TEOLOGÍA DEL MATRIMONIO Y LA FAMILIA (I)

El Matrimonio tiene como base una realidad estrictamente natural: La unión del hombre y la mujer pertenece al ámbito de las instituciones naturales: Por la fuerza de la diferenciación sexual. Por la fuerza del instinto. De aquí deriva la dimensión natural estable del matrimonio. ANTROPOLOGÍA

¿Existe realmente una naturaleza estable del matrimonio? El Matrimonio tiene un validez definitiva y universal. El amor y la fidelidad mutuos. Amor personal y entrega. La procreación. Sexualidad al servicio de la humanidad. El sacramento. Fidelidad como signo de la Alianza.

El Matrimonio en el Derecho Canónico: Código de 1917: Un acto voluntario por el que cada una de las partes da y recibe el derecho permanente y exclusivo del cuerpo con vistas a los actos adecuados en orden a la procreación de descendencia. Código de 1983: Es el acto de la voluntad por el cual el varón y la mujer se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable para constituir el matrimonio.

El Matrimonio como amor personal. La plenitud sólo se alcanza en la reciprocidad humana. El ser humano sólo alcanza su plenitud cuando es aceptado y afirmado como ser humano: El amor afirma en su ser al otro. El matrimonio no se puede concebir como mero lazo afectivo.

El Matrimonio como amor fecundo La sexualidad no esta sólo al servicio de la conservación de la especie. La sexualidad es expresión de amor. El hijo es la realización y plenitud de los esposos. La fecundidad está subordinada a la responsabilidad.

Fidelidad en el amor La indisolubilidad del matrimonio parte de la naturaleza del amor. Si no hay nada definitivo, todo pierde seriedad. Los esposos se convierten de un yo y un tú en un ‘nosotros’. Determinación en la libertad. Participación de la fidelidad de Dios.

Efesios 5, 21-33 Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia. En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido. TEOLOGÍA

“Este Misterio es muy grande...” El matrimonio es signo visible de la unión de Cristo con su Esposa la Iglesia. “Cristo amó a su Iglesia y se entregó por ella...” “El hombre deja a su padre y a su madre...” “Los dos se harán una sola carne...”

Amar como Cristo amó a su Iglesia El amor de Cristo por la Iglesia es el Modelo a seguir en el amor de los esposos La pareja participa del amor de Cristo por su Iglesia. Con el mismo amor... La pareja actualiza el amor de Cristo por su Iglesia Se hace Signo...

¡ Son Cristo el uno para el otro ! Signo de Cristo Los esposos son signo vivo, sacramental* de Cristo el uno para el otro en forma exclusiva * Sacramental: Expresión visible de una realidad invisible. Canales de ‘gracia’ para el otro. ¡ Son Cristo el uno para el otro !

¡Gran Misterio es éste...! ¡ Amén !