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ARMAMOS UN COMPOST
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De la misma manera que para los almácigos, los cajones de pescado son ideales y se pueden conseguir en forma gratuita, ya que las pescaderías los tiran. Sólo habrá que lavarlo bien y dejarlo orear. De lo contrario, para este compost casero, puede ser un cajón de verduras o cualquier recipiente que no sea demasiado ancho y profundo.
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A este compost podremos tenerlo sin problemas en la cocina, en el lavadero, la terraza o el balcón, pues si se hace bien no liberará olor. Lo importante es cuidar los componentes y su disposición, ya que los elementos deberán colocarse con una coherencia. Los elementos secos aportarán carbono C, mientras que los verdes aportarán nitrógeno N. La relación C-N es muy importante para el proceso. Asimismo es fundamental que exista una circulación del aire y buen drenaje del agua, de modo que los microorganismos puedan degradar los materiales, ya que van a tener una fase aeróbica y otra anaeróbica (en ausencia de oxígeno) pero donde el agua tendrá una función muy importante.
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Para comenzar se colocará una primera capa de paja (trigo), que es porosa y provoca un efecto de enrejado. Si no es paja, podrían ser ramitas finas (no pinocha porque es muy ácida y resinosa y tienden a matar las bacterias benéficas). Conviene apoyar el cajón sobre 4 ladrillos, para levantarlo y que circulen el aire y el agua.
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Es aconsejable poner debajo del compost bandejas colectoras de los lixiviados que se desprendan porque son altamente corrosivos y pueden manchar y corroer el piso. El mejor lugar para ubicar el compost es a media sombra (un sol a la mañana) o un lugar sin sol, porque nunca puede estar a pleno sol.
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Sobre la capa de paja se pondrá una capa de materiales secos, especialmente el cartón (maples, corrugado siempre trozados) que le confieren estructura al compost, pues absorben los líquidos y al degradarse aportan aire. Es preferible no usar papel ilustración.
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Se pueden reducir los espacios entre las tablas con otra tablas, de manera que el cajón tenga la suficiente aireación pero no excesiva como para secarse, y la suficiente humedad, pero no demasiada para evitar la aparición de hongos competidores de los encargados de la degradación. Se agrega encima del papel una capa de material verde (pasto, restos de podas -ramas por un lado y hojas por otro-, semillas, carozos, hollejos, cáscaras, etc.). No harinas, no azúcar, no sal. En el caso del pasto y las hojas, si se usan frescos serán verde, si se los deja secar tendrán el mismo rol que la paja. Si aparecen hormigas en el compost (en general les atraen las cáscaras cítricas) no hay que combatirlas.
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Una vez armadas las primeras capas siguiendo el orden ese material entrará en estadio de degradación y podremos ir incorporándole residuos en forma desordenada, pero siempre tratando de mantener el equilibrio entre componentes que aportan C y los que aportan N. Podemos ampliar el compost o iniciar uno nuevo encimando otro cajón.
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Esta tierra es de una maceta vieja, pero venía con inquilinas!
Es importante una vez realizada una secuencia de capas, hay que agregar una capa de tierra de alguna maceta en desuso, de jardín, de un parque (no muy desgastada) porque actúa como cementante del compost, dando estructura y aportando toda su microflora y micro fauna para que ayuden al proceso. Si está a nuestro alcance podemos hacer esta capa con compost o humus de lombriz. Esta tierra es de una maceta vieja, pero venía con inquilinas!
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Secuencia: paja-seco-verde-seco-tierra (lombrices)-paja.
Algunos agregan una pequeña proporción de cal, pues el compost tiende a acidificarse y la cal baja el pH del medio. En cuanto a las lombrices, si está a nuestro alcance no viene mal agregar algunas junto con la capa de tierra. Esto se puede hacer en este tipo de compost en cualquier momento, porque al ser fríos (por no contener estiércol), la temperatura no se eleva tanto y pueden vivir. En el caso de los que sí llevan bosta, recién podrán agregarse lombrices cuando la temperatura del compost haya bajado. Encima de la capa de tierra colocamos otra capa de paja. La última capa debe ser paja o cartón para que quede aislado. De esa manera evitamos la proliferación de moscas. Secuencia: paja-seco-verde-seco-tierra (lombrices)-paja.
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Por último regamos bien, pero bien, todo el compost, dejando que vaya absorbiendo y atravesando todas las capas. Los materiales se van a hidratar y el compost se irá asentando. Entonces, puedo hacer otra capa más de compost con las diversas capas de residuos.
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Si quiero hacer un compost con mucha carga de potasio porque lo voy a usar para plantas de flores y frutos, entonces le voy a agregar restos de flores, cáscara de banana, cenizas (no sucias con grasa), ya que las flores y los frutos tienen alto contenido de potasio y por ende van a contribuir con nuevas flores y frutos. Si quiero hacer un compost para plantas de interiores con mucho follaje, entonces tendré que agregarle muchas hojas. Y para una huerta, no deberán faltar los restos de vegetales. No hay que olvidar que cada residuo se irá degradando en los elementos que lo constituyeron.
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