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Unión Puertorriqueña Departamento de Ministerios Personales Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min., Director Apdo. 3269, Mayagüez, PR 00681-3269 Teléfono:

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Presentación del tema: "Unión Puertorriqueña Departamento de Ministerios Personales Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min., Director Apdo. 3269, Mayagüez, PR 00681-3269 Teléfono:"— Transcripción de la presentación:

1 Unión Puertorriqueña Departamento de Ministerios Personales Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min., Director Apdo , Mayagüez, PR Teléfono: (787) Correo electrónico:

2 Serie: Tema: Título: Texto: Himno: Autor: “Él dio Su vida por mí” La pasión del Señor “¿Por qué sufría?” Salmo 22:1-11 HA, 90 (““Hubo uno que quiso”) Pastor Efrén Pagán Irizarry, D. Min.

3 Tema “La pasión de Cristo”

4 Lectura antifonal: Salmo 22:1-11

5 D 1 Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás lejos de mi salvación y de mi clamor? 2 Dios mío, clamo de día, y no respondes; de noche, y no hay para mí descanso. 3 Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. 4 En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. C D C

6 D 5 Clamaron a ti, y fueron librados. Confiaron en ti, y no quedaron confundidos. 6 Pero yo soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres, despreciado por el pueblo. 7 Los que me ven, se burlan de mí, estiran los labios, menean la cabeza, y dicen: 8 "Se encomendó al Eterno; líbrelo él; sálvelo, ya que en él se complacía". C D C

7 D 9 Pero tú eres el que me sacaste del vientre, el que me haces confiar en ti desde los pechos de mi madre. 10 A ti fui entregado desde mi nacimiento; desde que nací, tú eres mi Dios. 11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca, porque no hay quien ayude. C T

8 Tema “La pasión de Cristo”

9 La condición para que un pecador contrito pueda ser perdonado: la fe.
I. Introducción La condición para que un pecador contrito pueda ser perdonado: la fe.

10 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

11 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

12 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

13 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

14 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

15 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

16 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

17 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

18 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

19 El perdón ha sido provisto a un muy alto precio. Filipenses 2:6-8
“6 Quien, aunque era de condición divina, no quiso aferrarse a su igualdad con Dios, 7 sino que se despojó de sí mismo, tomó la condición de siervo y se hizo semejante a los hombres. 8 Y al tomar la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz.”

20 Hoy veremos algunos detalles del precio que pagó N. S
Hoy veremos algunos detalles del precio que pagó N. S. Jesús por nuestra salvación.

21 II. Las cuatro causas de la pasión de Cristo
Experimentó la soledad que resulta de la separación de Dios

22 Desde la eternidad, Cristo había sido uno con el Padre.

23 Durante Su ministerio terrenal disfrutó de la compañía y comunión con el Padre. Juan 8:29
“Porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a Él agrada.”

24 Durante Su ministerio terrenal disfrutó de la compañía y comunión con el Padre. Juan 8:29
“Porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a Él agrada.”

25 Durante Su ministerio terrenal disfrutó de la compañía y comunión con el Padre. Juan 8:29
“Porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a Él agrada.”

26 Todo cambió radicalmente, a medida que se acercaba la hora de Su entrega, arresto, juicio y martirio.

27 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

28 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

29 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

30 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

31 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

32 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

33 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

34 Por primera vez en Su vida terrenal, el Señor comenzó a entristecerse y a angustiarse. Mateo 26:36-38 36 Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní y les dijo: “Sentaos aquí, mientras voy allí a orar”. 37 Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: “Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí y velad conmigo”.

35 Esto ocurrió cuando llegó al huerto del Getsemaní (vs. 36).
Se debió a la sensación de soledad que comenzaba a sentir (vss. 37, 38).

36 El pecado separa de Dios al transgresor. Isaías 59:1, 2
“1 La mano del Eterno no se acortó para salvar, ni se agravó su oído para oír, 2 sino que vuestras iniquidades os han separado de vuestro Dios y vuestros pecados han ocultado su rostro de vosotros para no escuchar.”

37 El pecado separa de Dios al transgresor. Isaías 59:1, 2
“1 La mano del Eterno no se acortó para salvar, ni se agravó su oído para oír, 2 sino que vuestras iniquidades os han separado de vuestro Dios y vuestros pecados han ocultado su rostro de vosotros para no escuchar.”

38 El pecado separa de Dios al transgresor. Isaías 59:1, 2
“1 La mano del Eterno no se acortó para salvar, ni se agravó su oído para oír, 2 sino que vuestras iniquidades os han separado de vuestro Dios y vuestros pecados han ocultado su rostro de vosotros para no escuchar.”

39 Ahora estaba comenzando a experimentar esa separación.
Para un ser que amaba entrañablemente al Padre, era indescriptiblemente horroroso: La sensación de sentirse o aún Quedar para siempre separado del Padre.

40 Ahora estaba comenzando a experimentar esa separación.
Esta fue sólo la primera causa de Su pasión.

41 B. Temía que Su naturaleza humana no resistiera el conflicto con la potestad de las tinieblas.

42 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

43 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

44 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

45 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

46 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

47 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

48 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

49 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

50 Satanás sabía muy bien que esta era Su última oportunidad para derrotar a Jesús. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “El tentador había acudido a la última y terrible lucha, para la cual se había estado preparando durante los tres años del ministerio de Cristo. Para él, todo estaba en juego. Si fracasaba aquí, perdía su esperanza de dominio; los reinos del mundo llegarían a ser finalmente de Cristo; él mismo seria derribado y desechado. Pero si podía vencer a Cristo, la tierra llegaría a ser el reino de Satanás y la familia humana estaría para siempre en su poder.”

51 Jesús también sabía que:
Era la última oportunidad de Satanás y que este recurriría a todo lo que tuviese a su alcance. Tenía que vencer como hombre; que no podía usar Su Divinidad en este conflicto.

52 Por lo tanto, temió que Su naturaleza humana no pudiera soportar el conflicto final. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas... Frente a las consecuencias posibles del conflicto, embargaba el alma de Cristo el temor de quedar separada de Dios.”

53 Por lo tanto, temió que Su naturaleza humana no pudiera soportar el conflicto final. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas... Frente a las consecuencias posibles del conflicto, embargaba el alma de Cristo el temor de quedar separada de Dios.”

54 Por lo tanto, temió que Su naturaleza humana no pudiera soportar el conflicto final. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas... Frente a las consecuencias posibles del conflicto, embargaba el alma de Cristo el temor de quedar separada de Dios.”

55 Por lo tanto, temió que Su naturaleza humana no pudiera soportar el conflicto final. El Deseado de todas las gentes, 637:5-638:0 “Sintiendo quebrantada su unidad con el Padre, temía que su naturaleza humana no pudiese soportar el venidero conflicto con las potestades de las tinieblas... Frente a las consecuencias posibles del conflicto, embargaba el alma de Cristo el temor de quedar separada de Dios.”

56 C. Sintió la pesada carga del pecado sobre Sí

57 La muerte del Señor, que se aproximaba, no era por enfermedad, ni por edad.
Por cuanto el Señor Jesús nunca había pecado, no estaba sujeto a la muerte. Su exposición a la muerte fue un acto voluntario.

58 Su muerte sería vicaria:
Sustituta. En lugar de.

59 Corría el riesgo de muerte y se exponía al martirio en lugar de la raza humana, engañada por Satanás.

60 Como sustituto de la raza humana:
Llevaba nuestras aflicciones y dolores. Isaías 53:4 p.p. “Él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores.”

61 Como sustituto de la raza humana:
Recibió el castigo por el pecado, en sustitución de los seres humanos. vs. 6 “Todos nos descarriamos como ovejas, cada cual se desvió por su camino. Pero el Eterno cargó sobre él el pecado de todos nosotros.”

62 Como sustituto de la raza humana:
Recibió el castigo por el pecado, en sustitución de los seres humanos. vs. 6 “Todos nos descarriamos como ovejas, cada cual se desvió por su camino. Pero el Eterno cargó sobre él el pecado de todos nosotros.”

63 La carga mental fue tal que quedó exhausto. Lucas 22:43, 44
“43 Entonces apareció un ángel del cielo que lo confortó. 44 En su agonía, oraba más intensamente. Y su sudor fue como grandes gotas de sangre que caían a tierra.”

64 La carga mental fue tal que quedó exhausto. Lucas 22:43, 44
“43 Entonces apareció un ángel del cielo que lo confortó. 44 En su agonía, oraba más intensamente. Y su sudor fue como grandes gotas de sangre que caían a tierra.”

65 La carga mental fue tal que quedó exhausto. Lucas 22:43, 44
“43 Entonces apareció un ángel del cielo que lo confortó. 44 En su agonía, oraba más intensamente. Y su sudor fue como grandes gotas de sangre que caían a tierra.”

66 D. Le afectó la ingratitud de los seres humanos

67 El Señor sabía que aún los mismos discípulos oportunamente le iban a abandonar (Juan 16:32 p.p.).
Judas le iba a entregar a cambio de unas pocas (30) monedas de plata (Mateo 26:21-25). Pedro le iba a negar, recurriendo a malas palabras y maldiciones (Mateo 26:31-35).

68 Y mientras Jesús oraba intensamente en el huerto, los discípulos indiferentes dormían.
Todo esto abrumaba de tristeza Su corazón.

69 III. Conclusión

70 Jesús lo arriesgó todo. Se dejó martirizar por amor a nosotros.
La posibilidad de salvación para los humanos se logró a un precio muy alto. Jesús lo arriesgó todo. Se dejó martirizar por amor a nosotros.

71 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

72 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

73 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

74 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

75 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

76 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

77 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

78 Con Su muerte, y postrer resurrección, aseguró el perdón y la salvación eterna para todo aquel que en Él cree. Juan 3:16, 17 “16 Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

79 ¡Creamos y pidamos que la promesa se cumpla en nuestro favor!

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