CÓMO SER CONTAGIADOR DE MÁS CARIDAD Acto penitencial Pase de diapositivas manual
…son los guantes de la SUPERFICIALIDAD Guantes de plástico… Pedimos perdón por las veces que vivimos en el mundo de las apariencias, por nuestras superficialidades, por descuidar nuestra profundidad con Dios
…son los guantes de la RUTINA Guantes de mecánico… Pedimos perdón por las veces que no saboreamos lo bello que es vivir cada presente, por las veces que no hacemos con amor lo que nos toca
…son los guantes de la SUPERIORIDAD de boxeo… Pedimos perdón por las veces que hemos hecho daño al otro, por nuestros orgullos y prepotencias
…son los guantes de la FRIALDAD Guantes metálicos… Pedimos perdón por nuestras frialdades con los demás
Guantes de jugador de golf… …son los guantes para SENTIRME BIEN a costa del otro Pedimos perdón por las veces que nuestras relaciones son interesadas, por nuestros egoísmos
…son los guantes de la RAPIDEZ de las PRISAS Guantes de motorista… Pedimos perdón por no saber parar el ritmo trepidante de nuestras vidas para buscar momentos de silencio
Guantes de cocina… …son los guantes de la FALTA de TACTO Pedimos perdón por las veces que no hemos sabido ponernos en el lugar del otro
…son los guantes para LUCIRSE Guantes de portero… Pedimos perdón por las veces que vivimos más de cara a la “galería” que de cara a Dios
…son los guantes de los PREJUICIOS Guantes de vestir… Pedimos perdón por las veces que nos dejamos llevar por nuestros prejuicios
…son los guantes de la COMODIDAD Los de guante blanco… Pedimos perdón por nuestras faltas de compromiso solidario con los más desfavorecidos.
Si queremos ser contagiadores de MÁS CARIDAD, pongámonos manos a la obra… sin guantes… con las manos desnudas, para contagiar el calor de nuestra humanidad, de nuestra cercanía, de nuestro apoyo, de la PRESENCIA del Dios que nos habita y mueve.
NOS MIRARÁ LAS MANOS... No tenemos en nuestras manos las soluciones para los problemas del mundo. Pero frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando el Dios de la historia venga… NOS MIRARÁ LAS MANOS...