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“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece.

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2 “No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”. 1Timoteo 4:14-16.

3 El hecho de haber sido llamados por Dios, no nos hace inmunes al pecado y no nos coloca en un lugar donde el mal no nos puede alcanzar. Lo único que garantiza nuestra inmunidad, es la presencia constante de Dios en nuestra vida y nuestra estrecha relación con Jesús mediante la oración y el estudio de la Biblia.

4 I- ¿QUÉ COSAS PUEDEN DESTRUIR EL LIDERAZGO DE UN ANCIANO?

5 Sentirse dueño y amo de la iglesia.
Creer que puede decidir solo algunos asuntos de la iglesia. Tomar decisiones que le competen a la junta, a la iglesia, o al Pastor. Pensar que solo sus opiniones son las que hay que tener en cuenta.

6 Si no se le consulta se siente mal y piensa que lo están desplazando.
Sentir celos de poder. No delegar responsabilidades. Convertirse en un líder autoritario. Hacerle sentir a los demás, que él es quien manda.

7 “No como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplo de la grey”. 1Pedro 5:3.

8 Competir o rivalizar con otros líderes
Desarrollar un espíritu de competencia. Considerar que es mejor que los otros líderes de la iglesia. Hacer las cosas con la motivación de superar a los otros líderes.

9 Tratar de ganar la simpatía de la hermandad en detrimento de la imagen de los otros líderes.
Tornarse crítico de los otros líderes y tratar de disminuir la influencia que estos tienen en la hermandad.

10 “Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a los fuertes… a fin de que nadie se jacte en su presencia”. 1Corintios 1:26-29.

11 Tornarse muy sensible a las críticas
Se deprime si alguien lo critica o si no está de acuerdo con sus opiniones. Está siempre dispuesto a enfrentar a los que le critiquen. No analiza las críticas para saber si tienen algo de cierto y poder corregir a tiempo el error.

12 Se mantiene a la defensiva pensando que todos le persiguen.
No hace diferencia entre una crítica y otra Es posible que llegue a no aceptar los consejos. Piensa que solo él tiene la razón y que no se puede equivocar.

13 Puede ser que quiera pagarle con la misma moneda a los que le critican.
Todo el que lo critique es su enemigo.

14 “Si le tiene miedo al calor, no se meta a la cocina”. Anónimo.
“La única forma de salir ganando una discusión, es evitándola”. Dale Cornegie.

15 Creer que su misión es llevarle la contraria al pastor
Si el pastor es más joven que él, piensa que ese pastor joven no debe estar por encima de él y por lo tanto no debe apoyarlo. Cita las juntas de iglesia sin previo acuerdo con el pastor.

16 No le sirve de escudo a su pastor, sino que más bien es él quien siempre está dispuesto a atacarlo.
No tiene buena comunicación con el pastor. “Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos” 1Timoteo 5:19.

17 5- Aferrarse al cargo y pensar que nunca lo deben cambiar
Pensar que debe ser anciano toda la vida. Si la Iglesia decide darle otro cargo no lo acepta y se torna crítico de los nuevos ancianos Creer que el único cargo importante que hay es el de anciano de Iglesia, y no comprender, que: “Son las personas las que hacen importantes los cargos y no los cargos a las personas”.

18 “Quien se cree muy importante para hacer las cosas pequeñas, es muy pequeño para hacer las cosas más importantes”. Anónimo.

19 Tener demasiada familiaridad con el sexo opuesto
Desarrolla demasiada confianza con las hermanas de la iglesia, y esto termina prestándose para malas interpretaciones. Asiduamente se le ve recibiendo o despidiendo a las hermanas de la iglesia utilizando expresiones de mucha familiaridad.

20 Sale a hacer obra misionera acompañado de hermanas de la iglesia, menos con su esposa.
Piensa que él nunca va a caer en tentación.

21 “También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y lazo del diablo” 1Timoteo 3:7.

22 Dejar de ser un líder para convertirse en un jefe
El líder da ejemplo de cómo se hacen las cosas. El jefe da órdenes para que otros las hagan. El líder persuade, convence. El jefe obliga, atemoriza.

23 El líder está interesado en el desarrollo integral del grupo.
El jefe solo le interesa su buen nombre. El líder quiere que le sigan por convicción. El jefe tan solo le interesa que le obedezcan. El líder promueve el trabajo en equipo. El jefe quiere que todos giren en torno a él.

24 El líder atribuye el éxito al equipo.
El jefe atribuye el éxito a su gran gestión. El líder delega responsabilidades y comparte privilegios. El jefe trata de acaparar toda la atención.

25 Ser indiferente y duro con los niños y jóvenes de la iglesia
Considerar que las actividades de los JA son una pérdida de tiempo. Estar presto a maximizar los errores de los JA.

26 Cuando tiene que llamarle la atención a los niños, lo hace bruscamente, dando la imagen de hombre de terror. No se preocupa por las clases de los niños y no es amigo de los jóvenes. “Un gran hombre demuestra su grandeza por la forma de tratar a los pequeños”. Carlyle.

27 Convertirse en extremista y legislador
Creer que es él quien debe decidir qué es bueno y qué es malo hacer en la iglesia. Tomar decisiones extremas sin mirar las consecuencias que esto pueda traer para la iglesia en el futuro.

28 Sacar algunas normas propias y consignárselas a los reglamentos denominacionales.
Pensar que la iglesia tiene que decidir, pensar y actuar tal como lo hace él.

29 “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” 1Timoteo 4:16.

30 10- Confiar más en su experiencia que en el estudio diario de la Biblia
Poco se preocupa ya por la preparación de los sermones. No repasa constantemente el Manual de Iglesia. No se preocupa tanto en su devoción diaria.

31 Cree que con su experiencia todo lo puede solucionar.
No planea la programación de la iglesia y deja todo a la inspiración del momento. Con la internet soluciona todas sus necesidades en cuanto a la predicación.

32 “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía por la imposición de las manos del presbiterio” 1Timoteo 4: 13,14.

33 Descuidar a su familia por los compromisos con la iglesia
El anciano debe dedicarle a su familia el tiempo y el cuidado que a esta le pertenece. Si organizamos nuestro tiempo y nuestras actividades, no descuidaremos ni a nuestra familia ni a nuestra iglesia. Ningún argumento sirve para justificar nuestros descuidos para con la familia o la iglesia.

34 La primera iglesia por la cual el anciano tiene que dar cuenta, es por la iglesia de su hogar.
Su esposa, sus hijos y el entorno más cercano, son las primeras ovejas que tiene que cuidar el anciano. Si descuida la disciplina en su hogar, terminará perdiendo su influencia dentro y fuera de la iglesia.

35 “Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?”. 1Timoteo 3:4,5.

36 “Dios quiere que en su vida en el hogar el que enseña la biblia ejemplifique las verdades que presenta. La clase de hombre que sea tendrá mayor influencia que lo que diga” HC, página 321.

37 “A usted se le ha confiado un terrenito; pero ha dejado que delante de su propia puerta crezcan zarzas y espinas mientras se dedicaba a quitar las malas hierbas en los jardines ajenos… Está predicando el evangelio a otros; practíquelo usted mismo en su casa”. HC, página 324.

38 No delegar responsabilidades.
Algunos no delegan porque creen que ellos lo deben hacer todo. Están errados. Hay quienes no delegan porque no confían en las capacidades de los otros líderes. Esto es un error. Otros no delegan porque no quieren compartir los honores. Esto es lamentable.

39 Otros se van al extremo y quieren delegarlo todo para ellos no sentirse responsables.
Hay que saber cuándo, a quién y qué cosas podemos delegar. Hay que confiar en los otros líderes. Antes de delegar hay que capacitar a las personas que van a recibir la responsabilidad.

40 “Los hombres que ocupan puestos de responsabilidad deben creer que los demás también tienen criterio, cierta capacidad de razonar y perspicacia, y deben considerarlos capaces de realizar la obra que se les ha encomendado”. T M, página 302.

41 “Queremos que todos nuestros hombres responsables deleguen responsabilidades en los demás. Asignen a otras personas ciertas tareas que los obliguen a trazar planes y a usar su buen juicio”. T M, página 303.

42 Pensar que todos los problemas se solucionan de la misma manera
Cada problema tiene su propia solución. Es posible que lo que nos resultó en la solución de un problema no nos funcione en otras circunstancias.

43 Recordemos que las personas somos diferentes las unas de las otras.
Las iglesias no siempre reaccionan de la misma forma ante los mismos problemas . Hay que buscar una solución que arregle el problema sin causar otro.

44 Permitir que su relación con Jesús se debilite
No confíe en su experiencia: confíe en Jesús. No piense que su conocimiento le ayudará a salir adelante sin Jesús.

45 No crea que su carisma o su capacidad de orador le darán el triunfo final.
No se confíe en el buen nombre y la buena imagen que tiene ante la iglesia. Desconfíe de todo lo anterior y confíe solo en Jesús. El sí nos ayudará a triunfar.

46 “Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad”. 1Timoteo 4: 6,7.

47 II- REAFIRMANDO LO ESTUDIADO

48 Destaque ocho aspectos que pueden destruir la influencia de un anciano:
Sentirse el dueño y amo de la iglesia. Competir con otros líderes. Tornarse muy sensible a las críticas. Confiar más en la experiencia que en el estudio diario de la Biblia

49 Convertirse en extremista y legislador.
f- Creer que todos los problemas se solucionan iguales. g- No delegar responsabilidades. h- Permitir que su relación con Jesús se debilite.


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