Mientras Jesús estaba orando, se hallaban con él los discípulos y él les preguntó: Ellos respondieron: ¿ Quién dice la gente que soy yo?” que soy yo?” ¿ Quién dice la gente que soy yo?” que soy yo?” “ Unos, que Juan Bautista; otros que Elías; otros, que un profeta de los antiguos había resucitado”. que un profeta de los antiguos había resucitado”.

“Y vosotros, ¿ quién decís que soy yo?” Pedro le contestó: “ El Cristo de Dios”. Pero él mandó que no dijeran esto a nadie. Decía a todos: “ Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lc,9, 18-24

La categoría del seguimiento nos remite a tres experiencias humanas fundamentales:  la de la itinerancia,  la de la compañía,  y la de la búsqueda.

El ser humano se hace a sí mismo en la medida en que va haciendo camino. El ser humano se hace a sí mismo en la medida en que va haciendo camino. El camino es la metáfora de la existencia que no se resigna a la finitud y al inacabamiento. El camino es la metáfora de la existencia que no se resigna a la finitud y al inacabamiento.

El ser humano ha nacido del amor y para el amor. Su capacidad de encuentro y compañía es signo de su madurez. El ser humano ha nacido del amor y para el amor. Su capacidad de encuentro y compañía es signo de su madurez. Vivir es también dejar huellas para los que han de seguir el mismo itinerario. Vivir es también dejar huellas para los que han de seguir el mismo itinerario.

 Busca cualidades de vida,  busca la armonía con el otro, con los otros,  con el absolutamente Otro.  Busca cualidades de vida,  busca la armonía con el otro, con los otros,  con el absolutamente Otro.

San Lucas habla de un grupo que sigue a Jesús. No son llamados “discípulos” pero son “creyentes” que le “siguen” en sus desplazamientos. Es una llamada universal. Jesús pide a todos que le sigan con valentía, tomando su cruz de cada día.

“ El que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará”. En esa frase se contiene el resumen de la vida y vocación del discípulo de Jesús. El relato cierra con una aparente paradoja:

El creyente ha recibido la fe que da sentido a su vida. Y esa vida la ofrece cada día como un gesto de amor y gratitud a su Señor. y gratitud a su Señor. A veces se le pide que la entregue definitivamente por Él. Y eso es lo que hacen los mártires. Parece que pierden su vida y en realidad la ponen en manos de su Salvador.

Señor Jesús, tú nos has llamado para que sigamos tu camino. Sabemos que así viviremos en la verdad y encontraremos la vida que tú nos has prometido. Amén.

José Román Flecha Andrés Palabra del Señor, Salamanca, Editorial.Secretariado Trinitario,2007 Presentación: Antonia Castro Panero