Orígenes Míticos del Egipto Milenario...

El Canon Real de Turín, es un interesante papiro, de 1,70 metros de longitud, donde se redacta una lista de los diferentes reyes o faraones que gobernaron Egipto… ¿Y cuál es una de las cosas más interesantes que dice este papiro? Sencillamente, que en un lejano pasado, Egipto fue gobernado por unos seres -mitad hombres, mitad dioses- que recibían el nombre o título de los Shemsu Hor (los “ compañeros de Horus ”).

La lista de esos misteriosos reyes sitúa el primer Gobierno en el valle del Nilo, no durante el reinado del faraón Menes, hace años, como asegura la arqueología, sino muchos miles de años atrás en el tiempo... ¡Y que gobernaron unos años!…

Los egiptólogos considerados “no ortodoxos” coinciden en establecer el origen de los Shemsu Hor en la antigua Atlántida, enfatizando por ello que Egipto tiene sus orígenes en este antiguo continente. Y así es, pero hay algo más sobre el verdadero origen de los Shemsu Hor, que esos estudiosos no saben...

…El Maestro Samael nos habla de los misteriosos “ hombres azules ”, de los que existen algunas evidencias en bajorrelieves de templos egipcios, diciendo, que “los hombres azules son los antiguos constructores de las pirámides… Ellos fueron realmente los que instruyeron a los arquitectos de las pirámides, los que enseñaron la doctrina secreta a los Atlantes y a los Egipcios”…

Y continua diciendo el Maestro, “necesitamos enfatizar el hecho concreto de que los hombres azules jamás vinieron del Continente Atlante. ¿De dónde vinieron entonces los hombres azules?... Nosotros aseveramos solemnemente, diciendo: Los hombres azules vinieron de la Galaxia Azul... No hay duda de que ellos crearon la poderosa civilización de Egipto…”.

Es muy probable, también, que estos Shemsu Hor instruyeran a los miembros de una sociedad de sabios atlantes de los que Gurdjieff dijo: “Las ‘Pirámides’ y la ‘Esfinge’ son los únicos pobres vestigios que han perdurado de las majestuosas construcciones erigidas por generaciones de los muy grandes Akhaldanos, y por los grandes antepasados de los seres de Egipto”… Es muy probable, también, que estos Shemsu Hor instruyeran a los miembros de una sociedad de sabios atlantes de los que Gurdjieff dijo: “Las ‘Pirámides’ y la ‘Esfinge’ son los únicos pobres vestigios que han perdurado de las majestuosas construcciones erigidas por generaciones de los muy grandes Akhaldanos, y por los grandes antepasados de los seres de Egipto”…

La Obra de los Shemsu Hor La Obra de los Shemsu Hor Poco sabemos de estos semidioses que gobernaron Egipto en sus orígenes. Pocas fuentes dan información de ellos. Una de estas fuentes la hallamos en el Corpus Hermeticum, compendio de escritos atribuidos a Hermes Trismegisto. Y aunque no son citados directamente en él, podemos inferir la acción de los Shemsu Hor en las palabras Hermes, cuando dialogando con su discípulo Asclepio le dijo, que Egipto es la imagen del Cielo en la tierra, el lugar a donde se transfieren y descienden todas las cosas gobernadas y producidas desde el Cielo…

Los Shensu Hor eligieron y diseñaron los lugares donde debían levantarse las pirámides y templos de Egipto. Estos monumentos debían ser el reflejo del cielo en la tierra. Así, el Nilo hacía la vez de la “Vía Láctea”, y a lo largo de él, las pirámides reflejaban en la tierra algunas estrellas del cielo, y los templos se convirtieron en la morada de los Neters o Potencias celestes…

Pero, lamentablemente, ya nada de esto sabe la humanidad. La situación de la humanidad actual se refleja perfectamente es las siguientes palabras del Maestro Samael: “¿Qué saben las gentes de esta época, con respecto a la sabiduría de los antiguos? La ciencia apenas si puede penetrar unos quince mil años, o veinte mil a lo sumo, en el mundo de las leyendas… La humanidad actual se ha vuelto espantosamente mecánica… ha olvidado la humanidad la sabiduría antigua, ha olvidado la humanidad la Religión Sabiduría de las antiguas edades, y con gran dolor vemos nosotros ruinas y sólo ruinas…

“Ya las gentes se volvieron terriblemente groseras y materialistas, ahora se burlan de todas las maravillas de la naturaleza y del cosmos… Todas las bellezas de una humanidad inocente y pura, se han perdido; las viejas Pirámides de Egipto han quedado abandonadas, los super-civilizados de Inglaterra y Francia se burlan de los antiguos monolitos...

“Me viene a la memoria en estos momentos, aquella frase que el Sacerdote de Sais dijera a Solón: "  Solón, Solón, ay hijo mío: día llegará en que los hombres se reirán de los sagrados jeroglíficos y dirán que nosotros los antiguos adorábamos ídolos". En realidad de verdad, con el Kali Yuga se perdió completamente la inocencia, y de la belleza del espíritu ya no se recuerdan sino las Pirámides, que como cadáveres han quedado en las arenas sombrías del desierto…

“. “¡Amigos: es a nosotros, los gnósticos, a quienes toca luchar entre las tinieblas de esta edad negra; es a nosotros a quienes toca luchar para restaurar la inocencia perdida sobre la faz de la Tierra! ¡Los tiempos han llegado, estamos ante el dilema del ser o del no ser de la filosofía, y aunque los ignorantes ilustrados se rían de la Antropología Gnóstica, continuaremos nuestras investigaciones! “.

Apreciados hermanos gnósticos, Los Hombres-Dioses vivieron y trabajaron… Y a pesar de que sus construcciones están en ruinas, aun guardan el aura y la magia de su poder. Como nos dice el Maestro Samael, en vano los profanos y profanadores podrán reírse de los Dioses Santos…