Domingo 22º del tiempo ordinario

Presentación del tema: "Domingo 22º del tiempo ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 Domingo 22º del tiempo ordinario
Ciclo C Día 29 de Agosto de 2010

2 Jesús es invitado a comer por un fariseo
Jesús acepta, porque aprovecha la ocasión para dar alguna lección.

3 El evangelio es de san Lucas, como en el ciclo C
Dice así:

4 Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.

5 Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: “Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: “Cédele el puesto a éste.” Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.

6 Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.

7 Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”

8 Y dijo al que lo había invitado:
Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.” Palabra del Señor

9 a los invitados y a quien le ha invitado
Jesús aprovecha la comida para dar unos consejos a los invitados y a quien le ha invitado

10 A los invitados les dice que no busquen los primeros puestos: hasta por razones humanas, para quedar mejor entre los demás comensales. La principal razón es porque nuestra religión es de servicio, de amor al prójimo.

11 Y para imitar a Jesús que, siendo Dios se despojó de su dignidad, hacién-dose hombre por nuestro amor.

12 sino para ver a Dios en nuestra pequeñez humana.
No es para despreciarnos, sino para ver a Dios en nuestra pequeñez humana.

13 Jesús dice hoy a los comensales y a nosotros:
"El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido"

14 "Dios humilla a los potentados y enaltece a los humildes"
La Virgen María había dicho en el Magnificat: "Dios humilla a los potentados y enaltece a los humildes"

15 SAN AGUSTÍN dice que hay tres pasos en el camino de la liberación y la verdad:
1º. Humildad. 2º. Humildad. 3º. Humildad.

16 Por lo tanto es una tierra que es capaz de acoger la fecundidad.
La palabra “humildad” proviene de “humus”, que significa tierra o tierra húmeda. Por lo tanto es una tierra que es capaz de acoger la fecundidad. La humildad es sabernos que somos criaturas de Dios

17 Cuanto más humildes seamos, mejor encontraremos a Dios
Cuanto más humildes seamos, mejor encontraremos a Dios. Y Dios nos mirará con mayor misericordia. El humilde es quien no se siente amenazado por las cualidades de otra persona. El humilde no teme no ser atendido ni teme al qué dirán.

18 Este miedo a la humillación paraliza muchas de nuestras actividades.
Es difícil conseguirlo. Por eso hay que cultivarlo. Lo primero, se debe quitar el miedo a verse humillado. Este miedo a la humillación paraliza muchas de nuestras actividades.

19 Decía SANTA TERESA que “la humildad es la verdad”.
“Es el principio de la conversión” Sigue diciendo Sta. teresa que la humildad es un poderoso escudo para el alma, que nos defiende del ansia de poder”.

20 Luego se dirige Jesús a quien le ha invitado y le dice
que tendrá más premio eterno quien invite a pobres y necesitados.

21 Jesús enaltece la sinceridad y la caridad
Esto es porque no lo podrán pagar, y así se manifiesta mejor la verdadera caridad. Jesús enaltece la sinceridad y la caridad

22 Seamos humildes, puestos siempre, como niños, en las manos del Señor.

23 Señor Dios, me tienes ante Ti,

24 no son altivos mis ojos,

25 no, yo no aceptaré la grandeza

26 ni la vida que me aleje de tu amor.

27 Viviré en una paz tranquila,

28 como el niño en los brazos de su madre,

29 esperaré siempre en mi Dios,

30 esperaré siempre en mi Dios.

31 Israel espera en el Señor,

32 desde ahora y por siempre.

33 Que María nos sostenga para ir a Dios. AMÉN