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Diré de la tarde, de la luz dorada, de la piel amada verdadera. Arde entonces tan claro todo cuanto somos... y ese qué, o su cómo, tan raro, tan raro,

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Presentación del tema: "Diré de la tarde, de la luz dorada, de la piel amada verdadera. Arde entonces tan claro todo cuanto somos... y ese qué, o su cómo, tan raro, tan raro,"— Transcripción de la presentación:

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2 Diré de la tarde, de la luz dorada, de la piel amada verdadera. Arde entonces tan claro todo cuanto somos... y ese qué, o su cómo, tan raro, tan raro, lo hablará la tarde, esa luz dorada, la piel tan amada, la Verdad que arde…

3 La riqueza de cada instante, la belleza que encierran las cosas, las personas, el devenir de cada historia en el paseo diario, la dicha de conocer la inmensidad de todo ello... Junto al dolor y al sufrimiento, frente a la injusticia, el gozo de poder asumirlos para elevarse sobre ellos y seguir caminando... cuando llega la tarde. Porque sé que cada día no es maravilloso pero amo lo maravilloso que hay en cada día…

4 Una niña jugando y mira, mira el niño mientras – el aire delira-. Tiempo que pasa, y el niño, la niña a él acompasan su juego y la riña. La niña, el agua y el niño-cariño, la tarde, el columpio, quizá ese guiño que atrapa. Y quisiera, o desespera porque aún infantil – un murmullo- era. ¿ Qué será – dirá luego el tiempo que habla- al pasar ya la tarde, el chorro de agua y el columpio roto en el día aquel..., voces grabadas como en esa tabla sabrán bien cantar la Vida que fragua el sueño de ella, de esa niña y él...? La pregunta que empieza…

5 Actores del día a día, autores de vida vamos ( en el paseo decían cuánto nos preguntamos las sombras de fantasía en la acera que pisamos). ¿ Por qué y para qué, y cómo...? es la eterna sintonía. ¡ Preguntadle a ella...!: va una anciana en dos muletas sostenida pero ya tan despacio, casi quieta, sigue el camino y va, va......En las aceras decían las sombras de poesía dónde será donde andamos y por qué nos preguntamos, y una mujer casi quieta seguía con dos muletas el camino: ¡ vamos!, ¡vamos...! La edad que responde…

6 Inclinaré mi rostro ante tu mano que pide mendicante y es oscura, que recuerda incesante esta locura de negarte porque eres africano. Inclinaré mi cara de vergüenza y de envidia a tu fuerza de vida. Por ella rogaré para que venza: en mi oración irá toda tu herida. No soy nadie. Soy menos que tú: por los tuyos capaz hasta la muerte pero humilde me pides… con tu mano. Te doy todo quien soy. Ya me das tú todo un fuego de vida en tu alma fuerte: ¿ Cómo no inclinaré mi voz hermano ante la tuya… por ser africano…? La contradicción ante tanta injusticia que no sabemos resolver…

7 Era un hombre una vez que sembraba semillas. Mil, dos mil, no sé yo cuántos granos de vida. Un pobre hombre, un desierto, y sembraba, decían… (¿ suspiros de esperanza o de melancolía?) Sembró y sembró, sembraba, su alma así en cada herida de una tierra que – dicen- resucitó a la vida. Sembrar los desiertos de la existencia con palabras, actitudes… como el hombre que nos enamoró en el relato de Jean Giono. ( Papel artesanal y y hojas prensadas) La propuesta…

8 Es la vida que fluye. La hoja ágil que se desprende. Calma. El invierno en esta mañana. Esa luz tan frágil. Es sentir que devuelve un tiempo eterno. La abuela, la madre, el niño pequeño. Rumor del aire como una caricia al oído. La prisa: el ir risueño del ave, la hoja, el niño. Delicia. Es la vida que fluye. Viene, va, tras frío calor... como en el paseo. Cual la hoja que pende... o se desprende: Nuevo sol en el gris siempre será para dicha del día y su recreo. Hoy el alma, callada, al fin... lo entiende. Pues la vida sigue…

9 Decididamente ir y paso a paso: hasta un perrillo tiene vida plena con el sol que amanece, con su ocaso... ¿ por qué entonces ser menos que la arena? El nacer para ser libre o esclavo del tiempo, del dolor o la memoria, mas continuar con miedo o siendo bravo y hacer de cada cruz una victoria. Hasta hierba amarilla otra vez crece y del árbol resurge rama nueva: entonces no es sufrir una condena si cuando el alma llora se endurece. ¿ No veis la luz, el aire que le lleva también la mar... a la sencilla arena...? Y hemos de seguir también nosotros…

10 Como el fuego quien sufre, quien padece y no niega el sufrir pero amanece con la Luz que se alberga en cada día porque es su compañera y su vigía. Como hierro quien sigue pese a todo, quien navega otra vez aunque naufrague, quien se levantará de cualquier modo para encender amor cuando se apague. Perseguir como fin será la fuente del pulso apasionado ante la vida quien sufre pero goza totalmente. No habrá nada. No habrá ninguna herida, ningún duelo que sea suficiente. ¿ Cómo apagar un alma decidida? Con el coraje de seguir construyendo… aceptando nuestra humana limitación…

11 El sencillo paladeo de una taza de café. La caricia, el recreo y la risa o ese qué de las manos tan unidas por quererse sin porqué. La sonrisa en el paseo de una amiga que se olvida del dolor cuando la veo: El sencillo paladeo de mi alma cuando sé de la charla, del paseo, de caricias de la vida, de una taza de café... Y continuar en el misterio de la vida tal como es, como viene…

12 Diría del Amor que es recibir la Belleza tan grande que hay en todo. Diría que es mirarLa, que es oír su Son para cantarLa en cualquier modo. Diría de ese baile de las ramas que va con el paseo conjugado, de pieles que se quieren y se llaman, de cada rostro amable y sosegado. Diría de los ojos del que es pobre, de quien da aunque nada ya le sobre, y allí tanta Hermosura diré y digo. Pero es más... Es mirar, ver, y es oír el Son que va... yo no sabré decir... Vida que canta Lo lleva consigo. Pues cómo no mirar, ver, oír… y cantar…

13 A mi verso le aconseja el paseo de un perdido, una mujer que se aleja y el papelillo caído que cualquiera al suelo deja. Quien sonríe o quien se queja o quien calla porque es niño, porque está enfermo o es vieja, o quien sólo con su aliño se expresa, viene y se deja en el verso de mi endecha: el verso que con perdidos, con las risas, con las quejas, con quien viene o quien se aleja, y el papelillo caído de cualquiera que se deja, se abraza y se estrecha, estrecha... Madrid, fines de mayo de este año 2009. La autora prefiere la difusión libre y gratuita. Y entonces entregarse… Registro de la Propiedad Intelectual nº M-004803/2009


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