5 mitos sobre el servicio cristiano http://restauraciondelapalabra.wordpress.com
Mito nº 1: El servicio cristiano requiere de un tiempo de espera luego de haber nacido de nuevo. Texto que lo contradice: Hechos 2:38. La verdad es que el cristiano debe servir a Cristo inmediatamente luego de su conversión. No puede separarse la vida cristiana del servicio cristiano. No es concebible una vida cristiana sin servicio. Le hemos hecho un gran daño a la iglesia al formar cristianos no servidores.
Mito nº 2: El servicio cristiano es místico, y está reservado sólo para unos cuantos elegidos. Texto que lo contradice: Santiago 2:14-17, 1ª Corintios 12:27. Lo contrario de místico es práctico. Todos los cristianos somos llamados a ser siervos de Cristo. Cuidado de no confundir el exceso de actividad cristiana con espiritualidad.
Mito nº 3: El servicio cristiano es sólo para Dios, y no para los hombres. Texto que lo contradice: 1ª Corintios 9:19. El servicio es para Dios y para las personas. Vivimos en medio de personas, por lo tanto, nuestro servicio a Dios se materializa a través de nuestro servicio a las personas. Cuidado con aquella expresión que dice: «yo sirvo a Dios, y no me importa lo que piensen los hermanos». Debe importarte, ya que por tu servicio a ellos serás recompensado o juzgado.
Mito nº 4: El servicio cristiano consiste en sólo saber las cosas de la fe. Texto que lo contradice: Santiago 1:12, 3:13. El conocimiento sin práctica es fe muerta. La sabiduría no consiste en saber muchas cosas, sino que se trata de cómo aplicas lo que sabes.
Mito nº 5: El servicio cristiano es un asunto personal y privado Mito nº 5: El servicio cristiano es un asunto personal y privado. Texto que lo contradice: 1ª Corintios 12:7, 14:12, Efesios 4:12. El servicio cristiano no es algo personal, es algo colectivo. Este asunto del individualismo le ha hecho gran daño a la iglesia. También el asunto de la especificación. El ministerio NO te pertenece; le pertenece a la iglesia, que lo delega en ti. Debemos darle más importancia al servicio colectivo que al servicio privado. El sometimiento y la obediencia son esenciales al siervo de Cristo.