Hechos 27:24 “No temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo”

Presentación del tema: "Hechos 27:24 “No temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo”"— Transcripción de la presentación:

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2 Hechos 27:24 “No temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo”

3 Nunca dejes de compartir tu fe, incluso cuando las circunstancias y el rechazo te desanimen para hacerlo. Recuerda estar siempre abierto al evangelio en tu vida y procura buscar formas de compartirlo con los demás.

4 DE CAMINO A ROMA “Diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas” (Hechos 27:10). ¿Cómo describe Lucas el inicio del viaje de Pablo a Roma? Acompañado por Lucas y Aristarco, Pablo y otros presos fueron enviados a Roma bajo la custodia de un centurión llamado Julio (Hechos 27:1). Lucas describe cuidadosamente el viaje, y excita el interés del lector en la situación del apóstol. La adversidad acompaña el viaje, tuvo al menos tres embarcaciones diferentes, enfrentó tempestades en alta mar y hubo un naufragio con total destrucción de la embarcación. Amenaza de muerte a los prisioneros que estaban siendo conducidos a Roma, incluyendo a Pablo. Pablo recibió el aviso divino y comunicó al comandante que la continuación del viaje sería muy arriesgada y, por eso, debían acantonarse en el puerto en que estaban para aguardar el paso del invierno, estación muy peligrosa para viajes marítimos. No tuvo su advertencia oída ni por el comandante de la patrulla que escolta a los prisioneros ni a los tripulantes del buque contratado. Pablo había advertido y ahora les advierte de nuevo "esta misma noche, un ángel de Dios, de quien yo soy ... estuvo conmigo, diciendo" que el barco sería destruido, pero nadie sufriría ningún daño de vida”. PIENSA: ¿Por qué tenía que sufrir tanto un servidor tan fiel y dedicado del Señor como Pablo? ¿Qué lecciones podemos aprender de sus experiencias?

5 EL NAUFRAGIO “Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave” (Hechos 27:22). ¿Qué ocurre previo al naufragio y qué aprendemos de este relato? Pablo inspirado por el Espíritu Santo, aconsejó a todos que se alimentasen para tener energía para nadar en las mareas violentas hasta la playa, después del naufragio del barco, dando el ejemplo para ello, tomando un pan en sus manos da gracias a Dios por el alimento y partiendo, comienza a comer, lo que sirvió de incentivo para que todos le siguieran el ejemplo. Los soldados de la guardia planearon matar a todos los presos para que no huyeran, pero el centurión Julius ordenó a que no matasen a nadie, pues deseaba conservar la vida de Pablo. Ninguno de ellos se perdió, como profetizó Pablo. Doscientos setenta y seis salvos por la misericordia y el amor de Dios y por la intercesión de un siervo de él. Dios hizo el milagro de la conservación de la vida, pero cada uno tuvo que hacer su propio esfuerzo para que la bendición mayor fuera derramada. Esto es, Dios no nos librará de que hagamos nuestra parte en las luchas y tempestades de la vida, pero Él actuará para que milagros sucedan usando la fuerza que Él mismo nos concede. PIENSA: ¿Qué aprendemos acerca del poder del testimonio de Pablo, y de su carácter, que en el afán de conservar a Pablo con vida se les prohibió a los soldados que mataran a ningún prisionero?

6 EN MALTA “Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano” (Hechos 28:3). ¿Qué le pasó a Pablo en la isla de Malta y cómo lo utilizó Dios? Pablo todavía se enfrentó a otro problema a su llegada. Al ayudar en el encendido de una hoguera, fue mordido por una serpiente ("víbora"), “Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir” (Hechos 28:4). Pero Pablo no muere y no sufre ninguna consecuencia y esto hace que los habitantes de la isla concluyan que él era un Dios. Después, conducidos a la casa del jefe de la isla, Publio, cuyo padre estaba enfermo y Pablo, con oración e imposición de manos, lo sana. Después de este incidente en la isla de Malta, el apóstol Pablo seguramente tuvo la oportunidad de predicarles a Jesús a este pueblo pagano, aunque Lucas no menciona si hubo algún converso a su partida, si comenta que, “Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;” (Hechos 28:9) PIENSA: ¿Qué es más fácil de superar cuando se trata de compartir el evangelio: las circunstancias físicas o las cuestiones de confianza?

7 PABLO EN ROMA, AL FIN “Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena” (Hechos 2:20). ¿Qué hizo Pablo después de establecerse (aún como preso) en Roma? Habiéndose establecido, convocó a los líderes judíos para exponerles su posición de respeto a todo lo que se refiere a las reales exigencias de Dios, Su palabra y sus profetas. Y, aparentemente, no fue su objetivo sólo defenderse y declarar su inocencia, sino establecer un clima de confianza para poder predicar el evangelio, para poder demostrar a todos que la resurrección de Jesús era el cumplimiento de la esperanza de Israel, el Mesías Redentor. Pablo no se esquivó de informar lo que realmente había sucedido, desde Jerusalén hasta el momento en que hablaba a los líderes de la sinagoga de Roma. Les asegura que sus cadenas no son las de un criminal, sino las de un predicador de una verdad que se confirma y confunde con los mensajes proféticos conocidos de los judíos y que Pablo afirma ser la esperanza de Israel. Por eso, los invita a una nueva reunión, donde estén todos los que deseen, para hablarles de ello. PIENSA: ¿Cómo podemos permanecer fieles incluso cuando los demás hablan en contra de nuestra fe?

8 LA VICTORIA DEL EVANGELIO
“Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:” (Hechos 28:25) ¿Cómo concluye Lucas el relato de Pablo, en el libro de Hechos? A pesar de su condición como preso y la nota triste acerca de los judíos que rechazaban el evangelio, la última escena de Hechos es de triunfo y certeza (Hechos 28:30, 31). Presenta el cumplimiento no solo de la promesa de Dios a Pablo de que daría testimonio de Jesús en aquella gran ciudad, aun delante del emperador (Hech. 23:11; cf. 9:15; 27:24), sino también de la misión dada a los discípulos en Hechos 1:8. Tal vez por esto Lucas no se preocupó en mencionar la liberación de Pablo después de dos años de encarcelamiento. El apóstol nunca dejó el Mediterráneo y nunca fue a España, como él deseaba. Pero al viajar a Roma estuvo en la encrucijada del mundo gentil, así como Jerusalén era el centro del mundo judío. En este sentido, al predicar el evangelio en la capital del imperio, Pablo alcanzaba el confín del mundo y realizaba su misión a los gentiles. Fue un sólido comienzo para el cristianismo. Pero mucho queda por realizar. Hoy, a cada creyente se le ha prometido el mismo Espíritu que empoderó la vida y el ministerio de Pablo. Por la gracia de Dios, los resultados serán igual de espectaculares. PIENSA: ¿Por qué el evangelio es verdaderamente irrefrenable? El rechazo del evangelio ¿detiene su progreso?

9 El libro de Hechos termina con Pablo en Roma, como prisionero y mensajero. Pero, Lucas no relata la historia más allá de ese punto. ¿Por qué? Probablemente, como en la parábola del hijo pródigo, Dios deja el capítulo final para ser escrito por nosotros, la iglesia de Dios hoy. El único obstáculo que puede detener el evangelio es la negativa de una persona a aceptarlo. Es esencial considerar detalladamente los obstáculos del corazón para el transmisor y el receptor. Nos corresponde terminar la historia de la iglesia de Dios en la Tierra para que comience la historia del pueblo de Dios en la eternidad.