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El Espíritu Santo el Gran Desconocido

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Presentación del tema: "El Espíritu Santo el Gran Desconocido"— Transcripción de la presentación:

1 El Espíritu Santo el Gran Desconocido
El don de Piedad El Espíritu Santo el Gran Desconocido 6ª Sesión P. Agustín De la Vega, LC

2 Catalogación de los dones
En la razón: Para penetrar la verdad: Entendimiento Para juzgar rectamente: De las cosas divinas: Sabiduría De las cosas creadas: Ciencia De la conducta práctica: Consejo En la virtud apetitiva: En orden a los demás (Dios, padres, patria): Piedad En orden a sí mismo: Contra el temor de los peligros: Fortaleza Contra la concupiscencia desordenada: Temor

3 Esquema que seguiremos
1. Descripción y ámbito del Don 2. Bienaventuranza con que se relaciona y frutos que de él se derivan 3. Su acción en la VIDA de ORACIÓN 4. Su acción en la VIDA ORDINARIA 5. Su acción en la VIDA APOSTÓLICA 6. Medios para fomentar este Don

4 Descripción y ámbito Definición:
Un hábito sobrenatural infundido con la gracia santificante para excitar en la voluntad, por instinto del Espíritu Santo, un afecto filial hacia Dios considerado como Padre y un sentimiento de fraternidad universal para con todos los hombres en cuanto hermanos nuestros e hijos del mismo padre, está en los cielos. Lo propio de este don, es un afecto filial hacia Dios considerado como Padre. Como efecto secundario del don de piedad tenemos ese sentimiento de fraternidad universal para con todos los hombres. Efectos secundarios el don se extiende a cuanto pertenece al culto de Dios y aún a toda la materia de la justicia y virtudes anejas.

5 Importancia del don de Piedad
La vida espiritual no es para encerrarse dentro de nuestro castillo interior; toda vida exige relaciones con los demás, y de una manera singularísima la vida espiritual. En ella tenemos deberes que cumplir con Dios y con nuestros semejantes; no podemos vivir en un aislamiento egoísta. Y no sólo la caridad, sino también la justicia y otras muchas virtudes exigen de nosotros que tengamos cristianas y santas relaciones con los demás. ¡Cuántas veces encontramos defectos y deficiencias en el trato con nuestros hermanos! ¡Es tan duro cumplir perfectamente con los deberes que tenemos con nuestros semejantes! ¡Es tan difícil ser al mismo tiempo justos y afables, y tener exquisita delicadeza en nuestro trato con nuestros prójimos! El don de Piedad lo logra.

6 Necesidad Para ordenar y para disponer nuestras relaciones con los demás, hay un grupo de virtudes que tiene como centro la virtud cardinal de la justicia; para aquellos con los que tenemos una deuda rigurosa, es la justicia; para Dios, la religión; para nuestros padres, para nuestra familia y para nuestra patria, la piedad; para nuestros bienhechores, la gratitud, etc. Es un conjunto de virtudes que tiene cada una de ellas su objeto y su función propia, y entre todas ellas ordenan y disponen nuestras relaciones con Dios y con nuestros semejantes. El don de Piedad los unifica todo. El principio que viene a servir de norma a nuestras relaciones, el apóstol San Pablo lo expresa con estas palabras recibisteis el espíritu de adopción por el cual clamamos “Abba, Padre”

7 Necesidad de este don El don de Piedad es absolutamente necesario para perfeccionar hasta el heroísmo la materia perteneciente a la virtud de la justicia ¡Que distinto es, por ejemplo, practicar el culto a Dios como Creador y Dueño soberano de todo cuanto existe, a practicarlo viendo en Él a un Padre amorosísimo, que nos ama con infinita ternura! Para los que están profundamente gobernados por el don de Piedad, la tierra y la creación entera son la casa del padre. Descubrir el sentido religioso que late en todas las cosas. Todas ellas: incluso el lobo y la flor y la muerte, son hermanas nuestras como decía San Francisco de Asís.

8 Bienaventuranzas y frutos
Se relacionan tres de las bienaventuranzas: Se le atribuyen directamente como frutos: La segunda: bienaventurados los mansos, porque la mansedumbre quita los impedimentos para el ejercicio de la piedad. La cuarta: bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque el don de Piedad perfecciona las obras de la justicia. La quinta: bienaventurados los misericordiosos, porque la piedad se ejercita también en las obras de misericordia. La bondad La benignidad E indirectamente, la mansedumbre, en cuanto aparta los impedimentos para los actos de piedad. La unidad.

9 Vicios opuestos al don de Piedad
Impiedad: que consiste en romper con esa unión filial con Dios. La dureza de corazón Alejamiento del afecto

10 Pone en el alma un filial abandono en los brazos del Padre celestial.
En la VIDA ESPIRITUAL Las cosas del servicio de Dios se cumplen casi sin esfuerzo alguno, casi con exquisita perfección y delicadeza: se trata del servicio del Padre y no ya del Dios de tremenda majestad. Tenemos estrechísimas y santas relaciones filiales con Dios El Padrenuestro se convierte en la plegaria favorita. Pone en el alma una ternura verdaderamente filial hacia nuestro Padre amorosísimo, que está en los cielos. Pone en el alma un filial abandono en los brazos del Padre celestial. Y da a la oración en común un hondo sentido de fraternidad, en donde cada uno es querido y amado en si mismo. Amado y respetado con justicia.

11 En la VIDA ORDINARIA Nos facilita la vida y el trabajo
en la familia, en la parroquia, pues nos mueve al amor y devoción a las personas y cosas que participan de algún modo de la paternidad de Dios o de la fraternidad cristiana. Convierte la vida en clase o en el trabajo en vida en la Casa del Padre. Y rige de un modo maravilloso las relaciones interpersonales. El don de Piedad nos hace buscar a las más necesitadas de los que viven a nuestro alrededor: Nos mueve por instinto a vivir verdaderamente solidarios con el prójimo: a interesarnos por sus luchas y fatigas, sus éxitos y fracasos. Nos permite vivir como propios los éxitos de los demás. Percibimos esta realidad de modo natural el la oración en común

12 En el APOSTOLADO Sentimiento entrañable de que todos somos hermanos e hijos de un mismo Padre. Nos hace ver en el prójimo a un hijo de Dios y hermano en Jesucristo. El don de Piedad unifica nuestra acción en el apostolado. En el terreno de las virtudes hay una multitud de ellas que rigen nuestras relaciones, en el mundo de los dones no hay más que un don, el don de Piedad, que tiene por fin arreglar todas nuestras relaciones con los demás Nos convierte en hombres y mujeres “todoterreno” (4x4): Capaces de tratar y relacionarnos con todo tipo de personas

13 Medios para fomentar este don
Cultivar de un modo consciente el espíritu de hijos adoptivos de Dios Cultivar el espíritu de fraternidad universal con todos los hombres. Considerar todas las cosas, aún las puramente materiales, como pertenecientes a la casa del Padre, que es la creación eterna. Cultivar el espíritu de total abandono en brazos de Dios: “Que el Señor nos construya la casa”

14 ¿Dónde encontrarnos? Nuestra WEB
Twitter: @EvangDigital @PaterAgustin


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