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Los cristianos de la primera y segunda generación recordaban a Jesús no tanto como un hombre religioso, sino como un profeta que denunciaba con audacia.

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Presentación del tema: "Los cristianos de la primera y segunda generación recordaban a Jesús no tanto como un hombre religioso, sino como un profeta que denunciaba con audacia."— Transcripción de la presentación:

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2 Los cristianos de la primera y segunda generación recordaban a Jesús no tanto como un hombre religioso, sino como un profeta que denunciaba con audacia los peligros y trampas de toda religión. Lo suyo no era la observancia piadosa por encima de todo, sino la búsqueda apasionada de la voluntad de Dios. Jesús cita a Isaías: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos”. Luego denuncia en términos claros dónde está la trampa: “Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”. José Antonio Pagola. El camino abierto por Jesús. Texto: Marcos 7, 1-8.14-15.21-23 // Tiempo Ordinario 22 –B-. Comentarios y presentación: Asun Gutiérrez Cabriada. Música: Mozart. Sinfonía nº 29, en la. Andante.

3 1 Los fariseos y algunos maestros de la ley procedentes de Jerusalén se acercaron a Jesús 2 y observaron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavárselas 3 –es de saber que los fariseos y los judíos en general no comen sin antes haberse lavado las manos meticulosamente, aferrándose a la tradición de sus antepasados... Los letrados y fariseos representan el culto hipócrita que se ciñe a lo externo, a lo de “fuera” (la rúbrica, la norma), perdiendo de vista lo profundo, lo de “dentro”. La convivencia cotidiana con Jesús hace relativizar costumbres y normas. Sabemos que Jesús se saltaba en muchas ocasiones ciertos preceptos de la ley, porque en lugar de liberar a las personas las esclavizaban y excluían de la vida social y religiosa. Para Jesús la suciedad no consiste en no lavarse las manos, sino en no hacer felices a las personas, en olvidarse de sus necesidades, en creerse “limpio”. La auténtica limpieza consiste en vivir como vivió Jesús.

4 ... 4 y al volver de la plaza, si no se lavan, no comen; y observan por tradición otras muchas costumbres, como la purificación de vasos, jarros y bandejas–. 5 Así que los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron: –¿Por qué tus discípulos no proceden conforme a la tradición 5 Así que los fariseos y los maestros de la ley le preguntaron: –¿Por qué tus discípulos no proceden conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras? La persona farisea es estricta cumplidora de la ley y se siente demasiado satisfecha de su cumplimiento externo. Da más importancia a la norma humana que a lo que Dios quiere. La relación de Jesús con este tipo de personas fue muy conflictiva. ¿Actúo como los fariseos en la interpretación meticulosa de la norma? ¿Me conformo con la apariencia y cumplimiento exterior?

5 6 Jesús les contestó: –Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 7 En vano me dan culto, enseñando doctrinas que son preceptos humanos. Jesús, en repetidas ocasiones, justifica su forma de actuar, sin analizar la conducta de sus oponentes (Mc 2,1-3,6;3,22-30). Ahora pasa a denunciar abiertamente a quienes creen tener el poder ideológico y religioso. Con sus acusaciones cambia todo el sistema socio-religioso y censura la forma oficial de acceso a Dios. Una forma de intentar domesticar el Evangelio es convertirlo en un conjunto de normas que basta cumplir escrupulosa y externamente. La vida interna de la iglesia católica –y de las demás iglesias- ¿se conduce por el Evangelio o por el Derecho Canónico-preceptos humanos? Las personas de ambientes católicos -o de otras religiones- ¿practican la religión o son seguidoras de Jesús?

6 14 Y llamando de nuevo a la gente, les dijo: –Escuchadme todos y entended esto: 15 Nada de lo que entra en el ser humano puede mancharlo. Lo que sale de dentro es lo que contamina al ser humano. Jesús no critica a la gente, como a los letrados y fariseos, sino que les invita a escuchar y les ayuda a entender bien. Jesús declara puros todos los alimentos y desautoriza radicalmente el sistema socio-religioso basado en ritos y tradiciones. Jesús proclama la libertad ante las ataduras de la ley que esclavizan a las personas. Demuestra que no es tan complicado ni hay que purificarse tanto para encontrar a Dios, que está en las relaciones humanas, en todo lo que contribuye a hacer más libre, digna y feliz la vida de las personas. La Palabra de Dios siempre es portadora de vida y de liberación para el ser humano.

7 21 Porque es de dentro, del corazón de los seres humanos, de donde salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, 22 adulterios, codicias, perversidades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, soberbia e insensatez. 23 Todas estas maldades salen de dentro y manchan al ser humano. Jesús nos señala claramente la verdadera fuente del amor o de la ignorancia: el corazón humano. Tiene un corazón que piensa bien, respetuoso, generoso, solidario, austero, alegre, coherente, compasivo..., quien vive como vivió Jesús. Aunque no lo sepa ni le conozca.

8 Tú me has despertado del falso sueño de la responsabilidad. Has descargado mi mochila de inútiles seguridades y falsas necesidades, y me has dicho con voz amiga: camina ligero de equipaje. Ahora sí, Señor. Ahora sé escuchar tu voz amiga y su eco en el horizonte. Ahora sí, Señor, camine o descanse, te siento a mi lado, y no me pesa la vida ni el seguir tus huellas. Ulibarri Flo.


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