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El amor de los esposos «Amar es buscar el bien de la persona amada» (Aristóteles) «Amar es desear el bien de alguien»

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Presentación del tema: "El amor de los esposos «Amar es buscar el bien de la persona amada» (Aristóteles) «Amar es desear el bien de alguien»"— Transcripción de la presentación:

1 El amor de los esposos «Amar es buscar el bien de la persona amada» (Aristóteles) «Amar es desear el bien de alguien» (Santo Tomás de Aquino) 2/15

2 El Universo sobre mí Sólo queda una vela encendida en medio de la tarta  y se quiere consumir  Ya se van los invitados,  tú y yo nos miramos sin saber bien qué decir  Nada que descubra lo que siento,  que este día fue perfecto y parezco tan feliz  Nada como que hace mucho tiempo que me cuesta sonreír  Quiero vivir, quiero gritar,  quiero sentir el universo sobre mí  Quiero correr en libertad,  quiero encontrar mi sitio  Una broma del destino,  una melodía acelerada en una canción que nunca acaba  Ya he tenido suficiente,  necesito alguien que comprenda  que estoy sola en medio de un montón de gente  Qué puedo hacer  Quiero vivir, quiero gritar,  quiero sentir el universo sobre mí  Quiero correr en libertad,  quiero llorar de felicidad  Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí  Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio  Sólo encontrar mi sitio  Todos los juguetes rotos todos los amantes locos, todos los zapatos de charol Todas las casitas de muñecas donde celebraba fiestas, donde solo estaba yo Vuelve el espíritu olvidado del verano del amor Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí Quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio Sólo encontrar mi sitio Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí Quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí Como un naufrago en el mar, quiero encontrar mi sitio Amaral

3 ¡Que bueno es que tú existas! Quiero vivir una vida contigo.
Daría mi vida por ti. El verdadero dinamismo afectivo 1. Fascinación. Me siento amado. Tú no decides. 2. Descubro que el otro tiene capacidad de amar, no es un objeto. 3. Acepto tu amor. (Libertad) “Que bueno que tú existas”. 4. Paso del conocimiento mutuo a ser transformados por el amor. “Quiero vivir una vida contigo” 5. Entrega: “Daría mi vida por ti”.

4 La virginidad ¿Por qué es necesaria la virginidad?
- El noviazgo es un tiempo educativo de espera, de aprendizaje y de conocimiento del otro. - En el matrimonio los cónyuges prometen su amor por entero, para siempre y en toda circunstancia. ¿Qué es la virginidad? Mirar al otro con la distancia necesaria para descubrir quién es, y para qué está hecho. No te pertenece.

5 Cambio de mirada Único e irrepetible
Él/ella te es dado a cada instante. Excepcionalidad del presente Unidad entre cuerpo, inteligencia y espíritu

6 Objetivos: Despertar el deseo de vivir a la altura de mis deseos con nuestro testimonio. Comprender la verdad y el significado de la sexualidad humana. Entender la sexualidad como la máxima expresión del don de sí. Entender el significado unitivo y procreativo del amor conyugal. Aproximarnos y dar a conocer el Reconocimiento Natural de la Fertilidad.

7 Sexualidad humana: Verdad y significado.
El amor humano como don de sí. El amor y la sexualidad humana. El amor conyugal. Amor abierto a la vida.

8 La sexualidad humana La sexualidad es un elemento básico de nuestra personalidad,un modo propio de ser persona, de comunicarse. La sexualidad atraviesa toda la persona, todas nuestras células son sexuadas hasta el punto de configurar nuestro ser hombre o mujer. Hombre y mujer son iguales en naturaleza y dignidad, diferentes por nuestra condición sexual. La sexualidad tiene un significado y es que estamos hechos, en el plan de Dios, para el encuentro. El amor esponsal, no es lo mismo que el amor de amistad o paternal o filial, supone la donación total de sí mismo.

9 La sexualidad es un BIEN
La sexualidad no se puede separar del amor pero tampoco del compromiso público que hago cuando te digo ante todos. “Yo te tomo como esposo y prometo serte fiel…” Aquí no venimos a juzgar ni a establecer lo que es bueno o malo, sólo os presentamos, con humildad y sinceridad, el sentido de la sexualidad en el plan de Dios. “Existen dos voluntades. Tu voluntad debe ser corregida par identificarse con la voluntad de Dios; y no la de Dios torcida para acomodarse a la tuya”. (San Agustín) El Señor dice: “yo hago nuevas todas las cosas” (Ap. 21, 5) ¿La sexualidad es un bien para vosotros? ¿Por qué?

10 El cuidado de los detalles, condimento de la intimidad matrimonial.
La expresión de amor no se circunscribe al lecho conyugal, sino que la entrega se vive y manifiesta a lo largo de todo el día Ningún ser humano está igual todos los días. La predisposición a las relaciones sexuales debe ser dialogada con el nivel emotivo especial que solo la intimidad matrimonial otorga. Puede y debe haber intimidad matrimonial sin relaciones sexuales pero la inversa jamás. Las relaciones sexuales matrimoniales son un diálogo de cuerpo y alma.

11 Las reglas básicas de la relación sexual:
Toda la vida conyugal y obviamente la relación íntima de los esposos, puede ser un encuentro con Dios. La regla básica de nuestro encuentro es la dignidad y la felicidad del otro. No somos objetos sino personas, no nos poseemos ni disponemos del otro, sino que nos entregamos. El respeto es fundamental, todo mimo, delicadeza, es poco. Es absolutamente necesario el aprendizaje del dominio de sí para no cosificar al otro y caer en la amargura de la soledad. El sexo sólo significa verdad en un contexto de auténtico amor y, por tanto, de delicadeza, ternura y respeto mutuo. La gratuidad que debe impregnar los gestos de ternura ha de extenderse a estas dos fases, una preliminar y la otra consecutiva, en el momento de la comunión sexual. J. M. Viñas

12 La promesa del sexo y la frustración del deseo.
La experiencia del amor es para el hombre siempre la remisión a un amor que le precede y que sólo puede comprender como un don. El sexo se puede aprender como una técnica de experimentar el placer propio o provocarlo en el otro pero la sexualidad apunta a realidades mayores. La sexualidad sin amor conduce a la pérdida del significado pleno de la propia vida. El amor reclama el don de sí para la construcción de una historia de amor recíproco con otra persona. El amor verdaderamente humano pide la integración de la alteridad en la diferencia, la trascendencia y la fecundidad. Para ello el deseo sexual se ha de integrar en un deseo mayor el de amar y ser amado, el deseo queda así abierto internamente a la vida.

13 En la intimidad sexual nos decimos
A pesar de todo estamos unidos. No hay barreras entre nosotros. Nos entregamos confiadamente, nos ponemos en manos del otro. Nos damos vida, damos vida.

14 Sólo en el horizonte de un Amor más grande
Ésta es la paradoja del amor entre el hombre y la mujer: dos infinitos se encuentran con dos límites. Dos infinitamente necesitados de ser amados se encuentran con dos frágiles y limitadas capacidades de amar. Y sólo en el horizonte de un Amor más grande no se devoran en la pretensión, ni se resignan, sino que caminan juntos hacia una Plenitud de la cual el otro es signo. La propuesta cristiana y su verificación es la gran aventura de la vida humana, que hace de ésta un camino colmado de sentido.

15 ¿La vida se me da o se me debe? ¿Quién me da a mi mujer?
2. ¿Por qué la sexualidad es una dimensión fundamental de la persona humana? 3. ¿Sexualidad humana es lo mismo que genitalidad? 4. ¿Puede o debe haber sexualidad sin amor? 5. ¿Qué relación hay entre amor, sexualidad y fecundidad? 6. ¿Qué significado tiene para mí “la entrega” y el “dominio de sí”?


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