Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo sino sólo de Dios MB VII, 359.

Presentación del tema: "Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo sino sólo de Dios MB VII, 359."— Transcripción de la presentación:

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3 Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo sino sólo de Dios MB VII, 359

4 El Rosario es un arma capaz de proporcionar la victoria no sólo a los individuos sino a toda la iglesia. MB VII, 210

5 Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad MB VIII, 407

6 Sólo en el silencio concede el Señor sus gracias. MB IX, 319

7 Trabaja por el Señor. El paraíso lo recompensa todo. MB III, 450

8 La templanza atrae las bendiciones del Señor y favorece la facultad intelectual y la salud corporal. MB II, 299

9 El trabajo y la templanza harán florecer la Congregación salesiana. MB XII, 397

10 El tiempo es un tesoro precioso. En un momento de tiempo bien empleado el hombre puede ganar la felicidad eterna. MM 66

11 La verdadera riqueza es el santo temor de Dios. MB X, 956

12 Trabajemos para el paraíso MB XII, 592

13 La venganza de un buen cristiano es el perdón y la plegaria por la persona que nos ofende MB IV, 243

14 ¿Queréis que el Señor os conceda muchas gracias? Visitadlo a menudo. ¿Queréis que os conceda pocas? Visitadlo poco. MB VIII, 54

15 La vida y la muerte están en las manos de Dios. MB III, 20

16 Hay que trabajar como si no se debiese morir nunca y vivir como si se debiese morir cada día. MB VII, 414

17 Regalamos un gran tesoro a la Iglesia cuando conquistamos una buena vocación MB XVII, 230

18 Cuando un hijo abandona a sus padres para seguir la vocación, Jesucristo ocupa su lugar en la familia. MB IX, 628

19 En esta vida tenemos las espinas y en la otra las rosas. MB X, 592

20 Fin