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Publicada porCarlos Cáceres Rico Modificado hace 6 años
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AUMÉNTANOS LA FE Lectio divina Domingo XXVII T. O Ciclo C Octubre Secretariado de Catequesis Cádiz y Ceuta Música: Chopin po Montaje: Eloísa Díaz-Jara Avance manual
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Oración inicial Señor, ven delante de nosotros para guiarnos,
ven detrás de nosotros para impulsarnos. Ven debajo de nosotros para levantarnos, ven sobre nosotros para bendecirnos. Ven alrededor de nosotros para protegernos, ven dentro de nosotros para que, con cuerpo y alma, te sirvamos para gloria de tu nombre. AMÉN
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TEXTO BÍBLICO Lc Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería. ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”? ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
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LECTURA ¿Qué dice el Texto?
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Y esta fe puede ocupar el espacio que llena un granito de mostaza.
Los primeros hombres que acompañaron a Jesús sintieron también la necesidad de dirigirle esta súplica: «Auméntanos la fe». Ante la petición de sus apóstoles el Señor les contesta con una imagen. No está hablando Jesús de una fe cuantitativa sino una fe auténtica. Y esta fe puede ocupar el espacio que llena un granito de mostaza.
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Viendo el granito de la mostaza (es diminuto) nadie diría que éste puede convertirse en un gran árbol. Así es –debe ser- la fe del creyente: pequeña, sencilla, pero auténtica. Esa fe que es capaz de las proezas más hermosas: dar la vida por los demás, vivir para los demás…
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No tanto para que nuestra fe crezca en cantidad, sino en autenticidad, le repetimos este domingo –y cada día- esta oración: “Señor, auméntanos la fe”.
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La segunda parte del evangelio es otra enseñanza que Jesús dirige a los suyos en el camino hacia Jerusalén. Con esta parábola el Señor quiere mostrarnos como debe ser la actitud que el hombre debe adoptar ante Dios.
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Nosotros, cristianos, debemos cumplir nuestras obligaciones para con Dios y para con el prójimo. Y hacerlo de buena gana, con el corazón entero, sin esperar que por ello Dios nos vaya a premiar.
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Las últimas palabras de Jesús: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer”, no las debemos entender en un sentido negativo. No somos unos criados ante Dios, somos sus hijos que hemos recibido mucho amor.
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Y por eso tenemos la capacidad de amarle a Él y a nuestros prójimos
Y por eso tenemos la capacidad de amarle a Él y a nuestros prójimos. Y el amor cuando es auténtico no busca recompensa, ni paga. Al contrario, el que ama se siente afortunado de poder amar.
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Realmente somos unos afortunados por poder creer.
Desde una lectura de fe es realmente hermoso hacer cada día nuestra misión y hacerla solamente por amor a Dios. Realmente somos unos afortunados por poder creer.
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¿Qué me dice el señor en el Texto?
meditación ¿Qué me dice el señor en el Texto?
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¿Cómo debe ser nuestra fe
¿Cómo debe ser nuestra fe? Es la pregunta de los apóstoles y es también la nuestra. La respuesta es: «una fe enmarcada en el servicio» a Dios y al prójimo. Un servicio humilde, gratuito, generoso, nunca «por la mitad». (Papa Francisco)
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El Señor habla de una fe tan fuerte que es capaz de hacer grandes maravillas, pero con una condición: que se introduzca «en el marco del servicio». Un servicio total, como el del «servidor que trabajó toda la jornada» y al volver a casa «debe servir al Señor, darle de comer y luego descansar». (Papa Francisco)
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El servicio que se pide (al siervo) es «total» porque es el mismo que vivió Jesús: «Él vivió con esa actitud de servicio; Él es el servidor; Él se presenta como el servidor, que vino a servir y no a ser servido». (Papa Francisco)
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El cristiano recibe el don de la fe en el bautismo, pero si luego no va por el camino del servicio, se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad, un cristiano para sí mismo, para servirse a sí mismo, para procurar ventajas para sí mismo. (Papa Francisco)
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Podemos alejarnos de esta actitud del servicio, ante todo «por un poco de pereza»: es decir, llegamos a estar «cómodos, como hicieron las cinco jóvenes perezosas que esperaban al esposo pero sin preocuparse por el aceite de las lámparas». Y la pereza hace «tibio el corazón». Por comodidad estamos inclinados a encontrar justificaciones. (Papa Francisco)
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Cuando digo servicio, digo: servicio a Dios en la adoración, oración y alabanzas, servicio al prójimo y servicio hasta las últimas consecuencias. En esto, Jesús «es fuerte»: Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os haya ordenado, diréis: «somos siervos inútiles». Hay que prestar un «servicio gratuito, sin pedir nada». (Papa Francisco)
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¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
oración ¿Qué respondo al Señor que me habla en el Texto?
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¡Señor aumenta nuestra fe, de modo que podamos hacer de nuestra vida un servicio gratuito a Dios y a los hermanos!
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Quiero, Señor, hacer de tu Palabra un camino para mi vida;
quiero amar tu voluntad de todo corazón. Quiero ser discípulo tuyo y ponerme a tu escucha cada día; quiero hacer de tu Palabra la norma que me guíe, paso a paso.
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Tu Palabra de verdad alumbra mis pasos por el sendero;
en tu Palabra he puesto mi esperanza día y noche; con todo el corazón quiero empeñarme en cumplir tu voluntad y que mis caminos sean siempre tus caminos.
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Enséñame sabiduría y aprenderé a ser libre y feliz;
enséñame prudencia y aprenderé a situarme en la vida; enséñame los secretos de tu corazón de Padre y aprenderá a vivir desde lo profundo de mi existencia.
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¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
contemplación ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?
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En un momento determinado, los discípulos le dicen a Jesús: “Auméntanos la fe”. Sienten que su fe es pequeña y débil. Necesitan confiar más en Dios y creer más en Jesús. No le entienden muy bien, pero no le discuten. Hacen justamente lo más importante: pedirle ayuda para que haga crecer su fe.
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Señor, auméntanos la fe. Enséñanos que la fe no consiste en creer algo sino en creer en ti, Hijo encarnado de Dios, para abrirnos a tu Espíritu, dejarnos alcanzar por tu Palabra, aprender a vivir con tu estilo de vida y seguir de cerca tus pasos. Sólo tú eres quien "inicia y consuma nuestra fe".
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Auméntanos la fe. Danos una fe centrada en lo esencial, purificada de adherencias y añadidos postizos, que nos alejan del núcleo de tu Evangelio. Enséñanos a vivir en estos tiempos una fe, no fundada en apoyos externos, sino en tu presencia viva en nuestros corazones y en nuestras comunidades creyentes.
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Auméntanos la fe. Haznos vivir una relación más vital contigo, sabiendo que tú, nuestro Maestro y Señor, eres lo primero, lo mejor, lo más valioso y atractivo que tenemos en la Iglesia. Danos una fe contagiosa que nos oriente hacia una fase nueva de cristianismo, más fiel a tu Espíritu y tu trayectoria.
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acción ¿A qué me comprometo?
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Analiza cómo andas de autosuficiencia o soberbia, si te crees más capaz que otros, más competente… ¿En quién confías? ¿Dónde pones tus fuerzas?
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¿Dónde está tu confianza en el Señor?
Por otro lado, ¿te sientes acomplejado ante la tarea de evangelización que te pide el Señor? Tal vez porque pones en primer lugar tú falta de preparación, tus limitaciones… ¿Dónde está tu confianza en el Señor?
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Preséntale al Señor tu disponibilidad para la misión: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.
Pídele al Señor que tu fe crezca cada vez más como confianza y abandono en Él.
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Señor, ayúdame a recordar siempre que sólo los humildes y los sencillos de corazón son los que están cerca de Ti y pueden poseerte. Señor, Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo.
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Emprende la acción de servir, sin esperar a que te sirvan
Emprende la acción de servir, sin esperar a que te sirvan. Pon en tus labios las expresiones del Papa Francisco: Por favor, gracias y perdón. FIN
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