Todos Testigos de la Luz.

Presentación del tema: "Todos Testigos de la Luz."— Transcripción de la presentación:

1 Todos Testigos de la Luz

2 Domingo de la Tercera Semana de Adviento
Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 17 de Diciembre de 2017 Domingo de la Tercera Semana de Adviento

3 EVANGELIO: Marcos 1,

4 Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.

5 para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran
Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.

6 sino el testigo de la luz.
Él no era la luz, sino el testigo de la luz.

7 Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?»

8 Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy
el Mesías.»

9 «¿Quién eres, entonces?»,
le preguntaron: «¿Eres Elías?» Juan dijo: «No.»

10 «¿Eres el Profeta?» «Tampoco», respondió.

11 «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta
Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?»

12 «Yo soy una voz que grita en el desierto:
Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.»

13 Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle:
«¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»

14 pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen:
Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen:

15 de desatar la correa de su sandalia.»
él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.»

16 Todo esto sucedió en Betania,
al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba. Palabra del Señor

17 MEDITACIÓN

18 La luz que mejora al mundo

19 Como ocurrió con el Bautista: «¿Por qué bautizas, entonces?»
Siempre habrá cuestionamientos, y si no los encuentran, los inventarán. Como ocurrió con el Bautista: «¿Por qué bautizas, entonces?»

20 O a nosotros nos preguntarán: ¿por qué oran de esta manera o de otra
O a nosotros nos preguntarán: ¿por qué oran de esta manera o de otra?, ¿o adoran en domingo y no en sábado? ¿o veneran o adoran imágenes?…

21 No podemos esperar otra cosa; nadie se salva de esto.
Si ni a Jesús lo quisieron todos

22 Ser profeta del “Reino de los cielos”, una forma que utilizaba Jesús para decir profeta de la Justicia y el Amor misericordioso de Dios, nunca ha sido fácil

23 Decía Monseñor Romero:
"La persecución es algo necesario en la Iglesia. ¿Saben por qué? Porque la verdad siempre es perseguida“

24 Y la Iglesia, es decir, todos los cristianos, estamos, como sabemos, llamados a dar testimonio de
la Luz de la Verdad

25 Es que en nuestro mundo los contrastes violencia-paz, muerte-vida,
oscuridad-luz, están siempre presentes, -incluso (¡ojo!) entre nosotros mismos-…

26 para que recordemos que cada persona tiene la posibilidad de
optar y decidir ante cada circunstancia que se le presente

27 Entonces, no hay que desesperar, porque, primero, la esperanza
es una gran virtud cristiana, la que se fundamenta en que -gracias a Dios, por cierto-…

28 al mismo tiempo que existen injustos que reaccionan con violencia a la propuesta de un mundo de relaciones más sanas, humanas y equitativas…

29 consciente de ello o no, permitirá al Espíritu de Dios guiarlos,
aparecerá gente que, consciente de ello o no, permitirá al Espíritu de Dios guiarlos, como ocurrió con Juan el Bautista, quien se puso al servicio del sueño del Reino de los cielos

30 Por cierto, no todos pueden ser Juan Bautista,
ni Elías, ni el Profeta, ni, menos, el Mesías…

31 Sin embargo, todos podríamos ser (y si nos aprietan un poco, debiésemos serlo) testigos de la luz de su amor

32 de tal manera que, a través nuestro, se pueda dar a conocer que
«en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen»

33 con nuestra modesta colaboración,
y que es Quien, con nuestra modesta colaboración, da Vida en abundancia (cf Jn 10,10) a nuestro mundo

34 Que nos atrevamos a buscar el valor propio y utilizar la fuerza que tú pones en nosotros, Señor, para hacer nuestro aporte a la realización del Reino de la Paz, el Amor, la Alegría y la Justicia entre nosotros. Así sea.