Diez principios para la intercesión

Presentación del tema: "Diez principios para la intercesión"— Transcripción de la presentación:

1 Diez principios para la intercesión
Daniel Pelozo

2 Introducción La intercesión es un eje esencial para la guerra espiritual y el avance del Evangelio. Primero, examinemos Éxodo 17:8-16. “Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová-nisi; y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación”.

3 Primer principio Había una guerra, y las vidas dependían del resultado de ella Queramos o no, estamos, como ellos, involucrados en una guerra. Hay vidas que igualmente dependen de la manera que batallemos, y nuestra victoria es crucial para ellas. Es mucho lo que depende de nuestra intercesión.

4 Segundo principio La intercesión nos lleva a subir al monte y ver el valle desde otra perspectiva Cuando nos elevamos a Dios en oración, podemos ver aquello que no es notorio desde abajo. Tanto la alabanza como la oración nos impulsan a Su presencia, y allí vemos lo que los demás no pueden ver. Nuestra perspectiva cambia. ¿Están desanimados por batalla que están librando? Desde abajo, desde el valle, el panorama no es más que de soldados muriendo, luchas y todo tipo de problema. Subamos entonces al monte, y así veremos desde una mejor perspectiva.

5 Tercer principio La intercesión y la guerra espiritual representan una responsabilidad, y no un privilegio. A veces podemos llegar a ostentar nuestra intercesión, o deslumbrarnos al verla en otros, sin ver el peso y la responsabilidad que interceder y batallar en oración conllevan. Moisés lo asumió con seriedad.

6 Cuarto principio La intercesión de Moisés afectaba al campo de batalla
La batalla se gana de rodillas, no sobre el campo de batalla. En la medida que Moisés, Hur y Aarón intercedían, la batalla se tornaba a favor de Su pueblo. Recordamos el lema que hoy estamos compartiendo: “Misiones se hace con los pies de lo que van, las rodillas de los que quedan, y las manos de los que dan”. No basta con tener personas que vayan, ni dinero para enviarles. Hay que tener rodillas que les respalden en oración.

7 Quinto principio La batalla puede resultar agotadora
Vemos a un Moisés fatigado, que necesitó esforzarse para continuar su tarea. La intercesión representa esfuerzo; no es algo fácil, no carece de costo.. La clave: No estemos solos. No debe haber sólo un intercesor, sino una iglesia entera apoyando la intercesión, así como Moisés necesitó y recibió el apoyo de Aarón y Ur al agotarse sus fuerzas.

8 Sexto principio Sostener las manos: una ilustración de la intercesión.
Cuando Aarón y Hur sostuvieron las manos de Moisés, éstas fueron afirmadas para la intercesión, y la batalla fue ganada. Necesitamos valorar y comprender la importancia de sostener las manos. ¿Necesitan firmeza? Busquen quién les ayude a sostener sus manos. ¿Habrá otros que necesiten ser afirmados? Sean también ustedes de aquellos que sostienen las manos de otros.

9 Séptimo principio En ocasiones, vemos a desconocidos jugar un rol importante en la obtención de la victoria. Y la verdad es cada soldado en el ejército de la intercesión ocupa un lugar trascendente, y define el triunfo. Trasladémonos ahora a Romanos 8:26-28, y hallaremos otros 3 principios que nos ayudarán a comprender la intercesión. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

10 Octavo principio La oración en lenguas, una herramienta útil en la intercesión. Romanos 8:26 revela que el Espíritu nos ayuda a interceder, aun cuando no sabemos totalmente CÓMO orar. Orar en lenguas es una herramienta útil para ayudarnos a interceder. Suelen existir dos actitudes opuestas en la guerra espiritual: la de huir a la batalla, y la de sentirnos capaces de provocar cualquier cambio por nuestra oración. Orar en el Espíritu nos brinda un equilibrio para evitar tales extremos. No podemos lograr nada por “nuestra” batalla. Pero sí podemos permitir que Dios nos guíe a orar de manera que Él provoque los cambios que quiera. El Espíritu nos guía y nos enseña cómo interceder.

11 Noveno principio El Espíritu Santo nos guía a orar aun por lo que desconocemos. A través del Espíritu Santo gimiendo a través de nuestras vidas, podemos interceder por Sus santos en cualquier iglesia, país, en las misiones extranjeras… Aquellas necesidades más ocultas y distantes pueden ser cubiertas bajo Su guía, pues Él nos ayuda a interceder por lo que no podemos ver.

12 Decimo principio Romanos 8:28: Con intercesión y guiados por Él podemos tener la confianza que “a todos los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”. En medio de problemas y desafíos, además de recibir la guía de Dios para orar, y contar con el Espíritu Santo intercediendo por nosotros, también podemos creer y disfrutar esta verdad: cualquiera sea el resultado, o el propósito de Dios, todo será para bien.

13 Conclusión En estos días de tanta necesidad en el mundo, debemos aprender nuevamente el arte de interceder, y levantar intercesores en nuestras propias iglesias. Es una herramienta útil y necesaria para ganar la batalla espiritual.