Pablo y la rebelión 10. Pablo y la rebelión 10.

Presentación del tema: "Pablo y la rebelión 10. Pablo y la rebelión 10."— Transcripción de la presentación:

1

2 Pablo y la rebelión 10

3 “Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:54)

4 Reconocer el tema del Gran Conflicto en los escritos de Pablo, incluyendo la salvación y la victoria en Cristo y de sus seguidores, así como la victoria sobre la muerte. Fortalecer la esperanza en la certeza de que los infortunios humanos terminarán definitivamente cuando Cristo vuelva. Permanecer en Cristo en medio de la guerra espiritual que todos enfrentamos.

5 La verdad sobre la resurrección es de suma importancia, porque le asegura a todos los sufrientes que la muerte es el causante de todo el mal y que serán completa y definitivamente destruidos.

6 Adán y Jesús PABLO Y LA REBELIÓN ¿Qué paralelismos se pueden trazar entre la influencia eterna que tienen los actos de Adán y Jesús? Adán trajo muerte a todos a causa de lo que él hizo (Romanos 5:12). Jesús pagó la deuda a través del don gratuito de su propia vida (Romanos 5:15, 16). El primer Adán trajo condenación y muerte; el segundo Adán trajo reconciliación y vida.

7 El “edificio” de la iglesia
PABLO Y LA REBELIÓN La iglesia fue establecida por el propio Jesús. Por el modo en que Él la describe, nunca dio a entender que sería una edificación a ser admirada y venerada, sino un organismo vivo formado por personas con una noble misión. ¿A qué figuras de la vida diaria Pablo compara la iglesia en su rol de proclamadora del Evangelio? Pablo compara a la iglesia con un labranza, en la cual trabajan diferentes personas; una de ellas planta la semilla; otra la riega; y el propio Dios es el responsable de su crecimiento y maduración (1 Corintios 3:4-9). Describe a la iglesia como un edificio. Uno traza el cimiento, y después otros construyen sobre él (1 Corintios 3:10).

8 El “edificio” de la iglesia
PABLO Y LA REBELIÓN Otra comparación a la que alude Pablo es la de un cuerpo formado por varios miembros que velan por el bienestar y la saluda del cuerpo de Cristo, que es su iglesia (1 Corintios 6:15-20). Por lo tanto, el que intente destruir a la iglesia, como a su cuerpo, ofende a Dios, y Él lo destruirá. La iglesia, según el pensamiento paulino, es una comunidad de creyentes que trabajan mutuamente haciendo uso de sus dones y talentos y que permanecen unidos a través de la argamasa del amor que los une a todos, y los motiva a cumplir con la misión.

9 La iglesia como un cuerpo
PABLO Y LA REBELIÓN En la comparación de la iglesia como un cuerpo formado por personas con diferentes cualidades y habilidades, el apóstol describe la importancia que cada uno tiene para el bienestar del organismo vivo llamado iglesia. Pablo presentó varias actividades, describiendo a cada una de ellas como un don del Espíritu Santo. Están los que hablan con sabiduría, y los que tienen mucho conocimiento de las Escrituras (1 Corintios 12:8) Están los que cuya fe es una inspiración para todos, y están los que poseen un toque sanador (1 Corintios 12:9).

10 La iglesia como un cuerpo
PABLO Y LA REBELIÓN Hay obradores de milagros, personas con discernimiento profético; otras que logran distinguir con claridad el bien del mal, y los que pueden romper las barreras de las lenguas (1 Corintios 12:10) Debe notarse que no son las personas las que deciden su don, sino que el Espíritu las escoge, para edificación y unidad del cuerpo, o sea de la iglesia (1 Corintios 12:11-13).

11 La armadura de Dios PABLO Y LA REBELIÓN En Efesios vemos una de las más claras comprensiones bíblicas del gran conflicto como una guerra espiritual contra un enemigo real. El diablo (griego, diabolos; comparar con Apocalipsis 12:9) es mencionado (Efesios 6:11) como el archienemigo que se vale de trampas (griego, methodeia, término que evoca la astucia de la serpiente de Génesis 3). La naturaleza del combate con el diablo se describe como una “lucha” (griego, pale, Efesios 6:12). Las fuerzas del mal son descriptas como intimidatorias, lo que lleva la mente del lector al dragón de Apocalipsis 12.

12 La armadura de Dios PABLO Y LA REBELIÓN La lucha en estos pasajes es contra “principados, potestades, contra dominadores de este mundo de tinieblas, contra malos espíritus de los aires” (Efesios 6:12). Obviamente, el pueblo de Dios no logrará sólo enfrentar las fuerzas del mal. Aquí entra la armadura de Dios: el cinto de la verdad, la coraza de justicia, los pies con el apresto del Evangelio de la paz; el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, y la Palabra de Dios como la Espada del Espíritu (Efesios 6:14-17).

13 El último enemigo PABLO Y LA REBELIÓN ¿Por qué razón el enemigo de Cristo intenta de todas formas distorsionar la verdad de la resurrección de los muertos tal como está descripta en la Biblia? Sin la resurrección de Cristo, la predicación del evangelio es vana e inútil. Sin ella, ni la iglesia ni la fe cristiana tienen razón de ser (1 Corintios 15:14). “Si solo para esta vida esperamos en Cristo, seríamos los más desdichados de todos los hombres” (1 Corintios 15:19).

14 El último enemigo PABLO Y LA REBELIÓN Tal como Pablo, debemos estar seguros de que Cristo resucitó y triunfó sobre la muerte (1 Corintios 15:20). También debemos ser conscientes de todas las tragedias que han sobrevenido a este mundo luego de la desobediencia, por la muerte, que es la consecuencia máxima del pecado, y el postrer enemigo a ser derrotado (1 Corintios 15:26).

15 La importancia crucial de la resurrección, y nuestro deseo de compartir esa esperanza con el mundo deben sentar las bases sobre la cual debemos afirmarnos para resistir los ataques del enemigo y para desenmascarar sus engaños. Como iglesia debemos enfocar nuestra atención sobre los temas relacionados a la resurrección, la justificación por la fe, la guerra espiritual, la unidad en la diversidad, la pertenencia a la iglesia, la organización de la iglesia, y los variados ministerios en ella. Esto nos ayudará a: Mantenernos en íntima comunión con el Dador de la vida. Relacionarnos saludablemente con trato cristiano unos con otros. Pertenecer a una iglesia que usa sus dones y ministerios para la salvación de los perdidos.

16 Coordinación: Departamento de Escuela Sabática de la Unión Sur de Brasil Textos: Pr. Aquino Gonçalves Bastos Filho Departamental de Ministerio Personal y Escuela Sabática Asociación Central del Estado de Paraná (Brasil). Programación visual: Adaptación gráfica y de textos al español: Rolando Chuquimia Distribución: RECURSOS ESCUELA SABÁTICA ©