Ha llegado un inspector John Boynton Priestley

Todo comienza en un comedor, con la familia Birling festejando que Sheila, hija de Arthur y Sybil (Birling y Sra. Birling, respectivamente), iba a casarse con Gerald Croft.

Todo era felicitaciones y risas hasta que Edna, la criada, informó a la familia que había llegado un inspector, llamado Goole. El inspector fue directo: una mujer, llamada Eva Smith, se había suicidado bebiendo un desinfectante, y necesitaba que las personas presentes en la celebración respondieran algunas preguntas.

El primero fue el señor Birling, quien había echado a Eva Smith cuando ella trabajó para su fábrica debido a que protagonizó una gran protesta reclamando un aumento salarial. Pasados 2 meses desde su despido, Eva consiguió trabajo en una tienda.

Llegada esta parte de la historia, el inspector prosigue con Sheila, quien había hecho que despidan a Eva de este nuevo trabajo debido a que, mientras se probaba un vestido, sintió que Eva se burlaba de como le quedaba. Ese fue el último trabajo que tuvo la mujer antes de cometer el suicidio.

Luego de quedar sin trabajo, cambió su nombre a Daisy Renton, quien Gerald confiesa que fue su amante mientras él ya estaba en pareja con Sheila. Sheila al enterarse de esto, le devuelve el anillo que Gerald le había regalado en la celebración. De todas formas, Gerald había terminado con Daisy hace mucho tiempo.

En este momento del interrogatorio, Eric, hijo de Birling y Sra En este momento del interrogatorio, Eric, hijo de Birling y Sra. Birling, se va a la calle. La siguiente interrogada fue la Sra. Birling, quien era miembro de la Sociedad de Beneficencia Femenina de Brumley, organización encargada de ayudar a mujeres en desgracia. Eva/Daisy, quien había cambiado su nombre otra vez, fue a pedir ayuda porque había sido embarazada por un hombre que la quería mantener con dinero robado.

La Sra. Birling se negó a ayudarla porque no creía la historia que Eva le contó, la cual le detalló al inspector y, finalmente, dio como conclusión que el hombre que la había embarazado era Eric, y el dinero que robó era de su padre. Fue en ese momento cuando Eric volvió a la casa y confirmó que él había sido culpable tanto del robo como del embarazo.

Finalmente, cuando el inspector termina con su deber de investigar, le recuerda a la familia que cada uno tuvo parte de la culpa por el suicidio y se retira. Minutos después Gerald, quien había salido a dar una vuelta tras ser interrogado, volvió a la casa con la teoría de que Goole en realidad no era un inspector y que tampoco se había suicidado nadie por culpa de la familia.

Todos empiezan a recapitular el interrogatorio, y después de analizar el comportamiento del inspector, deciden comprobar si era verdad o no. Primero, Berling llama a la estación de policía preguntando por un inspector Goole, a lo que responden que no existe dicha persona. Luego, Gerald llama a la enfermería Donde se supone que murió Eva y pregunta si alguien durante ese día había suicidado bebiendo desinfectante, a lo que responden que hace meses no tienen un caso de suicidio. Así, llegan a la conclusión de que todo fue una farsa.

Ya con la tranquilidad de saber que todo fue falso, se disponen a brindar, pero Sheila y Eric, que seguían impactados por todo lo sucedido, se van a sus habitaciones. En ese momento, suena el teléfono. Era nada más ni nada menos que la policía, informando que una mujer se había suicidado ingiriendo desinfectante y que un inspector estaba en camino para hacerles algunas preguntas.