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Razones para creer en Creer, saber, conocer de Luis Villoro

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Presentación del tema: "Razones para creer en Creer, saber, conocer de Luis Villoro"— Transcripción de la presentación:

1 Razones para creer en Creer, saber, conocer de Luis Villoro
Por: Aura R. Cruz Aburto

2 ¿Por qué S cree que p? Por los antecedentes que colocaron a S en situación de aprehender p: génesis de la creencia de S. Por los motivos que llevan a S a aceptar que p, es decir, la función que tiene la aceptación de esa creencia en al realización de deseos, intenciones y necesidades de S. Por las razones que S tiene para considerar que p existe, es decir, la justificación que S da a sus creencias. Se trata de las operaciones que tiene que realizar S para tener a p por existente en el mundo y a ciertas características de “p” por las que “p” resulta verdadera para S.

3 ¿Por qué S cree que p? Antecedentes, motivos y razones debe conjugarse para que se dé la creencia ya que necesariamente tiene antecedentes biográficos (fue adquirida en algún momento), motivos (forma parte de una estructura psíquica en la que cumple una función), y razones, ya que consiste en tener por existente el objeto de la creencia.

4 Creer: ¿voluntad o entendimiento?
Si se trata de una explicación por motivos, haría depender la creencia de las intenciones y deseos del sujeto, un asunto de voluntad. Si, por el contrario, se trata de una explicación por fundamentos racionales, un asunto de razón (entendimiento).

5 Creer: ¿voluntad o entendimiento?
Crisis de la idea de creer como mero asunto de la voluntad: Pero, si creer es tener algo por verdadero, ¿cómo se podría forzar a alguien a creer en algo cuando no tiene razones para ello? Sin embargo, actualmente se discute: En moral: ¿hasta qué punto las creencias que guían nuestras acciones responden a patrones racionales o se doblegan, sin saberlo, a nuestros deseos y temores personales? En política: ¿en qué medida las creencias colectivas se fundan en razones o responden a intereses de grupos o clases sociales? ¿Podemos lograr un conocimiento basado en razones objetivas o nuestras más racionales creencias ocultan el deseo de los hombres?

6 Razones y justificación
La razón de la creencia de S en p (el hecho al que se refiere la proposición) es lo que hace que “p” (la proposición) sea verdadera, o más o menos probable. Y ya que “p” es verdadera si y solo si p existe, la razón de una creencia es lo que conecta según S a “p” con p existente, es decir, las características o relaciones de la proposición por las que S considera que p no solo tiene existencia puramente creída, sino también existencia real. Creencia como disposición: si la creencia dispone a un sujeto a actuar de determinada manera ante el mundo, las razones le garantizan al sujeto el acierto de su acción en el mundo.

7 Razones y justificación
Una creencia puede juzgarse como verdadera con base en argumentos y explicaciones que presentan una forma lógica precisa, o bien con base en otras operaciones y procesos que no pueden expresarse en formas lógicas claras como la intuición, la emoción estética o religiosa, el consenso de la multitud, una corazonada, la fe. Entenderemos como razón todo aquello que justifica para un sujeto la verdad o la probabilidad de una creencia, el fundamento en que basa una creencia, “racional” o no.

8 Razones y justificación
Justificar y razón son conceptos que remiten entre sí: Razón de la creencia de S en p es lo que hace que “p” sea verdadera (o probable) para S, Justificación de la creencia de S en p es la operación por la que S deriva su creencia en p de una razón. Justificar una creencia es aceptar razones para ella.

9 Razones y justificación
La justificación no puede ser una creencia ya que justificar es un proceso que acontece en un lapso de tiempo determinado, pues es realizar una operación mental por la que inferimos una proposición de otra proposición o de la aprehensión directa de un estímulo que al hacerse da razón de una creencia. Por lo tanto, es una actividad reflexiva.

10 ¿Creencias sin razones?
Tenemos muchas creencias sin razones que las justifiquen. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya razones, sino que son razones implícitas, dado que creencia es un estado disposicional adquirido que se manifiesta en acciones diversas y no coincide siempre con un estado reflexivo. Para explicar que S crea que p, es suficiente acudir a causas. Por otro lado, la justificación por razones es una operación reflexiva que obliga a razones explícitas, es decir a mencionar razones. Para explicar que S crea que cree que p, es menester mencionar razones.

11 ¿Creencias sin razones?
Solo es pertinente preguntar por razones que sustentan una creencia cuando sospechamos que esa creencia podría ser falsa. La posibilidad de que la creencia sea falsa consiste en la posibilidad de que el objeto proposicional de esa creencia no corresponda a un objeto realmente existente. Preguntar por las razones es preguntar por “algo más” que justifica la correspondencia del objeto creído con el objeto existente, o mejor dicho, que garantiza para el sujeto la existencia real del objeto creído.

12 Razones implícitas Pueden darse en el momento en que una creencia se vuelve reflexiva y que, por lo tanto, explican la creencia, aunque no se hagan expresas mientras no reflexionamos en ella. Pueden ser de tres clases: Procesos causales que las originaron: la percepción, el recuerdo y las asociaciones de impresiones sensibles que causan nuestras disposiciones. Razones que tuvimos presentes cuando adquirimos la creencia y que nos hicieron adoptar, pero que hemos olvidado. Principios generales supuestos en nuestro sistema de creencias que aceptamos confusamente.

13 Razones implícitas Pueden darse en el momento en que una creencia se vuelve reflexiva y que, por lo tanto, explican la creencia, aunque no se hagan expresas mientras no reflexionamos en ella. Pueden ser de tres clases: Procesos causales que las originaron: la percepción, el recuerdo y las asociaciones de impresiones sensibles que causan nuestras disposiciones. Razones que tuvimos presentes cuando adquirimos la creencia y que nos hicieron adoptar, pero que hemos olvidado. Principios generales supuestos en nuestro sistema de creencias que aceptamos confusamente.

14 Razones básicas El proceso de fundaentación se suspende siempre en algún lado: En creencias de las que ya no damos razones explícitas, aunque pueden tener razones implícitas que ya no se ponen en cuestión por necesidades prácticas. Razones últimas, es decir, aquéllas que ya no fundamos en otras porque ya no son creencias. Un caso es cuando de algo que está presente ya no puedo dar razón, sino solo constatar su presencia. Ya no es una creencia, porque no es un estado interno de disposición, sino la aprehensión de un estímulo. Otro caso es el conocimiento analítico donde axiomas y definiciones son actos que establecen condiciones para el uso de símbolos, resultado de una estipulación.

15 Razones básicas No hay creencias de las que no se puedan dar razones. Dichas razones pueden ser otras creencias o razones últimas por cuya razón carece de sentido preguntar. Las razones últimas ya no son creencias y pueden ser la recepción de un estímulo (conocimiento empírico) o el establecimiento de condiciones para un lenguaje (conocimiento analítico.)

16 Justificación: ¿conexión causal o lógica?
Conexión causal: la existencia de A es una condición inicial necesaria de la existencia de B, es decir, el hecho B es producido por el hecho A. Conexión entre hechos. Conexión lógica: La verdad de A es un antecedente lógico, entre otros, de la verdad de B. La conexión tiene lugar entre proposiciones.

17 Justificación: ¿conexión causal o lógica?
Por un lado, parece que la explicación por razones corresponde a una conexión causal, especialmente cuando basta dar razones de una creencia para ofrecer una explicación satisfactora de la existencia de esa creencia, sin necesidad de acudir a otras condiciones. En esta instancia las razones batan para explicar la existencia de un estado de creencia; luego entonces son causa. Sin embargo, la razón de una creencia no la explicaría sino hubiera una conexión lógica entre las proposiciones creídas: para que la creencia de S en p cause q, es menester que S infiera “q” de “p”.

18 Justificación: ¿conexión causal o lógica?
Debemos distinguir la conexión de inferencia entre proposiciones de la relación de causalidad entre hechos: La relación causal se establece entre ocurrencias o estados reales; puede existir entre dos creencias, puesto que éstas son estados del sujeto, pero no entre dos proposiciones o entre una proposición y una creencia, porque las proposiciones no son ocurrencias ni estados; entre ellas hay relaciones lógicas, no causales.

19 Justificación: ¿conexión causal o lógica?
La explicación por razones suministra una explicación causal suficiente de la existencia de una creencia. La justificación puede interpretarse como una relación causal entre creencias, las razones pueden ser causas de las creencias. Sin embargo, la conexión entre proposiciones no es causal, sino lógica. La justificación puede entonces interpretarse como una relación lógica entre objetos proposicionales de las creencias.

20 Suficiencia de las razones y la deliberación
No cualquier razón da origen a una creencia. ¿Cuándo las razones son suficientes para creer? Una persona debe tener razones suficientes para pasar de una simple representación de una proposición a la disposición real para relacionarse con el mundo. Puesto que la justificación puede verse como un proceso causal entre razones y creencias, y como una conexión lógica entre sus objetos proposicionales, la “suficiencia” de las razones puede entenderse en dos sentidos: como propiedad lógica y como propiedad causal.

21 Suficiencia de las razones y la deliberación
Que las razones sean suficientes para creer que p significa dos cosas: Que bastan para causar en S el estado interno de creencia en p. En el caso de las reflexiones irreflexiva las causas que nos llevan a creer son suficientes, de hecho, para adoptar esa posición. Si en un momento posterior, reflexionamos sobre esas creencias, podemos aceptar ciertas causas como razones implícitas que nos inducían a creer. Razones implícitas de una creencia son entonces las causas de una creencia irreflexiva que, al reflexionar sobre ella, se aducen como razones para creer. Que bastan para que S tenga a “p” por verdadera o probable, es decir, que bastan para garantizarle a S la verdad o probabilidad de “p”. Puesto que tener a “p” por verdadera es tener a p por existente, razones suficientes para creer son las que suministran una garantía a S de que su estado de disposición a actuar está determinado por la realidad.

22 Suficiencia de las razones y la deliberación
La deliberación que precede a la adopción de una creencia puede ser un proceso complejo que puede comprender tres aspectos: Razones concluyentes: la deliberación pone a prueba a las razones mediante análisis, crítica, comprobación, etc. Las razones son suficientes cuando el sujeto considera que de ellas se puede inferir, con determinado grado de probabilidad, su creencia. Razones coherentes. La deliberación puede considerar las razones aducidas en relación con otras creencias previamente aceptadas por el sujeto. Razones completas. Para que las razones sean suficientes se requiere que el sujeto considere las que dispone completas, es decir que decide detener el proceso de razonamiento.

23 Suficiencia de las razones y la deliberación
El término del proceso de deliberación puede ser el rechazo de las razones consideradas, la suspensión del juicio o, por el contrario, la consideración de las razones como concluyentes, coherentes y completas. Las razones son suficientes cuando se da el paso de un proceso de deliberación a una creencia. Que S juzgue las razones de p para creer que q significa simplemente que S pasa a crees q después de considerar las razones de p. Adoptar la creencia en p quiere decir determinar nuestra relación con el mundo por p. Decir que esa creencia está justificada es decir que hay razones suficientes que la explican.

24 Justificación e inferencia
A la conexión causal entre razones y creencias le correspondería una relación lógica de objetos proposiocionales. Así, la justificación puede considerarse como una relación entre creencias, o entre proposiciones. S justifica la creencia en q por la creencia en p si y solo si: La creencia en p causa en S la creencia en q, o S infiere “q” de “p” Por lo tanto, llamamos justificación a una relación en que ciertas creencias explican otras, pero a la relación logica correspondiente entre los objetos proposicionales de esas creencias, que se da al darse la justificación, la llamamos inferencia.

25 Justificación e inferencia
Por “razón” no entendemos a los objetos proposicionales creídos, sino a las creencias o la aprehensión inmediata de los objetos: “p” no es una razón de “q”, sino su antecedente lógico; lo que sí es una razón para creer q es que crea que p. Por lo tanto, el concepto de justificación permite deducir de la relación de causalidad entre razones y creencias, los procesos de inferencia de hecho realiza una persona.


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