Desde hace unos años, las tecnologías de virtualización de hardware han evolucionado en capacidades y madurez hasta convertirse en algo presente con asiduidad en las revistas informáticas especializadas y en las reuniones de responsables de informática de las empresas.
Esto, unido a las siempre crecientes capacidades de procesamiento y almacenamiento de los sistemas de información, y a su continua bajada de precios, ha permitido que la virtualización de entornos informáticos sea hoy una opción extremadamente interesante incluso para empresas con un parque de servidores muy pequeño, como el que tienen muchas PYME’s.
La tecnología de la virtualización, consiste en un mundo ideal, los sistemas operativos de las máquinas son perfectos, no tienen fallos de diseño ni permiten intrusiones externas, no se cuelgan, se mantienen operativos en todo tipo de condiciones y permiten ejecutar sin problemas todo tipo de aplicaciones. Sin que la ejecución de cada aplicación afecte de forma negativa al resto de las que se ejecutan en la misma máquina.
En ese mundo ideal, las aplicaciones que soportan nuestro negocio también son perfectas, tampoco tienen fallos de diseño, gestionan perfectamente las condiciones de error, son escalables y soportan desde la carga mas baja hasta los picos de trabajo más inverosímiles.
Las tecnologías actuales de virtualización se basan fundamentalmente en dos enfoques distintos: por una parte, las virtualizaciones llamadas puras, que simulan completamente el microprocesador y todo su entorno hardware. Por otro las paravirtualizaciones, que virtualizan únicamente parte del entorno, y ofrecen una API de programación
Para ciertas partes más conflictivas (típicamente el microprocesador y los modos protegidos de funcionamiento de éste). Existe un tercer tipo, aunque no es del mismo tipo que las anteriores, en los que las máquinas virtuales son simuladas a nivel del propio sistema operativo, y no a nivel hardware.
Las primeras son capaces de ejecutar sin modificación alguna sistemas operativos comunes y corrientes (GNU/Linux, Windows XP). Estos sistemas operativos se instalan en la máquina virtual, y funcionan exactamente igual que si lo estuviesen haciendo sobre una máquina real.