Piel: la protección del cuerpo La piel se compone de varias capas de células, de cada uno de los cuatro tipos de tejidos del cuerpo: epitelial, conectivo, muscular y nervioso

Tejidos del cuerpo. La piel se compone de varias capas de células, de cada uno de los cuatro tipos de tejidos del cuerpo: epitelial, conectivo, muscular y nervioso. Las células epiteliales tienen la función de cubrir las superficies del cuerpo. El tejido conectivo es un tejido fibroso, formado de colágeno y elastina, fibras proteicas, y su función es conectar las capas de células entre sí. El tejido nervioso ayuda a detectar los estímulos del ambiente externo. Los músculos de la piel están asociados con el pelo y responden a ciertos estímulos como el frío y el miedo. Gracias a la presencia de estos cuatro tejidos, la piel es elástica y flexible, y es un órgano sensible y receptivo.

Capas de la piel. La epidermis La piel se compone de dos capas principales: la epidermis y la dermis. La epidermis es la parte exterior y delgada de la piel. Compuesta por capas de células vivas y muertas. Estas células muertas, contienen una proteína llamada queratina que hace a la piel impermeable y protege a las células vivas que se encuentran debajo. La capa interna de la epidermis contiene células vivas que se dividen continuamente por la mitosis para remplazar las células muertas. Las células vivas contienen melanina, un pigmento celular que le da color a la piel y protege las células del daño que puede causar la radicación solar. A medida que las células nuevas son empujadas hacia la superficie, los núcleos se degeneran y las células mueren. Finalmente, cuando llegan a la superficie, son remplazadas.

Capas de la piel. La dermis La dermis es la capa interna y gruesa de la piel. El grosor varía en diferentes partes del cuerpo. La dermis cuenta con adaptaciones como los vasos sanguíneos, nervios, terminaciones nerviosas, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas. La cantidad de grasa que se deposita en esta capa varía según las partes del cuerpo y de un individuo a otro. Estos depósitos actúan como cojines amortiguadores, aislantes del cuerpo porque le ayudan a retener el calor, y como almacenamiento de alimentos para largos periodos. El pelo, por ejemplo, crece hacia afuera desde pequeñas cavidades en la dermis, llamadas folículos pilosos, los cuales cuando se desarrollan, reciben vasos sanguíneos y nervios y quedan adheridos al tejido muscular.

Funciones de la piel La piel desempeña varios papeles importantes en el mantenimiento de la homeostasis. Una función principal es regular la temperatura corporal. Cuando el cuerpo se calienta la dermis se dilata, el flujo sanguíneo aumenta, y se pierde calor del cuerpo por radiación. Cuando hay frio, los vasos sanguíneos se contraen y conservan el calor. Otro elemento cuando el cuerpo se caliente es el sudor. Las glándulas de la dermis producen sudor en respuesta al incremento de la temperatura del cuerpo. A medida que el sudor se evapora el cuerpo se enfría. Otra función es que protege al cuerpo del daño físico o químico de la invasión de microorganismos.

Heridas Cuando la epidermis sufre heridas leves, como un rasguño, las células epidérmicas se dividen por mitosis y llenan el espacio que dejan la abrasión. Cuando la epidermis sufre una herida más profunda generalmente hay sangrado. La piel atraviesa una serie de etapas para sanarse a sí misma y mantener la homeostasis del cuerpo.

Quemaduras Las quemaduras se clasifican de acuerdo con su gravedad. Las quemaduras de 1° grado se caracterizan por enrojecimiento y dolor lleve, e implican la muerte de las células epidérmicas. En las quemaduras de 2° grado hay daño en las células de la piel de la dermis y la quemadura puede producir ampollas y cicatrices. Las quemaduras de 3° grado destruyen la epidermis y la dermis, se pierde la función de la piel, y la formación de la piel nueva es muy lenta y deja muchas cicatrices.

Envejecimiento de la piel En envejecimiento de la piel evidencia por el aumento de arrugas y la flacidez. Aparecen porque la piel empieza a volverse menos elástica con la edad.

Agradecer no cuesta nada