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Jesús Eucaristía Milagro de Amor
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Jesús nos ama mucho y nos quiere ayudar
Es difícil ser buenos Jesús nos ama mucho y nos quiere ayudar Jesús sabía, porque nos conoce muy bien, que nos iba a costar mucho trabajo ser buenos. Él sabía de nuestra pereza, de nuestras peleas, criticas, mal genio, mentiras, caprichos, dudas… Él como Buen Pastor, nos conoce muy bien a cada uno de nosotros. Así que Jesús tenía claro que íbamos a necesitar muuuucha ayuda para mantenernos fieles, para ser buenos como EL nos ha enseñado, para amar a los demás y así llegar al Cielo. Porque Jesús nos quiere ver a todos en el Cielo.
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En la última cena nos hizo el mayor de los regalos
Como nos conoce y nos ama tanto, en la última cena con sus apóstoles, sabiendo que esa noche moriría en la cruz, Jesús nos dio la mejor de las ayudas, SE DIÓ ASI MISMO, NOS REGALÓ LA EUCARISTÍA, EL GRAN MILAGRO DE AMOR. En cada misa niños, en el momento de la Consagración, mientras el sacerdote repite las mismas palabras que Jesús dijo a sus apóstoles en la última cena, e impone sus manos sobre el pan y el vino, el Espíritu Santo desciende sobre el altar y realiza la TRANSUBSTANCIACION del pan y del vino, convirtiéndolos en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo. Es una palabra grandota, pero es que el milagro que ahí sucede es el milagro de milagros. Es un gran milagro de amor. En la última cena nos hizo el mayor de los regalos
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Todos nos arrodillamos para contemplar ese milagro por el que Jesús se hace presente con Su Sangre, con Su Cuerpo, con Su alma y Su Divinidad. Por esa razón, cuando el sacerdote eleva primero el Cuerpo y luego el Cáliz, se toca la campana para que lo miremos, para que no estemos distraídos, porque es Jesús quien está delante de nosotros. Nosotros decimos en alto “SEÑOR MIO Y DIOS MIO” como dijo Santo Tomás Apóstol, cuando vio a Jesús resucitado. De esta manera con estas palabras reconocemos en voz alta que es Jesús realmente quien está ahí. Pero qué nombre más difícil dije antes ¿verdad? EL MILAGRO DE LA TRANSUBSTANCIACION. A ver repitan todos conmigo. TRAN-SUBS-TAN-CIA-CION. A nuestros ojos, el pan en forma de hostia, y el vino no cambian ¿verdad?, mantienen su apariencia, su forma, su olor, su color, pero tras la Consagración ya no son pan y vino. Ya cambiaron aunque no lo parezca. TRANSUBSTANCIACIÓN
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Miren esta lámina, Vemos diferentes formas
Miren esta lámina, Vemos diferentes formas. LA FORMA es la parte que vemos, es lo externo ¿ven? Tenemos un corazón, un cuadrado, un triángulo. La forma, es la apariencia externa de una cosa. Nosotros somos capaces de ver cuando las formas cambian. Miren esta otra lámina, aquí las formas son diferentes. Por ejemplo, si yo voy a la peluquería me corto el pelo, me maquillo, incluso me hago cirugía estética, mi aspecto cambia ¿verdad?, Cambia mi forma, me transformé, estaré más bonita por fuera…, pero por dentro sigo siendo yo, la misma Paloma, con mis defectos y mi carácter.
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Si agarro masilla y hago una bolita y luego hago un cuadrado, entonces cambió la forma ¿verdad? pero, aunque la forma cambió, sigue siendo masilla. Pues eso es la sustancia. La sustancia, es el interior, lo que está adentro, lo que nos hace ser lo que somos, quiénes somos. En esta lámina lo representamos con el color azul. ¿Qué ocurre en la Consagración? Lo que ocurre es que el pan y el vino no cambian de forma, siguen pareciendo por fuera pan y vino, pero SÍ cambia la sustancia, dejan de ser pan y vino para convertirse milagrosamente en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. Por eso se llama TRANSUBSTANCIACION. Cambia la sustancia, pero no la forma. Podemos imaginarlo mirando esta lámina con el interior de varios colores. Este cambio no lo podemos ver con nuestros ojos. Solo lo podemos ver con los ojos de nuestro corazón.
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Yo soy MILAGRO DE AMOR amando más a los demás
Cada día tenemos la oportunidad de recibir al verdadero Jesús en nuestro corazón ¿se imaginan? Podemos tener a Jesús todos los días con nosotros. Eso es lo que Él quiere, estar muy cerquita de nosotros. Poco a poco, conforme más comulgamos, Jesús va cambiando nuestro corazón y nuestra alma llenándola de su AMOR. Nuestro corazón es como este que tenemos aquí (lo tengo yo en las manos) , que al recibir la eucaristía se llena del amor de Jesús, y poquito a poquito, nuestro corazón se va pareciendo más al suyo y de esta manera podemos llevar ese amor a los demás. Eso es lo que quiere Jesús de nosotros, que al igual que Él, nosotros seamos MILAGRO DE AMOR AMANDO MÁS A LOS DEMÁS. ¡Cuánto cambiarían nuestras familias si recibiésemos a Jesús más a menudo pidiendo unos por otros! El mundo sería distinto. Quizás, algunos no han hecho la Primera Comunión, ¿creen entonces que no pueden ser Milagros de Amor? Por supuesto que sí. Porque si somos pequeños y todavía no podemos recibir a Jesús sacramentalmente, SI lo podemos recibir espiritualmente. Es lo que se llama una Comunión Espiritual. Cuando llega el momento de la comunión, nosotros podemos cerrar nuestros ojos, y sentados en nuestra banca rezar con todo nuestro corazón y decirle a Jesús que, aunque somos pequeños, queremos recibirlo y queremos que venga a nuestro corazón. ¡¡¡¡Y por supuesto, EL viene muy feliz!!! y de la misma manera nos llena de Su amor. Papa Dios es genial, tiene todo pensado. Hay oraciones escritas que podemos decirlas al hacer la comunión espiritual. A mí de pequeña en mi colegio me enseñaron esta: “Señor, yo quisiera recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con la que te recibió tu Santísima Madre con el espíritu y el fervor de los Santos, amén”. Yo soy MILAGRO DE AMOR amando más a los demás
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TE ESTOY ESPERANDO!! Un día que la madre Teresa de Calcuta pedía a Dios por la salvación de los hombres, el Señor le contestó: “Yo quiero Teresa, pero ellos no” … ¿Pueden creerlo? Dios quiere llevarnos al Cielo y nosotros nos empeñamos en decirle que NO. En lugar de pelearnos por ir a visitarlo y entrar en las iglesias a tomar un buen sitio en la Misa, y así poder comulgar, buscamos excusas para no ir. Nos da pereza recibir a Jesús. Qué tristeza siente Jesús. Él nos está esperando en el Sagrario, quiere que vayamos a estar con Él, a contarle nuestros problemas, nuestras alegrías, que le pidamos lo que necesitamos. Y nosotros al pobrecito no le hacemos caso. Cuando vayamos a misa la próxima vez, vamos a darle gracias a Jesús por estar ahí, por venir a nuestra alma y querer cambiarla con Su amor.
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MILAGROS EUCARÍSTICOS
ESTOY AQUÍ Por último, les quiero contar algo increíble. Papa Dios, que como ya les dije nos conoce muy bien y sabe que somos muy cabeza duras, y que nos cuesta mucho creer en lo que NO vemos… en algunos momentos de nuestra historia, ha permitido que, además de la transubstanciación en donde el pan y el vino se convierten en Cuerpo y Sangre, se produzca también una transformación, de manera que el pan y el vino cambian su apariencia exterior. Son MILAGROS EUCARISTICOS. Papá Dios permite que estos milagros visibles sucedan para que gente que NO cree en Su real presencia en la Eucaristía, empiece a creer, y para recordarles, a ustedes sus amiguitos preferidos, que Jesús está verdaderamente presente en cada hostia consagrada. El primer milagro eucarístico sucedió en una ciudad italiana que se llama Orvieto. Un sacerdote que dudaba de la presencia real de Jesús en la Eucaristía, estando un día celebrando misa, en el momento de la consagración al elevar el pan, vio cómo de él, salía sangre y calló y manchó todo el corporal (el trapito sobre el que se coloca el cáliz y la patena). Estas reliquias, con las manchas de sangre se veneran y conservan en la iglesia de esa ciudad. En otros milagros eucarísticos, la hostia, además de llenarse de sangre, se ha vuelto carne humana. Algún día ustedes podrán viajar e ir a ver con sus propios ojos estos milagros de amor. Es increíble verdad niños que a pesar de todos los esfuerzos que Dios hace para que vayamos al Cielo, muchas personas aún NO tengan fe. Así es que Jesús quiere usarnos a nosotros, que SI creemos, para llenar nuestro corazón de Su amor, usar nuestras manos, pies, labios…. y así llevar este mensaje a otras personas a través de actos y palabras de amor, ayudando a cambiar a muchas personas. Y que cada día más personas vayan a Misa a gozar de este gran milagro de amor. Ahora nosotros vamos a cerrar nuestros ojos, y vamos a pensar de qué manera vamos a ser Milagros de Amor para poder hacer nuestra manualidad. TRANSUBSTANCIACIÓN TRANSFORMACIÓN MILAGROS EUCARÍSTICOS
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