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XV domingo Tiempo Ordinario –A- 13 de julio de 2008

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Presentación del tema: "XV domingo Tiempo Ordinario –A- 13 de julio de 2008"— Transcripción de la presentación:

1 XV domingo Tiempo Ordinario –A- 13 de julio de 2008
Las parábolas tomadas de la naturaleza hacen que el Reino de Dios apele a todos los sentidos. Huelo una rosa y huelo el Reino de Dios. Gusto del pan y gusto del Reino de Dios. Camino por un colorido campo en flor y palpo el Reino en el que todo puede crecer y desarrollarse, el Reino en el que hay suficiente para todos. José Arregui Mateo 13, 1-23 XV domingo Tiempo Ordinario –A- 13 de julio de 2008

2 1Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago
1Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. 2Se reunió en torno a él mucha gente, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente estaba de pie en la orilla. 3Y les expuso muchas cosas por medio de parábolas. Jesús utiliza las parábolas, comparaciones tomadas de la vida cotidiana, como forma corriente de enseñanza para la gente sencilla, para hacer comprensible su mensaje acerca del Reino de Dios, cómo es, cómo llega, qué produce. Son un mensaje de ánimo, fe y esperanza. A pesar de cualquier falsa apariencia la llegada del Reino es imparable, y el resultado final será maravilloso e incalculable.

3 Decía: -Salió el sembrador a sembrar.
Nuestro Dios es un Dios sembrador. Sale a sembrar cada día. Siembra incesantemente, incansablemente, semillas del Reino: palabras, miradas, encuentros, silencios, acontecimientos de cada día, preguntas, ayudas, lecturas, comentarios, ejemplo de personas buenas.... Recibimos y ofrecemos continuamente semillas del Reino. La parábola parte de la siembra, pero es ante todo una promesa de cosecha.

4 4Al sembrar, parte de la semilla cayó al borde del camino, pero vinieron las aves y se la comieron. 5Parte cayó en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra; brotó en seguida porque la tierra era poco profunda, 6pero cuando salió el sol se agostó y se secó porque no tenía raíz. 7Parte cayó entre cardos, pero éstos crecieron y la ahogaron. La semilla se puede perder. En el camino pueden aparecer muchos “pájaros” capaces de llevarse la semilla: la rutina, la falta de interés, la mentira, la superficialidad... Se puede acoger la semilla pero sin cultivarla, sin hacerla vida, tratando de compaginarla con nuestros intereses..., formando un pedregal que puede ahogar la planta del Reino.

5 La semilla florece, unas veces poco, otras bastante, otras muchísimo.
8Finalmente otra parte cayó en tierra buena y dio fruto: un grano dio cien, otro sesenta, otro treinta. 9El que tenga oídos para oír, que oiga. Nuestra tierra es buena tierra, capaz de recibir el Reino y hacerlo germinar. La semilla crece en forma de compasión, de solidaridad, de atención a lo fundamental y trascendente. Somos capaces de amar, de perdonar, de esforzarnos y sacrificarnos por demás. La semilla florece, unas veces poco, otras bastante, otras muchísimo. Está sembrada en los corazones, no es aún el Reino. Estamos a hacerla germinar.

6 Quien lo acoge superficialmente o lo rechaza acabará por perderlo.
10Los discípulos se acercaron y le preguntaron: -¿Por qué les hablas por medio de parábolas? 11Jesús les respondió: -A vosotros Dios os ha dado a conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no. 12Porque al que tiene se le dará, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, aun aquello que tiene se le quitará. 13Por eso les hablo por medio de parábolas, porque aunque miran no ven, y aunque oyen no escuchan ni entienden. Acogida Jesús describe a su auditorio en un contexto de oposición. Ante sus palabras se dan dos actitudes incompatibles, la acogida o el rechazo. Ante el Reino no caben decisiones intermedias. Quien lo acoge con fe lo descubrirá cada vez más profundamente. Quien lo acoge superficialmente o lo rechaza acabará por perderlo. Rechazo

7 Jesús habla para que tod@s le entiendan.
14De esta manera se cumple en ellos lo anunciado por Isaías: Oiréis, pero no entenderéis; miraréis, pero no veréis, 15porque se ha embotado, el corazón de este pueblo se han vuelto torpes sus oídos, y se han cerrado sus ojos; de modo que sus ojos no ven, sus oídos no oyen, su corazón no entiende, y no se convierten a mí para que yo los sane. Jesús habla para que le entiendan. En las personas que cierran los ojos, los oídos y el corazón a su palabra, se cumple la profecía que anunciaba Isaías.

8 su mensaje y ven en sus signos la llegada del reino.
16Dichosos vosotros por lo que ven vuestros ojos y por lo que oyen vuestros oídos; 17porque os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron. Jesús llama a quienes abren sus ojos y sus oídos para escuchar su mensaje y ven en sus signos la llegada del reino. A Jesús todas las cosas y todas las situaciones le hablan de Dios: todo es Palabra. Es cuestión de tener los oídos bien atentos y los ojos limpios y despiertos, porque la Palabra está ahí, sembrada en abundancia.

9 18Así pues, escuchad vosotros lo que significa la parábola del sembrador.
Lo importante son las distintas actitudes con que se acoge el Evangelio. Mateo anima a su comunidad, y a todas las comunidades posteriores, a no dejar que la Buena Noticia sea ahogada por las dificultades que surjan. estamos a conocer, a entender y poner en práctica el mensaje de Jesús.

10 El peor y más sutil rechazo del Reino es aceptarlo de palabra,
19Hay quien oye el mensaje del reino, pero no lo entiende; viene el maligno y le arrebata lo sembrado en su corazón. Éste es como la semilla que cayó al borde del camino. 20La semilla que cayó en terreno pedregoso es como el que oye el mensaje y lo recibe en seguida con alegría, 21pero no tiene raíz en sí mismo, es inconstante y, al llegar la tribulación o la persecución a causa del mensaje, en seguida sucumbe. 22La semilla que cayó entre cardos es como el que oye el mensaje, pero las preocupaciones del mundo y la seducción del dinero asfixian el mensaje y queda sin fruto. El egoísmo, la insolidaridad, la apatía..., son actitudes incompatibles con el Reino. Son los “demonios” que hacen nuestro corazón duro, cerrado, egocéntrico... El peligro para quien oye la palabra es hablar de una manera y actuar de otra. Recibir la semilla y no hacerla germinar. El peor y más sutil rechazo del Reino es aceptarlo de palabra, pero negarlo con la forma de actuar. El Reino crece en la apertura y disponibilidad total.

11 La buena tierra es la buena gente.
23En fin, la semilla que cayó en tierra buena es como el que oye el mensaje y lo entiende; éste da fruto, sea ciento, sesenta o treinta. La buena tierra es la buena gente. Cuando se anuncia el Evangelio claro y limpio se descubre que muchas personas “muy religiosas” se sorprenden y escandalizan, mientras que las personas sencillas, honradas y abiertas, se ilusionan, descubren que eso es exactamente lo que querían oír. Ojalá seamos de la Buena Noticia, comunicando el Evangelio de Jesús con nuestra vida.

12 Semillas del Reino Sois semillas del Reino plantadas en la historia.
Sois buenas y tiernas, llenas de vida. Os tengo en mi mano, os acuno y quiero, y por eso os lanzo al mundo. No tengáis miedo a tormentas ni sequías a pisadas ni espinos. Bebed de los pobres y empapaos de mi rocío. Fecundaos, reventad, no os quedéis enterrados. Floreced y dad fruto. Dejaos mecer por el viento. Que todo viajero que ande por sendas y caminos, buscando o perdido, al veros, sienta un vuelco y pueda amaros. ¡Sois semillas de mi Reino! ¡Somos semillas de tu Reino! Ulibarri Fl. Semillas del Reino


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