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La Alegría del Evangelio
En la vida de Santa Luisa de Marillac
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A veces me ponía a pensar delante de Dios y me decía: «Señor, tú quieres que hablemos de tu sierva», ya que era obra de tus manos; (textos de dos Conferencias: Las virtudes de Luisa de Marillac, 3 y 24 de Julio de 1660)
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Todos somos llamados a ofrecer a los demás el testimonio explícito del amor salvífico del Señor, que más allá de nuestras imperfecciones nos ofrece su cercanía, su Palabra, su fuerza, y le da un sentido a nuestra vida. (LAE 121)
4
Hacía lo que dice san Pablo: «No soy yo el que
vive, sino Jesús el que vive en mí» (…) Por tanto, hijas mías, tenéis que mirar a ese cuadro, un cuadro de humildad, de caridad, de mansedumbre, de paciencia en las enfermedades.
5
El verdadero amor siempre es contemplativo, nos permite servir al otro no por necesidad o por vanidad, sino porque él es bello, más allá de su apariencia: (...) « El pobre, cuando es amado, «es estimado como de alto valor». (LAE 199)
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Sentía un gran cariño a los pobres y le gustaba mucho servirles
Sentía un gran cariño a los pobres y le gustaba mucho servirles. Yo la vi recoger a los pobres que salían de la cárcel, les lavaba los pies, les curaba y les vestía con las ropas de su hijo.
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Lo primero, en la comunicación con el otro, es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad, sin la cual no existe un verdadero encuentro espiritual. (LAE 171)
8
Era muy amable y cercana.
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Tenemos que darle a nuestro caminar el ritmo sanador de projimidad, con una mirada respetuosa y llena de compasión pero que al mismo tiempo sane, libere y aliente a madurar en la vida cristiana. (LAE 169)
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Amaba mucho a todas las hermanas y que deseaba que todas fuéramos tan perfectas como nuestro modelo Jesucristo.(…) Tenía mucha caridad con los pobres.
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La Iglesia ha hecho una opción por los pobres (…).
Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos. (LAE 198)
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Ella ponía mucho interés y deseaba mucho que la Compañía se conservase en el espíritu de humildad y de pobreza, y que decía con frecuencia: «Somos criadas de los pobres; por tanto, tenemos que ser más pobres que ellos».
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Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo.
Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios en medio de la humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este mundo nuestro. Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. (LAE 171, 49)
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(…) se preocupaba mucho de la salvación de las almas
(…) se preocupaba mucho de la salvación de las almas. Tenía mucha vida interior y pensaba mucho en Dios.
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Más que nunca necesitamos de hombres y mujeres que, desde su experiencia de acompañamiento, conozcan los procesos donde campea la prudencia, la capacidad de comprensión, el arte de esperar, la docilidad al Espíritu. (LAE 171)
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la señorita tenía mucha prudencia (…) La prudencia consiste en ver los medios, los tiempos, los lugares en que hemos de hacer las advertencias y cómo hemos de comportarnos en todas las cosas.
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Aun con la dolorosa conciencia de las propias fragilidades, hay que seguir adelante sin declararse vencidos, y recordar lo que el Señor dijo a san Pablo: «Te basta mi gracia, porque mi fuerza se manifiesta en la debilidad» (LAE 85)
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Tenía una confianza admirable en la Providencia de Dios para todas las cosas y especialmente en lo que se refería a la Compañía, recomendándonos que nos pusiéramos en manos de Dios en todas las conferencias que nos daba.
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(…) Vuestra buena madre que está en el cielo, hijas mías
(…) Vuestra buena madre que está en el cielo, hijas mías. Ella os sigue queriendo con el mismo afecto con que os quería; e incluso es más perfecta su caridad, ya que los elegidos aman de la manera que Dios quiere.
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Porque, si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros? (LAE 8)
21
El bien se arraiga y se desarrolla.
«El amor de Cristo nos apremia» (2 Cor 5, 14) «¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!» (1 Cor 9, 16) (LAE 9)
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Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl 2014
Música: Childhood, Robert Janson Banda sonora Testimonio, dirigido por Paweł Pitera, 2008
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