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LA BIBLIA.

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Presentación del tema: "LA BIBLIA."— Transcripción de la presentación:

1 LA BIBLIA

2 LOS CUATRO EVANGELIOS Apocalipsis, 4:6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. El versículo anterior, perteneciente al Libro de Apocalipsis, menciona cuatro “seres vivientes” que rodean el trono de Dios. Estos seres vivientes son ángeles pertenecientes a la categoría de los QUERUBINES. Estos seres celestiales están también mencionados en el libro del profeta Ezequiel (Ezequiel, 1:13-24, 3:12-13, 10:9-14).

3 Dos QUERUBINES enfrentados uno con el otro, mirando hacia abajo y con las alas extendidas adornaban la parte superior (llamada “Propiciatorio”) del objeto más sagrado del mundo: el Arca de la Alianza. Éxodo, 37:6 Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. 37:7 Hizo también los dos querubines de oro, labrados a martillo, en los dos extremos del propiciatorio. 37:8 Un querubín a un extremo, y otro querubín al otro extremo; de una pieza con el propiciatorio hizo los querubines a sus dos extremos. 37:9 Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y sus rostros el uno enfrente del otro miraban hacia el propiciatorio.

4 La palabra querubín proviene del hebreo “Kerub”, que significa muy cercano o próximo y se refiere a los ángeles más cercanos a Dios. Cuatro ángeles QUERUBINES, entonces, rodean el trono de Dios. Continúa el libro de Apocalipsis describiendo a estos seres: Apocalipsis, 4:7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

5 ¿Quiénes son o que representan estos cuatro seres vivientes
¿Quiénes son o que representan estos cuatro seres vivientes?. Representan los cuatro Evangelios del NT: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El PRIMER SER VIVIENTE es un LEON y representa al Evangelio de MATEO. Mateo no fue un Evangelio escrito para los romanos, ni para los griegos o gentiles (los no judíos). Fue escrito para los judíos. Si hay un Evangelio que describe a Jesús como el Mesías judío, la expectativa mesiánica completada y concretada en El, es Mateo. En Mateo se presenta a Jesús como el LEON DE JUDA. El Mesías Rey, el Rey León que conquista Israel y las naciones. Jesús es presentado como el Rey de Reyes, el Rey de Israel. Jesús es Ariel, el León de Dios. El SEGUNDO SER VIVIENTE es un BECERRO y representa a MARCOS. El becerro es utilizado por Israel para ofrecer sacrificios a Dios. El tema central del Evangelio de Marcos es demostrar que Jesús es el CORDERO DE DIOS, el becerro que se dio en ofrenda por nuestros pecados.

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7 El TERCER SER VIVIENTE tenía rostro como de HOMBRE
El TERCER SER VIVIENTE tenía rostro como de HOMBRE. No “de hombre” sino “como de hombre”, lo cual significa que este ser viviente representa al Mesías en su lado humano. Representa al Evangelio de LUCAS. El tema central del Evangelio de LUCAS es demostrar que Jesús es el HOMBRE PERFECTO. Ademas del Evangelio que lleva su nombre, LUCAS escribió el Libro de los Hechos de los Apóstoles. El CUARTO SER VIVIENTE era semejante a un AGUILA volando. Representa a JUAN, el cuarto Evangelio. El tema central del Evangelio de JUAN no es presentar a Jesús como REY, ni como CORDERO, ni como el HOMBRE PERFECTO, sino como DIOS mismo, como el VERBO DE DIOS.

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10 El Dr. Darío Salas, reconocido escatólogo chileno y una eminencia en profecía bíblica, describe a Jesucristo como nadie: Nunca un hombre hablo como él, se dijo (Juan, 7:46 Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!). Por los pulpitos del Antiguo Testamento, habían pasado los mejores oradores de la historia: Platón, Aristóteles, Sófocles, Buda, Confucio, Lao Tse. Grandes filósofos. Lenguas de oro para hablar. Habían pasado nada menos que Isaías, Salomón. La reina de Sabá vino a escuchar su sabiduría y quedo pasmada. Pero Jesús dijo que había uno más sabio que Salomón, que era El.

11 El desafió al Antiguo Testamento
El desafió al Antiguo Testamento. La gente decía: jamás hablo un hombre como este. Pero si habían escuchado a Salomón, habían escuchado a Isaías. ¿Quien no se encanta leyendo Isaías? (el quinto Evangelio).  Pero ¿por qué Cristo era superior?. Porque todos los profetas decían: Oye Israel, así dice el Señor. Pero Cristo nunca dijo así, porque él era el Señor. El decía: Oísteis que fue dicho a los antiguos: no te perjuraras, no harás un juramento falso. Mas yo os digo: no juréis, ni por el cielo, que es el trono de Dios, ni por la tierra, que es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran rey, ni por tu cabeza juraras porque no puedes hacer un cabello blanco negro. Oísteis que fue dicho a los antiguos: no cometerás adulterio. Mas yo os digo: cualquiera que mire una mujer codiciándola, no siendo su esposa, adultera con ella en su corazón.

12 Jesús era un ser incomparable
Jesús era un ser incomparable. Comparados con Jesús, todos los grandes hombres son un barro. ¿Qué pasa con las luces de la calle cuando sale el sol?. No alumbran más. Todos los grandes hombres han muerto, pero Jesús se pasea entre los sepulcros, vivo y glorioso. Nunca fue a la escuela, pero el libro mas vendido de todos los tiempos (la Biblia) habla de él. Nunca un profesor tuvo más alumnos que él. Nunca un general tuvo más soldados dispuestos a morir por él, que Jesucristo de Nazaret. Solo dos veces cruzo la frontera. Sin embargo, el país más humilde, por haber contado con su sola presencia, se lo llama Tierra Santa.

13 Si vamos al Louvre, el museo de Paris, encontramos las cenizas de Napoleón. Si vamos al Capitolio, en EEUU, encontramos las cenizas de George Washington. Pero si vamos a Jerusalén, no encontramos nada, porque el resucito. En los sepulcros de los grandes hombres, hay epitafios que dicen “aquí yace el gran hombre, el gran poeta, el gran filósofo”. Pero el sepulcro de Cristo no tiene ningún epitafio. Solo dos ángeles, hermosos, vivos, inteligentes, que dicen: El no está aquí ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive?.

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15 Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, más allá de las particularidades de cada uno, tienen muchos puntos de contacto entre sí. El Evangelio de Juan, en cambio, es un poco diferente de los otros tres, razón por la cual estudiaremos en forma conjunta, por un lado, los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas y, por el otro y por separado, el Evangelio de Juan.

16 EL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO Autor: Mateo Tema: Jesús, el Rey mesiánico Fecha: 60 d.C. Propósito: Mateo escribió este Evangelio con el fin de: [1] proporcionar a sus lectores un relato de un testigo ocular de la vida de Jesús, [2] asegurarles que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Mesías tan esperado, que los profetas del AT habían anunciado y [3] demostrar que el reino de Dios se manifestó en Jesucristo de una manera sin precedentes. A Mateo le intereso dar a entender que: [1] la mayor parte de Israel rechazo a Jesucristo y su reino, negándose a creer porque vino como Mesías espiritual y no político y que [2] solo al fin del mundo Jesucristo vendrá con gloria, como Rey de reyes, a juzgar y a gobernar a las naciones.

17 Conviene que a este Evangelio se le haya colocado primero en cuanto al orden, porque es una introducción al NT y al “Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo, 16:16). Aunque no se menciona al autor, el testimonio unánime de los padres de la iglesia primitiva (desde 130 d.C.) es que este Evangelio fue escrito por Mateo, uno de los 12 apóstoles de Jesucristo. Mientras que se escribió el Evangelio según San Marcos para los romanos y el Evangelio según San Lucas para Teófilo y todos los creyentes gentiles, se escribió el Evangelio según San Mateo para los creyentes judíos.

18 Es evidente el trasfondo judío de este Evangelio, entre otras cosas por: [1] apoyarse en la revelación, las promesas y la profecía del AT para probar que Jesús era el Mesías por tanto tiempo esperado, [2] su comprobación de la genealogía de Jesús a partir de Abraham (Mateo, 1:1-17), [3] por la repetición de que Jesús es el “Hijo de David” (Mateo, 1:1, 9:27, 12:23, 15:22, 20:30-31, 21:9, 15, 22:41-45), [4] el empleo de la terminología judía preferida como “reino de los cielos” (sinónimo de “reino de Dios”), debido a la renuencia reverente de los judíos a decir directamente el nombre de Dios y [5] su referencia a las costumbres judías sin ninguna explicación (a diferencia de los demás Evangelios).

19 Sin embargo, este Evangelio no es solo para los judíos
Sin embargo, este Evangelio no es solo para los judíos. Como el mensaje de Jesucristo mismo, el Evangelio según San Mateo iba dirigido fielmente a toda la iglesia, revelando con fidelidad su alcance universal (Mateo, 2:1-12, 8:11-12, 13:38, 21:43, 28:18-20). No se han determinado la fecha y su lugar de origen, pero hay buenas razones para creer que Mateo lo escribió antes de 70 d.C., mientras estaba en Palestina o en Antioquia de Siria. Algunos eruditos bíblicos piensan que el primero de los 4 Evangelios en ser escrito fue el de Mateo, mientras que otros le atribuyen ese lugar al Evangelio según San Marcos.

20 Mateo presenta a Jesús como el cumplimiento de la esperanza profética de Israel. El cumple la profecía del AT en la manera como nació (Mateo, 1:22-23), en el lugar de su nacimiento (Mateo, 2:5-6), en el regreso de Egipto (2:15) y en la residencia en Nazaret (Mateo, 2:23), como aquel por el cual se envió al precursor mesiánico, es decir, a Juan el Bautista (Mateo, 3:1-3), con respecto a la principal ubicación de su ministerio publico (Mateo, 4:14-16), a sus obras de sanidad (Mateo, 8:17), a su función como siervo de Dios (Mateo, 12:17-21), a sus enseñanzas en parábolas (Mateo, 13:34-35), a su entrada triunfal en Jerusalén (Mateo, 21:4-5) y a su arresto (Mateo, 26:56).

21 Los capítulos 5 al 25 registran 5 discursos principales de Jesús y 5 narraciones acerca de sus hazañas mesiánicas. Los 5 discursos son: [1] el sermón del monte (capítulos 5 al 7), [2] las instrucciones a los predicadores itinerantes del reino (capitulo 10), [3] las parábolas del reino (capitulo 13), [4] el carácter de los verdaderos discípulos (capitulo 18) y [5] el discurso del monte de los olivos acerca del fin del mundo (capitulo 24 y 25). Los 5 principales relatos en este Evangelio son: [1] Jesús hace grandes prodigios y milagros como testimonio de la realidad del reino de Dios (capítulos 8 y 9). [2] Jesús sigue demostrando la presencia del reino de Dios (capítulos 11 y 12).

22 [3] La proclamación del reino de Dios provoca varias crisis (capítulos 14 al 17). [4] Jesús viaja a Jerusalén y pasa allí su ultima semana (Mateo, 19:1-26:46) y [5] Jesús es juzgado, crucificado y resucitado de entre los muertos (Mateo, 26:47-28:20). Los últimos 3 versículos del Evangelio son “la gran comisión” de Cristo. Siete aspectos principales caracterizan al Evangelio según San Mateo: [1] Es el mas judaico de los Evangelios del NT. [2] Contiene la disposición mas sistemática de la enseñanza y del ministerio de sanidad y liberación de Jesús. Por eso la iglesia, desde el siglo II, depende mucho de este Evangelio para instruir a los recién convertidos.

23 [3] Los 5 discursos principales contienen los textos mas extensos de los Evangelios sobre la enseñanza de Jesús: [a] durante su ministerio en Galilea y [b] sobre la escatología (los sucesos postreros o de los últimos días). [4] Identifica sucesos de la vida de Jesús como cumplimiento del AT con mas frecuencia que cualquier otro libro de NT. [5] Menciona el reino de los cielos (reino de Dios) 2 veces mas que cualquier otro Evangelio. [6] Mateo pone de relieve: [a] las normas justas del reino (capítulos 5 al 7) y [b] el poder actual del reino sobre el pecado, la enfermedad, los demonios e, incluso, la muerte. [7] Es el único Evangelio que menciona a la iglesia como entidad futura que le pertenece a Jesucristo (Mateo, 16:18, 18:17).

24 EL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS Autor: Marcos Tema: Jesús, Hijo y siervo Fecha: 55 – 65 d.C. Propósito: En la década de los años 60 del primer siglo d.C., el pueblo trataba con crueldad a los creyentes de Roma y muchos fueron torturados y asesinados por orden del emperador romano Nerón. Según la tradición, entre los creyentes en Cristo martirizados en Roma durante esa década figuran los apóstoles Pedro y Pablo. Como era uno de los dirigentes de la iglesia de Roma, a Juan Marcos lo impulso el Espíritu Santo a que escribiera este Evangelio como una anticipación profética o una respuesta pastoral a ese tiempo de persecución. Se proponía fortalecer los fundamentos de la fe de los creyentes romanos e inspirarlos a sufrir por el Evangelio, poniéndoles por ejemplo la vida, los sufrimientos, la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo.

25 De los 4 Evangelios, el de Marcos contiene el relato mas conciso acerca del “principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Marcos, 1:1). Aunque no se menciona el autor en el libro (cosa que tampoco sucede en los otros Evangelios), el testimonio unánime de la iglesia primitiva es que fue escrito por Juan Marcos. El se crio en Jerusalén y formo parte de la primera generación de creyentes (Hechos, 12:12). Tuvo la gran oportunidad de colaborar en el ministerio de 3 apóstoles del NT: Pablo (Hechos, 13:1-13, Colosenses, 4:10, Filemón, 1:24), Bernabé (Hechos, 15:39) y Pedro (1º Pedro, 5:13). Según Papías (130 d.C.) y otros padres de la iglesia del siglo II, Marcos recibió el contenido de su Evangelio por medio de Pedro, lo escribió en Roma y lo adapto para los creyentes romanos.

26 Aunque no se ha determinado la fecha en que se escribió el Evangelio según San Marcos, la mayoría de los eruditos calculan que fue a fines de la década del 50 o en los 60 del siglo I d.C.. Pudiera haber sido el primero de los 4 Evangelios en escribirse. Marcos presenta a Jesucristo como el Hijo de Dios y el Mesías y siervo sufriente. El momento decisivo del libro es el episodio de Cesárea de Filipo, seguido de la transfiguración (Marcos, 8:27-9:10), donde se les revela a los 12 apóstoles la identidad de Jesús y su misión de sufrimiento. La primera mitad del Evangelio se enfoca principalmente en los grandes milagros de Jesús y en su autoridad sobre las enfermedades y demonios, como señales de que el reino de Dios se ha acercado.

27 Sin embargo, en Cesárea de Filipo Jesús les dice a los discípulos que tiene que “padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días” (Marcos, 8:31). Hay numerosas referencias en Marcos al sufrimiento como el precio del discipulado (Marcos, 3:21-22, 30, 8:34-38, 10:30, 33-34, 45, 13:8, 11-13). No obstante, la vindicación de Dios viene después del sufrimiento del justo, como se demuestra en la resurrección de Jesús.

28 Cuatro aspectos principales caracterizan al Evangelio según San Marcos: [1] Es un Evangelio de acción, que recalca lo que Jesús hizo y no lo que dijo. El libro de Marcos contiene 18 milagros de Jesús, pero solo 4 parábolas (sin incluir las declaraciones parabólicas). [2] Es un Evangelio específicamente escrito para los romanos, que explica las costumbres judías, omite todas las narraciones de genealogías y nacimientos, traduce las palabras arameas y emplea términos latinos. [3] Este Evangelio comienza de modo abrupto y pasa rápidamente de un episodio a otro, con frecuente uso del adverbio griego que se traduce “inmediatamente” (42 veces). [4] Marcos describe los acontecimientos de la vida de Jesús con fuerza, con precisión y con la capacidad pintoresca de un artista literario.

29 SAN LUCAS Autor: Lucas Tema: Jesús, el Salvador divino y humano Fecha: d.C. Propósito: Lucas escribió su Evangelio a los gentiles (los no judíos) para proporcionarles un relato completo y preciso “acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, hasta el día en que fue recibido arriba” (Hechos, 1:1-2). Escribiendo inspirado por el Espíritu Santo, Lucas quería que Teófilo y otros simpatizantes y creyentes gentiles supieran con certeza la verdad exacta de lo que se les había enseñado mediante la Palabra hablada (Lucas, 1:3-4). Es evidente en su Evangelio, que Lucas escribió para los gentiles. Por ejemplo, extiende la genealogía de Jesús hasta Adán (Lucas, 3:23-38) y no solo hasta Abraham, como hace Mateo (Mateo, 1:1-17). Lucas presenta a Jesús con claridad como el Salvador divino y humano, que es la provisión de salvación de Dios para todos los descendientes de Adán.

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31 El Evangelio según San Lucas es el primero de 2 libros dirigidos a Teófilo: el Evangelio y el Libro de los Hechos de los Apóstoles (Lucas, 1:3, Hechos, 1:1). Aunque el autor no se menciona en ninguno de los 2 libros, el testimonio unánime de la iglesia primitiva y la corroboración de la evidencia interna de ambos libros, señalan a Lucas como el autor. Parece que Lucas fue el único autor no judío de un libro de la Biblia. El Espíritu Santo lo impulso a escribirle a Teófilo (cuyo nombre significa “el que ama a Dios”), para satisfacer una necesidad de la iglesia de los gentiles de una relación completa de los comienzos del cristianismo.

32 Esto se hizo en dos partes: [1] el nacimiento, la vida y el ministerio, la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesús (el Evangelio según San Lucas) y [2] el derramamiento del Espíritu Santo en Jerusalén y el desarrollo posterior de la iglesia primitiva (el libro de los Hechos de los Apóstoles). Estos 2 libros comprenden mas de una cuarta parte (mas del 25%) del NT. En sus cartas, Pablo dice que Lucas era “el medico amado” (Colosenses, 4:14) y fiel colaborador de Pablo (2º Timoteo, 4:11, Filemón, 1:24). Por los escritos de Lucas, se sabe que era una persona instruida, un escritor experto, un historiador esmerado y un teólogo inspirado.

33 Cuando escribió su Evangelio, parece que la iglesia de los gentiles carecía de un Evangelio completo y bien conocido acerca de Jesús. Originalmente, Mateo escribió su Evangelio para los judíos, mientras que Marcos escribió un Evangelio conciso para la iglesia de Roma. El mundo gentil de habla griega tenia relatos orales sobre Jesús por testigos oculares y breves compendios escritos, pero no tenia un Evangelio completo y ordenado (Lucas, 1:1-4). De modo que Lucas se dedico a investigar todo con esmero “desde su origen” (Lucas, 1:3), probablemente realizando investigaciones en Palestina mientras Pablo estaba en la cárcel de Cesárea (Hechos, 21:17, 23:23-26:32) y completo el Evangelio hacia el final de ese periodo o poco después de llegar a Roma con Pablo (Hechos, 28:16).

34 El Evangelio según San Lucas comienza con la narración mas completa de la infancia de Jesús (Lucas, 1:5-2:40) y la única vislumbre en los Evangelios de la niñez de Jesús (Lucas, 2:41-52). Después de describir el ministerio de Juan el Bautista y dar la genealogía de Jesús, Lucas divide el ministerio de Jesús en 3 secciones principales: [1] su ministerio en Galilea y sus alrededores (Lucas, 4:14-9:50), [2] su ministerio durante el viaje final a Jerusalén (Lucas, 9:51-19:27) y [3] la ultima semana en Jerusalén (Lucas, 19:28-24:43). Aunque en el relato de Lucas son prominentes los milagros de Jesús durante su ministerio en Galilea, el enfoque principal de este Evangelio esta en las enseñanzas y las parábolas de Jesús durante su extenso ministerio camino de Jerusalén (Lucas, 9:51-19:27).

35 Ocho aspectos principales caracterizan al Evangelio de Lucas: [1] Es el Evangelio de mas fácil comprensión y registra los sucesos de la vida de Jesús desde antes de su nacimiento hasta su ascensión y es el libro mas extenso del NT. [2] Es el Evangelio mas literario, que muestra un estilo excepcional, con un vocabulario rico y un excelente dominio del idioma griego. [3] Enfatiza la universalidad del Evangelio, destacando que Jesús vino a ofrecer la salvación a judíos y a gentiles. [4] Pone énfasis en el interés de Jesús por los desamparados: las mujeres, los niños, los pobres y los despreciados por la sociedad.

36 [5] Enfatiza la vida de oración de Jesús y su enseñanza al respecto
[5] Enfatiza la vida de oración de Jesús y su enseñanza al respecto.[6] El titulo prominente que se le da a Jesús en este Evangelio es “Hijo del Hombre”. [7] Una reacción de gozo caracteriza a los que aceptan a Cristo y su mensaje. [8] Se le da importancia al Espíritu Santo en la vida de Jesús y de su seguidores (Lucas, 1:15, 41, 67, 2:25-27, 4:1, 14, 18, 10:21, 12:12, 24:49).

37 ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JUAN [EL BAUTISTA] Lucas, 1:5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. 1:6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. 1:7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. 1:8 Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, 1:9 conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor.

38 Lucas, 1:11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 1:12 Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. 1:13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. 1:14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 1:15 porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 1:16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 

39 Nótese el resultado del ministerio de Juan y de su vida llena del Espíritu. Mediante el poder del Espíritu Santo: [1] su predicación convencería a las personas de sus pecados, las llevaría al arrepentimiento y las haría volver a Dios y [2] predicaría con el espíritu y el poder de Elías.

40 Lucas, 1:17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Nótense las siguientes 2 profecías de Malaquías: Malaquías, 3:1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. Malaquías, 4:5 He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.

41 Jesús, hablando de Juan El Bautista, dijo: Mateo, 11:14 Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir. Pero si le preguntamos a Juan El Bautista si él es Elías, responde: Juan, 1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues?. ¿Eres tu Elías?. Dijo: no soy. ¿Eres tú el profeta?. Y respondió: no. La Biblia lo explica en Lucas 1:17: Juan El Bautista vendría, entonces, con la virtud (el espíritu y el poder) de Elías, pero sin ser Elías.

42 Juan se parecería de mucha maneras al intrépido profeta Elías
Juan se parecería de mucha maneras al intrépido profeta Elías. Debido a que estaría lleno del Espíritu Santo Juan seria un predicador de rectitud moral (Lucas, 3:7-14, Mateo, 3:1-10) al predicar sobre el pecado, la justicia y el juicio (Juan, 16:8). Juan volvería el corazón de “los rebeldes a la prudencia de los justos” (Mateo, 11:7). No comprometería su conciencia ni torcería los principios bíblicos por su bienestar o seguridad (Lucas, 3:19-20, Mateo, 14:1-11). Obedecería a Dios y permanecería fiel a toda la verdad. En suma, Juan el Bautista seria un “hombre de Dios”.

43 Uno de los peores pecados del pueblo de Dios en el AT había sido que los padres no habían amado a sus hijos lo suficiente como para enseñarles los caminos y mandatos de Dios (Malaquías, 4:6). Con la venida de Juan el Bautista y el Evangelio de Cristo, el corazón de los padres se volvería a los hijos. Uno de los fines principales del Evangelio fue restablecer la buena relación entre padres e hijos. Mediante la predicación del arrepentimiento y el señorío de Cristo los padres se volverían dedicados a sus hijos con una actitud de justicia. Si la iglesia actual deja de ser lo que Dios quiere que sea, una causa será que una vez mas el corazón de los padres se endurezca y dejen de amar a sus hijos, de dedicarles tiempo y enseñarles con diligencia la Palabra y las normas justas de Dios. Como resultado, los hijos rechazaran los caminos de Dios (Malaquías, 4:6).

44 Los siguientes son pasajes importantes relacionados con los padres y los hijos: [a] la enseñanza a los hijos de la fidelidad a la voluntad de Dios: Éxodo, 10:2, 13:8, Deuteronomio, 4:9-10, 6:6-25, 11:18-21, Salmos, 78:5-8, Isaias, 38:19, Joel, 1:3, Efesios, 6:4, 1º Tesalonicenses, 2:11; [b] amor y corrección a los hijos: Salmos, 103:13, Proverbios, 3:12, 13:24, 23:13-14, Malaquías, 4:6, Lucas, 11:11-13, 2º Corintios, 12:14, Efesios, 6:4, Colosenses, 3:21, 1º Tesalonicenses, 2:11, 1º Timoteo, 3:4-5, 12, 5:8, Tito, 2:4, Hebreos, 12:7; [c] oraciones de los padres por los hijos: Génesis, 17:18, 2º Samuel, 12:16, 1º Crónicas, 22:11-12, 29:19, Job, 1:5, Efesios, 3:14-19.

45 Lucas, 1:18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto
Lucas, 1:18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 1:19 Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 1:20 Y ahora quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo. 1:21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de que él se demorase en el santuario. 

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47 Lucas, 1:22 Pero cuando salió, no les podía hablar; y comprendieron que había visto visión en el santuario. El les hablaba por señas, y permaneció mudo. 1:23 Y cumplidos los días de su ministerio, se fue a su casa. 1:24 Después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se recluyó en casa por cinco meses, diciendo: 1:25 Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

48 ANUNCIO DEL NACIMIENTO DE JESUS Lucas, 1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 1:28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.

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50 María fue favorecida sobre todas las mujeres al ser escogida como la madre de Jesús. Sin embargo, los escritores del NT nunca indican que haya que adorársele, elevarse oraciones a ella o dársele algún titulo especial. María merece respeto, pero solo su Hijo merece adoración. Nótese que María fue escogida porque Dios la favoreció (Génesis, 6:8). Su vida humilde y piadosa agrado a Dios a tal punto que la escogió para esa importantísima tarea (2º Timoteo, 2:21). La bendición de María, no solo le produjo gran alegría sino también mucho sufrimiento y dolor (Lucas, 2:35), porque su hijo seria rechazado y crucificado. En este mundo, el llamamiento de Dios siempre implicara bendición y sufrimiento, alegría y tristeza, éxito y desilusiones.

51 ¿Cómo no creer en alguien que la misma Biblia nombra, menciona, expone…?. Por supuesto que el Cristiano no católico cree en la virgen María, pero no lo hace con las prerrogativas con que la adorna la fe católico-romana, sino que lo hace en función de lo que la Palabra de Dios revela: una joven virgen hebrea, temerosa de Dios y obediente a Sus designios, dichosa y bienaventurada como ninguna, elegida por Dios mismo para encarnar humanamente a Su unigénito Hijo Jesucristo. Lo que el Cristiano Evangélico no cree, son los adicionales místicos sobrenaturales que le adjudica la teología católica, ajenos a la Sagrada Escritura. Nada más lejos de la realidad que suponer que el cristiano no ama a la virgen María, esposa de José y madre de Jesús.

52 El cristiano no católico reconoce una diferencia abismal entre la bienaventurada virgen hebrea María y la "semidiosa" honrada por la Iglesia Católica Apostólica Romana denominada "Santísima Virgen" (CIC 975), "Inmaculada-sin pecado" (CIC 490/4), "Reina del Universo" (CIC 966), "Madre de Dios" (CIC 971), "Trono de la Sabiduría" (CIC 721), "Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora" (CIC 969), "Madre de la Iglesia" (CIC 975, 963), "Fuente de Santidad y Perfección de la Iglesia" (CIC 829), “Esperanza del Mundo”, etc.. Tenga el lector por seguro que el cristiano no católico, al igual que los discípulos y varones de Dios de las Sagradas Escrituras, no aman a este ídolo.

53 Reconozco que estas palabras pueden ser duras para el católico amante de la "Santísima Virgen", y especialmente a él le digo que lejos de mis intenciones el menospreciar su fe y sus creencias. No obstante las cosas que pueden influir directamente en el destino eterno de nuestra alma deben ser dichas con claridad, para que puedan ser evaluadas y sopesadas por aquellas personas que, abandonando sus prejuicios, busquen sinceramente agradar a Dios, siéndole obedientes conforme a Su Palabra revelada.

54 “Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores…” reza el “Avemaría”. María no puede rogar ni interceder ante Dios por nadie (ese no fue su llamado). Hay un único mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo. Tenemos 2 intercesores ante Dios Padre a favor de nosotros: la segunda y tercera persona de la Trinidad, es decir, Jesucristo y el Espíritu Santo. Por un lado, Jesucristo intercede, ante el Padre, a favor de nosotros desde el cielo (Romanos, 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros).

55 Por el otro, el Espíritu Santo intercede por nosotros, ante el Padre, dentro de nosotros (1º Corintios, 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?) desde la tierra (Romanos, 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles). Es decir, Dios mismo (la segunda y tercera persona de la Trinidad) intercede por nosotros, motivo por el cual no necesitamos a la virgen María desempeñando ese papel a favor nuestro, porque, como vimos, Dios mismo ya se encarga de eso. Esta no es mi opinión personal sino lo que dicen claramente las Escrituras.

56 Lucas, 1:29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 1:30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 1:31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 1:33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 1:34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. 1:35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. 

57 Tanto Mateo como Lucas afirman explicita e inequívocamente que Jesús nació de una virgen. El Espíritu Santo vendría sobre María y el hijo seria concebido únicamente por un acto milagroso de Dios. Como resultado, Jesús seria “santo” (libre de toda mancha de pecado).

58 Lucas, 1:36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; 1:37 porque nada hay imposible para Dios. 1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

59 Elisabet, esposa del sacerdote Zacarías y la que iba a ser madre de Juan el Bautista, era, al igual que muchas mujeres del AT, estéril. Todos los patriarcas de Israel nacieron, de un modo sobrenatural, de mujeres estériles: Abraham engendro de su esposa Sara (una mujer estéril) a Isaac quien, a su vez, engendro de su esposa Rebeca (una mujer estéril) a Esaú y Jacob quien, a su vez, engendro de su esposa Raquel (una mujer estéril) a José. Sansón nació de una mujer estéril y también el profeta Samuel. Finalmente Juan el Bautista completaría la lista del AT (Lucas, 16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan [el bautista];). Si patriarcas y profetas de Israel habían nacido de un modo sobrenatural, de mujeres estériles, cuanto mas sobrenatural tendría que ser el nacimiento del Mesías, el mismísimo Hijo de Dios: Jesucristo.

60 Lucas, 1:38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. María se sometió completamente a la voluntad de Dios y confió en su mensaje. Consintió en aceptar la honra y el reproche que vendrían como resultado de ser la madre del santo niño. Los jóvenes creyentes deben seguir el ejemplo de María en cuanto a la castidad, el amor a Dios, la fidelidad a su Palabra y la disposición a obedecer al Espíritu Santo.

61 Lucas, 1:39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 1:40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 1:41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 1:42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 1:43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 1:44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 1:45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. 

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63 Lucas, 1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 1:47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 1:48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Con estas palabras, María reconoce su propia necesidad de salvación. Era una pecadora que necesitaba a Cristo como “Salvador”. El concepto de que María fue concebida de manera inmaculada y vivió sin pecado no surge de ninguna parte de las Escrituras (Romanos, 3:9 ¿Qué, pues? Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios)

64 NACIMIENTO DE JUAN EL BAUTISTA Lucas, 1:57 Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. 1:58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. 1:59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; 1:60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan. 1:61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre. 1:62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar. 1:63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron. 1:64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios.

65 NACIMIENTO DE JESUS Lucas, 2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. 2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

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67 Cristo nació en un establo, un lugar donde se guardaban los animales
Cristo nació en un establo, un lugar donde se guardaban los animales. El establo era, probablemente, una cueva y el pesebre un comedero para los animales. El nacimiento del Salvador, el acontecimiento mas importante de la historia, ocurrió en la mas humilde de las circunstancias. Jesús es el Rey de reyes, pero no nació ni vivió como un rey en esta vida. Los hijos de Dios son reyes y sacerdotes pero, en esta vida, deben ser como El fue: humildes y sencillos.

68 Por su parte, Mateo relata el nacimiento de Jesús de la siguiente forma: Mateo, 1:18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. 1:19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. 1:20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

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70 Mateo, 1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 1:24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. 1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

71 El vocablo hebreo para Jesús es “Yesua”
El vocablo hebreo para Jesús es “Yesua”. Su significado (“Salvador”) describe la tarea futura del hijo de María y es la promesa inicial del Evangelio. Jesús, como “Salvador”, salvara a su pueblo de sus pecados. El pecado es el peor enemigo del ser humano, que destruye su alma y su vida. Mediante la muerte expiatoria de Jesucristo y el poder santificador del Espíritu Santo, los que se vuelvan a Jesucristo serán liberados de la culpa y la esclavitud del pecado (Juan, 8:31-36, Hechos, 26:18, Romanos, 6, 8:1-16).

72 Mateo, 1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 1:23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Aquí Mateo cito el siguiente pasaje de Isaias: Isaías, 7:14 Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamara su nombre Emanuel. El pasaje anterior es de la Biblia Reina-Valera, donde se emplea la palabra “virgen”. Pero la Escritura original no emplea esta palabra, sino la palabra “joven”. ¿Qué significa una “joven”, entonces?.

73 Hay dos palabras que vienen del hebreo y que pueden referirse a una joven: “almah” (doncella, mujer virgen y sin hijos, que nunca tuvo relaciones sexuales) y “betulah” (mujer joven pero no virgen). La palabra original utilizada en Isaías, 7:14 es “almah”. Luego, cuando fue la traducción al griego, la palabra utilizada fue “partenos” (virgen, mujer que jamás experimento relaciones sexuales, etc.). Esta palabra, además, proviene del idioma ugarítico, utilizado en el AT y que también significa “virgen”.

74 Mateo y Lucas están de acuerdo en que Jesucristo fue concebido por el Espíritu Santo (Mateo, 1:18, Lucas, 1:34-35) y que nació de una madre virgen, sin la intervención de un padre humano. La doctrina del nacimiento virginal de Jesús ha tenido la oposición de teólogos liberales por muchos años. Sin embargo, no se puede negar que el profeta Isaias prometió un niño nacido de un virgen, que se llamaría Emanuel, vocablo hebreo que significa “Dios con nosotros” (Isaias, 7:14). Esta predicción se hizo 700 años antes del nacimiento de Cristo. Como dijimos, la palabra “virgen” es la traducción correcta del griego “partenos” que aparece en la Septuaginta (la traducción griega del AT) en Isaias, 7:14.

75 Como también dijimos, el vocablo hebreo para “virgen” (“almah”) empleado por Isaias significa una virgen casadera y nunca se emplea en el AT para definir ningún otro estado que no sea la virginidad (Génesis, 24:43, Cantares, 1:3, 6:8, Isaias, 7:14). Por eso, Isaias en el AT y Mateo y Lucas en el NT atribuyen la virginidad a la madre de Jesús. Es de suma importancia el nacimiento virginal. A fin de llenar los requisitos para pagar por los pecados de la raza humana y traerle salvación, el Redentor debe ser, en la misma persona, verdadero Dios y verdadero hombre (Hebreos, 7:25-26). El nacimiento virginal satisface esos 3 requisitos.

76 [1] La única manera de nacer como ser humano era que naciera de una mujer. [2] La única manera de ser hombre sin pecado era que fuera concebido por el Espíritu Santo (Mateo, 1:20, Hebreos, 4:15). [3] La única manera de ser divino era que tuviera a Dios por Padre. Como resultado, su concepción no fue por medios naturales sino sobrenaturales (Lucas, 1:35 el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios). Por eso Jesucristo se revela como una persona divina, con 2 naturalezas: una divina y otra humana sin pecado. Al vivir y sufrir como ser humano, Jesús se compadece de las debilidades de los seres humanos (Hebreos, 4:15-16).

77 Como el divino Hijos de Dios, El tiene poder para liberarlos de la esclavitud del pecado y del poder de Satanás (Hechos, 26:18, Colosenses, 2:15, Hebreos, 2:14, 5:14-16, 7:25). Como ser divino y hombre sin pecado, El llena los requisitos para servir como sacrificio por los pecados de cada persona y como sumo sacerdote para interceder por todos los que se acercan a Dios (Hebreos, 2:9-18, 5:1-9, 7:24-28, 10:4-12).

78 Mateo, 1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS. La palabra “conocer”, en la Biblia, hace referencia a las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, es decir, a la plena unión física que se asocia con el matrimonio. La palabra “hasta” en este versículo se refiere a que José y María no tuvieron relaciones sexuales hasta el Nacimiento de Jesús (después si las tuvieron). Jesús tuvo hermanos y hermanas (Mateo, 12:46-47, Marcos, 3:31-32, 6:3, Lucas, 8:19-20).

79 GENEALOGIA DE JESUCRISTO Mateo, 1:1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. 1:2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 1:3 Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 1:4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 1:5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 1:7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.

80 Mateo, 1:8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías
Mateo, 1:8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 1:9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 1:10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 1:11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia. 1:12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 1:13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 1:14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 1:15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. 1:17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

81 El Evangelio según San Mateo comienza con esta genealogía que sigue el legitimo linaje ancestral de Jesús por toda la descendencia paternal (ascendencia de José), como era la costumbre de los judíos. Aunque José no era el padre natural de Jesús, si fue su padre legitimo. Como Dios había prometido que el Mesías seria un descendiente de Abraham (Génesis, 12:3, 22:18, Gálatas, 3:16) y David (2º Samuel, 7:12-19, Jeremías, 23:5), Mateo reconstruye el linaje legitimo de Jesús hasta esos dos nombres, a fin de demostrarles a los judíos que Jesús tenia la genealogía apropiada para llenar los requisitos como el Mesías. La palabra “Cristo” (del griego “cristos”) y su equivalente hebreo “Mesías”, significan “el Ungido” (Daniel, 9:25-26).

82 Desde el principio, Mateo afirma que Jesucristo es el Ungido de Dios, ungido con el Espíritu Santo (Isaias, 61:10, Lucas, 4:18, Juan, 3:34, Hechos, 10:38). Fue ungido como profeta para traer conocimiento y verdad (Deuteronomio, 18:15), como sacerdote para ofrecer el sacrificio y revocar la culpa (Salmos, 110:4, Hebreos, 10:10-14) y como Rey para gobernar, guiar y establecer el reino de justicia (Zacarías, 9:9). Mateo establece que Jesús fue descendiente legitimo de David al seguir la genealogía de José, que era de la casa de David. Aunque Jesús fue concebido por el Espíritu Santo, estaba formalmente registrado como hijo de José y era, por lo tanto, hijo legitimo de David.

83 La genealogía de Lucas (que veremos a continuación) sigue el linaje de Jesús a través de varones de la ascendencia de María, que también era de la descendencia davídica. Lucas subraya que Jesús es de la carne y sangre (descendiente) de María y, por lo tanto, un ser humano (Romanos, 1:3). De esta manera, los escritores del Evangelio afirman el derecho natural y legitimo de Jesús para ser el Mesías.

84 Mateo, 1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. En la genealogía se protege el nacimiento virginal de Jesús. Obsérvese que la frase “engendro a” se emplea a todos los nombres hasta llegar a José pero, entonces, se altera la declaración: no se hace referencia a José como el que engendro a Jesús sino como el “marido de María”, de la cual nació Jesús.

85 Es conocida la historia de David y Betsabé “la que fue mujer de Urías”
Es conocida la historia de David y Betsabé “la que fue mujer de Urías”. Betsabé era la esposa de un soldado (Urías, heteo) del ejercito de David. Mientras Urías estaba de campaña, David cometió adulterio con su esposa Betsabé. Betsabé queda embarazada y se lo comunica a David, quien hace volver a Urías de la guerra (aunque la guerra todavía continuaba) y lo alienta a que vaya y “duerma” con su esposa (para “tapar” el embarazo). Urías se niega argumentando que el no podía ir alegremente a dormir con su esposa mientras “sus hermanos estaban en el fragor de la batalla”.

86 Ante tamaño acto de dignidad de Urías, David lo envía nuevamente a la guerra con una carta que debía entregar a Joab (el general de los ejércitos de David), en la que David sugería a Joab que ponga a Urías en lo mas álgido de la batalla, donde seguramente moriría. Este fue casi un asesinato por encargo de parte de David, para quedarse definitivamente con Betsabé. David cometió un doble pecado: adulterio (se acostó con la mujer de otro) + homicidio. Aun así, Dios lo perdono, pero el niño que fue engendrado en adulterio murió. No obstante, este no fue el único castigo que tuvo que soportar David. Aunque luego engendro con Betsabé a Salomón (a quien amo Dios), la vida familiar de David estuvo, hasta su muerte, signada por asesinatos, violencia, intrigas, violaciones y tragedias de todo tipo, lo cual indica que ningún pecado queda sin castigo, se trate de quien se trate.

87 Mateo, 1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. En el libro de Mateo queda registrada la afrenta del pecado cometido por David al aclarar (y recordar) que David engendro a Salomón “de la que fue mujer de Urías”, cumpliéndose, una vez mas, la Palabra de Dios: Proverbios, 6:32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. 6:33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.

88 Lucas, 3:23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí, 3:24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José, 3:25 hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai, 3:26 hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá, 3:27 hijo de Joana, hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri, 3:28 hijo de Melqui, hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er, 3:29 hijo de Josué, hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat, 3:30 hijo de Leví, hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim, 3:31 hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, 

89 Lucas, 3:32 hijo de David, hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón, 3:33 hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá, 3:34 hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor, 3:35 hijo de Serug, hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala, 3:36 hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec, 3:37 hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán, 3:38 hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.

90 LA VISITA DE LOS MAGOS Mateo, 2:1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2:2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. 2:3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 2:4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 2:5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: 2:6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel.

91 Mateo, 2:7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; 2:8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. 2:9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 2:10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 2:11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 2:12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

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93 Los “reyes magos” probablemente eran miembros de una orden de eruditos religiosos de la región que hoy se llama Irán. Se especializaban en astronomía, medicina y ciencias naturales (la magia siempre estuvo prohibida por Dios). La visita de estos sabios ocurrió cuando Jesús tenía entre 40 días (Mateo, 2:22) y 2 años (Mateo, 2:16). La importancia de este relato es que [1] Jesús es digno de que toda la humanidad lo honre como rey y [2] los no judíos están incluidos con los judíos en el plan redentor de Dios (Mateo, 8:11, 28:19, Romanos, 10:12).

94 Los principales sacerdotes a los que consulto Herodes eran los servidores del templo, encargados de la adoración. Los escribas, a quienes también consulto Herodes, eran copistas de las Escrituras en los tiempos después del cautiverio babilónico (se generaban todo el tiempo copias de las Escrituras, seguramente como resguardo). Los escribas estaban tan acostumbrados a copiar las Escrituras que las habían aprendido de tal modo por lo que estaban preparados para enseñar la ley e interpretarla, por lo que se les llamo también “interpretes de la ley” (Mateo, 22:35). Los escribas y principales sacerdotes constituían el Sanedrín, que era el senado y el tribunal supremo judío. Estaba compuesto por 70 o 71 hombres que tenían la responsabilidad de los asuntos civiles y religiosos de los judíos. Los romanos le dieron considerable autoridad a estos miembros del Sanedrín.

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96 LOS ANGELES Y LOS PASTORES Lucas, 2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

97 Lucas, 2:15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. 2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. 2:20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

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99 Cuando nació Jesús fue llamado “un Salvador”
Cuando nació Jesús fue llamado “un Salvador”. Como Salvador, El ha venido a librar del pecado, el dominio de Satanás, del mundo impío, del temor, de la muerte y de la condenación de las transgresiones (Mateo, 1:21). El Salvador también es “Cristo el Señor”. El ha sido ungido como el Mesías de Dios y el Señor que reina sobre su pueblo. Ninguna persona puede tener a Jesucristo como su Salvador mientras no se someta a su señorío.

100 PRESENTACION DE JESUS EN EL TEMPLO Lucas, 2:21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 2:23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 2:24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 2:26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.

101 Había un hombre anciano que se llamaba Simeón
Había un hombre anciano que se llamaba Simeón. Este anciano venerable y respetable, era un hombre que amaba a Dios y Dios le había hecho una promesa: tú no te vas a morir sin conocer al Mesías. Lucas 2:25 dice, por un lado, que “el Espíritu Santo estaba sobre el [Simeón]” y, por el otro, que Simeón “esperaba la consolación de Israel”. Simeón (que ya tenía el Espíritu Santo) esperaba al primer consolador: el Mesías. El Mesías es uno de los consoladores (el primero). El otro es el Espíritu Santo. Consolar es aplacar el dolor y el llanto. Jesús mismo promete que el Padre dará “otro consolador” (el Espíritu Santo). Juan, 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

102 Lucas, 2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo
Lucas, 2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 2:28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 2:29   Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 2:30   Porque han visto mis ojos tu salvación, 2:31   La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 2:32   Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel. 2:33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 2:35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. 

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104 Así como José y María presentaron a Jesús al Señor, todos los padres deben sinceramente consagrar sus hijos al Señor. Deben pedirle a Dios constantemente que, desde el principio hasta el fin de la vida de su hijos, hagan la voluntad del Señor, sirviéndole y glorificándolo con absoluta devoción. La ofrenda de un par de tórtolas indica que José y María eran pobres (Levítico, 12:8) Desde el principio se identifico a Cristo con los necesitados (Mateo, 8:20, Apocalipsis, 2:9). En Lucas, 2:25 se dice que Simeón era un hombre “justo y piadoso”. Aquí se traduce como “justo” la palabra griega “dikaios” (del hebreo “yasher”), que también se puede traducir como “recto” (Lucas, 1:6). En el AT no significaba una simple conformidad a los mandamientos, sino que indicaba que una persona era recta delante de Dios tanto en el corazón como en sus acciones (Salmos, 32:2).

105 La justicia que Dios buscaba en el AT era la que procedía del corazón, basada en la verdadera fe, en el amor y en el temor que se le tenia a El (Deuteronomio, 4:10, 29, 5:29). Ese estado del corazón se vio en los padres de Juan el Bautista, quienes “andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor” (Lucas, 1:6, Génesis, 7:1, 17:1, 1º Reyes, 9:4, pasajes en los que el significado abarca “integridad de corazón”). Simeón manifestaba las mismas características en su vida. Los justos del AT no eran personas perfectas. Cuando pecaban obtenían el perdón al ofrecerle a Dios el sacrificio de una cabra o un cordero, con una actitud de fe y arrepentimiento sincero (Levítico, 4:27-35).

106 En una época de condición espiritual deplorable, Simeón estaba dedicado a Dios y estaba lleno del Espíritu Santo, esperando con anhelo, fe y paciencia la venida del Mesías. Asimismo, en los últimos días de la época actual, cuando muchos abandonan la fe apostólica del NT y la bendita esperanza de la venida de Cristo (Tito, 2:13), siempre habrá “Simeones” fieles. Otros podrán poner su esperanza en esta vida o en este mundo, pero los fieles serán como el leal siervo que se mantiene esperando a través de la noche larga y oscura el retorno de su Señor (Mateo, 24:45-47).

107 Simeón le dijo 2 cosas a María respecto del Mesías:
está puesto para caída y para levantamiento de muchos, es decir, para los que no crean en El seria para condenación pero, para los que si crean en El seria para salvación; y una espada traspasará tu misma alma, queriéndole advertir a María que tendría que ver a su hijo crucificado;

108 Lucas, 2:36 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 2:37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 2:38 Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. Había allí una mujer, profetisa, llamada Ana DE LA TRIBU DE ASER (una de las 10 tribus del reino del norte). Esto quiere decir que, en la época del Mesías (el NT) había en Jerusalén descendientes de las tribus del reino del norte, con lo cual queda confirmado que el concepto de “las 10 tribus perdidas de Israel” es ficticio. Siempre fue conservado (por Dios) un remanente de todas las tribus de Israel.

109 2º Crónicas, 11:14 Porque los levitas dejaban sus ejidos y sus posesiones, y venían a Judá y a Jerusalén: pues Jeroboam y sus hijos los excluyeron del ministerio de Jehová. 11:15 Y él designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho. 11:16 Tras aquellos acudieron también de todas las tribus de Israel los que habían puesto su corazón en buscar a Jehová Dios de Israel; y vinieron a Jerusalén para ofrecer sacrificios a Jehová, el Dios de sus padres. 11:17 Así fortalecieron el reino de Judá, y confirmaron a Roboam hijo de Salomón, Los que se perdieron, cuando los asirios conquistaron Samaria en 722 a.C., fueron personas pertenecientes a las 10 tribus del reino del norte que eran idolatras. Los que no eran idolatras, unos años antes habían comenzado a emigrar hacia el reino del sur para adorar al único Dios verdadero.

110 EL REGRESO A NAZARET Lucas, 2:39 Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Luego del episodio con Simeón en el templo, María y José regresaron con el niño a Nazaret.

111 MATANZA DE LOS NIÑOS Mateo, 2:13 Después que partieron ellos [los Reyes Magos], he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 2:14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 2:15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo. 2:16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.

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113 Mateo, 2:17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: 2:18 Voz fue oída en Ramá, Grande lamentación, lloro y gemido; Raquel que llora a sus hijos, Y no quiso ser consolada, porque perecieron. 2:19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, 2:20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. 2:21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. 2:22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, 2:23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

114 El intento de Herodes de matar a Jesús y la manera de Dios de proteger al niño, revelan varias verdades acerca del método de Dios para guiar y proteger a su pueblo. Dios no protegió a José, María y a su hijo sin la cooperación de ellos. La protección exige obediencia a la dirección de Dios que, en este caso, implico huir del país. A fin de cumplir su voluntad, Dios pudiera permitir que algunas cosas difíciles de entender sucedan en la vida del creyente. En un sentido literal, Cristo comenzó la vida como refugiado y extranjero en otro país. Para el limitado entendimiento humano, pudiera parecer mas fácil que Dios hubiera derrocado de inmediato a Herodes evitando, de esa manera, la huida a Egipto y todas las pruebas inherentes a esa circunstancia.

115 Incluso, después de resolverse una prueba en particular, pudiera haber otros problemas que afrontar. Siempre se necesitara la protección y el cuidado providencial de Dios, porque el adversario nunca cesa su ataque contra los fieles (Efesios, 6:10-18, 1º Pedro, 5:8). Belén y sus inmediaciones no era un territorio extenso. Probablemente estaba poblado por unos 1000 o 2000 habitantes. En ese caso, el numero de niños varones asesinados seria alrededor de 20. De las 2 revelaciones de Dios (Mateo, 2:12, 22), aprendemos que El vela por los que ama y sabe frustrar (mejor que nadie) los planes de los malvados y librar a sus fieles de los que les harían daño. Esta historia nos revela que Satanás no lo sabe todo (no es omnisciente, como Dios: no lo sabe todo, ni es omnipresente, como Dios: no esta en todas partes al mismo tiempo) sino que solo sabe lo que Dios permite que sepa. Sino ¿porque impulso a Herodes a matar niños al azar cuando el que al el le interesaba estaba huyendo a Egipto?.

116 EL NIÑO JESUS EN EL TEMPLO Lucas, 2:40 Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él. Como verdadero hombre, Jesús experimento el desarrollo físico y espiritual. Iba obteniendo mas sabiduría a medida que lo acompañaba la gracia de Dios. Era perfecto en su naturaleza humana, desarrollándose a la perfección según la voluntad de Dios.

117 Lucas, 2:41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; 2:42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. 2:43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. 2:44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 2:45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. 2:46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 

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119 Lucas, 2:47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. 2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. 2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? 2:50 Mas ellos no entendieron las palabras que les habló. 2:51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. 2:52 Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.

120 Entre Lucas, 2:52 (fin del capitulo 2 de Lucas) y Lucas, 3:1 (comienzo del capitulo 3 de Lucas), aproximadamente 18 años de la vida de Cristo pasan inadvertidos. ¿Cómo fue su vida durante esos años?. Según Mateo, 13:55 y Marcos, 6:3, Jesús se crio en una familia numerosa, con un padre que era carpintero y que le enseño ese oficio. Como no se vuelve a mencionar a José en los Evangelios, es probable que muriera antes que Jesús comenzara su ministerio publico y que Jesús se ocupara de atender a su madre y a sus hermanos menores. El oficio de carpintero incluía reparaciones domesticas, fabricación de muebles y construcción de implementos agrícolas, tales como arados y yugos. Durante todos esos años, El creció y se desarrollo tanto física como espiritualmente según la voluntad de Dios, plenamente consciente de que Dios era su padre (Mateo, 2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?). 

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123 PREDICACION DE JUAN EL BAUTISTA Mateo, 3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3:3 Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas. 3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 3:5 Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 3:6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.

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125 Mateo, 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 3:9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 3:10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

126 Mateo, 3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. El significado fundamental de “arrepentirse” (del griego “metanoeo”) es “volverse”. Es abandonar los malos caminos y volverse a Cristo y, por medio de El, a Dios (Juan, 14:1, 6, Hechos, 8:22, 26:18, 1º Pedro, 2:25). La decisión de volverse del pecado a la salvación en Cristo incluye la aceptación de Cristo no solo como Salvador de la condena del pecado sino también como Señor de la vida de quien lo acepta. De modo que el arrepentimiento implica un cambio de amo: del señorío de Satanás (Efesios, 2:2) al señorío de Cristo y de su Palabra (Hechos, 26:18). El arrepentimiento es una decisión libre de parte del pecador, hecha posible mediante la gracia capacitadora dada a el al oír el Evangelio y creer en Cristo (Hechos, 11:21).

127 La definición de la fe salvadora como un simple “confiar” en Cristo como Salvador es totalmente insuficiente a la luz de la exigencia que Cristo hace del arrepentimiento. Definir la fe salvadora de manera que no incluya un rompimiento radical con el pecado es distorsionar de un modo peligroso el punto de vista bíblico en cuanto a la redención. La fe que incluye el arrepentimiento siempre es una condición para la salvación (Marcos, 1:15, Lucas, 13:3, 5, Hechos, 2:38, 3:19, 11:21). El arrepentimiento fue un mensaje fundamental de la predicación de los profetas del AT (Jeremías, 18:8, Ezequiel, 18:30, Joel, 2:12-14, Malaquías, 3:7), de Juan el Bautista (Mateo, 3:2), de Jesucristo (Mateo, 4:17, 18:3, Lucas, 5:32) y de los creyentes del NT (Hechos, 2:38, 8:22, 11:18, 2º Pedro, 3:9). La predicación del arrepentimiento siempre debe acompañar el mensaje del Evangelio (Lucas, 24:47).

128 Mateo, 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?. Dos de los grupos religiosos mas prominentes en el judaísmo eran los FARISEOS y los SADUCEOS. Los FARISEOS eran un grupo religioso que se adhería a todo el AT y a sus propias interpretaciones humanas del el. Ponían un énfasis especial en que la salvación se obtenía por la obediencia a la letra de la ley de Dios y a las interpretaciones que ellos hacían de esa ley. Enseñaban que el Mesías que vendría seria un gobernante terrenal que los ayudaría a dominar a las naciones y que obligaría a todas las personas a obedecer la ley de Dios. Sin embargo, su religión era solo exterior, sin la piedad interior del corazón (Mateo, 23:25) y se negaban a reconocer la depravación de su propia naturaleza.

129 De una manera general se opusieron a Jesús y a su mensaje de que la religión es un asunto del corazón y del espíritu y no simplemente una obediencia legalista a los mandamientos de las Escrituras (Mateo, 9:14, 23:2-4, Lucas, 18:9-14). Por su parte, los SADUCEOS eran los liberales de su época, que se oponían a lo sobrenatural. Aunque parecía que aceptaban la ley de Dios, en realidad, negaban muchas de sus enseñanzas. Rechazaban las doctrinas de la resurrección, de los ángeles, de los milagros, de la inmortalidad y del juicio venidero. Su vida era mundana y moralmente débil. También fueron perseguidores de Jesucristo. El apóstol Pablo, por ejemplo, antes de su conversión, pertenecía a la secta de los FARISEOS.

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131 Mateo, 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, El arrepentimiento genuino ira acompañado del “fruto” de justicia (Mateo, 23:23, Lucas, 3:10-14, Hechos, 26:20). La genuina fe salvadora y la conversión tienen necesariamente que manifestarse mediante una vida que abandone el pecado y lleve frutos piadosos (Juan, 15:16). Los que dicen que creen en Cristo y son hijos de Dios pero viven de tal manera que no producen buen fruto son como arboles que habrá que cortar y arrojar al fuego (Mateo, 3:10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego).

132 Marcos se refiere a Juan el Bautista del siguiente modo: Marcos, 1:1 Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. 1:2 Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. 1:3 Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. 1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. 1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 1:6 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. 1:7 Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado. 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.

133 Hubo un despertamiento espiritual general en Judea y Galilea que acompaño al ministerio de Juan el Bautista. Como resultado, se transformo el clima espiritual del pueblo de Israel, lo cual contribuyo a preparar el camino para la plena revelación de Dios en su Hijo encarnado (Jesucristo). Juan el Bautista fue el primero que predico las “buenas nuevas” (Evangelio significa “buenas nuevas”) acerca de Jesús. Marcos condensa esa predicación en un solo tema: la proclamación de Jesucristo, que vendría y bautizaría a sus seguidores en el Espíritu Santo. Todos los que aceptan a Cristo como Señor y Salvador, deben proclamar que Jesús es todavía el único que bautiza en el Espíritu Santo (Hechos, 1:8, 2:4, 38-39, Mateo, 3:11, Hechos, 1:5).

134 Lucas también habla de Juan el Bautista: Lucas, 3:1 En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 3:2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. 3:3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados, 3:4 como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas. 3:5 Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados; 3:6 Y verá toda carne la salvación de Dios. 3:7 Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?.

135 Lucas, 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 3:9 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. 3:10 Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? 3:11 Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. 3:12 Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? 3:13 El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. 3:14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. 

136 Lucas, 3:15 Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, 3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 3:17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. 3:18 Con estas y otras muchas exhortaciones anunciaba las buenas nuevas al pueblo. 3:19 Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho, 3:20 sobre todas ellas, añadió además esta: encerró a Juan en la cárcel.

137 Lucas, 3:16 respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. El bautismo de Cristo de sus seguidores en el Espíritu Santo (Mateo, 3:11) es la nueva señal por la que se identifica el pueblo de Dios. Esto fue prometido en Joel, 2:28 y reafirmado después de la resurrección de Cristo (Lucas, 24:49, Hechos, 1:4-8). Esta predicción se cumplió inicialmente en Pentecostés (Hechos, 2:4). El bautizar en el Espíritu Santo es un ministerio de Cristo que continua en la actualidad. Esto es evidente en el texto griego de Juan, 1:33 “el que bautiza en el Espíritu Santo”. Esta frase emplea el participio de presente (“jo baptizón”), que significa “aquel que seguirá bautizando”.

138 Por lo tanto, las referencias en Lucas y Juan no son solo al primer derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés, sino al importante papel y ministerio de Jesús como el bautizador en el Espíritu Santo durante lo que será la era de la iglesia. Hechos, 2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

139 JESUS BAUTIZARA EN EL ESPIRITU Mateo, 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Juan el Bautista enseña que la obra del Mesías venidero incluirá el bautismo de sus seguidores en el Espíritu Santo, un bautismo que da gran poder para vivir y testificar de El (Lucas, 3:16).

140 Juan también pone énfasis en que Jesucristo bautizaría con el Espíritu Santo: Juan, 1:32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. 1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. 1:34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

141 La palabra “con” (utilizada en la expresión “bautiza con el Espíritu Santo” de Juan, 1:33), es una traducción de la preposición griega “en” y puede traducirse “por”, “con” o “en”. Todos los Evangelios ponen de relieve que Jesús es el que “bautizara con [en] el Espíritu Santo” (Mateo, 3:11, Marcos, 1:8, Lucas, 3:16, Juan, 1:33). Ese bautismo iba a ser la señal y el rasgo distintivo de los seguidores de Jesús. El Espíritu Santo seria derramado sobre ellos a fin de que pudieran llevar a cabo su obra salvadora en todo el mundo (Hechos, 1:8). La misión de Jesús de bautizar en el Espíritu es su propósito actual para esta época (Mateo, 3:11, Hechos, 2:39).

142 EL BAUTISMO DE JESUS Mateo, 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

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144 Mateo, 3:13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Jesús fue bautizado por Juan por las siguientes razones: [1] A fin de cumplir toda justicia (Mateo, 3:15, Levítico, 16:4, Gálatas, 4:4-5). Mediante el bautismo, Cristo se consagro públicamente a Dios y a su reino y, de esa manera, cumplió el requisito de justicia de Dios. [2] Para identificarse con los pecadores, aunque Jesús mismo no necesitaba arrepentirse de pecado (2º Corintios, 5:21, 1º Pedro, 2:24). [3] Para asociarse con el nuevo movimiento de Dios que estaba llamando a todos al arrepentimiento.

145 Mateo, 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Todo lo que hizo Jesús (su predicación, sus sanidades, su sufrimiento, su victoria sobre el pecado) lo hizo mediante el poder del Espíritu Santo. Si Jesús no podía hacer nada sin el obrar del Espíritu Santo, cuanto mas necesitan sus seguidores el poder del Espíritu (Lucas, 4:1, 14, 18, Juan, 3:34, Hechos, 1:2, 10:38). El Espíritu vino sobre Jesús para capacitarlo con poder para su obra de redención (Lucas, 3:22). Cristo mismo bautizaría después en el Espíritu Santo a sus seguidores, para que también ellos tuvieran la capacitación del Espíritu (Mateo, 3:11, Hechos, 1:5, 8, 2:4).

146 El bautismo de Jesús es una manifestación extraordinaria de la Trinidad. [1] Jesucristo, que declaro que es igual al Padre (Juan, 10:30), es bautizado en el rio Jordán. [2] El Espíritu Santo, que también es igual a Dios (Hechos, 5:3-4), baja sobre Jesús como una paloma. [3] El Padre declara que esta muy complacido con Jesús. De modo que hay tres personas divinas e iguales. Es contrario a la integridad de la Escrituras el explicar este acontecimiento de alguna otra manera. La doctrina trinitaria de Dios enseña que estas 3 personas divinas existen en tal unidad que son un solo Dios (Marcos, 1:1, Mateo, 28:19, Juan, 15:26, 1º Corintios, 12:4-13, Efesios, 2:18, 1º Pedro, 1:2).

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148 Marcos también habla del bautismo de Jesús: Marcos, 1:9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 1:10 Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. 1:11 Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Las 3 personas de la Trinidad están implicadas en el bautismo de Jesús (Mateo, 3:17). Tanto en este pasaje como en otros, Dios se revela en las Escrituras como un ser que existe en 3 personas distintas, que comparten una naturaleza divina: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo, 3:16-17, 28:19, 2º Corintios, 13:14, Efesios, 4:4-6, 1º Pedro, 1:2, Judas, 1:20-21).

149 De modo que Dios es singular (una unidad) en un sentido y plural (tres) en otro. Las Escrituras declaran que Dios es un solo ser. Una unidad perfecta de una sola naturaleza y esencia (Marcos, 12:29, Deuteronomio, 6:4, Gálatas, 3:20). De las personas de la divinidad ninguna es Dios independientemente de las otras y, a su vez, cada una, con las otras, es Dios. El Dios único existe en una pluralidad de 3 personas distintas e identificables, pero no separadas. Las 3 no son 3 Dioses ni 3 partes o expresiones de Dios, sino 3 personas unidas de una manera tan completa que forman el único Dios eterno y verdadero.

150 El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son de una sola esencia divina y moran en perfecta igualdad y unidad, pero a la vez son tres personas distintas y no simplemente una persona que se revela en tres diferentes maneras. En muchos pasajes de la Biblia se mencionan en una misma frase al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Sería blasfemia mencionar al Hijo y al Espíritu en la misma frase con el Padre si no fueran iguales con Él.

151 El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son tres personas distintas y no simplemente una persona que se revela en tres diferentes maneras. Dios no es tres personas independientes o tres diferentes dioses (esta herejía se llama TRITEISMO). Tampoco Dios es una sola persona que se pone tres diferentes máscaras o que simplemente se revela en tres formas diferentes (esta herejía se llama MODALISMO).

152 A Dios el Padre nadie lo vio jamás
A Dios el Padre nadie lo vio jamás. A Dios el Hijo si se lo ha visto, porque ha venido a la Tierra y es Jesucristo. El Espíritu Santo fue enviado por Jesucristo luego de su sacrificio en la cruz, para que more en cada cristiano y los guie “hacia toda verdad”. Cristo, que significa “ungido”, es el Mesías Hijo de Dios. El, al igual que su Padre, no nació nunca, siempre existió. El que nació en Belén fue Jesús (el hombre).

153 Tanto el Hijo como el Espíritu Santo poseen atributos que solo pueden aplicarse a Dios (Génesis, 1:2, Isaias, 61:1, Hechos, 5:3-4, Juan, 1:14, 5:18, 14:16, 16:8, 13, 20:28, Romanos, 8:2, 26-27, 1º Corintios, 2:10-11, 2º Tesalonicenses, 2:13, Hebreos, 9:14). Ninguna de las 3 personas fueron hechas ni creadas sino que cada una existe igual en su ser intrínseco, sus atributos, poder y gloria. Este Dios único existentes en 3 personas hizo posible, desde la eternidad, el amor reciproco, la comunión, el ejercicio de los atributos divinos, el mutuo conocimiento y la interrelación dentro de la divinidad (Juan, 10:15, 11:27, 17:24, 1º Corintios, 2:10).

154 Lucas también se refiere al bautismo de Jesús: Lucas, 3:21 Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, 3:22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. El Espíritu Santo, por el cual Jesús fue concebido inicialmente y del cual fue lleno (Lucas, 1:35), ahora unge a Cristo de modo personal y le da poder para su ministerio.

155 TENTACION DE JESUS Mateo, 4:1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4:4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 4:5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,

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159 Mateo, 4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 4:7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. 4:11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

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161 Oseas, 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Todos los cristianos, al menos una vez en la vida, antes de alcanzar las promesas de Dios (la tierra prometida) y de que se cumpla su propósito para nuestra vida, debemos atravesar un "desierto". En términos espirituales, este desierto es un periodo de sequedad y aridez espiritual, donde da la sensación de que Dios nos ha abandonado (pero, paradójicamente, es cuando mas cerca esta de nosotros). En el desierto no hay caminos (las huellas rápidamente se borran y son tapadas por la arena a causa del viento). En el desierto no hay brújula (se pierde rápidamente la orientación). En el desierto, no hay horizonte. De día, la temperatura es abrazadora y por la noche te congela (esto se llama "amplitud térmica").

162 En el desierto no hay amigos o, mejor dicho, los únicos amigos son las serpientes y los escorpiones (Lucas, 10:19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones [demonios]). Israel tuvo su desierto, el cual debía durar solo un tiempo. Pero, por la dureza de su corazón, duro 40 años. El Mesías (Jesucristo) tuvo su desierto: 40 días (un día por cada año de los que estuvo Israel). Fue llevado por el Espíritu Santo (por Dios mismo) al desierto (Lucas, 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto ). Y ahí fue tentado por Satanás (durante tu estadía en el desierto es donde mas vas a ser tentado). Dice el Evangelio de Lucas, 4:13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. ¿Como salió Jesús del desierto?. Lucas, 4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu [fortalecido] a Galilea.

163 ¿Por que Dios te lleva al desierto
¿Por que Dios te lleva al desierto?. Para hablar a tu corazón (Oseas, 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón). Para decirte algo que solo puedes comprender estando en el desierto: que, fuera de El, no hay nada. Para que comprendas lo superficiales e inútiles que son todas las cosas a las que normalmente nos aferramos, antes que a El. Del desierto no debes salir “destruido” sino “instruido”. Hay 2 maneras de salir del desierto: vivo o muerto (espiritualmente hablando, claro esta). Oremos para que todos y cada uno de nosotros salgamos de nuestro desierto “en el poder del Espíritu” (Lucas, 4:14).

164 Satanás tentó a Jesús con el fin de intentar apártalo de la senda de la perfecta obediencia a la voluntad de Dios. Obsérvese que, en cada tentación, Jesús se sometió a la autoridad de la Palabra de Dios en vez de someterse a los deseos de Satanás. ¿Qué puede aprenderse de la tentación de Cristo?. [1] Satanás es el peor enemigo del creyente. Este debe estar consciente de que esta librando una batalla espiritual con las fuerzas invisibles (pero no, por ello, menos reales) del mal (Efesios, 6:12). [2] Sin el Espíritu Santo y el apropiado empleo de la Palabra de Dios, el creyente no podría vencer el pecado y la tentación. A continuación se sugiere como emplear la Palabra de Dios para vencer la tentación: [a] Comprender que, mediante la Palabra, se obtiene el poder para resistir cualquier tentación que Satanás pueda presentar (Juan, 15:3, 7). [b] Injertar (memorizar) la Palabra de Dios en el alma y en la mente (Santiago, 1:21).

165 [c] Meditar día y noche en los versículos que se han memorizado (Deuteronomio, 6:6, Salmos, 1:2, 119:47-48). [d] Recitar el pasaje memorizado para si mismo y para Dios en el momento de la tentación. [e] Reconocer y acatar el impulso del Espíritu Santo para obedecer la Palabra de Dios (Romanos, 8:12-14, Gálatas, 5:18). [f] Orar al dar cada uno de estos pasos (Efesios, 6:18). Estos son algunos pasajes que se deben memorizar para enfrentar la tentación: Generales (Romanos, 6 y 8) y Específicos: con respecto a la inmoralidad (Romanos, 13:14), a la mentira (Juan, 8:44, Colosenses, 3:9), al chisme (Santiago, 4:11), a la desobediencia a los padres (Hebreos, 13:17), al desanimo (Gálatas, 6:9), al temor del futuro (2º Timoteo, 1:7), a las malas pasiones (Mateo, 5:28, 2º Timoteo, 2:22), al deseo de venganza (Mateo, 6:15), al descuido de la Palabra de Dios (Mateo, 4:4), a las preocupaciones económicas (Mateo, 6:24-34, Filipenses, 4:6).

166 Después de haber ayunado “cuarenta días y cuarenta noches”, Jesús “tuvo hambre” y fue tentado por Satanás para que comiera. Esto parece indicar que Cristo se abstuvo de alimento pero no de agua (Lucas, 4:2). Abstenerse de agua por 40 días habría exigido un milagro. Cristo, en cuanto a que El tenia que enfrentarse a la tentación como representante de la raza humana (Hebreos, 2:17, 4:15) no podía emplear ningún otro medio que el que esta a disposición del creyente lleno del Espíritu (Éxodo, 34:28, 1º Reyes, 19:8, Mateo, 6:16). Durante el ayuno de 40 días es razonable suponer que El se estaba preparando mediante la oración y la meditación en la Palabra de Dios para la obra que el Padre lo había enviado hacer.

167 Satanás empleo la Palabra de Dios a fin de tentar a Cristo para que pecara. Algunas veces, las personas mundanas emplearan las Escrituras a fin de persuadir al creyente para que haga algo que sabe que es incorrecto o imprudente. Algunos pasajes, cuando se sacan de contexto o no se comparan con otros pasajes de la Palabra de Dios, pudieran parecer que aprueban la conducta pecaminosa (1º Corintios, 6:12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna). Los creyentes deben conocer con profundidad la Palabra de Dios y tener cuidado de los que falsean las Escrituras a fin de cumplir los deseos de la pecaminosa naturaleza humana. El apóstol Pedro se refiere a los que distorsionan las Escrituras para su propia destrucción (2º Pedro, 3:16). 

168 Satanás (en hebreo: “adversario” o “acusador”) fue un gran ángel (querubín, jefe de los querubines; Ezequiel lo llama “querubín grande y protector”) creado bueno y perfecto. Su oficio era servir delante del trono de Dios. Pero algún tiempo antes de que comenzara la creación del mundo se rebelo y se convirtió en el principal adversario de Dios y de los hombres (Ezequiel, 28:12-15). [1] En su rebelión contra Dios, Satanás arrastro consigo una gran multitud (un tercera parte) de ángeles menores (Apocalipsis, 12:4) que se identifican, después de su caída, con demonios o espíritu malos. Satanás y muchos de esos ángeles menores fueron exiliados a la tierra y a la atmosfera que la rodea y están activos dentro de esa esfera, bajo la voluntad de Dios que se lo permite.

169 Luego de su rebelión, Satanás fue expulsado del cielo
Luego de su rebelión, Satanás fue expulsado del cielo. Al hacer caer a Adán y a Eva, Satanás se apropio (ilegalmente) de la tierra. No obstante, luego del sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, perdió la potestad sobre la tierra. Por eso Satanás “esta en el aire” y por eso Pablo lo llama el “príncipe de la potestad del aire” (Efesios, 2:2). Satanás tiene poder. Lo que no tiene es autoridad (la perdió cuando cayo). No obstante, lo que mantiene entronizado al diablo en el mundo es el pecado de la humanidad. [2] Satanás, también llamado “la serpiente”, causo la caída de la raza humana (Génesis, 3:1-6, 1º Juan, 5:19). [3] El reino de Satanás (Mateo, 12:26) es un imperio del mal altamente sistematizado, que tiene autoridad sobre el reino del aire (Efesios, 2:2), los ángeles caídos (Mateo, 25:41, Apocalipsis, 12:7), la humanidad inconversa (Mateo, 4:8-9, Juan, 12:31, Efesios, 2:2) y el mundo (Lucas, 4:5-6, 2º Corintios, 4:4, 1º Juan, 5:19).

170 Satanás no es omnipresente como Dios (no puede estar en todas partes al mismo tiempo, por eso depende de una estructura bien jerarquizada y obediente de demonios), no es omnipotente como Dios (no es todopoderoso, ya que es criatura y no Creador) y no es omnisciente como Dios (no lo sabe todo, aunque es mas sabio que los hombres). Por estas razones, la mayor parte de su actividad la delega a los demonios (Mateo, 8:28, Apocalipsis, 16:13-14, Job, 1:12). [4] Jesús vino a la tierra a destruir las obras de Satanás (1º Juan, 3:8), a establecer el reino de Dios y a librar a los seres humanos del dominio de Satanás (Mateo, 12:28, Lucas, 4:18, 13:16, Hechos, 26:18). Mediante su muerte y resurrección, Cristo inicio la derrota de Satanás y, de ese modo, aseguro la victoria definitiva de Dios sobre Satanás (Hebreos, 2:14).

171 [5] Al fin de los tiempos, Satanás quedara limitado al abismo por 1000 años (Apocalipsis, 20:1-3). Después de quedar libre, hará un ultimo intento por derrocar a Dios. Esto resultara en la derrota final de Satanás, que será arrojado al lago de fuego (Apocalipsis, 20:7-10). [6] Actualmente Satanás lucha contra Dios y su pueblo (Job, 1 – 2, Efesios, 6:11-18), procurando apartar a los creyentes de la lealtad a Cristo (2º Corintios, 11:3), haciendo que caigan en pecado y acepten el presente sistema del mundo (2º Corintios, 11:3, 1º Timoteo, 5:15, 1º Juan, 5:16). El creyente debe orar constantemente por su liberación del poder de Satanás (Mateo, 6:13), estar alerta contra sus acechanzas y tentaciones (Efesios, 6:11), y resistirlo mediante la lucha espiritual mientras permanece firme en la fe (Efesios, 6:10-18, 1º Pedro, 5:8-9).

172 Marcos, también se refiere (sucintamente en este caso) a la tentación de Jesús: Marcos, 1:12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. 1:13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

173 Finalmente Lucas también hace referencia a la tentación de Jesús en el desierto: Lucas, 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 4:2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 4:3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en pan. 4:4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 4:7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.

174 Lucas, 4:8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. 4:9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 4:10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 4:11   y,   En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 4:12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 4:13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.

175 El Espíritu le dio poder y guio a Jesús cuando este se enfrento a la tentación de Satanás. Una característica esencial de la tentación de Jesús gira en torno a que clase de Mesías seria El y como usaría su unción divina. [1] Jesús fue tentado para que usara su unción y posición para servir sus propios intereses, alcanzar gloria y poder sobre las naciones en vez de aceptar la cruz y la vía del dolor y adaptarse a la expectativa popular de un Mesías sensacional. [2] Satanás todavía tienta a los dirigentes de la iglesia para que empleen su unción, su posición y sus talentos en beneficio propio, para que establezcan su propia gloria y su propio reino y para que agraden al pueblo en vez de agradar a Dios. Los que, por egoísmo, se comprometen con Satanás, en realidad, se han sometido a su señorío.

176 Lucas, 4:4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Jesús se enfrenta a la tentación de Satanás con la declaración de que vivirá según la Palabra de Dios por encima de todas las cosas (Deuteronomio, 8:3). [1] Cristo dice que todo lo importante de la vida depende de Dios y de su voluntad (Juan, 4:34). El esforzarse por el éxito, la felicidad o las cosas materiales separadamente de la manera y el propósito de Dios, conducirá a una amarga desilusión y terminara en fracaso. [2] Jesús pone énfasis en esta verdad cuando enseña que se debe buscar, ante todo, el reino de Dios (la dirección, la acción y el poder de Dios). Solo entonces se recibirán todas las cosas necesaria según su voluntad y su propósito (Mateo, 5:6, 6:33).

177 Lucas, 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 4:7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Jesucristo no llamo mentiroso a Satanás por esto que dijo. Satanás le ofreció a Jesús algo que si es de el: todos los reinos de la tierra. El propio Jesucristo llama a Satanás “el príncipe de este mundo”: Juan, 12:31 Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 16:11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Por su parte, Juan reconoce: 1º Juan, 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.

178 Jesús rechaza la oferta de Satanás de darle el dominio sobre todos los reinos de la tierra. [1] El reino de Jesucristo “no es de este mundo” (Juan, 18:36-37). El se niega a buscar un reino para si mismo por los métodos mundanos de transigencia, poder terrenal, maniobra política, violencia exterior, popularidad, honra y gloria. [2] El reino de Jesucristo es espiritual, ya que reina en el corazón de su pueblo, que ha sido sacado de los reinos del mundo. El reino celestial: [a] se gana mediante el sufrimiento, la abnegación, la humildad y la mansedumbre; [b] requiere la entrega del cuerpo en sacrificio vivo y santo (Romanos, 12:1), en total devoción y obediencia a Dios; [c] implica la lucha con armas espirituales contra el pecado, la tentación y Satanás (Efesios, 6:10-20) y [d] implica no conformarse a la forma del mundo actual (Romanos, 12:2).

179 JESUS Y EL PODER DEL ESPIRITU Lucas, 4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 4:15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos. Jesús salió del desierto “en el poder del Espíritu”. Esta es la manera en la que cada uno debiera salir de su desierto: instruido (mejor que antes) y no destruido.

180 JESUS PRINCIPIA SU MINISTERIO Mateo, 4:12 Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; 4:13 y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, 4:14 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 4:15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; 4:16 El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

181 Mateo, 4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. 4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. 4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. 4:22 Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron. 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 4:24 Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. 4:25 Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.

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183 La frase “os hare pescadores de hombres” significa que uno puede ser pastor, evangelista, misionero, escritor, maestro, diacono o laico, pero si no se esta esforzando en llevar a otros a Cristo no esta haciendo la obra de Dios (Mateo, 28:19, Lucas, 5:10, Juan, 15:16, Hechos, 1:8, 1º Corintios, 9:19). En los Evangelios, “el Evangelio del reino” se asocia estrechamente con la sanidad, los milagros y el echar fuera demonios (Mateo, 4:23-24, 9:35, 10:7-8, 12:28, Lucas, 9:1-2, Hechos, 8:6-7, 12). El Evangelio del reino incluye bendiciones para el cuerpo y también para el alma.

184 Marcos también se refiere al principio del ministerio de Jesús: Marcos, 1:14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. 1:16 Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. 1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. 1:18 Y dejando luego sus redes, le siguieron. 1:19 Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. 1:20 Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.

185 Marcos, 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; Cristo vino a proclamar y a realizar el reino de Dios. Ese fue el tema de su mensaje terrenal (Mateo, 4:17). En cuanto a la forma de su aparición, es importante reconocer que hay varios aspectos del reino: [1] El reino en Israel. El reino en el AT era la acción redentora de Dios a fin de preparar el camino para la salvación de la raza humana. Al pueblo de Israel se le quito el reino porque rechazo a Jesucristo, el Mesías (Mateo, 21:43). [2] En reino en Cristo. El reino y su poder estuvieron presentes en la persona y obra de Jesucristo el Rey (Lucas, 11:20). [3] El reino en la iglesia. Esto comprende la manifestación actual del poder y del gobierno de Dios en la vida de todos los que se arrepienten y creen el Evangelio (Juan, 3:3, 5, Romanos, 14:17, Colosenses, 1:13).

186 Se manifiesta con gran poder, afirmándose contra el dominio de Satanás, del pecado y del mal. No es un reino político ni material, sino una poderosa e impresionante presencia y actividad de Dios en medio de su pueblo (Marcos, 1:27, 9:1). [4] El reino en la consumación. Este es el reino mesiánico predicho por los profetas (Salmos, 89:36-37, Isaias, 11:1-9, Daniel, 7:13-14). Cristo reinara en la tierra por 1000 años (Apocalipsis, 20:4-6) y la iglesia reinara con El sobre las naciones (1º Corintios, 6:2-3, 2º Timoteo, 2:12, Apocalipsis, 2:26-27, 20:4). [5] El reino en la eternidad. El reino mesiánico terminara después de 1000 años y luego se establecerá el reino eterno de Dios sobre el cielo nuevo y la tierra nueva (Apocalipsis, 21:1-4). El centro de la tierra nueva es la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén (Apocalipsis, 21:9-11). Sus habitantes son los redimidos del AT (Apocalipsis, 21:12) y del NT (Apocalipsis, 21:14). La mayor bendición de ellos es que “verán su rostro” (Apocalipsis, 22:4, 21:1).

187 Marcos, 1:17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. El primer llamamiento de los discípulos es seguir a Jesús y conocerlo (Filipenses, 3:8-10). Como resultado de esa relación con El, deben llevar a otros a un conocimiento de Cristo como Salvador (Proverbios, 11:30, Daniel, 12:3, 1º Corintios, 9:22).

188 Lucas también habla del principio del ministerio de Jesús: Lucas, 5:1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 5:2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 5:3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 5:4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5:5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.

189 Lucas, 5:6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 5:7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 5:8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. 5:9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, 5:10 y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 5:11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.

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191 Lucas, 6:17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades; 6:18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados. 6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.

192 UN HOMBRE QUE TENIA UN ESPIRITU INMUNDO Marcos, 1:21 Y entraron en Capernaum; y los días de reposo, entrando en la sinagoga, enseñaba. 1:22 Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. 1:23 Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces, 1:24 diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. 1:25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! 1:26 Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él. 1:27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen? 1:28 Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.

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194 Lucas también hace referencia a la situación anterior: Lucas, 4:31 Descendió Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días de reposo. 4:32 Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad. 4:33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, 4:34 diciendo: Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. 4:35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno. 4:36 Y estaban todos maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen? 4:37 Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.

195 Marcos y Lucas relatan que, una de las primeras obras de Jesús después de anunciar que El era el Mesías, fue entrar directamente en conflicto con lo demoniaco. [1] El principal interés de Jesús en su ministerio fue destruir las obras del diablo (1º Juan, 3:8). No puede haber realización del reino de Dios sin confrontarse el reino de Satanás (Mateo, 12:28). [2] Una señal inequívoca de que el reino ha dejado de manifestarse entre el pueblo de Dios es el que este deje de confrontar directamente el poder del mal al librar a los pecadores de la esclavitud del pecado y de los demonios.

196 MUCHOS SANADOS AL PONERSE EL SOL Marcos, 1:32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 1:33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 1:34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.

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198 Lucas también se refiere a la situación anterior: Lucas, 4:40 Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 4:41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo.

199 JESUS RECORRE GALILEA PREDICANDO Marcos, 1:35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 1:36 Y le buscó Simón, y los que con él estaban; 1:37 y hallándole, le dijeron: Todos te buscan. 1:38 El les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. 1:39 Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.

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201 Lucas también se refiere a la situación anterior: Lucas, 4:42 Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto; y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos. 4:43 Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. 4:44 Y predicaba en las sinagogas de Galilea.

202 LA MULTITUD A LA ORILLA DEL MAR Marcos, 3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, 3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. 3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. 3:10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. 3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.

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204 EL SERMON DEL MONTE: LAS BIENAVENTURANZAS Mateo, 5:1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 5:2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: En los capítulos 5 al 7 tenemos lo que comúnmente se llama “sermón del monte” pronunciado por Cristo. Contiene una revelación de los principios de justicia de Dios por los cuales todo los creyentes deben vivir mediante la fe en el Hijo de Dios (Gálatas, 2:20) y mediante el poder del Espíritu Santo que mora en ellos (Romanos, 8:2-14, Gálatas, 5:16-25). Todos los que pertenecen al reino de Dios tienen que manifestar un hambre y una sed intensas de la justicia enseñada en este sermón (Mateo, 5:6).

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206 Mateo, 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. La palabra “bienaventuranza” significa “bendición”. Hay ciertos requisitos a cumplir si se desea recibir las bendiciones del reino de Dios. Hay que guiarse por los procedimientos y los valores de Dios revelados en las Escrituras y no por los procedimientos y valores del mundo. El primero de los requisitos es ser “pobres en espíritu”. Se debe reconocer que nadie es espiritualmente autosuficiente. Todos necesitan la vida, el poder y la gracia sustentadora del Espíritu Santo a fin de heredar el reino de Dios.

207 Mateo, 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Aquí “los que lloran” se lamentan por la debilidad humana con relación al patrón de justicia de Dios y del poder del reino (Mateo, 5:6, 6:33). También “lloran” por las cosas que afligen a Dios, porque tienen los sentimientos en armonía con los de Dios y se afligen en el espíritu por el pecado, la inmoralidad y la crueldad que hay en el mundo (Lucas, 19:41, Hechos, 20:19, 2º Pedro, 2:8). Los que lloran son consolados al recibir del Padre “justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos, 14:17).

208 Uno de los principales ministerios (por así decirlo) de Dios es el de la consolación de sus hijos que lloran. Y este ministerio lo ejercen las 3 personas de la trinidad divina: El Padre: Pablo se refiere al Padre como “Dios de toda consolación” en 2º Corintios, 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación; El Hijo: Cuando Jesús, poco después de nacer, fue presentado en el templo, había allí un hombre piadoso que, aun estando el Espíritu Santo (uno de los consoladores) sobre el, esperaba la “consolación de Israel”, que no era otro que el Mesías: Lucas, 2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 

209 El Espíritu Santo: El propio Jesucristo dice que el rogara al Padre para que nos de “otro consolador”, dando a entender que El había sido el primero: Juan, 14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 

210 Ademas del ministerio de la consolación, la segunda y tercera persona de la trinidad divina, esto es Jesucristo y el Espíritu Santo, ejercen el ministerio de intercesión ante el Padre. Jesucristo intercede por nosotros ante el Padre desde el cielo: Romanos, 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. El Espíritu Santo intercede por nosotros ante el Padre dentro de nosotros (porque mora en nosotros) desde la tierra: Romanos, 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 

211 Mateo, 5:5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Los “mansos”, es decir, los de corazón humilde, son los que se postran delante de Dios y se someten a El. Encuentran en El su refugio y consagran a El todo su ser. Se interesan mas en la obra de Dios y en el pueblo de Dios que en lo que pueda sucederles personalmente (Salmos, 37:11). Los mansos (y no los agresivos) finalmente heredaran la tierra.

212 Mateo, 5:6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Este es uno de los versículos mas importantes del sermón del monte. [1] El requisito fundamental para todos los que viven piadosamente es tener “hambre y sed de justicia” (Mateo, 6:33). Moisés (Éxodo, 33:13, 18), el salmista (Salmos, 42:2, 6, 63:1-11) y el apóstol Pablo (Filipenses, 3:10) tuvieron tal hambre. La condición espiritual del creyente durante toda su vida dependerá de su hambre y sed de [a] la presencia de Dios (Deuteronomio, 4:29), [b] la Palabra de Dios (Salmos, 119), [c] la comunión con Cristo (Filipenses, 3:8-10), [d] la comunión del Espíritu (Juan, 7:37-39, 2º Corintios, 13:14), [e] la justicia (Mateo, 5:6), [f] el poder del reino (Mateo, 6:33) y [g] el retorno del Señor (2º Timoteo, 4:8).

213 [2] El hambre del creyente por las cosas de Dios desaparece cuando hay “afán de este siglo”, engaño de las riquezas (Mateo, 13:22), deseo desmedido de tener “las otras cosas” (Marcos, 4:19) y “los placeres de esta vida” (Lucas, 8:14) y cuando deja de permanecer en Cristo (Juan, 15:4). Cuando se le acaba el hambre por Dios y su justicia, muere espiritualmente. Por esta razón es necesario que sea sensible a la obra convincente del Espíritu Santo en su vida (Juan, 16:8-13, Romanos, 8:5-16). Por su parte, los que no cesan de tener hambre y sed de justicia “serán saciados”.

214 Mateo, 5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Los “misericordiosos” tienen misericordia y piedad de los que sufren, ya sea por el pecado o el pesar. Los misericordiosos desean, sinceramente, aliviar tal sufrimiento llevando a esas personas a la gracia y ayuda de Dios por medio de Jesucristo (Mateo, 18:23-35, Lucas, 10:30-37, Hebreos, 2:17). Al ser misericordiosos, es decir, al mostrar compasión por los demás, ellos “alcanzaran misericordia”.

215 Mateo, 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Los “de limpio corazón” son los que han sido liberados del poder del pecado por la gracia de Dios y ahora se esfuerzan, sin artificios, por agradar y glorificar a Dios y ser como El. [1] Procuran tener el mismo sentir que tiene Dios: amor por la justicia y odio por la maldad (Hebreos, 1:9). Su corazón (que incluye la mente, la voluntad y las emociones) esta en armonía con el corazón de Dios (1º Samuel, 13:14, Mateo, 22:37, 1º Timoteo, 1:5). [2] Únicamente los de corazón limpio “verán a Dios”. Ver a Dios significa ser su hijo y morar en su presencia, tanto ahora como en el reino futuro (Éxodo, 33:11, Apocalipsis, 21:7, 22:4).

216 Mateo, 5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Los “pacificadores” son los que se han reconciliado con Dios. Han hecho la paz con El mediante la cruz (Romanos, 5:1, Efesios, 2:14-16). Ahora se esfuerzan mediante su vida y testimonio por guiar a los demás, incluso a sus enemigos, a estar en paz con Dios.

217 Mateo, 5:10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. A todos los que procuran vivir en armonía con la Palabra de Dios, por causa de la justicia les espera la persecución. [1] Los que sostienen los principios divinos de verdad, justicia y pureza y que, al mismo tiempo, se niegan a acomodarse a la malvada sociedad de su tiempo o al estilo de vida de los creyentes “tibios” (Apocalipsis, 2, 3:1-4, 14:22), serán impopulares y sufrirán el rechazo y la critica. Experimentaran la persecución y la oposición del mundo (Mateo, 10:22, 24:9, Juan, 15:19) y, a veces, de los mismos que están en la iglesia (Hechos, 20:28-31, 2º Corintios, 11:3-15, 2º Timoteo, 1:15, 3:8-14, 4:16).

218 Cuando experimenten ese sufrimiento, los creyentes se han de alegrar (Mateo, 5:12), porque, a los que sufren mas, Dios les da mayores bendiciones (2º Corintios, 1:5, 2º Timoteo, 2:12, 1º Pedro, 1:7, 4:13). [2] Los creyentes deben estar conscientes de la tentación a comprometer la voluntad de Dios a fin de evitar la vergüenza, el ridículo, el desconcierto o la perdida (Mateo, 10:33, Marcos, 8:38, Lucas, 9:26, 2º Timoteo, 2:12). Nunca cambian los principios del reino de Dios: “…todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2º Timoteo, 3:12). Se les promete el reino y las recompensas celestiales a los que sufren y soportan persecución por causa de la justicia.

219 Mateo, 5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

220 Lucas también se refiere a las bienaventuranzas: Lucas, 6:20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. 6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. 6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. 6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.

221 Lucas, 6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos
Lucas, 6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. 6:25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. 6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.

222 Lucas, 6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Los seguidores de Jesucristo deben alegrarse y saltar de gozo (Lucas, 6:23) cuando, por causa de la fidelidad a Cristo y a sus principios divinos, se les critica y menosprecia. La persecución por causa de la justicia es prueba de que están en verdadera comunión con el Señor, ya que Jesús también fue odiado y maltratado por el mundo (Juan, 15:18-21, Mateo, 5:10).

223 Lucas, 6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas. En el AT, el pueblo de Israel muchas veces rechazo a los profetas y sus mensajes (1º Reyes, 19:10, Mateo, 5:12, 23:31, 37, Hechos, 7:51-52). Las iglesias de hoy deben saber que Dios les envía profetas (1º Corintios, 12:28, Efesios, 4:11) con el propósito de llamar a los dirigentes y al pueblo a una vida de justicia, fidelidad a todas las Escrituras y a la separación del mundo (Apocalipsis, 2 y 3). Las iglesias de hoy, como el Israel antiguo, pueden rechazar las palabras de sus profetas y perder la bendición y salvación de Dios o pueden aceptar el mensaje de Dios, apartarse del pecado, profundizar en su lealtad a Dios y su Palabra y continuar como pueblo de Dios.

224 Las iglesias que rechacen a los verdaderos profetas de Dios, al fin serán rechazadas por Dios (Lucas, 13:34-35, Apocalipsis, 2 y 3). Satanás, deliberadamente, enviara falsos profetas a las iglesias (Mateo, 13:24-30, 36:43), los cuales rechazan la autoridad absoluta de la Palabra de Dios, diciendo tener autoridad igual a la Palabra de Dios y mantienen que la revelación de ellos es infalible y que sus palabras están inmunes al juicio de las iglesias. Se debe rechazar con firmeza a estos profetas.

225 Lucas, 6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos
Lucas, 6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. Jesús esta dirigiéndose aquí a los que centran su vida, propósito, felicidad y metas principalmente en las cosas materiales o en la búsqueda de grandes riquezas.

226 Lucas, 6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas. Cuando gran parte del mundo incrédulo hable bien de un creyente o uno que profese ser ministro de Dios, eso pudiera ser una evidencia de que no es un verdadero creyente en Cristo, porque generalmente los falsos profetas son estimados por los que no son leales a Cristo. Al profeta o ministro que sirve a Dios le sucederá lo mismo que le sucedió a Cristo. Su vida y su mensaje estarán en conflicto con los pecados de los impíos y, por lo tanto, serán rechazados por ellos.

227 LA SAL DE LA TIERRA Mateo, 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. La sal es valiosa para dar sabor y proteger de la corrupción. Por lo tanto, el creyente y la iglesia en general deben ser ejemplos piadosos en el mundo y resistir la decadencia moral y la evidente corrupción de la sociedad. Cualquier iglesia que se vuelva tibia, apague el poder del Espíritu Santo y deje de resistir al “espíritu del mundo” será “arrojada” por Dios (Apocalipsis, 3:15-16). Como consecuencia, será “pisoteada por los hombres”, es decir, los que son tibios, junto con sus familias, serán destruidos por las costumbres y los valores de la sociedad impía (Deuteronomio, 28:13, 43, 48, Jueces, 2:20-22).

228 Lucas también se refiere a que los creyentes somos “la sal de la tierra” y completa la idea: Lucas, 14:34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará? 14:35 Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

229 LA LUZ DEL MUNDO Mateo, 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Los que conocemos a Cristo, no debemos escondernos del mundo ni de los hombres. La iglesia debe vivir apartada del pecado, no del mundo. El mundo es el mar donde los cristianos debemos “pescar” a los hombres. Ahí esta nuestra cosecha. Dios no quiere una iglesia auto acuartelada (eso es lo que busca Satanás).

230 JESUS Y LA LEY Mateo, 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 5:20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

231 El propósito de Cristo es que se cumpla el requisito espiritual de la ley de Dios en la vida de sus seguidores. (Romanos, 3:31, 8:4). La relación del creyente con la ley de Dios comprende lo siguiente: [1] La ley que el creyente esta obligado a guardar consta de los principios éticos o morales del AT (Mateo, 7:12, 22:36-40, Romanos, 3:31, Gálatas, 5:14), pero también de las enseñanzas de Cristo y de los apóstoles (Mateo, 28:20, 1º Corintios, 7:19, 9:21, Gálatas, 6:2). Esas leyes revelan la naturaleza y la voluntad de Dios para todas las personas y todavía se aplican. Las leyes del AT que se aplicaban directamente a la nación de Israel, tales como la de los sacrificios, las ceremoniales, las sociales o las civiles ya no son obligatorias (Hebreos, 10:1-4, Levítico, 1:2-3, 24:10).

232 Por ejemplo, lo que sigue vigente de la ley del AT es no matar (Éxodo, 20:13), no cometer adulterio (Éxodo, 20:14), no robar (Éxodo, 20:15), no codiciar (Éxodo, 20:17), no falsear medida de tierra, peso ni ninguna otra medida y tener balanzas, pesas y medidas justas (Levítico, 19:35-36). En cambio, la ley de “levirato” (del hebreo “levir”, que significa “cuñado”), una disposición, mas bien, de orden civil según la cual un hombre debía casarse con la mujer de su hermano fallecido “para que su nombre no sea borrado de Israel”, ya no es obligatoria (Deuteronomio, 25:5-6). [2] El creyente no debe considerar la ley como un sistema de mandamientos legales por los cuales se obtiene el merito del perdón y de la salvación (Gálatas, 2:16, 19). Mas bien se debe considerar la ley como un código moral para los que ya están en una relación de personas salvas con Dios y quienes, mediante la obediencia a esas leyes, manifiestan la vida de Cristo que hay en ellos (Romanos, 6:15-22).

233 [3] La fe en Cristo es el punto de partida del cumplimiento de la ley
[3] La fe en Cristo es el punto de partida del cumplimiento de la ley. Mediante la fe en El, Dios llega a ser Padre del creyente (Juan, 1:12). Por eso, la obediencia del creyente no se efectúa solo debido a una relación con Dios como legislador soberano sino, también, por una relación de hijo con su Padre (Gálatas, 4:6). [4] Por la fe en Cristo, a los creyentes se les da un impulso interior y el poder para cumplir la ley de Dios (Romanos, 16:25-26, Hebreos, 10:16), por la gracia de Dios (Romanos, 5:21) y por el Espíritu Santo que vive en ellos (Gálatas, 3:5, 14, Romanos, 8:13). La cumplen al vivir conforme al Espíritu (Romanos, 8:4-14). El Espíritu les ayuda a hacer morir los deseos pecaminosos de la carne y a cumplir la voluntad de Dios (Romanos, 8:13, Mateo, 7:21).

234 De este modo, la conformidad externa a la ley de Dios debe in acompañada de la transformación interior del corazón y del espíritu (Mateo, 5:21-28). [5] Al haber sido liberado del poder del pecado y al ser ahora esclavo de Dios (Romanos, 6:18-22), el creyente sigue el principio de “la fe” al estar “bajo la ley de Cristo” (1º Corintios, 9:21). Así cumple “la ley de Cristo” (Gálatas, 6:2) y, por consiguiente, es fiel al requisito de la ley (Romanos, 7:4, 8:4, Gálatas, 3:19, 5:16-25). [6] Jesús enseño con mucho énfasis que el hacer la voluntad de su Padre celestial es una condición permanente para entrar en el reino de los cielos (Mateo, 7:21).

235 Se determinara la posición de los creyentes en el reino de los cielos por su actitud con respecto a la ley de Dios y por su enseñanza y practica de ella. Su grado de fidelidad en ese aspecto determinara el grado de gloria en el cielo. La justicia de los escribas y los fariseos era solo exterior. Guardaban muchos preceptos, oraban, alababan, ayunaban, leían la Palabra de Dios y asistían a los cultos de adoración. Sin embargo, sustituían las actitudes correctas del espíritu por las obras externas de la carne. Jesús dijo que la justicia que Dios exige del creyente es mayor. El corazón y el espíritu (no solamente las acciones externas) deben conformarse a la voluntad de Dios, en fe y amor (Marcos, 7:6).

236 JESUS Y LA IRA Mateo, 5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 5:24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 5:25 Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 5:26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

237 Jesús no se refiere aquí a un enojo justo con los malvados e injustos (Juan, 2:13-17) sino que esta condenando el enojo vengativo del que injustamente desearía la muerte de otra persona. La palabra “necio” es un termino despectivo. Llamarle “necia” a una persona, con enojo y desprecio, pudiera se indicio de una actitud que lo pone a uno en peligro de ir a parar al fuego del infierno.

238 Lucas también se refiere a este tema: Lucas, 12:58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel. 12:59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.

239 JESUS Y EL ADULTERIO Mateo, 5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

240 Lo que Cristo condena no es el repentino pensamiento que Satanás pudiera poner en la mente de una persona o un deseo impropio que se genera de un momento a otro. Mas bien es un mal pensamiento o deseo acompañado de la aprobación de la voluntad humana. Es el tener un deseo inmoral que procuraría satisfacción si se presentara la oportunidad. El deseo interior por el placer sexual ilícito, si se contempla y no se resiste, es pecado. [1] El creyente debe tener mucho cuidado de abstenerse de contemplar con agrado escenas de inmoralidad tales como las que se muestran en las películas o en la literatura pornográfica (1º Corintios, 6:15, 18, Gálatas, 5:19, 21, Efesios, 5:5, Colosenses, 3:5, 2º Timoteo, 2:22, Timoteo, 2:12, Hebreos, 13:14, Santiago, 1:14, 1º Pedro, 2:11, 2º Pedro, 3:3, 1º Juan, 2:16).

241 [2] En la esfera de la conservación de la pureza sexual, tanto la mujer como el hombre tienen su responsabilidad. La mujer creyente debe procurar no vestirse de manera que atraiga la atención a su cuerpo provocando, de ese modo, la tentación en los hombres, estimulando la lujuria. Vestirse sin modestia es pecado (1º Timoteo, 2:9, 1º Pedro, 3:2-3).

242 JESUS Y EL DIVORCIO Mateo, 5:31 También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 5:32 Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.

243 JESUS ENSEÑA SOBRE EL DIVORCIO Mateo, 19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?

244 Mateo, 19:8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. 19:10 Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. 19:11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado. 19:12 Pues hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.

245 La primera bendición de Dios en la Biblia recae sobre el matrimonio: Génesis, 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. El “orden de Dios” es el siguiente: -Dios: Dios pretende que cada ser humano lo coloque a Él como prioridad absoluta en su vida (Mateo, 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente);

246 -La familia: Dios creó a Adán y Eva y delego en ellos la procreación, es decir, la posibilidad y la responsabilidad de la reproducción de la raza humana. Dios creó una sola vez las cosas (animales, vegetales y hombres), colocando en cada una la semilla para su reproducción (la Creación de Dios se reproduce a sí misma). Y Dios pretende que la reproducción del hombre sea en el ámbito de una familia y la base de la familia es el matrimonio entre un hombre y una mujer; y -La iglesia (el cuerpo de Cristo): Entendida esta no como el “edificio” donde se reúnen los creyentes sino como un “cuerpo vivo” constituido por aquellas personas que han aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador;

247 Nótese que la familia (y el matrimonio) son tan importantes para Dios que El mismo la ha colocado antes que a la iglesia (su pueblo). Y el primer paso para formar una familia es el matrimonio. Debido a la importancia que la familia tiene para Dios, Satanás ha buscado, desde el inicio y por todos los medios, destruir el matrimonio. Además de lo prescripto en Génesis, 2:24 (la institución y bendición del matrimonio), Dios dio dos mandamientos mas (los grandes mandamientos fueron 10, pero en el AT Dios dio, en definitiva, más de 600 preceptos o mandamientos y todos formaron y forman parte de la “ley de Moisés”): -Éxodo, 20:14 No cometerás adulterio; -Levítico, 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos (se entiende que si uno de los dos era soltero debía morir también, ya que era “participe” del pecado de adulterio);

248 Estos 2 mandamientos no requieren mayor elucidación: Éxodo, 20:14 prohibía el adulterio, entendiéndose por este la relación sexual entre un hombre y una mujer con personas distintas a su esposa y esposo respectivamente. De acuerdo a Levítico, 20:10 la paga de este pecado era, lisa y llanamente, la muerte (generalmente por lapidación o apedreamiento). No obstante, en la misma “ley de Moisés” aparece reglamentada una excepción a Génesis, 2:24 (“serán una sola carne”): la CARTA DE DIVORCIO. O sea que el divorcio (la posibilidad de “romper” el matrimonio) ya estaba contemplada en el AT (en la ley de Moisés).

249 Deuteronomio, 24:1 Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. 24:2 Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. 24:3 Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, 24:4 no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.

250 En suma, la carta de divorcio solo podía ser emitida: -por el hombre, hacia la mujer; y -“por haber hallado en ella alguna cosa indecente”, siempre y cuando no se tratara de adulterio, pecado para el cual, como vimos, solo cabía la muerte (Levítico, 20:10) y no una carta de divorcio; ¿Qué debemos entender por “alguna cosa indecente” - que no fuera adulterio - que motivara a los hombres del AT a emitir la carta de divorcio?. Básicamente la situación en la que un esposo descubría en la mujer, después de que se había celebrado la ceremonia nupcial, falta de castidad pre marital.

251 La carta de divorcio era un documento legal dado a la mujer a fin de quebrantar el pacto matrimonial, protegerla y liberarla de toda obligación con su anterior esposo. Después de recibir el certificado de divorcio, la mujer podía volver a casarse. Sin embargo, nunca debía volver a su anterior esposo si se terminaba su segundo matrimonio. El divorcio siempre es una tragedia, pero no es pecado cuando se basa en fundamentos bíblicos que ya veremos: -Mateo, 19:9 (cuando hay adulterio); y -1º Corintios, 7:15 (cuando dos personas se casan siendo inconversas y luego una se convierte y la otra no y la inconversa abandona a la persona creyente [y no al revés]; se excluye la situación de que una persona creyente se case con un inconverso ya que esto no debería pasar [2º Corintios, 6:14-18]);

252 Pero ¿por qué Dios tuvo que permitir en la ley que entrego a Moisés la posibilidad de que la mujer fuera repudiada por su marido mediante la carta de divorcio?. Jesucristo les contesta a los fariseos que, a los hombres del AT, se les había permitido repudiar a sus mujeres “por la dureza de vuestro corazón”, dando a entender que jamás había estado en la mente de Dios permitir que el matrimonio se rompiera, a menos que fuera por adulterio, en cuyo caso el matrimonio quedaba disuelto por la muerte (ejecución) del adúltero. No obstante, los hombres del AT habían abusado del repudio mediante la carta de divorcio, rompiendo sus vínculos con sus mujeres israelitas para casarse con mujeres extranjeras (prohibido en la ley de Moisés), probablemente más jóvenes y bonitas que las mujeres israelitas. Dios abomina (aun hoy) romper el matrimonio por este tipo de causas egoístas. Este es el escenario que describe Malaquías, que es el mismo escenario postexílico (después del exilio de 70 años en Babilonia) descripto en los libros de Esdras y Nehemías:

253 Malaquías, 2:11 Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado el santuario de Jehová que él amó, y se casó con hija de dios extraño. 2:12 Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos. 2:13 Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano. 2:14 Más diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. 2:15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. 2:16 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.

254 Jesucristo, que no vino a invalidar la ley de Moisés sino a profundizarla, agrega: Mateo, 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Lo anterior se aplica a los creyentes neo testamentarios y es claro como el agua: -La única causa que Dios acepta como causal de divorcio es la fornicación (adulterio); va de suyo que la persona engañada (la victima del adulterio) queda libre para casarse nuevamente siempre que la otra persona “este en el Señor” (lo cual implica cumplir con todos los deberes de un creyente neo testamentario);

255 -Las personas que se divorcian por causas distintas de la fornicación (por ejemplo, por problemas de convivencia, porque “se acabo el amor”, etc.), si se vuelven a casar o, aun sin casarse, mantienen relaciones con otras personas, cometen pecado de adulterio, haciendo participe del mismo pecado a la otra persona, sin importar la condición de esta ultima; Debe quedar claro algo muy importante: La persona que es víctima del adulterio no está obligada a disolver su matrimonio, ya que puede perdonar a su cónyuge adultero y proseguir con la relación. No obstante, si lo desea puede exigir el divorcio, quedando libre para volver a casarse, si lo desea.

256 La voluntad de Dios para el matrimonio es un solo cónyuge y un matrimonio para toda la vida. Jesús la enmienda con una sola excepción; la fornicación (del griego “porneia”), que incluye el adulterio o cualquier clase de inmoralidad sexual. Cuando Jesús critica el divorcio (Mateo, 19:7-8) se está refiriendo al divorcio permitido en el AT, en los casos en que un esposo descubría en la mujer, luego de celebrada la ceremonia nupcial, como hemos dicho, falta de castidad pre marital. Aun así, Dios deseaba que, en tales casos, los esposos permanecieran juntos. Sin embargo, El permitió el divorcio a causa de la falta de castidad pre marital, debido a la dureza de corazón de la gente (Mateo, 19:7-8). En caso de inmoralidad después del matrimonio, la ley del AT prescribía, lisa y llanamente, la disolución del matrimonio mediante la ejecución (muerte, generalmente por lapidación o apedreamiento) de los transgresores (Levítico, 20:10, Deuteronomio, 22:22).

257 Desde luego esto dejaba a la persona libre para volverse a casar: -Romanos, 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. -1º Corintios, 7:39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor. Bajo el nuevo pacto, los privilegios del creyente victima de adulterio no son menores. Aunque el divorcio es una tragedia, la infidelidad conyugal es un pecado tan cruel, que Cristo declara que el cónyuge inocente, víctima del adulterio, tiene derecho a terminar el matrimonio, basado en el adulterio (Mateo, 19:9), quedando en libertad de casarse con otro creyente:

258 1º Corintios, 7:27 ¿Estás ligado a mujer. No procures soltarte
1º Corintios, 7:27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 7:28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar. ¿Qué hay del cónyuge adultero, es decir, de aquel que cometió la infidelidad y por quien el matrimonio se disolvió?. No puede volver a casarse. Se entiende por “fornicación” al acto sexual entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio. Si al menos una de las personas está casada lo que hay, ademas, es “adulterio”.

259 Para que se entienda y siempre refiriéndonos, claro está, a relaciones entre un hombre y una mujer (de no ser así, el pecado cometido seria directamente de homosexualidad): -Dos personas solteras que mantienen relaciones sexuales sin estar casados solo cometen pecado de fornicación y no de adulterio (porque, en ningún caso, hay matrimonio de por medio). Demás esta decir que el adulterio es un pecado más grave que el de la fornicación ya que, en el caso del adulterio, quien lo comete, además de fornicar desprecia y pisotea una institución especialmente bendecida por Dios (además del daño que infringe a la persona engañada, lo cual tampoco será pasado por alto por Dios). Si bien toda injusticia es pecado, hay pecados especialmente más graves que otros: 1º Juan, 5:17 Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte (lo cual implica que hay pecados “si de muerte” o, dicho de otro modo, “más graves”);

260 -Dos personas divorciadas por causa de fornicación, donde ambas han sido víctimas de adulterio, que mantienen relaciones sexuales, solo cometen pecado de fornicación (no de adulterio, porque ambas han roto sus matrimonios por causa justificada, estando aptas para volver a casarse, como si fuesen solteras); -Dos personas en donde una está divorciada por causa de fornicación, donde ha sido víctima de adulterio y la otra es soltera, que mantienen relaciones sexuales, solo cometen pecado de fornicación (no de adulterio, porque la persona divorciada ha roto su matrimonio por causa justificada, estando apta para volver a casarse y la otra directamente es soltera);

261 -En cualquier otro caso, además de fornicación, siempre hay pecado de adulterio. Dos personas que se separan no por causa de fornicación, que mantienen relaciones sexuales con otras personas (sin importar la condición de estas últimas), aunque, incluso, se casen cometen (y hacen participes a quienes se relacionan con ellos del) pecado de adulterio (Mateo, 19:9); El análisis anterior solo se hizo para distinguir cuando hay pecado de fornicación y cuando, además, de adulterio. Ninguno de los dos (ni los fornicarios, ni los adúlteros) heredaran el reino de Dios: 1º Corintios, 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

262 En el caso de fornicación de un hombre con una prostituta hay un agravante: 1º Corintios, 6:16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Muchos creyentes (salvo algunas excepciones) llegan al conocimiento de Dios luego de haber vivido una importante parte de su vida “en el mundo”, sin conocimiento del Evangelio, motivo por el cual, desde ya, una cosa es cometer estos pecados en nuestro “andar por el mundo”, sin un conocimiento adecuado de Dios y otra, muy distinta, es cometerlos una vez que hemos conocido a Jesucristo y su salvación.

263 Si los cometimos antes de conocer al Señor Jesucristo, una vez que lo conocemos y lo aceptamos como Señor y Salvador, dichos pecados son perdonados y “sepultados en el fondo del mar”. Esto ocurre con todos los pecadores que se convierten al Señor, sin excepción. Sin embargo, una vez convertidos al Señor, debemos "ponernos a derecho" con su ley. Por ejemplo si dos personas solteras (o una soltera y la otra divorciada habiendo sido víctima de adulterio) conviven sin estar casados, deberán casarse. Si los cometemos, en cambio, con un conocimiento del Señor, por mínimo que sea, debemos comprender lo siguiente:

264 -Gálatas, 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará (inevitablemente caerá el juicio de Dios, ya que el Señor, para corregir y alinear lo torcido - el pecado - siempre se verá obligado a ejecutar su justicia, lo cual no implica que no recibamos el perdón, mas allá del castigo); y -Proverbios, 6:32 Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; Corrompe su alma el que tal hace. 6:33 Heridas y vergüenza hallará, Y su afrenta nunca será borrada.

265 La otra causal (ademas del adulterio) bíblica (es decir, aceptada por Dios) es cuando hay un matrimonio en el cual uno de los cónyuges es cristiano y el otro es inconverso. Sin perjuicio de que un cristiano no debería casarse con un inconverso (2º Corintios, 6:14-18), pudiera suceder que un hombre y una mujer se casen siendo los dos inconversos y luego uno de los dos se convierta. ¿Deberían separarse?. 1º Corintios, 7:12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 7:13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 7:16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?.

266 En primer lugar vale aclarar que no es que Pablo este dando simplemente su opinión al expresarse de esta manera. Más bien aclara que no tiene una cita de Cristo que confirme lo que está exponiendo (“yo digo, no el Señor”). Sin embargo, Pablo se expresa como quien tiene autoridad apostólica y está bajo inspiración divina. En el caso de que el cónyuge incrédulo abandone al creyente o se divorcie de él, se disuelve la relación matrimonial y el creyente queda libre de su obligación conyugal anterior (1º Corintios, 7:15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso). Esto significa que el creyente queda libre del contrato de matrimonio. La palabra “sujeto” (de griego “douloo”) literalmente significa “esclavizar”, de modo que el creyente fiel ya no está esclavizado a sus votos matrimoniales. En este caso, el creyente abandonado queda libre para volver a casarse con tal que sea con otro creyente.

267 No se admite, en cambio, que el cónyuge creyente abandone a su cónyuge inconverso ya que Pablo, en este sentido, es claro: si un hermano (hombre creyente) tiene mujer que no sea creyente y ELLA CONSIENTE (aun así quiere) vivir con él, no la abandone y si una mujer (creyente) tiene marido que no sea creyente y EL CONSIENTE (aun así quiere) vivir con ella, no lo abandone, porque, como lo explica Pablo, “el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos” y ademas Pablo antepone otra razón de peso: “¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”, es decir, siempre está la esperanza de que el cónyuge creyente ayude al cónyuge inconverso a convertirse. No obstante, cuando el que decide terminar con el matrimonio es el cónyuge inconverso, no hay mas nada qué hacer, quedando libre de toda obligación el cónyuge creyente. El lazo matrimonial solo queda roto (y el divorcio es aceptado por Dios) cuando es el cónyuge inconverso el que abandona al cónyuge creyente.

268 Marcos también se refiere a las enseñanzas de Jesús sobre el divorcio: Marcos, 10:2 Y se acercaron los fariseos y le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer. 10:3 El, respondiendo, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 10:4 Ellos dijeron: Moisés permitió dar carta de divorcio, y repudiarla. 10:5 Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; 10:6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios.

269 Marcos, 10:7 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, 10:8 y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. 10:9 Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 10:10 En casa volvieron los discípulos a preguntarle de lo mismo, 10:11 y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra ella; 10:12 y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.

270 Cualquiera que se divorcia por una razón que no tenga base bíblica y se vuelve a casar, peca contra Dios al cometer adulterio (Malaquías, 2:14, Mateo, 19:9, 1º Corintios, 7:15). En otras palabras, Dios no tiene obligación de reconocer como correcto o legitimo un divorcio sencillamente porque el Estado (o cualquier otra institución humana) lo haya legalizado.

271 Lucas también se refiere al tema, aunque mas escuetamente que Mateo y Marcos: Lucas, 16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera. Cualquiera que se divorcia de su cónyuge (o la abandona) por razones no bíblicas (Mateo, 19:9) y se vuelve a casar, comete adulterio. La palabra griega utilizada “adultera” es un presente de indicativo activo, que denota una acción continua, es decir, que mientras el cónyuge inocente desea y busca la reconciliación, la parte culpable que se vuelve a casar esta viviendo en una unión adúltera. Como Dios no considera anulado el matrimonio anterior, cualquier otra unión es adulterio.

272 [1] El primer aspecto moral, en este caso, es si las segundas nupcias del cónyuge culpable implican hacer caso omiso de las obligaciones del voto y de las responsabilidades paternales del primer matrimonio, que todavía pueden cumplirse. Si hay deseo de reconciliación por parte del cónyuge inocente, el asunto es crucial. La parte culpable vive en adulterio si se casa con otra persona (Marcos, 10:11-12). [2] Sin embargo, si la parte ofensora [a] no tiene posibilidad de volver al primer matrimonio, [b] ya ha entrado en el tipo de relación adultera descripta por Jesús y [c] sinceramente se arrepiente delante de Dios y se dedica a edificar la relación actual sobre la base de principios divinos, entonces la actual relación matrimonial puede llegar a convertirse en legitima (aceptada por Dios).

273 JESUS Y LOS JURAMENTOS Mateo, 5:33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 5:35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 5:36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

274 EL AMOR A LOS ENEMIGOS Mateo, 5:38 Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 5:39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 5:40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 5:41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.

275 Mateo, 5:43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 5:45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 5:46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 5:47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

276 Aquí Jesús no se esta pronunciando contra la aplicación de la justicia adecuada a los malvados (Romanos, 13:1-4). Mas bien El se refiere al amor que debemos mostrarles a nuestros enemigos (Lucas, 6:27). No se debe reaccionar en un espíritu de odio contra el mal que se recibe, sino de una manera que muestre los valores centrados en Cristo y su reino. Las acciones hacia los que no se muestran bondadosos deben ser tales que los lleve a aceptar a Cristo como su Salvador. Como ejemplos de ese espíritu, compárense Génesis, 13:1-13 con Génesis, 14:14 y Génesis, 50:19-21 con Génesis, 37: Véanse también 1º Samuel 24 y 26, Lucas, 23:34 y Hechos, 7:60).

277 Lucas también se refiere al amor hacia los enemigos (y la regla de oro): Lucas, 6:27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; 6:28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. 6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

278 Lucas, 6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis
Lucas, 6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. 6:33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. 6:34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. 6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

279 Amar a los enemigos no significa un amor emotivo, tal como que sean de agrado los enemigos sino, mas bien, un interés genuino por su bienestar y su salvación eterna. Como se sabe el terrible destino que les espera a los que son hostiles a Dios y a su pueblo, debe orarse por ellos e intentarse, al pagarles bien por mal, llevarlos a Cristo y a la fe del Evangelio (Proverbios, 20:22, 24:29, Mateo, 5:39-45, Romanos, 12:17, 1º Tesalonicenses, 5:15, 1º Pedro, 3:9). Amar a los enemigos no quiere decir permanecer impasible mientras los malvados siguen haciendo sus maldades. Cuando sea necesario por el honor de Dios, el bien y la seguridad de los demás o el bienestar final de los pecadores, deben tomarse acciones radicales que detengan la maldad (Marcos, 11:15, Juan, 2:13-17).

280 JESUS Y LA LIMOSNA Mateo, 6:1 Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, 6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

281 El principio establecido en estos versículos trata del móvil del creyente para actuar correctamente. Si cualquier creyente, sea laico o ministro, hace el bien por la admiración de los demás o por razones egoístas, perderá su recompensa y el reconocimiento por parte de Dios. Aparecerá, entonces, como un hipócrita que, bajo la apariencia de dar gloria a Dios, en realidad busca la gloria para si mismo. Cristo se refiere a la justicia, es decir, las obras de caridad en 3 esferas: [1] dar (Mateo, 6:2-4), orar (Mateo, 6:5-8) y ayunar (Mateo, 6:16-18). Su condenación a la justicia que se hace para ser visto por los demás, pone en tela de juicio gran parte de la actividad cristiana contemporánea, incluso la competencia por la pomposidad, la publicidad del éxito personal, el espectáculo y la diversión en la iglesia y el deseo de ser el primero (1º Corintios, 3:13-15, 4:5).

282 JESUS Y LA ORACION Mateo, 6:5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. 6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. 6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

283 Todo hijo de Dios debe tener un lugar para estar a solas con Dios
Todo hijo de Dios debe tener un lugar para estar a solas con Dios. A menos que exista tal lugar, la oración en secreto no se mantendrá por mucho tiempo, ni de manera persistente. Jesús tenia sus lugares secretos (Mateo, 14:23, Marcos, 1:35, Lucas, 4:42, 5:16, 6:12). La oración en secreto, tiene una importancia especial: [1] por la mañana, para encomendarle el día a Dios, [2] por la noche, para darle gracias por su misericordia y [3] en ocasiones en que el Espíritu Santo impulse al creyente a orar. El Padre celestial promete recompensar a estos hijos de modo manifiesto: con la oración respondida, con su presencia intima y con honra verdadera por toda la eternidad (Mateo, 6:9).

284 Mateo, 6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Con esta oración modelo, Cristo indico aspectos de interés que deben ser parte de la oración. El “padrenuestro” comprende 6 peticiones: 3 que tratan de la santidad y la voluntad de Dios y 3 que tratan de las necesidades personales. Su brevedad no significa que se deba orar brevemente. A veces Cristo oro durante toda una noche (Lucas, 6:12).

285 Mateo, 6:9 Padre nuestro que estás en los cielos La oración comprende la adoración al Padre celestial. Como Padre, Dios ama y cuida al creyente y recibe su comunión con agrado. Por medio de Cristo, el creyente tiene acceso al Padre en cualquier momento para adorarlo y expresarle sus necesidades. Dios como Padre no significa que El es como un padre terrenal que tolera la maldad de sus hijos o deja de disciplinarlos correctamente. Dios es un Padre de santidad que tiene que oponerse al pecado. No tolerara la maldad ni siquiera en quienes lo llaman Padre. Su nombre tiene que ser santificado. Por eso, como Padre celestial el puede castigar o bendecir, retener o dar, actuar con justicia o con misericordia. Su manera de responder a sus hijos depende de la fe y la obediencia a El.

286 Mateo, 6:9 santificado sea tu nombre
Mateo, 6:9 santificado sea tu nombre. Lo primordial en las oraciones y en la vida del creyente debe ser la santificación del nombre de Dios. Es de suma importancia que Dios sea reverenciado, honrado, glorificado y exaltado (Salmos, 34:3). En la oración y en el diario andar se debe estar intensamente interesado en la reputación de Dios, de su iglesia, de su Evangelio y de su reino. Hacer algo que deshonre el nombre y el carácter del Señor es un pecado espantoso que lo expone a vergüenza publica.

287 Mateo, 6:10 Venga tu reino. La oración debe mostrar interés por el reino de Dios en la tierra ahora y su cumplimiento final en el futuro. Se debe orar por la venida de Cristo y el establecimiento del reino eterno de Dios en el cielo nuevo y la tierra nueva (Apocalipsis, 21:1, 2º Pedro, 3:10-12, Apocalipsis, 20:11, 22:20). Se debe orar por la presencia espiritual y la manifestación del reino de Dios en la actualidad. Esto incluye el hacer valer el poder de Dios entre su pueblo para destruir las obras de Satanás, sanar a los enfermos, salvar a los perdidos, promover la justicia y derramar el Espíritu Santo sobre su pueblo.

288 Mateo, 6:10 Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Orar “hágase tu voluntad” significa que se desea sinceramente que la voluntad y el propósito de Dios se cumplan en la vida de cada uno y en la vida de la familia, de acuerdo con el plan eterno. Se puede determinar lo que es la voluntad de Dios primordialmente en su voluntad revelada, es decir, en la Biblia y también mediante la dirección del Espíritu Santo en el corazón (Romanos, 8:4-14). Se hace la voluntad de Dios cuando sus hijos piden que venga “el reino de Dios y su justicia” (Mateo, 6:33).

289 Mateo, 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
Mateo, 6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. La oración debe incluir peticiones con respecto a las necesidades diarias del que ora: Filipenses, 4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Lucas, 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

290 Mateo, 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Se debe orar con respecto a los pecados con la disposición de perdonar las ofensas de los demás (Mateo, 6:14-15, Hebreos, 9:14, 1º Juan, 1:9). Mateo, 6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Todos los creyentes son objeto especial de la enemistad y los malvados propósitos de Satanás. Por esto, nunca debe olvidarse el pedir ser librado de su poder y sus intrigas (Lucas, 11:26, 18:1, 22:31, Juan, 17:15, 2º Corintios, 2:11).

291 Mateo, 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Aquí Jesús pone énfasis en que el creyente debe estar dispuesto a perdonar las ofensas de los demás. Si el creyente no perdona al ofensor, Dios no lo perdonara a el y sus oraciones no tendrán ningún efecto. Este es un principio importante por el cual Dios perdona.

292 LOS DOS DEUDORES Mateo, 18:23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 18:25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 18:26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 18:27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 18:28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.

293 Mateo, 18:29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 18:30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 18:32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 18:33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? 18:34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. 18:35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

294 Continuando con el tema del perdón, en esta parábola Jesús enseña que el perdón de Dios, aunque se da gratis a los pecadores arrepentidos, no obstante permanece condicionado a la voluntad de la persona para perdonar a los demás. En otras palabras, se puede perder el perdón de Dios al mantener un corazón amargado que se niegue a perdonar (Mateo, 6:14-15, Hebreos, 12:15, Santiago, 3:11, 14). Nótese lo que Pablo dice al respecto: Efesios, 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

295 Lucas también se refiere al “padrenuestro”: Lucas, 11:1 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. 11:2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 11:4 Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

296 Lucas, 11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
Lucas, 11:3 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. El creyente debe aprender a orar por la provisión necesaria (Mateo, 6:11), basado en 4 principios: [1] debe orar por cualquier petición según la voluntad de Dios y para su gloria (Mateo, 6:10, 33, 1º Corintios, 10:31, 1º Juan 5:14-15). [2] Debe querer que Dios muestre su amor paternal por el (Mateo, 6:9, 25-34). [3] La provisión por la que ora, debe suplir sus necesidades fundamentales y darle la capacidad para llevar a cabo el servicio cristiano (2º Corintios, 9:8, 1º Timoteo, 6:8, Hebreos, 13:5). [4] Puede pedir cosas para si mismo solo después que, con fidelidad, le haya dado a Dios y a los demás (2º Corintios, 9:6, 8:2).

297 EL ESPIRITU SANTO Antes de seguir hablemos un poco del Espíritu Santo
EL ESPIRITU SANTO Antes de seguir hablemos un poco del Espíritu Santo. Lucas, 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?. Jesús tenia una relación especial con el Espíritu Santo. En las profecías del AT concernientes a la venida del Mesías, varias predijeron específicamente que seria investido con el poder del Espíritu Santo (Isaias, 11:2, 61:1-3). Cuando Jesús leyó la porción de Isaias, 61:1-2 en la sinagoga de Nazaret, afirmo: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Lucas, 4:18-21).

298 NACIMIENTO DE JESUS Mateo y Lucas explicita e inequívocamente afirman que Jesús vino al mundo como resultado de un acto milagroso de Dios. Fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María (Mateo, 1:18, 23, Lucas, 1:27). Debido a esa concepción milagrosa, Jesús es “santo” (Lucas, 1:35), es decir, libre de toda contaminación de pecado. Eso lo hacia digno de cargar la culpa de los pecadores y efectuar la expiación (Mateo, 1:23). Sin una Salvador perfecto y sin pecado no se hubiera podido tener la redención.

299 EL BAUTISMO DE JESUS Cuando fue bautizado por Juan el Bautista, Jesús, que mas tarde bautizaría a sus discípulos en el Espíritu el día de Pentecostés y a través de toda la época de la iglesia (Lucas, 3:16, Hechos, 1:4-5, 2:33, 38-39), fue ungido personalmente por el Espíritu (Mateo, 3:16-17, Lucas, 3:21-22). El Espíritu vino sobre El en forma de paloma, capacitándolo con gran poder para realizar su ministerio, que incluía la obra de redención. Cuando el Señor se fue al desierto, después de su bautismo en agua, estaba “lleno del Espíritu Santo” (Lucas, 4:1). Así como sucedió con el Señor, todos los que han tenido el nuevo nacimiento sobrenatural por el Espíritu Santo, deben recibir el bautismo en el Espíritu que les de poder en su vida y para su ministerio (Hechos, 1:8).

300 SATANAS TIENTA A JESUS Inmediatamente después de su bautismo, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el diablo durante 40 días (Lucas, 4:1-2). Solo porque estaba lleno del Espíritu fue capaz de enfrentarse firmemente a Satanás y resistir las tentaciones que le presento. Asimismo, es el propósito de Dios que el creyente no se enfrente nunca a las fuerzas espirituales del mal y del pecado sin el poder del Espíritu. Hay que estar capacitados con su plenitud y seguir su dirección a fin de ser victoriosos contra Satanás.

301 EL MINISTERIO DE JESUS Cuando Jesús hizo referencia al cumplimiento de la profecía de Isaias acerca del poder del Espíritu Santo sobre El, uso el mismo pasaje para recalcar la naturaleza de su ministerio de predicación, de sanidades y liberación (Isaias, 61:1-2, Lucas, 4:16-19). El Espíritu ungió a Jesús y le dio poder para su misión. Jesús es Dios (Juan, 1:1), pero también es hombre (1º Timoteo, 2:5). Por ser humano tenia que depender de la ayuda y el poder del Espíritu para cumplir sus responsabilidades delante de Dios (Mateo, 12:28, Lucas, 4:1, 14, Romanos, 8:11, Hebreos, 9:14). Fue solo como hombre ungido por el Espíritu que Jesús pudo vivir, servir y proclamar el Evangelio (Hechos, 10:38). En esto, es un perfecto ejemplo para el creyente. Cada uno debe recibir la plenitud del Espíritu Santo (Hechos, 1:8, 2:4).

302 LA PROMESA DE JESUS EN CUANTO AL ESPIRITU SANTO Juan el Bautista había profetizado que Jesús bautizaría a sus seguidores en el Espíritu Santo (Mateo, 3:11, Marcos, 1:8, Lucas, 3:16, Juan, 1:33), profecía que Jesús mismo reitero (Hechos, 1:5, 11:16). En Lucas, 11:13 Jesús prometió dar el Espíritu Santo a todos los que lo pidieran. Todos los versículos anteriores se refieren a la plenitud del Espíritu que Cristo promete dar a quienes ya son hijos del Padre celestial, promesa que se cumplió primero el día de Pentecostés (Hechos, 2:4) y permanece como promesa para todos los que se han convertido en sus discípulos y piden el bautismo en el Espíritu (Hechos, 1:5, 2:39).

303 LA RESURRECCION DE JESUS Mediante el poder del Espíritu Santo, Jesús fue resucitado del sepulcro y así vindicado como el verdadero Mesías e Hijo de Dios. Romanos, 1:3-4 dice que por el Espíritu de Santidad (el Espíritu Santo) Jesús “fue declarado Hijo de Dios con poder” y Romanos, 8:11 que el Espíritu “levanto de los muertos a Cristo Jesús”. Como Jesús dependió del Espíritu Santo para su resurrección, así los creyentes dependen del Espíritu para tener la vida espiritual ahora y la resurrección corporal en el futuro (Romanos, 8:10-11).

304 LA ASCENCION DE JESUS AL CIELO Después de su resurrección, Cristo fue llevado al cielo y se sentó a la diestra de su Padre a gobernar el reino de Dios con El (Marcos, 16:9, Lucas, 24:51, Hechos, 1:9-11, Efesios, 4:8-10). En esa exaltada posición recibió el Espíritu Santo de parte de su Padre y derramo el Espíritu sobre su pueblo el día de Pentecostés (Hechos, 2:33, Juan, 16:5-14), afirmando así su señorío como profeta, sacerdote y rey. Ese derramamiento del Espíritu Santo el día de Pentecostés y durante toda la época actual, da testimonio de la continua presencia y de la autoridad del exaltado Salvador.

305 LA CERCANIA DE CRISTO A SU PUEBLO Como una de sus tareas actuales, el Espíritu Santo toma lo que es de Cristo y se lo revela a los creyentes (Juan, 16:14-15). Es decir, se transmiten los beneficios redentores de la salvación en Cristo por medio del Espíritu (Romanos, 8:14-16, Gálatas, 4:6). Es de mucha importancia la cercanía de Jesús a los creyentes (Juan, 14:18). El Espíritu los hace conscientes de la presencia de la persona de Jesucristo y de su amor, bendición, auxilio, perdón, sanidad y todo lo que es suyo por la fe. Asimismo, el Espíritu les conmueve el corazón para que busquen al Señor en amor, oración y adoración (Juan, 4:23-24, 16:14).

306 EL REGRESO DE CRISTO POR SU PUEBLO Jesucristo ha prometido volver y llevar a su pueblo fiel para que este con El para siempre (Juan, 14:1-3, 1º Tesalonicenses, 4:15-17). Esta es la bendita esperanza de todos los creyentes (Tito, 2:13), el acontecimiento por el que oran y anhelan (2º Timoteo, 4:8). Las Escrituras revelan que el Espíritu Santo les pone en el corazón que clamen a Dios por el retorno de su Señor. Es el Espíritu quien da testimonio de que su redención esta incompleta hasta que vuelva Cristo (Romanos, 8:23). Al final mismo de la Biblia, el Espíritu Santo inspiro las palabras “ven, Señor Jesús” (Apocalipsis, 22:20).

307 LA ORACION Y LA REGLA DE ORO Mateo, 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 7:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

308 Jesús anima a que se persevere en oración
Jesús anima a que se persevere en oración. El tiempo de los verbos griegos en Mateo, 7:8 indica una acción continua. Esto quiere decir que hay que mantenerse pidiendo, buscando y llamando. El pedir implica tener conciencia de la necesidad y la creencia de que Dios oye la oración. El buscar implica el ruego intenso junto con la obediencia a la voluntad de Dios. El llamar implica perseverancia en ir a Dios aun cuando El no responda rápidamente. La promesa de Cristo, de que quienes busquen recibirán lo que pidan, se basa en: [1] buscar, ante todo, el reino de Dios (Mateo, 6:33), [2] reconocer la bondad y el amor paternal de Dios (Mateo, 6:8, 7:11, Juan, 15:16, 16:23, 26, Colosenses, 1:9-12), [3] orar de acuerdo con su voluntad (Marcos, 11:24, Juan, 21:22, 1º Juan, 5:14), [4] permanecer en Cristo (Juan, 5:7) y [5] obedecer a Cristo (1º Juan, 3:22).

309 JESUS Y EL AYUNO Mateo, 6:16 Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. 6:17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, 6:18 para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

310 En la Biblia, el ayuno se refiere a la disciplina de abstenerse de alimentos con propósitos espirituales. Aunque a menudo se relacionaba con la oración, el ayuno debe considerarse un ejercicio espiritual en si mismo. En realidad, se le puede llamar al ayuno “la oración sin palabras”. Hay 3 principales formas de ayuno en la Biblia: [1] El ayuno normal: abstención de todo alimento, solido o liquido, pero no de agua (Mateo, 4:2). [2] El ayuno absoluto: abstención de alimento y de agua (Ester, 4:16, Hechos, 9:9). Por lo general, esta clase de ayuno no debería durar mas de 3 días, ya que el cuerpo comienza a deshidratarse. Moisés y Elías practicaron el ayuno absoluto por 40 días, pero solo bajo condiciones sobrenaturales (Éxodo, 34:28, Deuteronomio, 9:9, 18, 2º Reyes, 19:8). [3] El ayuno parcial: una restricción de la dieta en vez de la abstención completa (Daniel, 10:3). Por ejemplo, una dieta a base de frutas y verduras, sin carne.

311 Cristo mismo practico esta disciplina y enseño que debía ser parte de la devoción del creyente (Mateo, 6:16) y un acto de preparación para su regreso (Mateo, 9:15). La iglesia del NT practico al ayuno (Hechos, 13:2-3, 14:23, 27:33). El ayuno con oración tiene varios propósitos: [a] honrar a Dios (Mateo, 6:16-18, Zacarías, 7:5, Lucas, 2:37, Hechos, 13:2), [b] humillarse delante de Dios (Esdras, 8:21, Salmos, 69:10, Isaias, 58:3), a fin de recibir mas gracia (1º Pedro, 5:5) y disfrutar de intimidad con Dios (Isaias, 57:15, 58:6-9), [c] lamentarse por el pecado y el fracaso personal (1º Samuel, 7:6, Nehemías, 9:1-2), [d] lamentarse por los pecados de la iglesia, de la nación y del mundo (1º Samuel, 7:6, Nehemías, 9:1-2), [e] buscar la gracia para una nueva tarea y para confirmar la consagración a Dios (Mateo, 4:2).

312 [f] buscar a Dios al acercarse a El y prevalecer en oración contra las fuerzas espirituales que se oponen (Jueces, 20:26, Esdras, 8:21, 23, 31, Jeremías, 29:12-14, Joel, 2:12, Lucas, 18:3, Hechos, 9:10-19), [g] mostrar arrepentimiento y permitir así que Dios cambie sus intenciones declaradas de juicio (2º Samuel, 12:16, 22, 2º Reyes, 21:27-29, Jeremías, 18:7-8, Joel, 2:12-14, Jonás, 3:5, 10), [h] salvar a las personas de la esclavitud del mal (Isaias, 58:6, Mateo, 17:14-21, Lucas, 4:18), [i] obtener revelación, sabiduría y entendimiento con respecto a la voluntad de Dios (Isaias, 58:5-6, 11, Daniel, 9:3, 21-22, Hechos, 13:2-3) y [j] abrir la vía para el derramamiento del Espíritu y el retorno de Cristo a la tierra por su pueblo (Mateo, 9:15).

313 TESOROS EN EL CIELO Mateo, 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Lucas, 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino. 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye. 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

314 El corazón de una persona (los sentimientos, los pensamientos, los deseos, los valores, la voluntad y las decisiones) es atraído por las cosas que son mas importantes para ella. Si uno atesora cosas terrenales, entonces su corazón estará esclavizado a tales cosas (Lucas, 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón). Si, en cambio, el reino de Dios, las cosas celestiales, su Palabra, su presencia, su santidad y la relación de uno con El son su tesoro, entonces su corazón será atraído por las cosas del reino de Dios y la vida de uno será dirigida hacia el cielo, esperando el retorno del Señor.

315 Jesucristo, refiriéndose a Satanás dijo: Juan, 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Lucas, por su parte, dice: Lucas, 12:33 haceos… tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega. En su guerra contra los santos, Satanás atacara tus finanzas y economía. No obstante, los tesoros espirituales que Dios decreto que te corresponden no los podrá tocar jamás (“donde ladrón no llega”).

316 LA LAMPARA DEL CUERPO Mateo, 6:22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; 6:23 pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Lucas, 11:34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. 11:35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. 11:36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.

317 El ojo es el medio del cuerpo para recibir la luz
El ojo es el medio del cuerpo para recibir la luz. Si el ojo es saludable, entonces uno puede recibir y usar plenamente la luz. Si el ojo, en cambio, es defectuoso, entonces prevalece la oscuridad y uno no puede ver para caminar ni trabajar. De la misma manera, cuando el ojo espiritual de una persona, es decir, cuando sus actitudes, sus motivos y sus deseos se inclinan a la voluntad de Dios, entonces las luz de su Palabra entra en su espíritu para producir bendiciones, fruto y salvación (Gálatas, 5:22-23). Pero si sus deseos no se enfocan en las cosas de Dios, entonces la revelación y la verdad de Dios no tendrán efecto. Cada creyente debe examinar su vida para estar seguro de que sus ojos espirituales sean tan sanos que, en realidad, el Evangelio pueda santificarlo y renovar su vida interior.

318 El creyente debe preguntarse si responde a la enseñanza o a la lectura de las Escrituras con un espíritu que ama a Dios, a Cristo y a la Palabra cada vez mas o si, a pesar de todos los mensajes del Evangelio y la enseñanza bíblica que ha recibido, hay muerte en su alma y esta en la esclavitud del pecado. Si esto ultimo es el caso, sus ojos espirituales son malos todavía y su cuerpo esta lleno de oscuridad. Entonces debe confesar sus pecados, arrepentirse de ellos y separarse de todo aquello que lo conduzca a la oscuridad.

319 DIOS Y LAS RIQUEZAS Mateo, 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Lucas, 16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

320 Servir a las riquezas es darle tanto valor al dinero que [a] se ponga en el la confianza y la fe, [b] se considere como la máxima seguridad y felicidad, [c] se espere que garantice el futuro y [d] se le desee mas que la justicia y el reino de Dios. La acumulación de riquezas pronto domina la mente y la vida de uno de manera que la gloria de Dios ya no es primordial. Las riquezas del mundo hacen que sea muy difícil mantener a Dios como el centro de la vida.

321 Salomón fue el que, tal vez, dio en la tecla respecto de este tema: Proverbios, 30:8 No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario; 30:9 No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios. Ni mucho para que nos olvidemos de Dios, ni poco tal que nos veamos obligados, por estar desesperados, a robar.

322 EL JOVEN RICO Mateo, 19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 19:17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 19:22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

323 Mateo, 19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 19:24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 19:25 Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 19:26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. 19:27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?.

324 Mateo, 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. 19:30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.

325 Jesús puso a prueba al joven rico en su punto mas débil: su riqueza
Jesús puso a prueba al joven rico en su punto mas débil: su riqueza. El no estaba dispuesto a poner a Cristo por encima de sus posesiones. ¿Significa la declaración de Cristo que todos los creyentes deben vender todo lo que tienen?. No, porque deben atender a las necesidades de su propia familia y de los demás. Sin embargo, deben estar dispuestos a abandonar cualquier cosa que pida Cristo. Lo consagración a El no puede ser nada menos.

326 Mateo, 19:30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros. Los “primeros” son aquellos a los que el mundo (y muchas veces la propia iglesia) le tiene una estima por su riqueza, educación, nivel social, puesto o talento. Los “postreros”, en cambio, son aquellos desconocidos, a quienes no se les da importancia. En el mundo venidero, a “muchos” a quienes se les consideraba grandes dirigentes en la iglesia se les dará un lugar detrás de otros, y a muchos que eran desconocidos se les exaltara a lugares gloriosos (1º Corintios, 15:41-42). Esto se debe a que Dios valora a las personas no por las apariencias sino por la sinceridad, la pureza y el amor del corazón (1º Samuel, 16:7). Léanse los relatos sobre la viuda pobre (Mateo, 12:42-44) y sobre María de Betania (Mateo, 26:7-13) para ver la actitud de Cristo hacia los humildes.

327 Marcos también se refiere a esta historia: Marcos, 10:17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 10:18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 10:19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 10:20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 10:21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 10:22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

328 Marcos, 10:23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 10:24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! 10:25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 10:26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 10:27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. 10:28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido. 

329 Marcos, 10:29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 10:30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. 10:31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.

330 Lucas también menciona la historia del joven rico: Lucas, 18:18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. 18:20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. 18:21 El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. 18:22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 18:23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

331 Lucas, 18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. 18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? 18:27 El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. 18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido. 18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, 18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

332 LAS RIQUEZAS Y LA POBREZA Lucas, 18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Una de las declaraciones mas duras del Señor es que resulta casi imposible que un rico entre en el reino de los cielos. Sin embargo, esta no es sino una de varias declaraciones que hizo sobre las riquezas y la pobreza, con las cuales el Señor dio una perspectiva que repitieron los apóstoles en varias cartas del NT.

333 LAS RIQUEZAS El punto de vista que prevalecía entre los judíos del NT era que ser rico indicaba el favor especial de Dios y que ser pobre era señal de falta de fe y desaprobación de Dios (Proverbios, 10:15). Por ejemplo, los fariseos pensaban de esta manera y se burlaban de Jesús por su pobreza (Lucas, 16:14). Aunque este concepto equivocado se repite en la historia de la iglesia cristiana, Cristo lo rechaza con firmeza (Lucas, 6:20, 16:13, 18:24-25). La Biblia identifica el afán y la codicia de las riquezas con la idolatría, que es demoniaca (1º Corintios, 10:19-20, Colosenses, 3:5). Debido al poder demoniaco asociado con las posesiones, a menudo el deseo y la ambición de las riquezas esclavizan (Mateo, 6:24).

334 Según la perspectiva de Cristo, las riquezas son un obstáculo para la salvación y el discipulado (Mateo, 19:24, 13:22). Dan una falsa sensación de seguridad (Lucas, 12:15), engañan (Mateo, 13:22) y exigen la absoluta lealtad del corazón (Mateo, 6:21). Los ricos suelen vivir como si no tuvieran necesidad de Dios. Al buscar las riquezas, ahogan su vida espiritual (Lucas, 8:14) y caen en tentación y lazo (1º Timoteo, 6:9), por los cuales abandonan la fe salvadora (1º Timoteo, 6:10). Con demasiada frecuencia los ricos se aprovechan de los pobres (Santiago, 2:5-6). De modo que ningún creyente debe desear el enriquecimiento (1º Timoteo, 6:9-11). La acumulación egoísta de posesiones materiales es una señal de que ya no se considera la vida desde el punto de vista de la eternidad (Colosenses, 3:1). Los avaros y egoístas ya no tienen como meta hallar satisfacción en Dios sino, mas bien, en si mismos y en sus posesiones.

335 La tragedia de la esposa de Lot, por ejemplo, fue poner todo su afecto en una ciudad terrenal y no en la celestial (Génesis, 19:16, 26, Lucas, 17:28-33, Hebreos, 11:8-10). En otras palabras, la ambición de riquezas trae consigo la semilla de la separación total de Dios (1º Timoteo, 6:10). Las verdaderas riquezas del creyente son la fe y el amor que se expresan en la abnegación y el seguir a Cristo (1º Corintios, 13:4-7, Filipenses, 2:3-5). Los verdaderos ricos son los que están libres de las cosas del mundo porque confían en que Dios es su Padre y que no los abandonara (2º Corintios, 9:8, Filipenses, 4:19, Hebreos, 13:5-6). Los verdaderos ricos, en suma, no son los que tienen mas sino los que necesitan menos.

336 Con respecto a la actitud correcta hacia las posesiones y el uso que se les debe dar, los justos tienen la obligación de ser fieles (Lucas, 16:11). Los creyentes no deben aferrarse a ellas como riqueza o seguridad personal, sino que deben despojarse de su riqueza y poner sus recursos en las manos del Señor para que se usen en su reino, para que avance la causa de Cristo en la tierra y para que se salven y queden satisfechas las necesidades de los demás. De modo que los creyentes que tienen riquezas y bienes materiales no deben considerarse ricos sino como administradores de lo que es de Dios (Lucas, 12:31-48). Deben ser generosos, estar listos a compartir y abundar en buenas obras (Efesios, 4:28, 1º Timoteo, 6:17-19). Todo creyente debe examinar su corazón y sus deseos. ¿Soy una persona avarienta?. ¿Soy egoísta?. ¿Ansío la abundancia?. ¿Anhelo la honra, el prestigio y el poder que a menudo produce la riqueza?.

337 LA POBREZA Una de las tareas que Jesús considero como su misión dirigida por el Espíritu fue “dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas, 4:18, Isaias, 61:1). En otras palabras, puede definirse el Evangelio de Cristo como un “Evangelio de los pobres” (Mateo, 5:3, 11:5, Lucas, 7:22, Santiago, 2:5). Los “pobres” (del griego “ptocos”) son los humildes y afligidos del mundo, que acuden a Dios en gran necesidad y buscan su ayuda. Al mismo tiempo, son fieles a Dios y anhelan la redención de Dios para su pueblo del pecado, del sufrimiento, del hambre y del odio que hay en el mundo. No buscan la riqueza ni la satisfacción en las cosas terrenales (Salmos, 18:27, 22:26, 25:9, 37:11, 72:2, 12-13, 74:19, 147:6, Isaias, 11:4, 29:19, Lucas, 6:20, 16:25, Juan, 14:3).

338 No hay duda de que los pobres que pertenecen a Dios recibirán liberación del sufrimiento de la opresión, de la injusticia y de la pobreza (Lucas, 6:20-23, 18:1-8). La ayuda debe llegarles, en parte, mediante las ofrendas de los hijos del Señor que han sido bendecidos con bienes materiales. Dios ve a su pueblo en pobreza y afirma “pero tu eres rico” (Apocalipsis, 2:9).

339 EL RICO INSENSATO Lucas, 12:13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. 12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

340 Lucas, 12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios. 

341 Hacer de las ganancias o riquezas terrenales el deseo de la vida es un error fatal que conduce a la perdición eterna. La palabra “avaricia” (del griego “pleonexia”), literalmente significa “sed por tener mas”. La avaricia no se refiere a que cada uno provea para sus propias necesidades y las de su familia (Proverbios, 6:6). Sin embargo, mientras trabaja para satisfacer sus necesidades, debe ser rico hacia Dios al buscar, ante todo, su reino y su justicia (Mateo, 6:33). Los creyentes deben atender la advertencia de Jesús y examinar si hay egoísmo y avaricia en sus corazones.

342 LAZARO Y EL RICO Lucas, 16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.

343 Lucas, 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. 16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

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346 La historia es sencilla: un mendigo, que vivía a la intemperie, justo a la entrada de la casa de un hombre rico, que jamás le ofreció ayuda y que vivía en deleites. Mueren los dos: el mendigo va al “seno de Abraham” (lugar en el centro de la Tierra destinado a los justos muertos antes del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz) y el rico va directo al infierno. Ambos lugares estaban cerquita, ya que el rico, estando en el infierno (atormentado en llamas) podía hablar con Abraham y, además, podía ver también a Lázaro, el mendigo.

347 Hasta el sacrificio de Jesucristo en la cruz, los “impíos” iban (y todavía se van) al INFIERNO (la palabra griega para INFIERNO es HADES y es equivalente a la palabra hebrea SEOL) y los “justos” iban al SENO DE ABRAHAM (una especie de PARAISO que estaba en el mismo INFIERNO o HADES). Jesucristo, con su sacrificio, “abrió los cielos” para los que estaban en el SENO DE ABRAHAM (que, después de la cruz, quedo vacio y todos los muertos en Cristo van directamente al cielo).

348 Mateo, 12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Muerto en la cruz, Jesús descendió al INFIERNO (estuvo 3 días) a proclamar Su VICTORIA y a predicar a los “espíritus encarcelados” y a los muertos (1ª Pedro, 3:18 al 20 y 4:6). 1º Pedro, 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.

349 1º Pedro, 4:6 Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios. Consumado su sacrificio, durante los 3 días que estuvo en el sepulcro, Jesucristo descendió al infierno para hacer dos cosas: Liberar y conducir al cielo a los justos muertos antes de su sacrificio en la cruz (desde Adán, pasando por todos los patriarcas – de hecho, el seno de Abraham lleva el nombre de uno de los patriarcas – hasta el ultimo justo muerto antes de la muerte de Jesucristo en la cruz; y Predicar a los que se habían ido al infierno hasta su sacrificio en la cruz (si, Jesucristo predico hasta en el infierno y los que creyeron en El escaparon del infierno);

350 El SENO DE ABRAHAM era un lugar temporal para los justos muertos con anterioridad al sacrificio de Jesús en la cruz, quienes no pudieron entrar al cielo sino hasta que la sangre de Jesús fue rociada sobre el altar celestial. Hebreos, 9:11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, 9:12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.

351 Existen 3 paraísos: El primer paraíso, fue el Paraíso Terrenal, llamado el Huerto del Edén, de donde fueron expulsados Adán y Eva por pecar; El segundo paraíso, fue el “paraíso subterráneo” a donde iban los justos hasta el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, con lo cual fue abierto el camino al cielo, llamado el “seno de Abraham” (Lucas, 16:22) El tercer paraíso es la Nueva Jerusalén, que está en el tercer cielo. La Biblia habla de 3 cielos: el primero, que es la atmosfera (donde se mueve Satanás, ya que es el “príncipe de la potestad del aire” [Efesios, 2:2]), el segundo cielo que es el universo (el espacio exterior) y el tercer cielo que es donde está el Trono de Dios;

352 En la historia de Lázaro y el rico, lo que Abraham le dice al rico es que por más que se levante alguien de entre los muertos y grite a los cuatro vientos que el infierno es real (porque él viene de estar ahí), los demás, los vivos, no se persuadirán. Abraham, en cambio, recomienda oír, escuchar a Moisés y a los profetas (Jesucristo, además de ser el hijo de Dios y Dios mismo, también fue un profeta). Abraham recomienda, en suma, oír, escuchar la palabra de Dios (no otra cosa). Si juzgamos a la Biblia verdadera (Dios no es hombre para mentir, ni tampoco para arrepentirse) ¿cómo conciliamos lo que dice la Biblia (lo que acabamos de ver) con los “testimonios del infierno” que han proliferado últimamente, donde varias personas aseguran haber sido conducidas al infierno por Dios mismo, para que nos den testimonio?. ¿Sera que Dios cambio de parecer y está revelando cosas que no tenía previsto revelar?.

353 No parece probable, ya que Dios no cambia: siempre es el mismo, ayer, hoy, mañana y eternamente. Los que cambiamos, en todo caso, somos nosotros, los hombres. La historia de Lázaro el mendigo y el rico parece ser real y no una parábola (que tanto utilizo Jesucristo para predicar) y esta relatada por el mismísimo Jesucristo, o sea, por Dios. Parece extraño que, ahora, Dios haya decidido “revelarle” el infierno a más de una persona, existiendo este antecedente bíblico. Si Jesucristo dijo que el infierno existe, entonces habrá que creerle (por fe) o, si no, no creamos nada. Como cristianos, estamos obligados a contrastar este tipo de cosas con la “Biblia en la mano”. Es la única manera de “leer entre líneas”, de juzgar (discernir, decidir) si algo es veraz o no. En última instancia, cada quien dará cuenta por sus propias obras.

354 EL AFAN Y LA ANSIEDAD Mateo, 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? 6:27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 6:28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 6:29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

355 Mateo, 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 6:32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 6:34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

356 Jesús no quiere decir que sea malo trabajar o preocuparse por las necesidades físicas del futuro (2º Corintios, 12:14, 1º Timoteo, 5:8). Lo que si prohíbe es la ansiedad o la preocupación que demuestra falta de fe en el cuidado y el amor paternal de Dios (Ezequiel, 34:12, 1º Pedro, 5:7). Las metáforas sobre los lirios y la hierba del campo contienen la promesa de Dios para todos sus hijos en la épocas difíciles e inseguras. Dios ha prometido la provisión de comida y ropa y la satisfacción de otras necesidades. No hay por que preocuparse. Si el creyente permite que Dios reine en su vida es seguro que El asumirá toda la responsabilidad por esa vida rendida a El (Filipenses, 4:6, 1º Pedro, 5:7).

357 Mateo, 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia
Mateo, 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia. Se exhorta a todos los que siguen a Cristo que busquen, sobre todas las cosas, el reino de Dios y su justicia. El verbo “buscar” implica el estar constantemente absorto en la búsqueda de algo, o haciendo un esfuerzo asiduo y tenaz por obtener algo (Mateo, 13:45). Cristo se refiere a 2 objetos de la búsqueda del creyente: [1] El reino de Dios. Hay que procurar con fervor que el gobierno y el poder de Dios se demuestren en la vida del creyente y en los cultos de adoración.

358 Se debe pedir que venga el reino de Dios con la fuerza poderosa del Espíritu Santo para salvar a los pecadores, destruir lo demoniaco, sanar a los enfermos y exaltar el nombre del Señor Jesucristo. [2] Su justicia. Por medio del Espíritu Santo se debe procurar obedecer los mandamientos de Cristo, tener su justicia, permanecer separados del mundo y manifestar su amor a todos (Filipenses, 2:12-13).

359 Lucas también se refiere al tema: Lucas, 12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. 12:23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. 12:24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? 12:25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? 12:26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?

360 Lucas, 12:27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 12:28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? 12:29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. 12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. 12:31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. 

361 EL JUZGAR A LOS DEMAS Mateo, 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados. 7:2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. 7:3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 7:4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? 7:5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. 7:6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

362 Jesús condena aquí la mala costumbre de criticar a los demás mientras se pasan por alto las faltas de uno mismo. El creyente, debe someterse primero el mismo a las normas de justicia de Dios antes que tratar de examinar la conducta de otros creyentes e influir en ella. Tampoco debe condenarse al que hace algo malo sin desear ver que el ofensor se vuelva a Dios y a sus caminos (Lucas, 6:36-37). No obstante, Cristo no niega la necesidad de ejercer cierto grado de discernimiento o hacer un juicio de valores con respecto al pecado en los demás. En otros pasajes de las Escrituras se manda identificar a los falsos ministros dentro de la iglesia y evaluar el carácter de las personas (Juan, 7:24, 1º Corintios, 5:12, Gálatas, 1:9, 1º Timoteo, 4:1, 1º Juan, 4:1). No debe utilizarse este versículo como excusa para dejar de aplicar la disciplina dentro de la iglesia.

363 Lo que manda Jesucristo no es no juzgar (separar, discernir) a los demás sino que, antes de hacerlo, hagamos un auto examen, es decir, quitemos la viga (las faltas) de nuestro propio ojo (conducta) de modo que podamos quitar (remarcar) la paja (faltas) del ojo (conducta) de nuestro hermano con mayor facilidad. A veces, da la sensación de que la (verdadera) Iglesia de Dios no quiere tomar las responsabilidades que Jesucristo (el Hijo de Dios) le ha delegado. Muchas veces los cristianos no queremos asumir el papel de jueces, diciendo “no somos quienes para juzgar”. Si eres cristiano y piensas esto, te tengo una mala noticia: si somos quienes para juzgar, lo que no debemos hacer es condenar, porque para condenar ya esta Satanás con su conocido ministerio de acusación. Debemos predicar un Evangelio de “gracia” y no “de ley”. Esto está más que claro.

364 Pero si somos quienes para juzgar, porque somos hijos de Dios
Pero si somos quienes para juzgar, porque somos hijos de Dios. Juzgar significa, entre otras cosas, “discernir o separar”. Nosotros tenemos autoridad sobre Satanás y sus demonios, es decir, sobre los que verdaderamente gobiernan el mundo. Los cristianos estamos destinados a ser “reyes y sacerdotes” juntamente con Cristo. Nosotros somos la luz del mundo. Nadie prende una lámpara para mantenerla debajo de la cama sino, más bien, para ponerla arriba de la mesa, para que ilumine (y ponga en evidencia) todo. Si no somos nosotros lo que estamos en condiciones de decir lo que está bien y lo que está mal, entonces dime ¿quien esta condiciones?.

365 ¿Quieres ver donde dice la Biblia que no solo podemos juzgar al mundo sino que, además, se nos adelanta que juzgaremos hasta ángeles?. Mira: 1º Corintios, 6:2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?.

366 Pasajes como los que vimos y aun otros (1º Corintios, 10:12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga) suelen usarse para sembrar dudas y acallar las voces autorizadas dentro de la congregación, que se levantan para condenar el pecado. Satanás conoce las Escrituras (las uso, por ejemplo, para tentar a Jesucristo en el desierto) y las usara para tapar a las voces autorizadas. Si hay algo que Dios no pretende que suceda por la interpretación y aplicación irresponsable de estos pasajes es que el pecado quede impune dentro de la congregación. Siempre habrá en la congregación hermanos espiritualmente mas maduros en condiciones (y con la obligación) de reconvenir a los mas débiles en la fe.

367 Lucas también se refiere al tema: Lucas, 6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. 6:39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? 6:40 El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro. 6:41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? 6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.

368 Lucas, 6:38 Dad, y se os dará; En conformidad con el principio del amor, hay que dar a los necesitados (2º Corintios, 8:2). Dios mismo medirá el dar del creyente y, a cambio, le dará a el. La medida de bendición y recompensa que reciba estará en proporción con su interés por dar ayuda a los demás (2º Corintios, 9:6).

369 LA PUERTA ESTRECHA Mateo, 7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; 7:14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

370 Cristo enseño que no se debe esperar que la mayoría lo siga en el camino que lleva a la vida. Relativamente pocos entran por la humilde puerta del arrepentimiento genuino y se niegan a si mismos para seguir a Jesucristo, esforzándose sinceramente por obedecer sus mandamientos, buscando de veras su reino y su justicia y perseverando hasta el fin en la fe verdadera, la pureza y el amor. En el sermón del monte Jesús describe las grandes bendiciones que acompañan el discipulado en el reino de Dios (Mateo, 5:3-12), pero también insiste en que sus discípulos no escaparan de la persecución (Mateo, 5:10-12). Ademas, contrario a lo que predican algunos evangelistas al afirmar que “salvarse” no es tan difícil, después de todo, Jesús enseño que seguirlo a El implica serias obligaciones con respecto a la justicia, a la aceptación de la persecución, al amor por los enemigos y a la negación de si mismo.

371 LOS SALVOS HACEN LA VOLUNTAD DE DIOS Mateo, 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

372 Mateo, 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Jesús enseño que el cumplimiento de la voluntad de su Padre celestial era una condición para entrar en el reino de los cielos (Mateo, 7:22-27, 19:16-26, 25:31-46). Sin embargo, esto no significa que haya que ganar la salvación mediante las obras y los esfuerzos humanos. Esto es así por las razones siguientes: [1] Se recibe el perdón de Dios mediante la fe y el arrepentimiento hechos posibles por la gracia y la muerte expiatoria de Cristo (Mateo, 26:28, Lucas, 15:11-32, 18:9-14). [2] La obediencia a la voluntad de Dios exigida por Cristo es, en efecto, una condición permanente para la salvación, pero Cristo también afirma que (tal obediencia) es una gracia de la salvación del reino.

373 Como tal, se debe orar continuamente por ella (por la salvación), recibirla y hacerla eficaz mediante una fe sincera y un esfuerzo intenso. Hay indicaciones de esto en el Padrenuestro (Mateo, 6:9-13) y en las muchas exhortaciones dirigidas a los creyentes para que hagan morir el pecado y se presenten a Dios como sacrificios vivos (Romanos, 6:1-23, 8:1-17, 12:1-2, Mateo, 5:6). [3] Cada uno puede hacer la voluntad de Dios y llevar una vida recta en virtud de ese don, es decir, de la gracia y el poder de Dios y de la vida espiritual que continuamente se le da por medio de Cristo (Efesios, 2:5). Las Escrituras declaran que “por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios…. Porque somos hechura suya” (Efesios, 2:8-10). [4] Dios siempre pone a disposición del creyente la obediencia que El exige de sus hijos.

374 Se atribuye a la acción redentora de Dios: Filipenses, 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. No obstante, el don de la gracia de Dios no anula la responsabilidad ni la acción humana. Cada uno debe responder positivamente al don de la obediencia a Dios (Efesios, 4:22-32, Judas, 1:20-21, 24, Filipenses, 2:12), porque sigue siendo libre para rechazar la gracia de Dios, para no querer acercarse a Dios por medio de Cristo (Hebreos, 7:25) y para negarse a pedir y aceptar la vida de obediencia (Mateo, 5:6).

375 Mateo, 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?. Jesús declara que habrá muchos dentro de la iglesia que servirán en su nombre y creerán que son sus siervos pero que, en realidad, nunca el los conoció. Para escapar del engaño de los últimos días, los dirigentes de las iglesias (y los demás creyentes), deben estar totalmente comprometidos con la verdad y la justicia reveladas en la Palabra de Dios (Apocalipsis, 22:19) y no deben considerar el “éxito ministerial” como la norma por la cual juzgar su relación con Cristo.

376 7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Estas palabras de Cristo ponen muy en claro que es posible proclamar el Evangelio en el nombre de Cristo, expulsar demonios y hacer milagros sin tener la genuina fe salvadora en Cristo. Las Escrituras enseñan que, en esta época, se puede predicar con fervor el Evangelio, demostrar celo por la justicia y hacer milagros bajo la influencia y el poder de Satanás. Pablo mismo advierte en 2º Corintios, 11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 11:15 Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia (Véase también Mateo, 24:4). Una unción poderosa aparente puede ser “la obra de Satanás” (2º Tesalonicenses, 2:9-10, Apocalipsis, 13:3, 12).

377 Muchas veces Dios hace caso omiso de la actividad de Satanás en los falsos predicadores, a fin de sanar o salvar a los que sinceramente responden a la Palabra de Dios. Dios siempre desea que, quienes proclaman el Evangelio, sean personas justas (1º Timoteo, 3:1-7). Pero, cuando una persona mala o inmoral predica la Palabra de Dios, aun así El puede obrar en el corazón de quienes reciben su Palabra y se consagran a Cristo. Dios no respalda a los predicadores inicuos, pero si respalda la verdad bíblica y a los que la acepten con fe. Como bien lo expresa Pablo: Filipenses, 1:15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. 1:18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

378 Lucas también menciona la “puerta estrecha”: Lucas, 13:22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. 13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 13:25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. 13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

379 Lucas, 13:27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. 13:28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. 13:29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. 13:30 Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

380 POR SUS FRUTOS LOS CONOCEREIS Mateo, 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 7:16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

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382 A los falsos maestros, que por fuera parecen justos pero “por dentro son lobos rapaces”, a veces se les puede identificar “por sus frutos”. Ese fruto constara de características dañinas evidentes en la vida de sus seguidores (1º Juan, 4:5-6), como las que siguen: [1] serán creyentes que profesan a Cristo pero cuya lealtad esta dirigida a los hombres mas que a la Palabra de Dios; adoraran a la criatura mas que al Creador (Romanos, 1:25) [2] estarán mas interesados en sus propios deseos que en la honra y la gloria de Dios; su doctrina estará centrada en el hombre y no en Dios (2º Timoteo, 4:3) [3] aceptaran las enseñanzas y las tradiciones humanas aun cuando la mismas se opongan a la Palabra de Dios (1º Juan, 4:6) [4] trataran de tener experiencias religiosas y manifestaciones sobrenaturales y responder a ellas como la autoridad definitiva para validar la verdad, antes que apoyarse en todo el consejo de la Palabra de Dios y [5] no toleraran la sana doctrina sino que buscaran a los maestros que les ofrezcan salvación con el “espacioso camino” de la injusticia (2º Timoteo, 4:3).

383 Lucas también habla del tema: Lucas, 6:43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 6:44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

384 LOS DOS CIMIENTOS Mateo, 7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 7:25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. 7:26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; 7:27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. 7:28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 7:29 porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

385 Lucas también se refiere al tema: Lucas, 6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo? 6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. 6:48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. 6:49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.

386 JESUS SANA A UN LEPROSO Mateo, 8:1 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 8:2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 8:3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. 8:4 Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

387 Marcos también hace referencia a esta situación: Marcos, 1:40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 1:41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 1:42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio. 1:43 Entonces le encargó rigurosamente, y le despidió luego, 1:44 y le dijo: Mira, no digas a nadie nada, sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para testimonio a ellos. 1:45 Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

388 Lucas también menciona el tema: Lucas, 5:12 Sucedió que estando él en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró con el rostro en tierra y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 5:13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él. 5:14 Y él le mandó que no lo dijese a nadie; sino ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación, según mandó Moisés, para testimonio a ellos. 5:15 Pero su fama se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.

389 Lucas, 5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.
Lucas pone énfasis, mas que los otros autores de los Evangelios, en la importancia de la oración en la vida y obra de Jesucristo. El Espíritu Santo descendió sobre Jesús, en el Jordán, mientras oraba (Lucas, 3:21); Jesús se retiraba con frecuencia a lugares solitarios y oraba (Lucas, 5:16); Jesús paso toda la noche orando antes de escoger a sus discípulos (Lucas, 6:12); Jesús oro en privado antes de hacerles una pregunta importantes a sus discípulos (Lucas, 9:18).

390 En su transfiguración “subió al monte a orar” (Lucas, 9:28);
La transfiguración, en si, ocurrió mientras oraba (Lucas, 9:29); “Estaba Jesús orando” antes de enseñar a los discípulos el Padrenuestro (Lucas, 11:1); En la ultima cena, le dijo a Pedro que había orado por el (Lucas, 22:32); En Getsemaní “oraba mas intensamente” (Lucas, 22:44); En la cruz oro por otros (Lucas, 23:34); Las ultimas palabras que pronuncio antes de su muerte fueron una oración (Lucas, 23:46);

391 Lucas también relata que Jesús oro después de su resurrección (Lucas, 24:30). Al examinar la vida de Jesús en los otros Evangelios, puede notarse que El oro al hacer la invitación: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados” (Mateo, 11:25-28). Oro frente a la tumba de Lázaro (Juan, 11:41-42) y durante la institución de la cena del Señor (Juan, 17).

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