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La fundación En México Manuel Maples Arce que funda el “Estridentismo.” La palabra “estridente”, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua,

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Presentación del tema: "La fundación En México Manuel Maples Arce que funda el “Estridentismo.” La palabra “estridente”, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua,"— Transcripción de la presentación:

1 La fundación En México Manuel Maples Arce que funda el “Estridentismo.” La palabra “estridente”, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, en términos poéticos, algo “que causa o mete ruido o estruendo”

2 La revolución y la nación moderna mexicana
México atravesó una revolución ( ) vio el uso de las terribles máquinas de guerra como el aeroplano, la artillería pesada, la ametralladora, la telegrafía sin hilos y el uso masivo del ferrocarril para transportar las enormes cantidades de materiales, animales y hombres de una punta del país a la otra.  

3 Actual Nro 1 Es en este ambiente incierto que Maples Arce publica en forma de hoja volante el primer manifiesto estridentista.  Le llama “Actual No. 1” con el subtítulo “Hoja de Vanguardia. Comprimido Estridentista de Manuel Maples Arce.”  El manifiesto consta de un prólogo y catorce puntos.  Lleva una fotografía del autor.  Además contiene un directorio de “quién es quién la Vanguardia mundial.”

4 Integrantes Los integrantes son:  Manuel Maples Arce,  Germán List Arzubide, Arqueles Vela, Luis Quintanilla—quien toma el nom de plume “Kin Taniya” -Salvador Gallardo, Miguel Aguillón Guzmán, Francisco Orozco Muñoz, Salvador Novo y Humberto Rivas.  

5 Una síntesis quintaesencial
Ya nada de creacionismo, dadaísmo, paroxismo, expresionismo, sintetismo, imaginismo, suprematismo, cubismo, orfismo, etcétera, etcétera, de “ismos”más o menos teorizados y eficientes. Hagamos una síntesis quintaesencial y depuradora de todas las tendencias florecidas en el plano máximo de nuestra moderna exaltación.

6 Futurismo Europeo . Queremos cantar el amor al peligro, a la fuerza y a la temeridad. II. Los elementos capitales de nuestra poesía, serán el coraje, la audacia y la rebelión. III. Contrastando con la literatura que ha magnificado hasta hoy la inmovilidad de pensamiento, el éxtasis y el sueño, nosotros vamos a glorificar el movimiento agresivo, el insomnio febriciente, el paso gimnástico, el salto arriesgado, las bofetadas y el puñetazo. IV. Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido de una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carrera con su vientre ornado de gruesas tuberías, parecidas a serpientes de aliento explosivo y furioso... un automóvil que parece correr sobre metralla, es más hermoso que la Victoria de Samotrhacia. V. Queremos cantar al hombre que es dueño del volante cuyo eje ideal atraviesa la Tierra lanzada sobre el circuito de su órbita.

7 Manifiesto futurista Vll. No hay belleza más que en la lucha. No debe admitirse un jefe de escuela si no tiene un carácter recalcitrantemente violento. La poesía debe ser un asalto agresivo contra las fuerzas anónimas y desconocidas para hacerlas que se inclinen ante el hombre. VlIl. ¡Estamos sobre el promontorio extremo de los siglos! ¿A qué mirar detrás de nosotros, que es como ahondar en la misteriosa alforja de lo imposible? El Tiempo y el Espacio han muerto. Vivimos ya en el Absoluto, puesto que hemos creado la celeridad omnipresente. IX. Queremos glorificar la guerra—única higiene del mundo—el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer. X. Queremos demoler los museos, las bibliotecas, combatir el moralismo, el feminismo y todas las cobardías oportunistas y utilitarias

8 El canto a las grandes muchedumbres
XI.Cantaremos a las grandes muchedumbres agitadas por el trabajo, el placer o la rebeldía, las resacas multicolores y polifonas de las revoluciones en las capitales modernas: la vibración nocturna de los arsenales y de los almacenes bajo sus violentas lunas eléctricas, las estaciones ahitas, pobladas de serpientes atezadas y humosas, las fábricas suspendidas de las nubes por el bramante de sus chimeneas; los puentes parecidos al salto de un gigante sobre la cuchillería diabólica y mortal de los ríos, los barcos aventureros olfateando siempre el horizonte, las locomotivas en su gran chiquero, que piafan sobre los railes, bridadas por largos tubos fatalizados, y el vuelo alto de los aeroplanos, en los que la hélice tiene chasquidos de banderolas y de salvas de aplausos, salvas calurosas de cien muchedumbres

9 Buenos Incendiarios En verdad que la frecuentación cotidiana de los museos, de las bibliotecas y de las academias (¡esos cementerios de esfuerzos perdidos, esos calvarios de sueños crucificados, esos registros de impetuosidades rotas...!) es para los artistas lo que la tutela prolongada de los parientes para los jóvenes de inteligencia, esfervecidos de talento y de voluntad. Sin embargo, para los moribundos, para los inválidos y para los prisioneros, puede ser bálsamo de sus heridas el admirable pasado, ya que el porvenir les está prohibido. ¡Pero nosotros no, no le queremos, nosotros los jóvenes, los fuertes y los vivientes futuristas! ¡Con nosotros vienen los buenos incendiarios con los dedos carbonizados! ¡Heles aquí! ¡Heles aquí! ¡Prended fuego en las estanterías de las bibliotecas! ¡Desarraigad el curso de los canales para inundar los sótanos de los museos! ¡Oh! ¡Que naden a la deriva los cuadros gloriosos! ¡Sean nuestros los azadones y los martillos! ¡Minemos los cimientos de las ciudades venerables

10 El estridentismo tuvo sus seguidores de las artes plásticas y visuales como Ramón Alva de la Canal, Leopoldo Méndez, Fermín Revueltas, Diego Rivera, Germán Cueto, Jean Charlot, Roberto Montenegro, Guillermo Ruiz, Javier Guerrero y Máximo Pacheco.  También se unieron dos músicos, Manuel M. Ponce, el autor de “Estrellita,” y Silvestre Revueltas.

11 El Estridentismo nació a fines de 1921 con el manifiesto de Maples Arce.  Se dice que tuvo una vida de cinco años y pico, o sea que terminó en 1927.  Fue un movimiento principalmente de poetas, aunque en los cinco años se produjo un par de novelas.  Como líder del movimiento, Maples Arce fue el impulsador principal.

12 Las revistas En la Ciudad de México fundaron varios órganos de publicación para difundir sus trabajos.  El primero de éstos fue Actual, que llegó a diez números.  El segundo, Irradiador, alcanzó tres números.  Además contaban con el apoyo y la simpatía de varios miembros del periodismo, entre ellos el director de El Universal Ilustrado, Carlos Noriega Hope

13 Las batallas    El Estridentismo causó algunos disgustos a intelectuales establecidos.  Los miembros de la Academia Mexicana de la Lengua atacaron al movimiento y a sus adherentes.  Después del primer manifiesto algunos miembros de la Academia creyendo que su sede sería atacada por los nuevos “subversivos” hasta montaron una guardia para evitarlo.  Pero fue en los periódicos donde se libraron las mayores batallas entre los jóvenes rebeldes y el “establecimiento” conservador.

14 Estridentópolis     En 1925, Maples Arce aceptó el cargo de Secretario de Gobierno en la administración del General Heriberto Jara, Gobernador de Veracruz.  Se trasladó a Jalapa llevándose sus más íntimos colaboradores.  Bajo la protección del General Jara, el movimiento florece y Jalapa llega a ser conocida como “Estridentópolis.”  Ahí en Jalapa se publicó Horizonte que fue la mayor obra periodística del movimiento y que alcanzó diez números.  Fue en Jalapa donde se publicaron la mayoría de las obras de estos autores.

15 Los ismos Aunque el estridentismo se basa primariamente en el futurismo de Marinetti, el ultraísmo español, el creacionismo de Huidobro y el “dadá,” no todas las influencias son extranjeras. También influyen mexicanos como Ramón López Velarde y Juan José Tablada. 

16 Manifiesto Es necesario exaltar en todos los tonos estridentes de nuestro diapasón propagandista, la belleza actualista de las máquinas, de los puentes gíminicos recientemente extendidos sobre las vertientes por músculos de acero, el humo de las fábricas, las emociones cubistas de los grandes trasatlánticos con humeantes chimeneas de rojo y negro (…) junto a los muelles efervescentes y congestionados, el régimen industrialista de las grandes ciudades palpitantes, las bluzas (sic) azules de los obreros explosivos en esta hora emocionante y conmovida…"

17 La aristocracia de la gasolina
Por eso Maples Arce decía proclamando "la aristocracia de la gasolina" como atributo de modernidad. Porque había que ser, por ese entonces, "absolutamente moderno" - como, proféticamente, lo había adelantado Rimbaud -; cosa que hoy sentimos como una consecuencia difícil de evitar, en verdad nadie quiere serlo: lo somos por fatalidad histórica, por circunstancia,para usar el término de Ortega y Gasset; somos modernos a pesar de nosotros mismos.

18 4 manifiestos En el prólogo del 1er Manifiesto se ve un deseo de romper con el pasado atacando a la iglesia católica y al país con el pronunciamiento de que “Muera el Padre Hidalgo” y “Abajo San Rafael, San Lázaro” y con un deseo de ir hacia otra dirección, “Esquina.”  También con cierta ironía dice “Se prohibe fijar anuncios” ya que el primer manifiesto fue fijado en muros de la Ciudad de México.  

19 Chopin a la silla eléctrica
Se hace un llamado a la juventud mexicana a unirse a la lucha por reformar el estancamiento intelectual en que se encuentra el México del momento.  Es una invitación para formar el futuro.  También contiene algunas frases como “Chopin a la silla eléctrica” que recuerda algunos de los manifiestos del dadá

20 Segundo Manifiesto Se puede ver en este segundo manifiesto que la lucha, ahora ya no de un sólo individuo, sigue contra lo establecido, los mitos nacionales, y la Academia Mexicana de la Lengua.  Pero no sólo se ataca a ciegas, también se hace un esfuerzo por especificar las quejas y definir los caminos a seguir en el futuro.  Maples Arce y List Arzubide fueron agredidos a mano armada por algunos de los habitantes de Puebla.  Maples Arce los paró gritándoles, “El estridentismo no admite ni vales ni da fianzas, Ustedes son los lamecazuelas de la dictadura,” milagrosamente haciéndolos desisti.

21 VIVA EL MOLE DE GUAJOLOTE
CAGUÉMONOS: Primero: En la estatua del Gral. Zaragoza, bravucón insolente de zarzuela (…). Horror a los ídolos populares. Odio a los panegiristas sistemáticos", etc. Por último, proclamaban: "Como única verdad, la verdad estridentista. Defender el estridentismo es defender nuestra vergüenza intelectual. A los que no estén con nosotros se los comerán los zopilotes. El estridentismo es el almacén de donde se surte todo el mundo. Ser estridentista es ser hombre. Sólo los eunucos no estarán con nosotros. Apagaremos el sol de un sombrerazo. FELIZ AÑO NUEVO. ¡VIVA EL MOLE DE GUAJOLOTE!"

22 Tercer Manifiesto El tercer manifiesto fue emitido en Zacatecas en 1925.  En sí contiene poco de original ya que se limita a rebuscar lo ya contenido en los dos previos manifiestos y en reiterar la frase célebre de Marinetti acerca del automóvil de carreras y la Victoria de Samotracia.  Este es emitido por Salvador Gallardo, Guillermo Rubio, Adolfo Avila Sánchez y Aldeguldo Martínez

23 4to. Manifiesto El cuarto, y final, manifiesto es lanzado en Ciudad Victoria, Tamaulipas en 1926.  Es emitido por el III Congreso Nacional de Estudiantes.  Con el subtítulo de “Chubasco estridentista” manifiesta su apoyo a los integrantes del movimiento y los nombra.  Además reproduce una antología de obras representativas de los poetas ya mencionados y también dice que fundarán la “Universidad Estridentista” y que “en 1927, el estridentismo habrá inventado la eternidad.”  

24 La admiración por las máquinas
Les fascinan las máquinas, la luz eléctrica, la ciudad como sitio de habitar y como escenario para sus obras debido a su oposición al campo, a la naturaleza.  Las matemáticas como símbolos, especialmente los números y las figuras geométricas, se integran en la poesía y en los otros géneros.

25 Los colores Usan colores de todos pero predominan el blanco, el amarillo y el gris.  Se da una impresión fuerte de querer “crear” el ambiente y de que la naturaleza sale sobrando.  Es el mundo de esta civilización moderna el que quieren representar los estridentistas

26 Manuel Maples Arce     Manuel Maples Arce fue fundamentalmente el “padre” y director del movimiento.  Fue él, como autor del primer manifiesto quien se responsabilizó por la dirección y crecimiento del movimiento.  También su amistad con el general Jara facilitó el hecho que los estridentistas tuvieran una base de apoyo para publicar sus obras.  Publicó las siguiente obras:  Andamios interiores, Poemas radiográficos (1922), Urbe (super poema bolchevique en cinco cantos (1924) y Poemas interdictos (1927

27 OTRAS MÁQUINAS El resultado es que las cosas más importantes para el ser humano, el amor y la vida, ahora son funciones de otras “máquinas” también inventadas por el hombre, los sindicatos.  El hecho es que todo lo cuenta en círculos concéntricos, como un blanco para práctica de disparo de armas de fuego del cual no hay escape.  

28 Estridentismo como vanguardia
Para México, el Estridentismo fue el pasaporte de la Vanguardia en un momento en que la vida intelectual del país estaba estancada.     Aunque la producción literaria y en otros campos fue en realidad pequeña, tuvo mucho impacto sobre la juventud mexicana.  De los estridentistas nacerían los “Contemporáneos,” que sentarían las bases de la literatura mexicana que llegaría hasta nuestros días.  

29 exaltación Hagamos una síntesis quinta-esencial y depuradora de todas las tendencias florecidas en el plano máximo de nuestra moderna exaltación iluminada y epatante, no por un falso deseo conciliatorio -sincretismo-, sino por una rigurosa convicción estética y de urgencia espiritual

30 Cosmopoliticémonos estridentismo, así, iba más allá de sí mismo y pedía una ecuménica fusión del espíritu moderno. "Cosmopoliticémonos", exigía Maples Arce a sus compatriotas, e invitaba a todos los poetas y artistas jóvenes de México, "a todos los que aún no se han corrompido con los mezquinos elogios de la crítica oficial" y "a todos los grandes sinceros" a sumarse a las filas del estridentismo.

31 Lo urbano En 1922 Maples Arce publica Andamios interiores. Poemas radiográficos, un libro - o, para hacerle mayor justicia- el primer libro de poesía mexicana que hace uso de un lenguaje vanguardista y de una temática urbana, cosmopolita, acorde con los tiempos.

32 La ciudad . La ciudad moderna deviene prismática, caleidoscópica, eléctrica y veloz. Ninguna novedad: ya lo habían dicho en sus poemas Apollinaire, Cendrars, Reverdy, Marinetti, Maiakovski; ya existía el cubismo y el futurismo, pero Maples Arce fue el primero que lo hizo en México - que trasladó esa visión y la encarnó en su poesía - y uno de los primeros en América Latina, teniendo en cuenta al Borges ultraísta que algo similar hacia, por ese entonces, en Buenos Aires

33 Urbe. Super-poema bolchevique en cinco cantos.
En 1924 Maples Arce publica Urbe. Super-poema bolchevique en cinco cantos. Pesa más aquí el compromiso político -que el compromiso con "un nuevo modo de escribir", con una nueva sintaxis. Los estridentistas fueron, obviamente, izquierdistas (la relación entre política y poética vivía, en esos días, su mejor momento), pero también fueron un movimiento elitista, intelectual, nada propensos a un populismo cultural que rebajara la tarea del artista a simple propagandista de un sistema

34 VRBE, super-poema bolchevique en 5 cantos, Manuel Maples Arce. 1924

35 La nueva ciudad A los obreros de México
He aquí mi poema brutal y multánime a la nueva ciudad. Oh ciudad toda tensa de cables y de esfuerzos, sonora toda de motores y de alas. .

36 Explosión de nuevas teorías
Explosión simultánea de las nuevas teorías, un poco más allá. En el plano espacial De Whitman y de Turner y un poco más acá de Maples Arce

37 HIERRO, ACERO Y SEXO He aquí mi poema: Oh ciudad fuerte y múltiple, hecha toda de hierro y de acero. Los muelles. Las dársenas. las grúas. Y la fiebre sexual de las fábricas.

38 PAISAJES MOMENTÁNEOS Vrbe: Escoltas de tranvías que recorren las calles subversistas. Los escaparates asaltan las aceras, y el sol, saquea Ias avenidas. Al márgen de los días tarifados de postes telefónicos desfilan paisajes momentáneos por sistemas de tubos ascensores

39 Crepúsculos Ajados Oh ciudad internacional. ¿hacia qué remoto meridiano cortó aquel trasatlántico? Yo siento que se aleja todo. Los crepúsculos ajados flotan entre la mampostería del panorama

40 La multitud Trenes espectrales que van  hacia allá lejos, jadeantes de civilizaciones. La multitud desencajada chapotea musicalmente en las calles.

41 CIUDAD MUSICAL Oh ciudad musical hecha roda de ritmos mecánicos. Mañana, quizás. sólo la lumbre viva de mis versos alumbrará los horizontes humillados.

42 ii La muchedumbre sonora hoy rebasa las plazas comunales y los hurras triunfales del obregonismo reverberan al sol de las fachadas

43 La maquinaria del insomnio
-Dios mío¡ -No temas, es la ola romántica de las multitudes. Después, sobre los desbordes del silencio, la noche tarahumara irá creciendo. Apaga tus vidrieras  Entre la maquinaria del insomnio La lujuria, son millones de ojos que se untan en la carne.

44 III La tarde, acribillada de ventanas flota sobre los hilos del teléfono, y entre los atravesaños inversos de la hora se cuelgan los dioses de las máquinas. Su juventud maravillosa estalló una mañana entre mis dedos. y en el agua vacía de los espejos, naufragaron los rostros olvidados.

45 La pobre ciudad sindicalista
Oh la pobre ciudad sindicalista andamiada de hurras y de gritos. Los obreros, son rojos y amarillos.

46 Los huelguistas Los ríos de blusas azules desbordan las esclusas de las fábricas, y los árboles agitadores manotean sus discursos en la acera. Los huelguistas se arrojan pedradas y denuestos, y la vida, es una tumultuosa conversión hacia la izquierda.

47 De mástiles y lunas Las hordas salvajes de la noche se echaron sobre la ciudad amedrentada. La bahía florecida, de mástiles y lunas, se derrama sobre la partitura. ingenua de sus manos, y el grito, lejano de un vapor, hacia los mares nórdicos.

48 La metralla La metralla hace saltar pedazos del silencio. Las calles sonoras y desiertas, son ríos de sombra que van a dar al mar, y el cielo, deshilachado, es la nueva bandera, que flamea Sobre la ciudad

49 La ciudad y la revolución
En este poema, la ciudad y la revolución social son los ejes centrales. La relación amorosa aparece esporádicamente, pasando a un segundo plano (“oh el fogonazo / verde de sus ojos”). Como bien señala Rubén Bonifaz Nuño, “a la manera de Walt Whitman avanza el poema, grandilocuente y brusco; la doble aparición de las palabras nueva y ciudad , señala el asunto primordial; palabras consideradas extrapoéticas como brutal, cables, motores explosión, marcan el tono estridentista”.


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