La morada eterna de los Santos. (1ª. Parte) Ap. 21:1-8

Objetivo Deleitarnos en la esperanza de los hijos de Dios de habitar eternamente en Su presencia; en donde no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor.

Hemos llegado al momento más esperado por los santos de Dios, el momento en el cual se vislumbra nuestra morada eterna, la nueva Jerusalén, el tabernáculo de Dios que desciende del cielo ya totalmente terminada, lista y habitada por todos quienes estamos inscritos en el libro de la vida del Cordero, para esa unión firme y eterna con Dios. La trinidad en total unidad para morar eternamente.

v.1. Cielo nuevo y tierra nueva. Ap 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Lee Is. 65:17; 66:22, 2 Pe. 3:13. Y contesta: Cuál es la promesa de Dios y la esperanza de los redimidos?

v.1. Cielo nuevo y tierra nueva. Isaías 65:17 17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento

v.1. Cielo nuevo y tierra nueva. Isaías 66:22 22 Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.

v.1. Cielo nuevo y tierra nueva. 2 Pedro 3:13 13 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.

v.1. Cielo nuevo y tierra nueva. Lee Is. 65:17; 66:22, 2 Pe. 3:13. Y contesta: Cuál es la promesa de Dios y la esperanza de los redimidos? En esta nueva creación; Qué pasa con el mar?

v. 2 El descenso de la esposa en su morada santa. (La nueva Jerusalén) Ap 21:2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

v. 2 El descenso de la esposa en su morada santa. (La nueva Jerusalén) En medio del cielo nuevo y la tierra nueva, Juan presenta el descenso de su ciudad capital, la nueva Jerusalén, la santa ciudad, el tabernáculo en donde Dios y los suyos serán uno. Esta ciudad estaba lista con todo su adorno y sus moradores para esa unión eterna con su marido para vivir eternamente con El en unidad perfecta.

v. 2 El descenso de la esposa en su morada santa. (La nueva Jerusalén) Lee Heb. 11:10 y 12:22-24. y menciona algunas características; y qué encontraremos en la Santa Ciudad a la cual nos acercamos?

v. 2 El descenso de la esposa en su morada santa. (La nueva Jerusalén) Hebreos 11:10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Hebreos 12:22-24 22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,

v. 2 El descenso de la esposa en su morada santa. (La nueva Jerusalén) Hebreos 12:22-24 23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. Ap 21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. Según este versículo y leyendo Ez. 37:27; 2 Cor. 6:16 Cuál es la promesa que Dios cumple? Ezequiel 37:27 Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. 2 Corintios 6:16 16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:     Habitaré y andaré entre ellos,     Y seré su Dios,     Y ellos serán mi pueblo.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. Según 2 Cor. 5:1-4; Cuál es el gemido de los santos en este tiempo? 2 Corintios 5:1-4 5  Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. 2 Corintios 5:1-4 2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

v. 3 La presencia eterna de Dios con Su pueblo. Nuestra confianza está centrada en la certeza de llegar a nuestra habitación celestial perfecta y eterna en donde lo mortal será absorbido por la vida y en donde moraremos eternamente con Dios en perfecta unidad.

v.4. El estado perfecto: Gozo eterno. Ap 21:4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.

v.4. El estado perfecto: Gozo eterno. Qué significa que Dios enjugara toda lagrima de nuestros ojos? (Enjugar; G:exaleifo: borrar, anular). Lee Is. 25:8 y 65:19 y corrobora con este versículo qué cosas no habrá en nuestra morada eterna?

v.4. El estado perfecto: Gozo eterno. Isaías 25:8 Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Isaías 65:19 19 Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.

v. 5. La certeza de la nueva creación. Ap 21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

v. 5. La certeza de la nueva creación. Cuáles son las palabras fieles y verdaderas de Dios que Juan escribió en este versículo? Según Juan 3:3 y 2 Cor. 5:17; Qué características se debe tener para ser ciudadanos de la santa ciudad en el cielo nuevo y la tierra nueva?

v. 5. La certeza de la nueva creación. Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.