2º Domingo del Tiempo Ordinario

Presentación del tema: "2º Domingo del Tiempo Ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 2º Domingo del Tiempo Ordinario
Maestro ¿dónde vives?

2 Después de las fiestas de Navidad, iniciamos
el Tiempo Ordinario. Las Lecturas hablan de la LLAMADA de Dios. El Evangelio presenta el inicio de la vida pública de Jesús y los primeros encuentros con los discípulos.

3 La Vocación es siempre una iniciativa misteriosa y gratuita de Dios.
1ª Lectura SAMUEL, en el silencio de la noche, se ENCUENTRA con que Dios le “llama". La Vocación es siempre una iniciativa misteriosa y gratuita de Dios.

4 Samuel no reconoce en un principio la voz de Dios.
Sólo lo consigue después de cuatro veces y con la ayuda del sacerdote Elí... Samuel responde: “Habla, que tu siervo escucha"

5 En la 2ª Lectura, Pablo invita a los cristianos a vivir de forma coherente con la LLAMADA que Dios les hace. Nos recuerda que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo.

6 En el Evangelio, tenemos el ENCUENTRO
de los PRIMEROS DISCÍPULOS con Jesús. Los discípulos le siguen, pero es Jesús quien inicia el diálogo.

7 “Este es el Cordero de Dios.”
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: “Este es el Cordero de Dios.”

8 “¿Qué buscáis?” Ellos le contestaron:
Los dos Discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían les pregunta: “¿Qué buscáis?” Ellos le contestaron: ¿Rabí (que significa Maestro), dónde vives?

9 Él les dijo: Venid y lo veréis.
Entonces fueron vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde.

10 Hemos encontrado al Mesías, (que significa Cristo).
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: Hemos encontrado al Mesías, (que significa Cristo).

11 Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas, (que se traduce Pedro).

12 Salmo 39 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

13 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito; me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

14 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio me abriste el oído; no pides sacrificio expiatorio. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

15 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Entonces yo digo: Aquí estoy, -como está escrito en mi libro- para hacer tu voluntad Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

16 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
He proclamado tu salvación ante la gran asamblea; no he cerrado los labios; Señor, tú lo sabes. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

17 Aleluya Hemos encontrado al Mesías, que es Cristo; la gracia y la verdad vinieron por medio de él.