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Verso de Memoria “Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años” (Jer. 25:11)

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Presentación del tema: "Verso de Memoria “Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años” (Jer. 25:11)"— Transcripción de la presentación:

1 Verso de Memoria “Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas naciones al rey de Babilonia setenta años” (Jer. 25:11)

2 EL CAPÍTULO 9 DE DANIEL COMIENZA con una de las oraciones más emocionantes de las Escrituras. Daniel, aunque era “muy amado” (vers. 23) por el Cielo, se identifica con su pueblo pecador y, apasionadamente, le ruega a Dios que los bendiga. Sir Isaac Newton describió Daniel 9:24-27 como “la piedra fundamental de la religión cristiana”, porque predecía en forma exacta, con casi quinientos años de anticipación, no sólo el tiempo en el que aparecería el Mesías, sino también la duración de su ministerio público, como así también su muerte expiatoria por el pecado de la humanidad.   Al estudiar este capítulo, es importante que recordemos los vínculos entre Daniel 8 y 9.  1) El mismo ángel vuelve a visitar a Daniel (Dan. 9:21); 2) Daniel recuerda la visión anterior (vers. 21); 3) La misión encomendada a Gabriel en Daniel 8:16, de hacer comprender a Daniel la visión, se repite en Daniel 9:23; 4) El elemento del tiempo que no se explicó en Daniel 8 es ahora el tema de Daniel 9:24-27.

3 Objetivos Enfatizar nuevamente que Dios escucha y responde a nuestras oraciones. Comprender la profecía de las 70 semanas o 490 años. Revelar el amor, la misericordia y la preocupación de Dios por su pueblo, al revelarle el futuro.

4 Bosquejos La oración de Daniel (Dan. 9:1-10).
Babilonia, que conquistó al pueblo de Dios, cayó ante Medo-Persia; pero los judíos seguían en el exilio. Daniel no trató de poner excusas por los pecados de su pueblo o esconderlos en su oración a favor de su liberación. Daniel oró pidiendo que se le concediera comprender la visión de los días.

5 Bosquejos Las 70 semanas (Dan. 9:20-24).
Al aplicar el principio de día/año, las 70 semanas equivalen a 490 años. Esta profecía de tiempo describe detalles relacionados con la primera venida de Cristo, su ministerio y su muerte redentora. Usando el principio de día/año, el período que va desde el año 457 a.C. hasta la llegada del Mesías Príncipe, en el año 27 d.C., equivale a 483 años.

6 Bosquejos El Mesías cortado en la mitad de la semana (Dan. 9:24-27).
Jesús comenzó su ministerio terrenal en el año 27 d.C. A la mitad de la semana, los últimos siete años de la profecía, Jesús fue muerto. Jesús es el Cordero que fue muerto y tomó sobre sí los pecados del mundo. Después de la muerte de Jesús, el nuevo pacto promete la salvación tanto a los judíos como a los gentiles

7 Resumen “El ángel había sido enviado a Daniel con el objeto expreso de que le explicara lo que no había logrado comprender en la visión del capítulo octavo, el dato relativo al tiempo: ‘Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; entonces será purificado el Santuario’ ” (CS 372).

8 Comentario Cristo: el personaje central de la profecía.
Los cristianos que intentan entender las profecías de Daniel y de otros libros de la Biblia pueden estar inclinados a olvidar el punto principal de las Escrituras: toda la Palabra de Dios señala a Jesús, y se centra en su primera y segunda venidas. Es posible quedar tan fascinado por el conjunto de eventos y de profecías cumplidas, que nos olvidemos del Dios al que señalan. Aparentemente, Cristo advirtió esta tendencia durante su propio tiempo, al decir: “Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y ellas son las que dan testimonio en mi favor!” (Juan 5:39, NVI). Las profecías mismas contienen la solución para esta tendencia, porque consideran todos los otros contenidos como secundarios ante la consideración de Jesús y su salvación. Todos los períodos de tiempo mencionados en Daniel están centrados en los eventos principales de la historia de la salvación. Las 70 semanas, aunque claramente se centran en la restauración de Jerusalén y su existencia futura, están determinadas y limitadas por el nacimiento, el ministerio y la muerte de Cristo. La porción restante de los días, aunque es un período de cambios y disturbios impresionantes en este mundo, está determinada y limitada por el ministerio de Cristo en favor de nuestra salvación durante el siguiente período. Entonces, ¿es tan importante que nos concentremos en las profecías y su cumplimiento? ¿Comporta esta concentración una distracción de los problemas espirituales “reales”? No; y por esto nos damos cuenta de que las profecías cumplidas y los milagros son en sí mismos una gran evidencia del poder de Dios, que actúa sobre este mundo y su pueblo, y su preocupación por él. Las profecías de Daniel y de otros profetas bíblicos sirven a un propósito aún mayor: testificar acerca de la verdad y de la realidad de nuestra propia salvación. Una cosa es decir que Jesús apareció en nuestro mundo e hizo todas esas afirmaciones acerca de sí mismo; pero otra muy distinta es entender que toda la historia del mundo parece disponerse alrededor de él. II. Citas útiles acerca de Cristo como el personaje central de la profecía. “La parábola de Mateo 18 (vers ) es una historia del juicio previo al Advenimiento. Hay sólo un problema importante en el juicio: ‘¿Qué pensáis del Cristo?’ Cómo nos relacionamos con Cristo es lo que realmente importa”.–Jon Paulien, What the Bible Says About the End-Time, p. 91. “Jesús anunció que había sido enviado del cielo para revelar la voluntad redentora de Dios mediante su vida y sus enseñanzas (Juan 12:49, 50). Su presencia irradiaba el poder salvador del reino de Dios entre los judíos. Como el Mesías prometido, afirmaba que estaba cumpliendo las Escrituras hebreas y sus profecías mesiánicas. Para sorpresa de los rabíes, Jesús enseñó que la Biblia hebrea no estaba centrada principalmente en Israel, sino en el Mesías [...]. “Jesús se presentó como la gran Realidad hacia la cual señalaban los rituales simbólicos y los tipos proféticos de los servicios del templo de Israel. Él afirmaba haber sido enviado como el prometido Cordero, Sacerdote, Profeta y Rey; todo, en una sola persona”.–Hans K. LaRondelle Light for the Last Days, p. 8. “Fue la Cruz y la resurrección las que vencieron a Satanás. La derrota de Cristo fue transformada en victoria; su muerte, en vida eterna [...]. “Este Cordero que fue inmolado es el mismo que el gobernante de los reyes de la tierra, que comparte el trono con Dios Todopoderoso, y comparte el trono y el Reino con sus seguidores leales. La víctima es el vencedor. ¡El Cordero gana! ¡Cristo es victorioso!”.–C. Freeman Sleeper, The Victorious Christ, p. 66. “El juicio –la crisis– está concentrado en Cristo mismo: no es una revelación de todas las cosas en general, sino de la relación con Cristo en particular. Por esa razón, él fue ordenado como juez [...] y de ese modo juzgará a los vivos y a los muertos. El amor establece el criterio para el juicio; el amor de Dios que apareció en Cristo”.–G. C. Berkouwer, The Return of Christ, p. 158. “La gran mayoría de sus actos simbólicos [de Jesús] anuncian que ha amanecido la edad mesiánica; en realidad, Jesús no sólo proclamó el mensaje de las parábolas; él lo vivió y lo encarnó en su propia persona. ‘Jesús no sólo expresa el mensaje del Reino de Dios; él mismo es el mensaje’ ”.–Joachim Jeremias, Rediscovering the Parables, p. 180. III. Lo que dice la Biblia acerca de Cristo como el personaje central de la profecía. “Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones” (Luc. 24:45-47). “Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apoc. 19:10). “Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para ustedes, estudiaron y observaron esta salvación. Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de la gloria que vendría después de éstos” (1 Ped. 1:10, 11, NVI).    ESTUDIO BIBLICO INDUCTIVO Textos para estudiar:  Isaías 53:1-6; Daniel 9; Romanos 5:6-17  Daniel 9 comienza con una de las oraciones más desinteresadas, en lo personal, registradas en la Biblia. Esta oración fue el resultado de la comprensión a la que llegó Daniel acerca de que una de las profecías de Jeremías (Jer. 25:1-14) estaba por concluir. Antes de pedir alguna cosa, él confesó los pecados que originalmente provocaron que su pueblo fuera llevado cautivo. ¿De qué manera caracterizarías los pecados mencionados por Daniel? ¿Cuáles serían algunas equivalencias modernas de ellos? Lee Daniel 9:19. ¿Cuál parece haber sido el interés principal de Daniel en su oración? ¿Qué esperaba Daniel que Dios hiciera? ¿De qué modo la respuesta de Dios cambiaría la suerte de Daniel? ¿De qué manera tu vida sería diferente si Dios respondiera tus oraciones? ¿De qué modo la sociedad o la iglesia serían diferentes? La explicación del sueño de Daniel 8, que encontramos en Daniel 9, es una evidencia adicional de la validez del principio día/año de interpretación profética. ¿De qué modo esta profecía con respecto a la primera venida de Jesús hace que sea más fácil explicar los hitos proféticos que señalan hacia la segunda venida de Cristo? ¿Estás en condiciones de explicar esto a tus amigos no adventistas? ¿Por qué sí, o por qué no? Las profecías de Daniel 7 al 9 nos recuerdan que los eventos humanos son influenciados por la iniciativa divina. Los eventos iniciados por Dios siglos antes alcanzaron su cumplimiento en la plenitud del tiempo. ¿Qué implica esto para nosotros? ¿Qué necesitamos hacer hoy para asegurar que el plan futuro de Dios se cumpla? TESTIFICACIÓN Realiza un pequeño estudio. Adivina cuántas veces levantas el teléfono para hablar con las personas: ¿cinco, diez, veinte o más veces? No te sorprendas si el número es elevado: la mayoría de las personas no vacilan en usar su teléfono celular en forma imprevista. (De paso, ¿cuántas de esas llamadas fueron hechas para hablar acerca de Jesús: lo que él significa para ti, y su plan de salvación?) Ahora, estima cuántas veces, en el mismo día, oraste a tu Padre celestial. Compara los números; es de esperar que la segunda cifra sea mayor. Si no lo es, necesitas revaluar tus prioridades. La oración es la línea de comunicación con el Cielo: nos mantiene en comunicación constante con Jesús. La comunicación en ambos sentidos, entre el Cielo y nuestro corazón, es lo que nos capacita para estar cerca de nuestro Salvador. No te equivoques: a él le gusta escucharte, en cualquier momento, de día o de noche, en tiempos buenos o malos. Como dice un adagio: “Es tarde, pero todavía llamo a Dios. Después de todo, él todavía estará levantado”. No es raro que muchos de nosotros nos pongamos en contacto con Dios cuando estamos en dificultades; de hecho, se nos dice que Dios actúa cuando nos acercamos a su trono mediante la oración. Él comprende nuestras necesidades mucho mejor que nosotros, y responderá a nuestras oraciones en armonía con su voluntad no porque lo merezcamos, sino porque él es misericordioso, y lleno de gracia y amor por nosotros. Él nos brinda su misericordia como resultado directo del sacrificio de su Hijo en la cruz. “La oración del humilde suplicante es presentada por él como su propio deseo en favor de aquella alma. Cada oración sincera es oída en el cielo. Tal vez no sea expresada con fluidez; pero si procede del corazón, ascenderá al Santuario, donde Jesús ministra, y él la presentará al Padre sin balbuceos, hermosa y fragante, con el incienso de su propia perfección” (DTG 620). Ora sin cesar; ora de corazón y con total honestidad. No retengas nada. Ora con otros en cada oportunidad que puedas. Ora como si tu vida dependiera de ella; y realmente es así. APLICACIÓN A LA VIDA   Rompamos el Hielo: ¿Has tenido alguna vez la oportunidad de tener en tu mano una joya grande y perfecta? En este momento, no pudiste resistir la tentación de levantarla hacia la luz y hacerla girar en varios sentidos, para poder captar todo el fuego y el brillo que tenía en su interior. Algunas de las joyas más hermosas del mundo se encuentran en la Torre de Londres, en Inglaterra, y pertenecen a la Monarquía británica. Esta colección de gemas irreemplazables es conocida como las “Joyas de la Corona”, y se consideran como las mejores entre las mejores. Nuestra lección trata de otro conjunto de joyas de la Corona: las profecías que son el corazón y el alma de la profecía, y que se pueden referir únicamente al tiempo que permaneció Cristo sobre esta tierra. ¿No te sientes pequeño cuando piensas en el precio pagado para que estas joyas de la profecía se cumplan?. Preguntas para Reflexionar: “Sangró mi soberano Dios, murió mi Salvador./ Su vida quiso entregar por mí, tan pecador./ Por mis pecados y maldad él en la cruz gimió;/ ¡Qué amor, qué gracia, qué piedad sin par así mostró!/ Debió ocultar el sol su faz cuando el Señor Jesús,/ por la criatura en rebelión, humilde fue a la cruz./ Y yo también, al ver su cruz, el rostro encubriré;/ con lágrimas de gratitud mi alma inundaré./ Mas no con llanto pagaré la deuda de su amor./ Mi ser entero doitelo: ¡no puedo más, Señor!”.–Isaac Watts (trad.), Sangró mi soberano Dios, en el Himnario Adventista, Nº 93. Éste es, entonces, el poder y la majestad de la Cruz. ¿Cómo podremos comprender plenamente alguna vez el sacrificio de Cristo? Pregunta a tu clase qué significa este Don para ellos, personalmente, y cómo muestran diariamente su gratitud al Señor. La profecía de las 70 semanas es la confirmación máxima de la exactitud de la profecía divina. ¿Por qué esto es así? Sin la promesa de esta profecía, ¿cuál sería la esperanza de nuestro futuro? ¿De qué modo se alude a la segunda venida de Cristo en esta profecía específica?   Preguntas de aplicación: Cada acción tiene una reacción; causa y efecto, si lo prefieres así. Si aplicas este principio al juicio investigador, ¿cuáles son los dos resultados garantizados del ministerio sumosacerdotal de Cristo en el Santuario celestial? Daniel obtiene muchas vislumbres adicionales, en su comprensión de la profecía de los días, durante su segunda conversación con el ángel Gabriel. ¿Qué información adicional, que es vital, se le otorga a Daniel, que lo ayuda a superar la brecha de su comprensión? ¿Por qué es esa información tan importante para la salvación del cristiano? ¿Por qué no se le dio a Daniel esta información durante su primera conversación con Gabriel, diez años antes? ¿Cuál es la importancia del hecho de que fue Gabriel el que le trajo el mensaje a Daniel?

9 Pregunta 1 Lee toda la oración de Daniel. Descubre, en la oración, cuán persistentemente aparece la necesidad de obedecer. Mientras lees, recuerda Santiago 2:9 y 1 Juan 3:4. ¿Qué nos enseña esta oración acerca de los frutos de la desobediencia? ¿Es la desobediencia hoy menos seria de lo que fue en los tiempos de Daniel? El primer año de Darío fue el año 539/538 a.C. Diez años habían transcurrido desde la visión de Daniel 8. Durante ese tiempo, Babilonia, la conquistadora de Israel, había caído ante los Medos y Persas, pero los judíos seguían en exilio en Babilonia. Lee toda la oración de Daniel. Descubre, en la oración, cuán persistentemente aparece la necesidad de obedecer. Mientras lees, recuerda Santiago 2:9 y 1 Juan 3:4. ¿Qué nos enseña esta oración acerca de los frutos de la desobediencia? ¿Es la desobediencia hoy menos seria de lo que fue en los tiempos de Daniel? ____________________________________________________________________________________ Resulta claro, en la oración de Daniel, que él no hizo ningún intento por excusar u ocultar los pecados de su pueblo. Su confesión no pareció diluir ninguna falta: él expresó todo tal y como era; de hecho, el capítulo está cargado de diversos verbos hebreos, y todos denotan diferentes clases de pecados y rebelión. Encontramos allí una lección importante para nosotros con respecto a nuestra vida de oración: nunca debemos minimizar la seriedad del pecado: el infierno estará lleno de personas que lo hicieron. Si lees detenidamente la oración de Daniel, observarás que él está pidiendo con fervor la misericordia de Dios en favor de su pueblo. ¿Expresa él algo que pudiera indicar que el pueblo de Dios merecía esa piedad? Si no es así, ¿sobre qué base la imploró? ______________________________________________________________________________________ Daniel no tiene nada que ofrecer a Dios a cambio de su misericordia y perdón. Todo lo que puede hacer es suplicar por ellas “por amor del Señor” (Dan. 9:17), o por causa de la “justicia” de Dios (vers. 16). Esto nos recuerda las palabras de Elena de White: “Nuestra gran necesidad es lo único que nos da derecho a la misericordia de Dios” (DTG 283). Como pecadores, no tenemos nada que nos recomiende a Dios; nuestra única esperanza está en la misericordia y la gracia, tal como nos fueron reveladas en la cruz. Allí, y sólo allí, está nuestra única esperanza, la que Cristo obró por nosotros por medio de su vida y, luego, por su muerte redentora. Si pudiésemos de algún modo ganar la misericordia o la gracia de Dios, entonces Cristo no habría tenido que morir para salvarnos. Podríamos haber logrado un camino de salida de la sentencia de destrucción eterna. La muerte de Jesús comprueba nuestra total incapacidad de hacer algo para salvarnos. Recordando el párrafo anterior, lee otra vez la oración de Daniel. ¿De qué maneras ves allí expresado el evangelio (las buenas nuevas)?  

10 Pregunta 2 Si lees detenidamente la oración de Daniel, observarás que él está pidiendo con fervor la misericordia de Dios en favor de su pueblo. ¿Expresa él algo que pudiera indicar que el pueblo de Dios merecía esa piedad? Si no es así, ¿sobre qué base la imploró? El primer año de Darío fue el año 539/538 a.C. Diez años habían transcurrido desde la visión de Daniel 8. Durante ese tiempo, Babilonia, la conquistadora de Israel, había caído ante los Medos y Persas, pero los judíos seguían en exilio en Babilonia. Lee toda la oración de Daniel. Descubre, en la oración, cuán persistentemente aparece la necesidad de obedecer. Mientras lees, recuerda Santiago 2:9 y 1 Juan 3:4. ¿Qué nos enseña esta oración acerca de los frutos de la desobediencia? ¿Es la desobediencia hoy menos seria de lo que fue en los tiempos de Daniel? ____________________________________________________________________________________ Resulta claro, en la oración de Daniel, que él no hizo ningún intento por excusar u ocultar los pecados de su pueblo. Su confesión no pareció diluir ninguna falta: él expresó todo tal y como era; de hecho, el capítulo está cargado de diversos verbos hebreos, y todos denotan diferentes clases de pecados y rebelión. Encontramos allí una lección importante para nosotros con respecto a nuestra vida de oración: nunca debemos minimizar la seriedad del pecado: el infierno estará lleno de personas que lo hicieron. Si lees detenidamente la oración de Daniel, observarás que él está pidiendo con fervor la misericordia de Dios en favor de su pueblo. ¿Expresa él algo que pudiera indicar que el pueblo de Dios merecía esa piedad? Si no es así, ¿sobre qué base la imploró? ______________________________________________________________________________________ Daniel no tiene nada que ofrecer a Dios a cambio de su misericordia y perdón. Todo lo que puede hacer es suplicar por ellas “por amor del Señor” (Dan. 9:17), o por causa de la “justicia” de Dios (vers. 16). Esto nos recuerda las palabras de Elena de White: “Nuestra gran necesidad es lo único que nos da derecho a la misericordia de Dios” (DTG 283). Como pecadores, no tenemos nada que nos recomiende a Dios; nuestra única esperanza está en la misericordia y la gracia, tal como nos fueron reveladas en la cruz. Allí, y sólo allí, está nuestra única esperanza, la que Cristo obró por nosotros por medio de su vida y, luego, por su muerte redentora. Si pudiésemos de algún modo ganar la misericordia o la gracia de Dios, entonces Cristo no habría tenido que morir para salvarnos. Podríamos haber logrado un camino de salida de la sentencia de destrucción eterna. La muerte de Jesús comprueba nuestra total incapacidad de hacer algo para salvarnos. Recordando el párrafo anterior, lee otra vez la oración de Daniel. ¿De qué maneras ves allí expresado el evangelio (las buenas nuevas)?  

11 Considere Recordando el párrafo anterior, lee otra vez la oración de Daniel. ¿De qué maneras ves allí expresado el evangelio (las buenas nuevas)?

12 Pregunta 3  ¿Cuál fue la misión de Gabriel en esta ocasión? Dan. 9:22, 23. ¿Cuál fue la misión de Gabriel en esta ocasión? Dan. 9:22, 23. Antes de que Daniel terminara su oración, Dios envió una respuesta. El ángel Gabriel, al que Daniel llamó “el varón Gabriel” (vers. 21), porque le apareció en forma humana, le hace una segunda visita. Anteriormente le había aparecido hacía diez años (Dan. 8:16).   ¿Cuál fue la misión de Gabriel en esta ocasión? Dan. 9:22, 23. Cuando Gabriel dijo, en el versículo 23: “Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”, él no emplea el vocablo general chazon, que se refiere a la visión como un todo, como en Daniel 8:1, 13; 9:21. En cambio, usa el verbo mareh, que se usa específicamente para la visión de los días, la única parte de la visión del capítulo 8, que Daniel no comprendía. En el capítulo 8 Gabriel le aclaró a Daniel, específicamente, que la visión, la mareh de los días, era “verdadera” (Dan. 8:26), pero Daniel dice que él no entendió esta mareh (vers. 27). Un comentario judío ortodoxo, con referencia a las palabras de Gabriel en Daniel 9:23, “Entiende la visión [mareh]”, señala directamente a Daniel 8:14 diciendo que “ésta se refiere a la visión de Daniel en el capítulo 8, en el que la parte que lo perturbó (vers. 14) está caracterizada en los vers como una [mareh]”.–Hersh Goldwurm, Daniel, p. 258.   “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad” (Dan. 9:24). ¿Cuánto tiempo son las setenta semanas, y qué significa la frase “están determinadas” Lo que tenemos aquí son más pruebas internas del principio de día por año. La orden de restaurar y reconstruir Jerusalén fue promulgada muchos siglos antes de Cristo. Si se tomaran como un tiempo literal, 70 semanas es un año y unos pocos meses; difícilmente suficientes para llegar hasta el tiempo del nacimiento de Jesús. Sin embargo, la aplicación del principio de día por año resuelve el problema: las 70 semanas incluyen el lapso desde la reconstrucción de la ciudad hasta la primera venida de Jesús. Entretanto, el significado básico de la palabra hebrea chatak, aquí traducida como “determinadas”, es “cortar” o “dividir”. El significado, por extensión, es “determinar” o “asignar a”. Ésta es la única vez que aparece esta raíz en la Biblia hebrea, aunque aparece en escritos judíos posteriores con el significado predominante de “cortar”.   Algunas personas, en un intento de negar el principio de día por año, pretenden que la frase “70 semanas” realmente significa “70 semanas de años”, que también da como resultado 490 años. Sin embargo, el principio de día por año (un día equivale a un año) está implícito en el concepto de “semana de años” –es decir, siete semanas equivalen a siete años. De esta manera, aun si significara “semanas de años” (lo que de todos modos algunos eruditos cuestionan seriamente), lleva a la misma conclusión que el principio de día por año.

13 Pregunta 4 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad” (Dan. 9:24). ¿Cuánto tiempo son las setenta semanas, y qué significa la frase “están determinadas” Antes de que Daniel terminara su oración, Dios envió una respuesta. El ángel Gabriel, al que Daniel llamó “el varón Gabriel” (vers. 21), porque le apareció en forma humana, le hace una segunda visita. Anteriormente le había aparecido hacía diez años (Dan. 8:16).   ¿Cuál fue la misión de Gabriel en esta ocasión? Dan. 9:22, 23. Cuando Gabriel dijo, en el versículo 23: “Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”, él no emplea el vocablo general chazon, que se refiere a la visión como un todo, como en Daniel 8:1, 13; 9:21. En cambio, usa el verbo mareh, que se usa específicamente para la visión de los días, la única parte de la visión del capítulo 8, que Daniel no comprendía. En el capítulo 8 Gabriel le aclaró a Daniel, específicamente, que la visión, la mareh de los días, era “verdadera” (Dan. 8:26), pero Daniel dice que él no entendió esta mareh (vers. 27). Un comentario judío ortodoxo, con referencia a las palabras de Gabriel en Daniel 9:23, “Entiende la visión [mareh]”, señala directamente a Daniel 8:14 diciendo que “ésta se refiere a la visión de Daniel en el capítulo 8, en el que la parte que lo perturbó (vers. 14) está caracterizada en los vers como una [mareh]”.–Hersh Goldwurm, Daniel, p. 258.   “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad” (Dan. 9:24). ¿Cuánto tiempo son las setenta semanas, y qué significa la frase “están determinadas” Lo que tenemos aquí son más pruebas internas del principio de día por año. La orden de restaurar y reconstruir Jerusalén fue promulgada muchos siglos antes de Cristo. Si se tomaran como un tiempo literal, 70 semanas es un año y unos pocos meses; difícilmente suficientes para llegar hasta el tiempo del nacimiento de Jesús. Sin embargo, la aplicación del principio de día por año resuelve el problema: las 70 semanas incluyen el lapso desde la reconstrucción de la ciudad hasta la primera venida de Jesús. Entretanto, el significado básico de la palabra hebrea chatak, aquí traducida como “determinadas”, es “cortar” o “dividir”. El significado, por extensión, es “determinar” o “asignar a”. Ésta es la única vez que aparece esta raíz en la Biblia hebrea, aunque aparece en escritos judíos posteriores con el significado predominante de “cortar”.   Algunas personas, en un intento de negar el principio de día por año, pretenden que la frase “70 semanas” realmente significa “70 semanas de años”, que también da como resultado 490 años. Sin embargo, el principio de día por año (un día equivale a un año) está implícito en el concepto de “semana de años” –es decir, siete semanas equivalen a siete años. De esta manera, aun si significara “semanas de años” (lo que de todos modos algunos eruditos cuestionan seriamente), lleva a la misma conclusión que el principio de día por año.

14 Considere Algunas personas, en un intento de negar el principio de día por año, pretenden que la frase “70 semanas” realmente significa “70 semanas de años”, que también da como resultado 490 años. Sin embargo, el principio de día por año (un día equivale a un año) está implícito en el concepto de “semana de años” –es decir, siete semanas equivalen a siete años. De esta manera, aun si significara “semanas de años” (lo que de todos modos algunos eruditos cuestionan seriamente), lleva a la misma conclusión que el principio de día por año. Antes de que Daniel terminara su oración, Dios envió una respuesta. El ángel Gabriel, al que Daniel llamó “el varón Gabriel” (vers. 21), porque le apareció en forma humana, le hace una segunda visita. Anteriormente le había aparecido hacía diez años (Dan. 8:16).   ¿Cuál fue la misión de Gabriel en esta ocasión? Dan. 9:22, 23. Cuando Gabriel dijo, en el versículo 23: “Entiende, pues, la orden, y entiende la visión”, él no emplea el vocablo general chazon, que se refiere a la visión como un todo, como en Daniel 8:1, 13; 9:21. En cambio, usa el verbo mareh, que se usa específicamente para la visión de los días, la única parte de la visión del capítulo 8, que Daniel no comprendía. En el capítulo 8 Gabriel le aclaró a Daniel, específicamente, que la visión, la mareh de los días, era “verdadera” (Dan. 8:26), pero Daniel dice que él no entendió esta mareh (vers. 27). Un comentario judío ortodoxo, con referencia a las palabras de Gabriel en Daniel 9:23, “Entiende la visión [mareh]”, señala directamente a Daniel 8:14 diciendo que “ésta se refiere a la visión de Daniel en el capítulo 8, en el que la parte que lo perturbó (vers. 14) está caracterizada en los vers como una [mareh]”.–Hersh Goldwurm, Daniel, p. 258.   “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad” (Dan. 9:24). ¿Cuánto tiempo son las setenta semanas, y qué significa la frase “están determinadas” Lo que tenemos aquí son más pruebas internas del principio de día por año. La orden de restaurar y reconstruir Jerusalén fue promulgada muchos siglos antes de Cristo. Si se tomaran como un tiempo literal, 70 semanas es un año y unos pocos meses; difícilmente suficientes para llegar hasta el tiempo del nacimiento de Jesús. Sin embargo, la aplicación del principio de día por año resuelve el problema: las 70 semanas incluyen el lapso desde la reconstrucción de la ciudad hasta la primera venida de Jesús. Entretanto, el significado básico de la palabra hebrea chatak, aquí traducida como “determinadas”, es “cortar” o “dividir”. El significado, por extensión, es “determinar” o “asignar a”. Ésta es la única vez que aparece esta raíz en la Biblia hebrea, aunque aparece en escritos judíos posteriores con el significado predominante de “cortar”.   Algunas personas, en un intento de negar el principio de día por año, pretenden que la frase “70 semanas” realmente significa “70 semanas de años”, que también da como resultado 490 años. Sin embargo, el principio de día por año (un día equivale a un año) está implícito en el concepto de “semana de años” –es decir, siete semanas equivalen a siete años. De esta manera, aun si significara “semanas de años” (lo que de todos modos algunos eruditos cuestionan seriamente), lleva a la misma conclusión que el principio de día por año.

15 Pregunta 5 ¿Qué debía realizarse en el período de 490 años? Dan. 9:24.
Se mencionan seis propósitos en este versículo. Describen principalmente los resultados de la vida de Cristo y su obra aquí, en la tierra: Terminar con la prevaricación. La prevaricación se refiere a la ruptura de la relación entre Dios y la humanidad; mediante su sacrificio en la cruz, Jesús acabó con esto y nos restauró para Dios. Poner fin al pecado. Gabriel aquí anuncia que el Mesías se ocuparía de los fracasos de la humanidad. Él tomaría sobre sí mismo sus pecados, y así les pondría fin. Expiar la iniquidad. “Iniquidad” es el pecado de pervertir lo que es correcto. Mediante el sacrificio expiatorio de Jesucristo en la cruz, él se ocupó del pecado en todas sus formas. Para traer la justicia perdurable. Con la caída de nuestros primeros padres, la humanidad se volvió impía. El Mesías, dijo Gabriel, traerá una justicia de Dios que será duradera para quienes la hagan suya mediante la fe que resulta en la obediencia. Sellar la visión y la profecía. La idea de sellar “no se usa aquí con el sentido de ‘cerrar’, sino de ‘confirmar’ o ‘ratificar’. El cumplimiento de las predicciones relacionadas con el primer advenimiento del Mesías en el tiempo allí especificado nos asegura que los otros elementos de la profecía, en particular los días proféticos, se cumplirán con la misma precisión” (4 CBA 878). Y ungir al Santo de los santos. Los templos eran ungidos para inaugurar sus servicios (ver Éxo. 40:9). El ungimiento predicho en este versículo señala la inauguración del ministerio sacerdotal de Cristo en el templo celestial después de su ascensión (Heb. 9:21). De esta manera, lo que vemos aquí es claramente una profecía no sólo acerca del tiempo de Jesús sino también acerca de la obra que realizaría. Y aunque esto es una profecía acerca de su primera venida, y aunque esta profecía se aplica de manera directa a la nación judía como un todo, da indicios de su segunda venida también, porque todo lo que Jesús hizo en su primera venida encuentra su cumplimiento definitivo en la segunda. Tal vez, esto también sea la razón por la que esta profecía está tan claramente vinculada con la purificación del Santuario, un evento que conduce directamente a la segunda venida de Cristo. Lee los textos indicados abajo a la luz de esta profecía con respecto a la cruz. ¿Qué nos enseñan, junto con Daniel 9:24, acerca de lo que Jesús hizo por nosotros en el Calvario? Después de leer todos los textos, escribe un párrafo que explique la obra de Cristo en nuestro favor. Isa. 53:5; Rom. 5:11, 17; 2 Cor. 5:19; Fil. 3:9; Heb. 2:9.

16 Considere Lee los textos indicados abajo a la luz de esta profecía con respecto a la cruz. ¿Qué nos enseñan, junto con Daniel 9:24, acerca de lo que Jesús hizo por nosotros en el Calvario? Después de leer todos los textos, escribe un párrafo que explique la obra de Cristo en nuestro favor. Isa. 53:5; Rom. 5:11, 17; 2 Cor. 5:19; Fil. 3:9; Heb. 2:9.  ¿Qué debía realizarse en el período de 490 años? Dan. 9:24. Se mencionan seis propósitos en este versículo. Describen principalmente los resultados de la vida de Cristo y su obra aquí, en la tierra: Terminar con la prevaricación. La prevaricación se refiere a la ruptura de la relación entre Dios y la humanidad; mediante su sacrificio en la cruz, Jesús acabó con esto y nos restauró para Dios. Poner fin al pecado. Gabriel aquí anuncia que el Mesías se ocuparía de los fracasos de la humanidad. Él tomaría sobre sí mismo sus pecados, y así les pondría fin. Expiar la iniquidad. “Iniquidad” es el pecado de pervertir lo que es correcto. Mediante el sacrificio expiatorio de Jesucristo en la cruz, él se ocupó del pecado en todas sus formas. Para traer la justicia perdurable. Con la caída de nuestros primeros padres, la humanidad se volvió impía. El Mesías, dijo Gabriel, traerá una justicia de Dios que será duradera para quienes la hagan suya mediante la fe que resulta en la obediencia. Sellar la visión y la profecía. La idea de sellar “no se usa aquí con el sentido de ‘cerrar’, sino de ‘confirmar’ o ‘ratificar’. El cumplimiento de las predicciones relacionadas con el primer advenimiento del Mesías en el tiempo allí especificado nos asegura que los otros elementos de la profecía, en particular los días proféticos, se cumplirán con la misma precisión” (4 CBA 878). Y ungir al Santo de los santos. Los templos eran ungidos para inaugurar sus servicios (ver Éxo. 40:9). El ungimiento predicho en este versículo señala la inauguración del ministerio sacerdotal de Cristo en el templo celestial después de su ascensión (Heb. 9:21). De esta manera, lo que vemos aquí es claramente una profecía no sólo acerca del tiempo de Jesús sino también acerca de la obra que realizaría. Y aunque esto es una profecía acerca de su primera venida, y aunque esta profecía se aplica de manera directa a la nación judía como un todo, da indicios de su segunda venida también, porque todo lo que Jesús hizo en su primera venida encuentra su cumplimiento definitivo en la segunda. Tal vez, esto también sea la razón por la que esta profecía está tan claramente vinculada con la purificación del Santuario, un evento que conduce directamente a la segunda venida de Cristo. Lee los textos indicados abajo a la luz de esta profecía con respecto a la cruz. ¿Qué nos enseñan, junto con Daniel 9:24, acerca de lo que Jesús hizo por nosotros en el Calvario? Después de leer todos los textos, escribe un párrafo que explique la obra de Cristo en nuestro favor. Isa. 53:5; Rom. 5:11, 17; 2 Cor. 5:19; Fil. 3:9; Heb. 2:9.

17 Pregunta 6 Daniel 9:25 afirma que desde “la orden [decreto] para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe” habría 69 semanas, o 483 años. ¿Qué fecha tomamos para este decreto y por qué?

18 Pregunta 7 Prueba con 520 a.C. Si ésa es la fecha del decreto y avanzamos 483 años, ¿a qué fecha llegaríamos, y por qué esa fecha tampoco es apropiada?

19 Considere Usando la fecha de 457 a.C., sumemos 483 años (recuerda de eliminar el año cero), y ¿a qué fecha llegamos? ¿Por qué, entonces, el año 457 a.C. es la única fecha apropiada? Medita en esta profecía asombrosa. Sería equivalente a que alguien de la época de Martín Lutero hubiera predicho la fecha exacta en que Jan Paulsen sería elegido presidente mundial de la Iglesia Adventista. ¿Qué nos enseña esta profecía acerca del poder de Dios?

20 “A La Mitad de la Semana” Daniel 9:24-27
Pregunta 8 ¿Qué ocurriría “a la mitad de la semana”, es decir, en la mitad de los siete años finales de la profecía (vers. 27)?

21 “A La Mitad de la Semana” Daniel 9:24-27
Pregunta 9 La profecía anuncia que el Mesías “por otra semana confirmará el pacto con muchos”. ¿Qué significa esto, y cuándo termina?

22 Considere La profecía (vers. 26) anunciaba que la vida del Mesías sería quitada, “mas no por sí”. ¿Por quiénes, entonces, le fue “quitada”, y de qué manera esa respuesta captura la esencia del evangelio?

23 Resumen Vimos, en la lección 8, que la escena del Juicio de Daniel 7 (que identificamos con la purificación del Santuario en Daniel 8) vino después del período de los años de persecución del cuerno pequeño. Por cuanto el cuerno pequeño llegó a destacarse recién en el siglo VI d.C., los años llegarían hasta fines del siglo XVIII, o comienzos del siglo XIX. ¿Cómo encajan estos números con la fecha de 1844 a la que arribamos a partir de Daniel 8 y 9? ¿De qué manera la respuesta ayuda a confirmar nuestra comprensión de que la profecía es correcta?

24 Fin Un abrazo en Cristo para todos los miembros de la Escuela Sabática
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25 Un abrazo en Cristo para todos los miembros de la Escuela Sabática
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