Referentes de la transición de la medievalidad a la modernidad

Hacia la segunda mitad del siglo XV se vislumbra el inicio de la modernidad, no en tanto que periodo histórico, “sino como categoría del espíritu, de cultura, de talante”. Es perceptible un estado de crisis o de transición que se aprecia en cuatro notas o características de la vida medieval. Unidad de la vida medieval Sentido de totalidad Trascendencia de la vida Tradición y autoridad

Unidad de la vida medieval Cristiandad en expansión (Europa) Unidad de vida y de creencias Sistema doctrinal compartido Ante la presencia del otro Reforzamiento de la unidad Bárbaros Judíos Islam

Unidad de creencia y de fe Unidad de lo que se sabe por ciencia profana y de lo que se cree por fe Unidad de vida privada y vida pública Esferas de lo privado y de lo público Usos, costumbres, prácticas, pautas de comportamiento que se hallan impregnadas de una misma religiosidad

La transición se iniciará con la escisión, primero, tras la creación de los Estados nacionales y su creciente independencia del poder espiritual de Roma. Después, con la escisión de la Cristiandad por la vía de la Reforma. De otro lado, se producirá unaindependencia gradual de la razón natural, de la filosofía y de la ciencia respecto de la revelación y de la teología.

(sensación de seguridad) Sentido de totalidad Imagen de un universo cerrado, definido, delimitado Imagen geocéntrica (sensación de seguridad) Imagen de un mundo cerrado, definido, delimitado Imagen de universo y mundo abiertos, indefinidos Por la vía de los descubrimientos astronómicos y de los descubrimientos geográficos Proyección de la imaginación hacia lo desconocido. Anhelo de una nueva unidad, más amplia. El mundo deja de ser una morada ya hecha, acabada, donde transcurre la vida del hombre para expiar el pecado, actuar bien y ganar el cielo y se convierte en una posibilidad abierta, prometedora, estimulante de la aventura.

Trascendencia de la vida Horizonte terreno Horizonte ultraterreno (más allá) Ser humano: homo viator La vida en este mundo no tiene sentido en sí misma; es mero tránsito

Por la vía del humanismo, el sentido de trascendencia de la vida del hombre en el mundo comenzará a sustituirse por un sentido de inmanencia. Primero, por medio del redescubrimiento de la belleza y el valor del mundo, digno de contemplación y de disfrute. Segundo, mediante la idea del mundo como espejo de la divinidad o teofanía.

Tradición y autoridad Tradición y autoridad configuran la fuente y el método de conocimiento. La primera como depositaria de la doctrina y la segunda como trasmisora Su expresión se aprecia en las sumas, consideradas una réplica de las construcciones catedralicias. Todo razonamiento propio tiene que descansar o respaldarse en las figuras de autoridad, teológicas o profanas: et secundum Aristotelem…

El estudio de la tradición y el respaldo de la autoridad como método comenzarán a sustituirse por el deseo de ver, experimentar y saber las cosas por sí mismo: “salir al ancho mundo a verlo con los ojos propios”. Se aprecia un sacudimiento del tutelaje de la autoridad para entregarse a solas con sus propias fuerzas, a solas con el mundo, lo que equivale a una progresiva autonomía y libertad respecto de la tradición y las autoridades del pasado. Y cuando se quiere conocer a estas últimas se tratará de hacerlo en forma directa, sin la intermediación de la autoridad.