Las infecciones de oído son muy comunes en niños. Antes de los 3 años la mayoría tendrá por lo menos una infección de oído. Esto se debe a que su sistema inmune es todavía inmaduro y porque sus pequeños oídos no drenan bien.

La otitis de piscina. Se debe a que el conducto auditivo se mantiene húmedo y permite el desarrollo de bacterias que habitan en la piel. También puede provocarlo una Pequeña lesión en la piel provocada por un palillo de algodón o el mismo dedo. Debe sospecharse cuando el niño se queja de prurito en el oído o que le duele cuando Se presiona sobre el mismo conducto

La única manera de diagnosticar una infección de oído es mirando a través de una lente de aumento con luz (otoscopio). Un tímpano normal aparece de color grisáceo, Brillante, nacarado y semitransparente. En una infección, el tímpano toma un color rojizo y opaco

Oído medio Tímpano Trompas de Eustaquio La trompa de Eustaquio es el conducto que comunica el oído medio con la garganta Y permite que el aire y el líquido no se acumulen en el oído. La obstrucción del mismo hace que el líquido se acumule y permita el desarrollo de las bacterias

Oído medio Tímpano Acumulación de líquido Cuando la trompa de Eustaquio se obstruye se acumula líquido en el oído medio Del niño, favoreciendo el desarrollo de bacterias y virus. El pediatra podrá ver con su otoscopio si hay líquido y si el tímpano se mueve o está rígido por la inflamación

Cuando el líquido o pus se acumula en cantidad en el oído medio, la presión puede hacer que el tímpano se rompa y se perfore, saliendo un líquido espeso y amarillento. Parece ser grave pero el tímpano se cura solo en una o dos semanas

El síntoma principal es el dolor agudo de oído. También puede haber disminución de la audición, fiebre y congestión nasal. Los bebés pueden estar irritables, Rechazar los alimentos y sobre todo no querer succionar ya que esto les provoca más dolor

A veces, en niños que padecen muchas infecciones de oído, los especialistas colocan pequeños drenajes, que son tubos de plástico minúsculos y que permiten que salga el líquido hacia afuera. Estos permanecen entre 6 y 18 meses y en general se caen solos,

A veces el pediatra puede ver que unas amígdalas muy grandes dificultan la ventilación De los oídos por las trompas de Eustaquio, por lo que si las infecciones son muy frecuentes En estos casos esté indicada su extracción.