Dios responde...
Con la Música Avé Maria de Nana Mouskouri!
Dios responderá a la oración de cualquier siervo si esa oración es urgente... Su misericordia es vasta, ilimitada...
Cuando el otro habla de álguien, es maledicencia. Cuando lo hago yo, es crítica constructiva. La planta ruega potencialmente: ¡Oh Dios, envíame la lluvia! Dios responde a la oración y la planta crece. Dios responderá a todos.
En la más elevada oración, el hombre ora sólo por amor a Dios... Cuando el hombre se enamora de un ser humano, le es imposible no mencionar el nombre del ser amado. Cuánto más difícil es dejar de mencionar el nombre de Dios cuando uno ha llegado a amarlo.
Nada hay más dulce en el mundo que la existencia de la oración... Esta crea espiritualidad, crea atención y sentimientos espirituales, produce nuevas atracciones del Reino y engendra las susceptibilidades de una inteligencia superior.
Para que la dulzura de tu melodía pueda encender tu propia alma, y pueda atraer los corazones de todos los hombres... Entona, oh mi servo, los versos de Dios que tú has recibido, como fueron entonados por aquellos que se han acercado a Él...
Los ángeles diseminadores del Todopoderoso esparcirán por doquier la fragancia de las palabras pronunciadas por su boca... Y harán que palpite el corazón de todo hombre recto.
Aunque al principio permanezca inconsciente de su efecto, sin embargo, la virtud de la gracia que se le concede ejercerá tarde o temprano influencia sobre su alma... Así han sido decretados los misterios de la Revelación de Dios...Aquél quien es la Fuente de poder y sabiduría.
«¡Oh Dios, mi Dios! No consideres mis esperanzas ni mis actos; antes bien, considera Tu voluntad, que ha abarcado los cielos y la tierra. ¡Por tu Nombre Más Grande, oh Tú Señor de todas las naciones! He deseado sólo lo que Tú deseaste, y amo sólo lo que Tú amas»
Te imploro… que hagas de mi oración un fuego que consuma los velos que me han apartado de Tu belleza y una luz que me conduzca hacia el Océano de Tu Presencia. Te imploro… que hagas de mi oración un fuego que consuma los velos que me han apartado de Tu belleza y una luz que me conduzca hacia el Océano de Tu Presencia.
La oración más aceptable es aquella que se ofrece con la mayor espiritualidad y resplandor... prolongarla no ha sido ni es del agrado de Dios. Mientras más desprendida y pura sea la oración, más aceptable es en presencia de Dios.
Entona las palabras de Dios meditando sobre su significado, transfórmalas en acciones...
Pide a Dios que haga que alcances un rango elevado en el Reino de la Vida por siempre jamás. De los Escritos de la Fe Bahá’í