el último mes de preparación en las instalaciones de Elis. Cuenta a este respecto Pausanias (V, 21) el caso del púgil alejandrino Apolonio, que en la Olimpiada 218 (año 93) fue descalificado por llegar tarde a los Juegos al detenerse en los festivales de las ciudades de Jonia
PREMIOS Y SANCIONES Los atletas vencedores en Olimpia recibían como galardón una corona trenzada con ramas del olivo sagrado, que debían ser cortadas con un cuchillo de oro por un joven cuyos dos padres estuvieran vivos. La ceremonia de coronación se celebraba ante el templo de Zeus, en Olimpia. Asimismo, el nombre del vencedor se incluía en las listas oficiales que confeccionaba el Consejo Olímpico. Cuando volvían a sus ciudades eran recibidos con todos los honores y recibían muchas recompensas: premios en metálico, estatuas, cargos públicos, etc. Los atletas que infringían el reglamento eran sancionados. Motivos de sanción: violación de la tregua sagrada, el uso de artes innobles, el dar muerte al adversario, salir anticipadamente en las carreras, etc. Las sanciones podían ser de tipo político, económico, deportivo o corporal.
LA MUJER EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS . Las mujeres no podían participar en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, esto no quiere decir que el deporte estuviera vetado a las mujeres: en Esparta las mujeres eran entrenadas incluso en disco, lucha y pugilato. . En Olimpia las mujeres celebraban unos Juegos en honor a Hera, llamados Juegos Héreos. Las participantes vestidas con una túnica, recibían en caso de victoria una corona de olivo y un trozo de la vaca sacrificada en honor a Hera. Estos juegos estaban organizados por un comité de 16 mujeres
PROGRAMA DE COMPETICIONES Y RITUALES Cuando alcanzó su configuración definitiva pudo ser así: PRIMER DÍA: Se celebran las dos únicas pruebas no deportivas, las de heraldos y trompetistas (introducidas en el año 396 a.C.), cuyos vencedores se encargaban los unos de anunciar públicamente los nombres de los participantes durante las competiciones y de los triunfadores durante las ceremonias de coronación, y los otros de anunciar con sus trompetas el comienzo de las pruebas o ceremonias e incluso de dar salida y anunciar la vuelta final en las carreras pedestres e hípicas.
SEGUNDO DÍA Desfile de los participantes. Carreras hípicas de carros y de caballos Lanzamiento de disco, jabalina y salto de longitud.
TERCER DÍA Era de carácter religioso. Procesiones, ritos en honor de Pélope, el héroe mítico que fundó los Juegos, y un sacrificio a Zeus.
CUARTO DÍA LUCHA BOXEO PANCRACIO Carreras pedestres: Δρόμος Dromos 192,28 m Δίαυλος Díaulos 384,56 m Δόλυχος Dólichos 4.600 m LUCHA BOXEO PANCRACIO
QUINTO DÍA Proclamación y coronación de los vencedores. Los juegos acababan con un banquete oficial en honor de los vencedores.
EL DÍA A DÍA DE UN ATLETA OLÍMPICO