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El monacato y su expansión. Monacato de Santa Catalina del Monte Sinaí, en Egipto. 1.Orígenes del Monacato. 2.Monacato Anacorético, Eremítico y Cenobítico.

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1 El monacato y su expansión

2 Monacato de Santa Catalina del Monte Sinaí, en Egipto. 1.Orígenes del Monacato. 2.Monacato Anacorético, Eremítico y Cenobítico. 3.Alguna reglas monásticas. 4.Monacato Occidental y Oriental. 5.Bibliografía. Tabla de contenido

3 Orígenes del Monacato. Egipto. San Antonio San Pacomio Vida anacorética Vida cenobítica Inicio del S. IV Inicio entre el 313-318 Se establecen en Tabennesi, Egipto. Se establecen en el desierto de Nitria y Scete.

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5 Fuga Mundi Fundamentación Bíblica: Mateo 19:29 " Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredara vida eterna". 1. El movimiento monástico surge como una incompatibilidad entre el cristianismo y el mundo, como protesta ante el relajamiento de la vida cristiana. 2. Se atribuye el inicio del movimiento monástico a los cristianos que se refugiaron en los montes y desiertos durante las persecuciones. 3. La vida monástica surge como sucedáneo del martirio. Se cambia el martirio físico por un martirio general contenido en la forma de vida monástica, practicando la abstinencia y el ayuno.

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7 Monacato Eremítico Aquí podemos situar también a San Antonio como el gran Ermitaño. Pero en este caso, el ermitaño es aquel que esta solo y que vive en el desierto solo a diferencia de los anacoreta que estos practican la vida solitaria pero no necesariamente en el desierto. Surge cerca de la región de Tebaidas, aquellos que son atraídos por tal forma de vida se van al desierto para vivir el ascetismo y la vida contemplativa. Hay que decir que, en el mismo origen del monacato, este era eremítico. Es decir, cada persona que se sentía atraída por este estilo de vida, se retiraban al desierto a la soledad, pero luego estas mismas personas con el tiempo se fueron agrupando. Por ello, el mismo San Antonio que inicio su vida como Eremita, y que luego le sigue su hermano, a estos se le fueron uniendo varios hombres y así surgió el anacoretismo que luego, podríamos decir que, fue reformado por San Pacomio y su regla.

8 Monacato Anacorético, Eremítico y Cenobítico. Monacato Anacorético 1.Comenzaron a extenderse desde los principios del cristianismo y se multiplicaron durante los siglos II-III. 2. Tipo de vida que surge como consecuencia de una corriente espiritual de la Iglesia de Cristo a inicios del siglo IV: la espiritualidad monástica. 3. Busca la pureza de corazón y la práctica de la caridad.

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11 Monacato Cenobita Empieza con San Pacomio Y estos se localizan cerca de las ciudades pues, son más sociables que los anacoretas y eremitas. Esta regulada por una regla que se asegure de que los monjes tuvieran una vida ordenada.

12 Regla de San Agustín (también denominada regla agustiniana o regla agustina), de San Agustín (siglo IV- V). Utilizada por la Orden de San Agustín y muchas otras, como las órdenes militares. Regla de san Basilio (siglo IV).. Las Reglas de Basilio son un conjunto de normas prácticas en que se expone el ideal de monasterio, así él redacta dos tipos : - Regulae Fusius Tractae: que son reglas de mayor extensión, en las que expone los principios de la vida monástica. - Regulae Brevis Tractae: son reglas mas precisas, con mayores especificaciones. Finalmente, luego de conocer lo expuesto por Basilio, se puede concluir que en comparación con la legislación Pacomiana Basilio muestra un marcado carácter de moderación y prudencia, no pretendiendo convertirse en un legislador monástico, logra con sus reformas informar e influir en todo el monacato. Regla de San Benito (regla benedictina), de San Benito de Nursia (siglo VI). Utilizada por la Orden de San Benito (cluniacenses, cistercienses, etc.). Consuetudines Cartusiae (regla cartujana o regla de los cartujos) (1127), la regla de 80 capítulos que fue escrita para la Orden de los Cartujos. Regla de san Francisco (regla franciscana o Regla de los Hermanos Menores), de San Francisco de Asís (1223). Algunas reglas monásticas

13 El monasterio es una familia cristiana, gobernada por la caridad y, por lo tanto, el abad es el padre de los monjes estando concentrado todo el poder de la familia en él siendo su única limitación la ley de la caridad. El número de monjes debe ser pequeño con el fin de que se pueda mantener el espíritu de familia, viviendo bajo el mismo techo y comiendo en la misma mesa. El abad y la Regla están para regular la vida monacal; ningún castigo debe ser excesivo por lo que no deben existir iniciativas privadas de carácter penitencial. La virtud más necesaria en el monacato es la humildad porque de ella se derivan todas las demás y, muy especialmente la obediencia, porque el monje debe renunciar a su propia voluntad. El trabajo sirve para conservar el equilibrio moral del cenobita. El trabajo manual debe ser reglamentado por el abad y los trabajos que se realicen deben ser útiles para el monasterio. El trabajo intelectual está compuesto por la lectio divina que es el estudio de la Biblia y por otros estudios dirigidos a la formación de la persona del monje. El trabajo y la vida del cenobita han de desarrollarse en un ambiente de oración. La oración monástica está distribuida a lo largo de la jornada del monje para que no pierda su contacto con Dios.

14 Monacato Occidental y Oriental. Monacato Oriental. San Antonio (270-356) es considerado el padre de todos los mojes. Su fama atrajo a muchos otros, de modo que bajo el gobierno de Diocleciano y Constantino hubo grandes colonias de monjes en Egipto, la primer Laurai. Las amistosas relaciones de San Atanasio (m. 373) con los monjes de Egipto y el refugio que encontró entre ellos durante su segundo (356-362) y tercer (362-363) exilios son incidentes muy conocidos en su vida. Al mismo tiempo qudee San Antonio en Egipto, Hilarión floreció en Gaza en Palestina. Él está a la cabeza del monacato Siria Occidental. A mediados del siglo IV, Afraates habla de monjes en Siria Oriental. Al mismo tiempo oímos sobre ellos en Armenia, el Ponto y Capadocia. Epifanio, por ejemplo, que en 367 se convirtió en obispo de Salamina en Chipre, había sido durante treinta años monje en Palestina. En la época de San Basilio (330-379), por lo tanto, ya había monjes por todo Oriente. Tan pronto fue bautizado (357) decidió convertirse en monje él mismo; pasó dos años viajando “a Alejandría, a través de Egipto, en Palestina, Siria y Mesopotamia”, estudiando la vida de los monjes. Entonces en 358 formó la comunidad de Anexos en el Ponto, que habría de ser de algún modo un nuevo punto de salida para el monacato oriental.

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16 Poco a poco, casi todos los monasterios orientales aceptaron las Reglas de San Basilio. Su organización interna desarrolló una jerarquía de funcionarios entre los cuales se distribuyeron los diversos oficios; las oraciones, las comidas, el trabajo, los castigos, eran repartidos según las obras ascéticas de San Basilio, y así todo el monasterio llegó a un orden de trabajo, el cual todavía prevalece. El monacato oriental ha estado extraordinariamente inmóvil; prácticamente no hay desarrollo que describir. Su historia, desde el siglo IV hasta nuestros días, es sólo una crónica de la fundación y dotación de nuevos monasterios, de la parte que toman los monjes en las grandes controversias religiosas y en una o dos controversias propias, de los emperadores, emperatrices, patriarcas y otras grandes personas que, libremente o bajo coacción, terminaron su carrera en el mundo al retirarse a un monasterio. Dos ideas que se repiten constantemente en la teología oriental son que el estado monástico es el de la perfección cristiana y también un estado de penitencia.

17 Monacato en Occidente. De Oriente y Medio Oriente se propaga hacia Occidente la fama de la vida religiosa, principalmente por medio de San Atanasia con ocasión de su destierro y de la que escribió de su maestro San Antonio. Como en el pasado, muchas vírgenes y ascetas dedicados a Dios siguen viviendo en sus casas y con sus familias. También San Agustín en el arto 388 trasplantaba a su patria africana esta forma de vida con algunas modificaciones personales. San Martín de Tours en el año 400 erigió el primer monasterio de la Gal a. También se ven en Occidente como en Oriente. A principios del siglo V1 se produce un renacimiento vigoroso del sistema monacal con la obra de San Benito de Nursia (la mayoría de las comunidades monásticas occidentales provienen de alguna variante de los benedictinos). Reglas Monásticas. Regla es el documento que sienta las bases de una modalidad de vida monástica. En este sentido constituye la forma substancial de una corporación, y puede contraponerse a constituciones, estatutos y otros reglamentos tocantes a lo accidenta l; tal es el caso de las de San Benito de Nursia. La primera regla conocida no es ciertamente cristiana, sino Judía, no muy anterior a nuestra era: el llamado Manual de Disciplina o Regla de Qumrán, de origen esenio. El legislador monástico-cristiano más antiguo que recuerda la tradición fue San Pacomio en el siglo IV, cuya obra, elaborada por sus discípulos, daba a los monasterios un ambiente casi militar. Representa el tipo llamado copto. Otro tipo de capadocio, expresado por la regla de San Basilio, la más célebre de las orientales, por lo que se le considera el autor patriarca de los monjes de Oriente

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20 San Antonio Abad y Pedro el Ermitaño. El monacato fue exportado de Egipto al resto del mundo cristiano. A partir del siglo V se difundió en Occidente, uno de los aportes más ricos de la Edad Media. Teniendo gran repercusión la regla de San Benito. San Pacomio.

21 Bibliografía. De Berceo Gonzalo, EL MONACATO CRISTIANO, [PDF];GUADARRAMA, MADRID,1969, PAG.25- 36,CAP. 2. A.J. FESTIGIÉRE, Les moines d'Orient, 4 vol. París 1961-65; B. STEIDLE; pág., 61-95. L. LEBE, Note á propos des Régles monastiques, ib. 76 (1966). Huddleston, Gilbert. "Western Monasticism." The Catholic Encyclopedia. Vol. 10, pp. 472-476. New York: Robert Appleton Company, 1911.

22 Muchas gracias.


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