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"Celebrar y Vivir el tiempo pascual"

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Presentación del tema: ""Celebrar y Vivir el tiempo pascual""— Transcripción de la presentación:

1 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
PREFACIOS PASCUALES Perspectiva general de los prefacios pascuales Una ojeada por los Prefacios cuaresmales puede producirnos sorpresa. La Cuaresma aparece más rica: cinco prefacios de uso vario y otros cinco para sus Evangelios correspondientes (Tentaciones, Transfiguración, Samaritana, Ciego de nacimiento, Resurrección de Lázaro).

2 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Hay un prefacio privilegiado para esta semana. Es el prefacio clásico, el único de antes, el Prefacio del Cordero pascual. En Pascua, contrariamente a lo que ocurre en Cuaresma, no hacemos distinción entre prefacio dominical y prefacio ferial, porque ya se sabe que los cincuenta días pascuales forman como un gran domingo (S. Atanasio); pero en cuanto a prefacios sí que hay una peculiaridad: el del Cordero pascual, que se puede utilizar durante varias semanas, se debe utilizar a diario en la primera.

3 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Observemos también que todos los prefacios dominicales están inspirados en el misterio pascual del Señor, y que en el prefacio del Bautismo se dirá: “Tú has querido que del corazón abierto de tu Hijo manara para nosotros el don nupcial del Bautismo, primera Pascua de los creyentes...” El motivo pascual es inherente a las celebraciones centrales de la Iglesia y surge en la alabanza de la Plegaria eucarística.

4 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Para completar estas observaciones, digamos también que el tiempo pascual tiene en su fase final dos prefacios posibles para el día de la Ascensión y uno para los días siguientes; Pentecostés, la culminación de la Pascua, se celebra con su prefacio propio.

5 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
La Pascua en la triple articulación del prefacio Conviene tener ante los ojos el texto del prefacio para apreciar el movimiento de los tres componentes que hacen la dinámica del cuerpo.

6 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en esta noche (este día, este tiempo) en que CRISTO, NUESTRA PASCUA, HA SIDO INMOLADO. Porque él es el verdadero CORDERO que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte, y resucitando restauró la vida. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo...

7 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Las partes A y C son fijas; la parte B tiene cinco variantes: son los cinco prefacios de Pascua.  Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado (lCo 5,7). Esta afirmación paulina es la clave de los prefacios pascuales; es el eje de todos ellos, en torno al cual, con distintas variantes, se forma la alabanza. Debemos retener este dato central para que ésa sea la referencia segura desde donde alzamos la alabanza al Padre.

8 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Primer prefacio: El verdadero Cordero PREFACIO DE PASCUA I El misterio pascual Este prefacio se dice durante el tiempo pascual. En la misa de la Vigilia pascual se dice "en esta noche"; el día de Pascua y durante la octava: "en este día"; en las restantes misas: "en este tiempo".

9 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
V. El Señor esté con ustedes R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en (esta noche) (este día) (este tiempo) en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

10 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Veamos ahora la parte B de los prefacios, el motivo de cada uno de los cinco prefacios pascuales. El primer prefacio se titula simplemente: “El misterio pascual”. El motivo es el del Cordero. Se acaba de proclamar que “Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado”. Y se hace la glosa: El es el verdadero Cordero. En ningún pasaje de la Escritura se dice de Cristo que sea el “verdadero” Cordero, él, que es la luz verdadera (Jn 1,9), el pan verdadero (Jn 6,32), la vid verdadera (Jn 15,1).

11 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Al llamar a Jesús con lenguaje joánico el verdadero Cordero, estamos pensando en el Cordero de la Pascua judía, para establecer entre aquél y éste la relación que media entre la promesa, figura, símbolo... y su cumplimiento. Jesús es el verdadero Cordero, porque es el que realiza la verdadera Pascua.

12 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En el centro del misterio pascual está el binomio de muerte y vida, en una doble dirección: Jesús trae la vida por la muerte (muriendo destruyó nuestra muerte); Jesús con su vida-resurrección destruye la realidad de la muerte (resucitando restauró la vida). Imágenes de trasfondo: la salida de Egipto y el caso de Adán.

13 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Segundo prefacio: los hijos de la luz PREFACIO DE PASCUA II La nueva vida en Cristo Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.

14 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Por él, los hijos de la luz nacen a la Vida eterna; y a los creyentes se les abre las puertas del Reino de los cielos; porque en la muerte de Cristo nuestra muerte ha sido vencida, y en su resurrección hemos resucitado todos. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

15 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
El motivo dominante de este prefacio en la parte variable no es Jesús en directo, sino los que estamos con Jesús, los hijos de la luz. El misal le da como título: “La nueva vida en Cristo”.

16 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Hijos de la luz, bella expresión que había utilizado Jesús (Lc 16,8)-como se sabe, existe en Qumrán- y que pasa a Pablo (1 Tes 5,5). La resurrección del Señor es fiesta de luz. Nosotros somos hijos de la luz, y al resucitar Jesús pasamos ya a ese eterno amanecer en el que él se sitúa.

17 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Se junta otro motivo: la muerte derrotada (cf. 1 Co 15,54-54); y nuestra resurrección realizada “ya” en la resurrección de Cristo, como se insistirá en la teología de las Cartas de la Cautividad: “Sepultados con él en el bautismo, con él habéis resucitado por la fe en la acción de Dios...” (Col 2,12).

18 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Tercer prefacio: Cristo celeste PREFACIO DE PASCUA III Cristo vive para interceder siempre por nosotros Este prefacio se dice durante el tiempo pascual.

19 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Él sigue ofreciéndose por nosotros e intercede constantemente en nuestro favor; inmolado, ya no muere más, muerto, vive para siempre. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

20 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
El título dice: “Cristo vivo e intercesor perpetuo en favor nuestro”. Contemplamos a Jesús en el cielo en un triple matiz de su misterio: - ofrecimiento - intercesión - vida gloriosa en lugar de inmolación sacrificial cruenta.

21 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Es la teología de la Carta a los Hebreos (ofrecimiento), combinada con el gran concepto de la intercesión (presente también en Juan y Pablo) y el nunca más morir que, aparte de Hebreos, subraya todo el Nuevo Testamento: “Su muerte fue un morir al pecado, de una vez para siempre; mas su vida, es un vivir para Dios” (Rm 6,10).

22 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Cuarto prefacio: la novedad universal PREFACIO DE PASCUA IV La restauración del universo por el misterio pascual

23 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Porque destruido el pecado, todas las cosas son renovadas y la plenitud de nuestra vida queda restaurada en Cristo. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

24 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Este prefacio, titulado “La restauración del universo por el misterio pascual”, consta de tres enunciados: 1. Fue demolida la antigua miseria: el viejo hombre, la antigua serpiente

25 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
2.Fue reconstruido cuanto estaba derrumbado, es decir, han sido reparados los desastres de la guerra. 3. Pero la obra de Cristo no es arreglo de lo antiguo, de lo que se había estropeado, sino que es más: Fue renovada en plenitud la salvación. “Ser renovado” no quiere decir “recuperarlo de antes”, sino traer algo absolutamente nuevo, que llega a su plenitud. La obra de Cristo, que nosotros estamos cantando, es nueva desde sí misma.

26 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Quinto prefacio: sobre la Carta a los Hebreos PREFACIO DE PASCUA V Cristo, sacerdote y víctima

27 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Por medio de la ofrenda de su Cuerpo realizada en el sacrificio de la cruz, él llevó a su plenitud los sacrificios de la antigua alianza y al entregarse a ti, Padre, para salvarnos, se hizo por nosotros sacerdote, altar y víctima de la alianza nueva y eterna Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

28 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En este prefacio se proclama a Cristo con estos atributos: Sacerdote, Víctima, Altar, viéndolo como cumplimiento de lo que anunciaban los sacrificios de la antigua Alianza, Como es muy sabido, sólo la Carta a los Hebreos da a Cristo el título de sacerdote, (Heb 2,17) y su propia existencia es la víctima sacrificial (Heb 10,12). Y hablando de la cruz, la misma carta dice: “Tenemos nosotros un altar...” (Heb 13,10).

29 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Si la Pascua hebrea estaba unida a una víctima sacrificial, nosotros al cantar la verdadera y definitiva Pascua, pensemos que Cristo reúne en su persona la función sacerdotal y victimal. Más aún, clavando los ojos en él, que está en el cielo, podemos simplificar todo con la simple contemplación de su rostro: “No vi Santuario..., porque el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero, es su Santuario” (Ap 21,22).

30 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
LECCIONARIO Desde el domingo II de Pascua hasta el domingo VII inclusive, la liturgia nos propone un inmenso cuadro, en el que se plasman, simultáneamente, el mensaje pascual de la glorificación de Jesús, la alegría de la Iglesia al haberle sido devuelto el Esposo, la vida nueva de los renacidos por el agua y el Espíritu y la acción de éste en la comunidad de los discípulos del Señor y en el corazón de cada uno.

31 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
A primera vista, se advierte la preponderancia de los libros del Nuevo Testamento: Hechos de los Apóstoles y evangelio de San Juan. El libro de los Hechos ocupa el lugar de la lectura del Antiguo Testamento -la primera. La selección permite, por tanto, recorrer los pasos más significativos del libro, pero de forma que la temática de cada uno de los domingos es paralela a la del mismo domingo en los otros dos ciclos.

32 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Los temas que comprenden las lecturas de los Hechos domingo tras domingo: Dm. II de Pascua: Resúmenes de la vida de la comunidad. Dm. III: Discursos misioneros de San Pedro. Dm. IV: Discursos de Pedro y Pablo. Dm. V: Los ministerios de la Iglesia. Dm. VI: Manifestaciones del Espíritu Santo. Dm. VII: En la espera del Espíritu.

33 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
El evangelio de San Juan ha estado siempre presente en el tiempo pascual de la liturgia romana. En la actualidad este evangelio se lee, en forma semicontinua, en las ferias desde el lunes de la cuarta semana de Cuaresma hasta el final de la cincuentena pascual. Por eso no debe sorprender el que acapare prácticamente todos los domingos de Pascua. La única excepción son dos pasajes de Lc 24 que narran las apariciones a los discípuos de Emaús y a los Once reunidos en el cenáculo, el domingo III de Pascua.

34 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Hasta el domingo III de Pascua inclusive se evocan las apariciones de Cristo resucitado; el domingo IV está dedicado al Buen Pastor; y en los domingos V, VI y VII se escuchan pasajes escogidos del discurso y de la oración del Señor en la última cena.

35 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
A través de estos pasajes se contempla la vida de la Iglesia como una comunión con la Pascua de Cristo bajo la acción invisible del Espíritu prometido.

36 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
para segundas lecturas se han reservado tres libros del Nuevo Testamento: en el año "A" se lee la primera carta de San Pedro, de indudable contenido bautismal; en el "B", la primera carta de San Juan, que habla de la fe y el amor como consecuencia del reconocimiento de la manifestación del Verbo eterno de Dios en el hombre Jesús, y en el "C", el Apocalipsis, con los bellísimos temas del Cordero entronizado y las bodas de Cristo con la Iglesia.

37 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
las lecturas de cada domingo armonizan entre sí en torno a determinados aspectos del misterio pascual: Dom. II de Pascua: La fe en Jesús resucitado. Dom. III: Apariciones. Dom. IV: El Buen Pastor. Dom. V: Anuncio de la partida y del retorno. Dom. VI: Promesas del Espíritu Santo. Dom. VII: Ausencia que es presencia.

38 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Estos son los grandes temas de los domingos de Pascua. a) Domingo II de Pascua: los sacramentos pascuales El evangelio (Jn 20, l9-31) es idéntico los tres años A, B y C. El tema dominante es la fe en los signos de la resurrección. El incrédulo Tomás tuvo que "ver" para creer; los cristianos creen sin haber "visto", aunque a ellos Cristo se les acerca en otros signos de su presencia gloriosa, es decir, no física o corporal.

39 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Estos signos son los sacramentos: la Iglesia -sacramento del Verbo encarnado y glorioso-, el bautismo, la eucaristía... Estos sacramentos pascuales (cf. la poscomunión), no hay que olvidarlos, son signos de la fe (cf. SC 59).

40 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
La oración colecta, está inspirada en Jn 5, 6-9 (2ª. lect. año B), pide: "Dios de misericordia infinita, que reanimas la fe de tu pueblo con la celebración anual de las fiestas pascuales: acrecienta en nosotros los dones de tu gracia para que comprendamos mejor que el bautismo nos ha purificado, que el Espíritu nos ha hecho renacer y que la sangre nos ha redimido".

41 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
b) Domingo III de Pascua: las apariciones El tema aglutinante del día es la teofanía de Cristo resucitado -las apariciones-, pero bajo el aspecto de cumplimiento de las Escrituras, como ponen de relieve, ante todo, las tres primeras lecturas A, B y C y en los evangelios de los años A y B preferentemente. El Señor, manifestándose a los discípulos, les explica que todo ha sucedido para que se cumpliera la Escritura, dándoles además la capacidad para que en adelante comprendiesen que tanto Moisés como los profetas y los salmos hablan de él (cf. Lc. 24, ).

42 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
El reconocimiento del Señor llenó de alegría a los discípulos. Del mismo modo, la asamblea eucarística dominical, que es un encuentro festivo en la fe con el mismo Señor, inunda de gozo a la Iglesia.

43 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
c) Domingo IV de Pascua: El Buen Pastor Este domingo todas las lecturas nos hablan del Pastor que ha sido Cordero para dar la vida a todo el rebano. Y otro tanto ocurre con las oraciones y el prefacio III. Este texto está inspirado en el Apocalipsis, en la visión del Cordero que está en el trono, y que, aunque lleva patentes las señales de la muerte, está, sin embargo, de pie, vivo y radiante, conduciendo a su pueblo hacia las fuentes de aguas vivas (Ap 7, 9. l4-l7: 2ª. lect. año C).

44 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
"Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo; concédenos también la alegría eterna del reino de tus elegidos, para que así el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en la admirable victoria de su Pastor" (Oración colecta.).

45 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
d) Domingo V de Pascua: la Iglesia y los ministerios Este domingo aparece dominado por lo que podríamos llamar la conciencia de la Iglesia acerca de su vida y de su misión en el tiempo que transcurre entre la partida de Jesús y su retorno al final, entre el "Me voy, pero volveré para tomaros conmigo" (Jn l4, 2-3: del evang. año A).

46 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
mientras las lecturas evangélicas recogen tres momentos del discurso del adiós, en el que el Señor manifiesta cuales han de ser las relaciones entre sus discípulos y él después de la resurrección, las otras lecturas hablan de los ministerios en la comunidad y de algunas características de la Iglesia.

47 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Las oraciones, por su parte, vuelven sobre los frutos de los sacramentos pascuales: la participación en la divinidad (Ofrendas), la iniciación en los misterios del Reino y la novedad de la vida eterna (posc.). La colecta es todo un canto de gratitud filial hacia el Padre, autor de todos estos dones (cf. Rom 8, l5-l7):

48 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
"Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos; míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna".

49 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
e) Domingo VI de Pascua: el Espíritu de la promesa Todo él está presidido por la promesa del Espíritu Santo. El domingo que precede a la fiesta de la Ascensión ayuda a los fieles a entender la íntima conexión entre la partida de Jesús visible y su modo nuevo de presencia entre los suyos y en el corazón de los suyos mediante el Espíritu Santo: "Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis" (Jn l4, l9: evang. año A);

50 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
"el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho" (Jn l4, 26: evang. año C).

51 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Las lecturas apostólicas vuelven sobre aspectos del misterio pascual en nosotros. Las oraciones se refieren al fruto de la celebración de "estos días de alegría en honor de Cristo resucitado" (col.), en los que la participación en los sacramentos pascuales (posc.) o "sacramentos de tu amor" (ofendas.) ha de fortalecer nuestras vidas y manifestarse en nuestras obras (col.).

52 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
f) Solemnidad de la Ascensión del Señor El domingo VII de Pascua ha tenido que acoger la celebración de la solemnidad de la Ascensión en gran parte de los países, ante la imposibilidad de contar con el descanso laboral el jueves de la semana VI de Pascua, día de esta solemnidad desde el siglo IV-V.

53 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Este misterio es celebrado por la liturgia en íntima conexión con la Pascua y bajo un doble aspecto: en cuanto glorificación de Cristo y en cuanto comienzo de la glorificación de la Iglesia, cuerpo de Cristo:

54 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
La glorificación de Cristo significa que ha subido al cielo el que bajó del cielo (Jn 3, l3; 6, 62). La lectura de Hech l, l-ll narra la partida de Jesús, que desaparece de la vista de sus discípulos envuelto en la nube de gloria de la transfiguración, mientras para estos llega la hora de iniciar su misión. Marcos (Mc l6, l5-20) en el año B y Lucas (Lc 24, 46-53) en el C aluden también a la Ascensión, mientras Mateo (Mt 28, l6-20), en el año A, describe la última manifestación de Jesús,

55 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
g) Solemnidad de Pentecostés La celebración de la Pascua del Señor alcanza en este día su culminación con el recuerdo de la venida del Espíritu Santo. Se han completado los cincuenta días del espacio festivo y de alegría en honor del Esposo de la Iglesia, que ha vuelto a estar entre sus amigos (cf. Mt 9, l5). Cristo resucitado ha dejado en su lugar, y como donación de la promesa, al Espíritu Santo (cf. l, l3; Rom 8, 23; 2 Cor l, 22; 5, 5).

56 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
el texto más significativo de esta misa vespertina de la vigilia es la Oración colecta, muestra la inseparable unidad de Pascua y Pentecostés. "Dios todopoderoso y eterno, que has querido que la celebración de la Pascua durase simbólicamente cincuenta días y acabase con el día de pentecostés; te pedimos que los pueblos, divididos por el odio y el pecado, se congreguen por medio de tu Espíritu y que las diversas lenguas encuentren su unidad en la confesión de tu nombre".

57 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Pascua es Pentecostés, y Pentecostés no es una fiesta autónoma. Para subrayar esta unidad, el evangelio de la misa del día es Jn 20, l9-23: la efusión del Espíritu por Cristo resucitado la tarde del día mismo de la resurrección. La primera lectura de la misa del día es el pasaje de Hech 2, l-ll, que describe el suceso de la venida del Espíritu sobre el grupo de los apóstoles en una teofanía de profundas resonancias bíblicas

58 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Prefacio Ascensión Realmente es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, Porque el Señor Jesús, Rey de la gloria, triunfador del pecado y de la muerte, ante la admiración de los ángeles ascendió (hoy) a lo más alto de los cielos, como mediador entre Dios y los hombres, juez del mundo y Señor de los espíritus celestiales. No se ha ido para alejarse de nuestra condición humana sino para que tuviéramos la confianza de que lo seguiremos como miembros suyos, al lugar donde él nos precedió como cabeza y principio de todos nosotros. Por eso, con esta efusión del gozo pascual, el mundo entero está llamado a desbordar de alegría, con los coros celestiales que ya cantan un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...

59 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
PREFACIO PARA DESPUÉS DE LA ASCENSIÓN La espera del Espíritu Santo Este prefacio se dice en los días que siguen a la Ascensión hasta el sábado antes del domingo de Pentecostés.

60 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
En verdad es justo y necesario que todas las criaturas, en el cielo y en la tierra, se unan en tu alabanza, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, tu Hijo, Señor del universo. Él mismo, habiendo entrado una vez para siempre en el santuario del cielo, ahora intercede por nosotros, como mediador que asegura la perpetua efusión del Espíritu. Pastor y obispo de nuestras almas, nos invita a la plegaria unánime, a ejemplo de María y los Apóstoles, en la espera de un nuevo Pentecostés. Por este misterio de santificación y de amor, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...

61 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
PREFACIO DEL ESPÍRITU SANTO I El Señor envía el Espíritu Santo a la Iglesia

62 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Él mismo, después de subir al cielo donde está sentado a tu derecha, derramó sobre tus hijos adoptivos el Espíritu Santo prometido. Por eso, ahora y para siempre, con la multitud de los ángeles te cantamos con fervor, aclamando y diciendo: Santo, Santo, Santo...

63 "Celebrar y Vivir el tiempo pascual"
Queridos hermanos y hermanas, dejemos que el aleluya pascual también se grabe profundamente en nosotros, de modo que no sea sólo una palabra en ciertas circunstancias exteriores, sino la expresión de nuestra misma vida: la existencia de personas que invitan a todos a alabar al Señor y lo hacen actuando como «resucitados». Decimos a María: «Ruega al Señor por nosotros», para que Aquel que en la resurrección de su Hijo devolvió la alegría al mundo entero, nos conceda gozar de esa alegría ahora y siempre, en nuestra vida actual y en la vida sin fin. Benedicto XVI 24/3/08


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