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Lectio divina del Salmo dominical Domingo de Resurrección

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Presentación del tema: "Lectio divina del Salmo dominical Domingo de Resurrección"— Transcripción de la presentación:

1 Lectio divina del Salmo dominical Domingo de Resurrección
Hch 10,34a.37-43: Hemos comido y bebido con él después de la resurrección. Sal 117,1-2.16ab : Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Col 3,1-4: Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo. Secuencia Ofrezcan los cristianos: Jn 20,1-9: El había de resucitar de entre los muertos.

2 Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

3 Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia
Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia.

4 Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

5 La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor.

6 Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

7 La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.

8 Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

9 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio…
[¡Aleluya!] 1Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. 2Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. 3Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. 4Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. 5En el peligro grité al Señor, y me escuchó, poniéndome a salvo. 6El Señor está conmigo: no temo; ¿qué podrá hacerme el hombre? 7El Señor está conmigo y me auxilia, veré la derrota de mis adversarios. 8Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, 9mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. 10Todos los pueblos me rodeaban, en el nombre del Señor los rechacé; 11me rodeaban cerrando el cerco, en el nombre del Señor los rechacé; 12me rodeaban como avispas, ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. 13Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó; 14el Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación.

10 15Escuchad: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos: "La diestra del Señor es poderosa, 16la diestra del Señor es excelsa, la diestra del Señor es poderosa". 17No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. 18Me castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte. 19Abridme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. 21- Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. 22La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. 23Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. 24Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. 25Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; 27el Señor es Dios, él nos ilumina. - Ordenad una procesión con ramos hasta los ángulos del altar. 28Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. 29Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.

11 Lectio ¿Qué dice el texto?
El salmo 117 evoca la historia de la victoria de un rey e incluye una liturgia de acción de gracias. Un personaje importante -probablemente, el rey o el pueblo entero, personificado en este personaje- ha tenido que librar una fuerte batalla contra el enemigo. El combate ha sido recio y el peligro grande; la misma vida ha estado en trance: Todos los pueblos me rodeaban, cerrando el cerco; me rodeaban como avispas y empujaban para derribarme. Ante tales dificultades, se acudió al Señor, y el Señor mostró su poder: En el peligro grité al Señor. El Señor me castigó, pero no me entregó a la muerte, me escuchó. Por ello se celebra esta fiesta de acción de gracias, esta procesión jubilosa al templo, que constituye el segundo tema del salmo. Todo el pueblo se dirige al templo con cantos de acción de gracias. El Señor manifiesta realmente su poder en la guerra: Éste es el día en que actuó el Señor; dad, pues, gracias al Señor, porque es eterna su misericordia. Al son de estos cantos de acción de gracias, la procesión llega al templo, para celebrar una liturgia de acción de gracias: Abridme las puertas del triunfo (del templo), y entraré para dar gracias al Señor. Israel era, ciertamente, insignificante ante el poder de los enemigos, pero la piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Dios ha bendecido con la victoria al débil, y por ello los sacerdotes, desde el templo, repiten esta bendición sobre la procesión que avanza: Bendito el que viene en nombre del Señor. Para los cristianos, esta lucha y esta victoria evocan el misterio pascual de Jesús, luchando en la pasión y triunfando en la resurrección. El Señor mismo, a las puertas de su muerte, aplicó este salmo a su persona: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos..."?" (Mt 21, 42). Las turbas aplicaron a Jesús este canto en el domingo de ramos: "Bendito el que viene en nombre del Señor" (Mt 21, 9). Los apóstoles, en su predicación, confirmaron esta interpretación (cf. Hch 4,11; cf. 1 Pe 2,4). No es extraño, pues, que en todas las liturgias este salmo haya venido a ser un salmo dominical y pascual. (Pedro Farnés, Moniciones y oraciones sálmicas, Regina, Barcelona 1978)

12 Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto
Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. ¡Aleluya, aleluya, aleluya! ¡Cristo, nuestra Esperanza ha resucitado! Celebremos con gozo este día en que actuó el Señor y démosle gracias porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Cristo, rechazado y condenado a muerte como piedra no apta para la construcción, ha sido exaltado ahora por la diestra del Padre y puesto como piedra angular del edificio ante la que todos exclamamos: ¡qué bella, qué bella” (cfr. Zac 4, 7) Ciertamente, Cristo resucitado exclama: “¡no he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor!” Pedro, y Juan, la Magdalena y las otras mujeres (entre ellas –no lo dudamos aunque el Evangelio no lo diga- María, la Madre del Señor) vieron y creyeron y nosotros ahora, apoyados en su testimonio de Fe, creemos y nos llenamos de alegría. Alegría contagiosa que extendemos al mundo entero. ¡Aleluya, aleluya, aleluya! ¡Cristo, nuestra Esperanza ha resucitado! ¡Aleluya!

13 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo?
Cristo ha resucitado, ¡Aleluya! Y la humanidad envejecida en el abismo surge por Él cual niña renacida en Su bautismo. El Padre, gozoso, con su Mano lo bendice, y, Jesús, jubiloso, a su vez le dice: he resucitado y aún estoy Contigo. Mira, oh, Padre, ya no estoy solo, ¡la Humanidad viene Conmigo! Como muestran mis llagas que, de nuestro Amor, son testigo.

14 Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros…
“ Este es el día en que actuó el Señor, alegrémonos y gocemos con Él. Aquel día no se refiere al curso del sol sino a las acciones insignes que se hicieron en él. (…) ¿Qué se puede comparar con ese día en que se obró la reconciliación de Dios con los hombres, y se puso fin al combate prolongado, y la tierra alcanzó el cielo, y los hombres indignos de la tierra aparecieron como dignos del Reino, y las primicias de nuestra naturaleza se colocaron más arriba de los cielos, y se abrió el paraíso, y recibimos la antigua patria, y desapareció la maldición, y se desligó el pecado, y quienes fueron castigados por la ley recibieron la salvación sin la ley, y toda la tierra y el mar conoció a su Señor, y otros innumerables hechos que no podemos alcanzar con la palabra? Por eso el Profeta, considerando todas estas cosas, las atribuye todas a Dios, mostrando que todas han sido hechas por Dios.” (San Juan Crisóstomo , Comentarios a los salmos 117, 5,8. 6,1, Ciudad Nueva, Biblioteca de Patrística, Madrid 2006, 156.)

15 Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra
Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”… Ya que habéis sido resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.


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