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Publicada porMilagros Aurora Espejo Fernández Modificado hace 8 años
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Maestro: Raúl Romero Ramírez
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Eusebio de Cesárea (275-339), también conocido como Eusebius Pamphili "Eusebio, amigo de Pánfilo". Nació en Caesarea Marítima, llamada también Cesárea Palestina desde el año 133 a. C., fue un obispo de Cesárea y se le conoce como el padre de la historia de la Iglesia porque sus escritos están entre los primeros relatos de la historia del cristianismo primitivo. Su nombre está unido a una curiosa creencia sobre una supuesta correspondencia entre el rey de Edesa, Abgaro y Jesucristo. Eusebio había encontrado las cartas, e inclusive las copió para su Historia Ecclesiae. Biografía
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Eusebio vivirá una época particularmente importante en cuanto al resurgimiento de la persecución cristiana. Si bien los cristianos habían sido objeto de discriminación a nivel local en el Imperio Romano, los primeros emperadores se mostraron reacios a la posibilidad de formular leyes directamente contra ellos. Sin embargo, desde el principio el propio cristianismo había sido visto como una amenaza para las tradiciones del Imperio Romano. Hacia la década del año 250, durante los reinados de Decio y Valeriano, comenzaron a aprobarse determinadas leyes contra la práctica del cristianismo. Este tipo de legislación obligaba a los cristianos a realizar sacrificios a los dioses paganos (acción vedada por su religión), o de lo contrario, afrontar la prisión y la pena de muerte. Tras la llegada al trono de Diocleciano en el año 284, purgó el ejército de cristianos, condenó a los maniqueos a muerte, y se rodeó de oponentes públicos a la cristiandad.
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La preferencia de Diocleciano por un gobierno firme, combinada con la imagen de restaurador del pasado glorioso de Roma que quiso transmitir, propició la más profunda persecución en la historia de Roma. Hacia el 302 Galerio, pagano devoto, presionó a Diocleciano para comenzar una persecución general de los cristianos. Tras consultar al oráculo de Febo (Apolo), su respuesta fue entendida como un apoyo a la posición de Galerio y en el año 303 se inició la persecución generalizada. Se sabe que Eusebio en el año 296, estando en Palestina, vio a Constantino I, que visitaba la provincia con Diocleciano y estuvo en Cesárea cuando Agapio era obispo del lugar. Diocleciano
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Durante su juventud conoció a Doroteo presbítero en Antioquía y, probablemente, recibió de él instrucción exegética (una forma de interpretación crítica y completa de un texto). Se hizo amigo de Pánfilo de Cesárea, estudioso y creador de la Biblioteca de Cesárea a finales del siglo III y mediante los Comentarios compilados por Pánfilo (en la tentativa de escribir una versión crítica del Antiguo Testamento) y con la ayuda de la Hexapla de Orígenes (considerado uno de los Padres de la Iglesia, destacado por su erudición y, junto con San Agustín y Santo Tomás uno de los tres pilares de la teología cristiana), estudió a fondo la Biblia. Debido a la persecución cristiana, en el año 307, Pánfilo fue encarcelado y murió, siendo uno de los primeros mártires cristianos en Cesárea. Orígenes. Exégeta primitivo cristiano profesor de catecúmenos, quien en el año 248 escribió su obra Ocho libros Contra Celso para refutar las acusaciones vertidas por el filósofo Celso quien estaba en contra de las conversiones al cristianismo y las fundamentaba en su obra Discurso Verdadero contra los Cristianos.
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Eusebio continuó el proyecto que tenía con Pánfilo. El resultado fue una Apología de Orígenes, terminada por Eusebio después de la muerte de Pánfilo. Esta obra fue enviada a los mártires en las minas de Faeno, en Egipto para fomentar la fe cristiana y acrecentar la conversión. En Egipto se propagó el cristianismo ortodoxo de dogma nestoriano, proveniente del monje y luego patriarca de Constantinopla, Nestorio de Alejandría (386-451). Parece que Eusebio después se retiró hacia Tiro y más tarde hacia Egipto, donde padeció la persecución por primera vez, esto hace suponer que, con respecto a la acusación de que había obtenido su libertad en Cesárea sacrificando a favor de los dioses paganos como lo exigía Roma, parece no tener fundamento. Mártires cristianos En el siglo III, en Egipto, alrededor del oasis de al-Jarga se asentó una comunidad cristiana de nestorianos: Cristo formado de dos personas: la humana y la divina.
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A Eusebio se le vuelve a mencionar ya como obispo de Cesárea, sucediéndole a Agapio, después del año 313, aunque no se sabe la fecha exacta. Se sabe poco de los primeros tiempos de su obispado. No obstante, con el inicio de la controversia del arrianismo (sobre que Jesús era hijo de Dios, pero no Dios mismo), toma súbitamente un lugar destacado. Arrio de Alejandría le pidió protección y según una carta que Eusebio escribió al obispo Alejandro de Alejandría (313-326) quien era contrario al arrianismo, parece evidente que Eusebio no negó refugió al presbítero exiliado. Eusebio apoyaba a Arrio, discípulo de Luciano de Antioquía, se enfrentó a su obispo proclamando que Dios Padre (el Sophos) había creado de la res nata o “ cosa nacida” (la Nada), a su Hijo (el Logos); por lo que «hubo un tiempo en que el Hijo no existía», y que por tanto el Hijo era una creación de Dios Padre y no era Dios mismo.
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Cuando el Primer Concilio Ecuménico de Nicea se reunió en el año 325, Eusebio tuvo cierto protagonismo. No era un líder nato, ni tampoco un pensador profundo, pero como hombre bastante instruido cayó en la gracia del emperador, y acabó por sobresalir entre los más de 300 miembros que se reunieron en el Concilio. Tomó una posición moderada en la controversia con el arrianismo, y presentó el credo, símbolo bautismal de Cesárea que acabó por convertirse en la base del Credo de Nicea. Al final del Concilio, Eusebio suscribió sus decretos. Después del Concilio de Jerusalén en el año 50, la primera reunión normativa de la Iglesia cristiana primitiva, se convocó por el emperador Constantino I el Grande y por consejo del obispo San Osio de Córdoba, el Primer Concilio Ecuménico Cristiano.
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La controversia arriana continuó a pesar de la realización del Concilio y Eusebio se mantuvo envuelto en la cuestión. Por ejemplo, entró en disputa con el obispo Eustaquio de Antioquía (323-331), que se oponía a la creciente aceptación de las teorías trinitarias de Orígenes, y en especial porque éste había expuesto una exégesis alegórica de las Escrituras, lo que interpretaba como el origen teológico del arrianismo. Eusebio, como admirador de Orígenes, fue reprendido por Eustaquio, quien le acusó de alejarse de la fe de Nicea. Eusebio respondió acusando a Eustaquio de seguir las ideas de los opositores al trinitarismo, los sabelianos (de Libio Sabelio ) o modalistas. Esusebio estaba a favor de la visión Trinitaria de Orígenes, quien afirma que el Hijo, el Logos (El Verbo de Dios) es theos (Dios) sin el artículo definido ("el"); en cambio el Sophos (El Padre) es ho theos (el Dios) con artículo. Así, en la Teología de Orígenes el Hijo de Dios es subordinado al Padre.
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Libio Sabelio, condenado por sus ideas por el Papa Calixto X (año 220), era defensor de un rígido monoteísmo, y consideraba a la divinidad como una mónada que se manifestaba (o dilataba) en tres operaciones distintas: Padre en el Antiguo Testamento, Hijo en la Encarnación, y Espíritu Santo en el Pentecostés, pero era un solo Dios y no tres personas. Finalmente por seguir este monoteísmo, Eustaquio fue acusado, condenado y depuesto en un sínodo en Antioquía. Gran parte del pueblo de Antioquía se rebeló en contra de esta decisión eclesiástica, mientras que los que estaban en contra de Eustaquio proponían que se nombrase a Eusebio como nuevo obispo. Éste por su parte, rechazó la oferta. Eusebio atacó la idea monoteísta sabelina y a Eustaquio de Antioquía.
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Después de que Eustaquio fue depuesto, Eusebio y sus seguidores se volvieron contra el obispo Atanasio de Alejandría (293-373). En el año 334, Atanasio fue intimado a comparecer frente a un sínodo en Cesárea. Él no compareció. Al año siguiente, se convocó otro sínodo en Tiro, presidido por Eusebio. Atanasio, previendo el resultado, se dirigió a Constantinopla, donde presentó su causa al emperador. Constantino I convocó a los obispos para su corte, entre los cuales estaba Eusebio. Atanasio fue condenado al exilio a finales del año 335. En ese mismo sínodo, otro oponente fue atacado con éxito. Marcelo de Ancira hacía mucho que luchaba contra los eusebianos, protestando contra la rehabilitación de Arrio. Acusado de sabelianismo, fue depuesto en el año 336. Constantino murió al año siguiente. Eusebio no le sobrevivió mucho tiempo. Murió (probablemente en Cesárea), en el año 340, o más tarde, siendo probable que haya muerto el 30 de mayo del año 339. Atanasio, en su cargo como Obispo de Alejandría, sufrió el acoso de los arrianos, cuando el emperador se dejaba influir por éstos. Así fue detenido y desterrado hasta cinco veces.
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Eusebio es un pensador controversial, pues es el primer cristiano que abraza las ideas de Orígenes y Arriano. Con las controversias arrianas, el interés de Eusebio pasó a las cuestiones dogmáticas. La cristiandad era finalmente reconocida por el Estado Romano. Eso trajo, no obstante, nuevos problemas. Apologías diferentes de las anteriores se volvían necesarias. Por fin, Eusebio, en su papel de teólogo de la corte imperial, escribe Panegíricos hiperbólicos dedicados al emperador cristiano. A todas estas actividades, ha de acrecentar muchos otros textos de naturaleza diversa, en la que resalta su correspondencia, más allá de trabajos exegéticos donde se incluyen comentarios y tratados sobre arqueología bíblica que se extienden durante todo el período de su vida literaria, dando fe de aquello por lo que Eusebio vendría a ser reconocido por casi todos, independientemente de la opinión teológica que profesasen: su larga erudición. Su Pensamiento
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Pánfilo y Eusebio se ocuparon juntos de la lectura crítica de las Escrituras tal como eran presentadas en la versión de la Biblia llamada la Septuaginta. Se dedicaron al estudio del Antiguo Testamento y especialmente el Nuevo Testamento. Efectivamente, parece que uno de los manuscritos de la Septuaginta preparado por Orígenes, habría sido trabajado y revisado por los dos según San Jerónimo. Para facilitar la búsqueda de los textos evangélicos, Eusebio dividió la versión de las Escrituras que tenía en su poder en párrafos que remetían en una tabla sinóptica, para así encontrar los versículos que se referían mutuamente.
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Del punto de vista dogmático, Eusebio se apoya totalmente en Orígenes. Tal como este teólogo, partió de la idea fundamental de la soberanía absoluta ( monarquía ) de Dios. Dios es la causa de todos los seres. Pero no es, meramente, una causa; en Él, todo lo bueno está incluido; de Él, toda la Vida se origina; y es el origen de toda Virtud. Es el Dios Supremo, al cual, Cristo está sujeto como Dios segundo (secundario). Dios envió a Cristo al mundo para que éste participase de las gracias incluidas en la esencia divina. Cristo es la única criatura realmente buena, poseyendo la imagen de Dios, y siendo un rayo de luz eterna; esta comparación con el rayo de luz es, no obstante, de tal forma limitada que Eusebio necesita, enfatizar expresamente la auto- existencia de Jesús.
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Eusebio trata, así, de enfatizar la diferencia de las Personas de la Trinidad, manteniendo la subordinación de Jesús a Dios (Eusebio nunca aplica a Jesús el término theos ) porque, según él, todo lo que está defendido por otra parte es sospechado de politeísmo o de sabelismo. Cree que Jesús es una criatura de Dios cuya generación (creación) ocurrió antes del Tiempo. Jesús es, por su actividad, el órgano de Dios, el creador de la vida, el principio de todas las revelaciones divinas, que, en su carácter absoluto está entronizado sobre toda la creación. Este Logos Divino asumió un cuerpo humano sin que su ser fuese en ninguna manera alterado. La relación del Espíritu Santo con la Santísima Trinidad es explicada por Eusebio en términos similares a relación entre el Padre y el Hijo. Nada de lo que es presentado en esta doctrina es original de Eusebio, remitiendo casi todo al sistema teológico de Orígenes. La falta de originalidad de Eusebio se revela en el hecho de que nunca presentó sus propias ideas de forma sistemática.
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De la extensa actividad literaria de Eusebio una parte relativamente grande perduró. Aunque era considerado sospechoso de arrianismo, sus escritos resultaban indispensables, debido a que Eusebio solía emplear citas textuales de obras que no sobrevivieron a su época, como las de Hegesipo de Jerusalén, un escritor paleocristiano, considerado el primer historiador de la Iglesia Cristiana que vivió alrededor del año 180 en Jerusalén y quien vivió 20 años en Roma durante el pontificado del Papa Aniceto y el de Eleuterio; enfrentándose a las teorías gnósticas. Las obras literarias de Eusebio reflejan el curso de su vida. Al principio se dedicó a la crítica de los textos bíblicos, bajo la influencia de Pánfilo y probablemente de Doroteo, de la escuela de Antioquía. Con las persecuciones de Diocleciano y de Galerio, dirigió su interés hacia los mártires (tanto los de su época, como los anteriores). Ese interés lo llevó a escribir, prácticamente, una historia de la Iglesia y, también una historia universal, que, según el punto de vista de Eusebio, sería apenas la base para la historia eclesiástica. Nótese que para Eusebio, la Iglesia aparece como el motor de la Historia de la Humanidad. Su Obra
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Antes de compilar su historia de la Iglesia, Eusebio trabajó en el martirologio del período primitivo y una biografía de Pánfilo. El martirologio no fue conservado en su totalidad, aunque se conserva todas sus partes. Contiene: 1) una epístola de la congregación de Esmirna concerniente el martirio de Policarpo 2) el martirio de Pionio; 3) los martirios de Carpo, Papilo y Agatónica; 4) el martirologio de las congregaciones de Vienne y Lyon (actual Francia); 5) el martirio de Apolonio. De la vida de Pánfilo sobrevive apenas un fragmento. Una obra sobre los mártires de Palestina fue hecho después del año 311. Un gran número de fragmentos se encuentran diseminados por varios catálogos de leyendas, todavía por compilar. La vida de Constantino fue compilada después de la muerte del emperador y la elección de su hijo como uno de los augustos (co-emperadores romanos) en el año 337. Es más un panegírico, repleto de retórica, que una biografía, aunque tiene un gran valor histórico por los documentos que incorpora.
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Entre las obras de carácter apologético o dogmático pertenecen: 1) La " Apología de Orígenes ", cuyos primeros cinco libros pudieron haber sido escritos al oír Pánfilo, en la prisión, asistido por Eusebio, según las palabras de Focio. Eusebio escribió el sexto libro después de la muerte de Pánfilo. Existe actualmente una traducción en latín del primer libro, hecha por Rufino. 2) Un Tratado contra Hiérocles de Alejandría, (gobernador romano y filósofo neoplatónico), en el cual Eusebio rebatió la glorificación de Apolonio de Tiana hecha por Hiérocles. El trabajo se llamaba "Discurso de Amor a la Verdad" (en griego, Philalethes logos ); Y dos obras importantes, relacionadas la una con la otra, y completadas probablemente antes del año 311: 3) La obra Praeparatio evangelica que consistía originalmente de veinte libros de los cuales han sido preservados diez completamente, además de un fragmento del décimo-quinto libro y trata de demostrar la excelencia del cristianismo sobre todas las religiones y filosofías paganas. 4), La obra Demonstratio evangelica,. Eusebio consideraba su obra como una introducción a la cristiandad para los paganos y demuestra mediante los evangelios su importancia frente a otras religiones.
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Otras obras más son: 5) En otro texto, con origen en el período de las persecuciones, entitulado " Extractos Proféticos " ( Eklogai prophetikai ), discute en cuatro libros los textos mesiánicos de las Escrituras. 6) El tratado " De la Manifestación Divina " (Peri theophaneias),, escrito ya posteriormente a estos, trata de la encarnación del Logos Divino, siendo, en varios aspectos, idéntico a su Demonstratio evangelica. De esta obra sólo quedan fragmentos. 7) El polémico tratado " Contra Marcelo ", escrito alrededor del año 337; 8) Un suplemento al trabajo anterior, intitulado " De la Teología de la Iglesia ", donde defiende la doctrina nicena del Logos, contra el partido de Atanasio. De las obras exegéticas de Eusebio no nos llegó nada en su forma original. Los llamados "comentarios" se basaban en manuscritos posteriores copiados de esa serie de escritos.
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Una obra más completa, de naturaleza exegética, preservado apenas en fragmentos, se intitula " Sobre las Diferencias de los Evangelios " y fue escrito con el deseo de armonizar las contradicciones en los relatos de los diferentes evangelistas. Fue también con propósitos exegéticos que Eusebio escribió sus tratados de arqueología bíblica : 1) una obra sobre los equivalentes en griego de los nombres de familia hebreos. 2) una descripción de la antigua Judea, con una relación de la distribución de las diez tribus. 3) un plano de Jerusalén y del Templo de Salomón.Estos tres tratados están perdidos. Una obra intitulada "Sobre los Nombres de los Lugares en las Sagradas Escrituras" sobrevivió hasta nuestros días. Aun así, se debe hacer mención de los discursos y sermones, algunos de los cuales han sido preservados hasta hoy día, como es el ejemplo de un sermón para la congregación de la iglesia de Tiro, y un discurso para el trigésimo aniversario del reinado de Constantino I 336. De las cartas de Eusebio, quedan apenas algunos fragmentos. Constantino I336
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Con Eusebio de Cesárea se abre la edad de oro de la literatura patrística y lo que nos interesa concretamente, la historiografía cristiana. Las grandes obras históricas de Eusebio son la Crónica ; La Historia de la Iglesia y sus obras sobre Constantino. Sus Obras Históricas
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La Crónica Tablas de concordancia de los Evangelios, por Eusebio de Cesarea La Crónica, tal como la conocemos, se extiende hasta el año 325 y fue escrita antes de la Historia de la Iglesia.
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El trabajo original completo de la Crónica,, está perdido. Pudo, sin embargo, ser reconstruido a partir de los extractos copiados (epítomes), con incansable diligencia, por los cronólogos de la escuela bizantina, especialmente Jorge Sincelo, el Monje. Las tablas cronológicas de la segunda parte fueron preservadas totalmente en una traducción hecha por San Jerónimo, y las dos partes existen también en una traducción en armenio, aunque su valor es discutible debido a las alteraciones respecto al original que podrían haber sido hechas por los traductores.
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La Crónica (en griego, Pantodape historia, o sea, Historia Universal ) está dividida en dos partes. La primera parte (en griego: Chronographia, o sea Anales o cronología) pretende ser un compendio de historia universal, organizada según las diversas naciones, recogiendo las fuentes históricas que Eusebio pesquisó arduamente. La segunda parte (en griego, Chronikoi kanones, o sea, Cánones cronológicos ) intenta establecer sincronismos de los documentos históricos en columnas paralelas. Es uno de los ejemplos más antiguos de lo que es frecuente, hoy en día, en las obras de referencia, como enciclopedias, donde las tablas cronológicas son un instrumento de trabajo y consulta.
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En su Historia de la Iglesia o Historia Eclesiástica, en griego, Manifestación (o visión) de Dios … Eusebio trató, de acuerdo a sus propias palabras, (I, i.1), de presentar la historia de la Iglesia desde los apóstoles (historia conocida como "Hechos de los Apóstoles") hasta sus días, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: 1)la sucesión de los obispos en los sínodos principales; 2)la historia de los Doctores de la Iglesia; 3)la historia de las herejías; 4)la historia de los judíos; 5)las relaciones con los paganos; 6)el martirologio. La Historia de la Iglesia
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Agrupó su material de acuerdo con los reinados de los emperadores, presentándolo tal como lo encontró en sus fuentes. El contenido consistía en: Libro I: Introducción detallada sobre Jesucristo. Libro II: La historia de la época apostólica, desde la caída de Jerusalén hasta Tito. Libro III: La época después de Trajano. Libros IV y V: El siglo II. Libro VI: El período de Septimio Severo a Decio. Libro VII y VIII: Historial de las persecuciones bajo el reinado de Diocleciano. Libro IX: Historia de la victoria de Constantino I sobre Majencio en el occidente y sobre Maximino en el oriente. Libro X: El restablecimiento de las congregaciones y la rebelión y conquista de Licinio.
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Tal como llegó a nosotros, la obra se concluyó antes de la muerte de Crispo, en julio del año 326, y desde el Libro X que se dedicaba a Paulino de Tiro que murió antes del 325, al final del 323 o en el año 324. Este trabajo es realmente impresionante para la investigación que exigía y debió haberle ocupado por varios años. Su martirologio fue uno de los estudios preparatorios para su obra. La autenticidad de la Historia de la Iglesia de Eusebio no está cuestionada. Los descubrimientos recientes van revelando la forma responsable, cuidada e inteligente en que las bibliotecas de Cesarea y Jerusalén era administradas.
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En uno de los pasajes de su obra, Eusebio declara que las calamidades sufridas por el pueblo judío se debían al papel que éstos jugaron en la muerte de Jesús. Este pasaje ha sido usado a lo largo de la historia, para atacar tanto a judíos como a cristianos. “Desde ese tiempo que las rebeliones, guerras y conspiraciones dañosas los siguió, a cada uno, en rápida sucesión, incesantemente, en la ciudades, en toda Judea, hasta que el sitio de Vespasiano los aplastó”. Fue así que la venganza divina se cumplió para con los judíos por los crímenes que osaron perpetrar contra Cristo. Eusebio de Cesarea, Historia de la Iglesia : Libro II, Capítulo 6: «Las desventuras que sucedieron a los judíos después de la injuria cometida contra Cristo».
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De esta forma en su época fue justamente considerado como el más instruido de sus contemporáneos. Finalmente, una lista de los documentos que usó para su Historia de la Iglesia bastaría para percibir la magnitud del trabajo hecho para organizar y analizar todo ese acervo de material. No obstante, el conocimiento de Eusebio no se puede comparar con el de Orígenes. Este último fue un espíritu productivo, mientras que Eusebio fue un compilador de escritos. Eusebio se distingue, no obstante, por el cuidado con el que elaboró su obra. Un hombre como él, sin duda alguna, se encontraba en una época cuando las naciones bárbaras comenzaron a invadir en masa a la Iglesia. En el período que siguió, nadie lo suplantó en erudición. Los historiógrafos eclesiásticos fueron capaces de copiarlo, pero no superaron su puesto.
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Eusebio escribió también Panegíricos de Constantino, al que apreciaba y admiraba. La Vida de Constantino es un escrito encomiástico, dentro de un género literario muy común entonces, dedicado a la memoria del emperador; la Alabanza de Constantino fue escrita en el 30 aniversario de Constantino como emperador (año 335). Ambas obras contienen datos históricos de interés. Obras sobre Constantino I http://ateismoparacristianos.blogspot.mx/2010/02/ constantino-i-el-grande-responsable-del.html
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El papel de Constantino (306-337) en el Concilio de Nicea durante el año 325 fue crítico. Después de dos meses de enconado debate religioso, aquel político pagano intervino y decidió a favor de los que decían que Jesús era Dios. Pero ¿por qué? Ciertamente no fue por convicción bíblica. Básicamente, Constantino no entendía nada de las preguntas que se hacían en teología griega, en verdad era para terminar las controversias religiosas e imponer la Pax Romana. Constantino no era cristiano. Supuestamente se convirtió más tarde en la vida, pero no se bautizó sino hasta que se hallaba en su lecho de muerte, por ello el asunto era político y no religioso, debía imponerse orden para el mantenimiento del Imperio. El Crismón o Lábaro, estandarte militar de Constantino tras su conversión. Representa las letras griegas de Cristo PX.
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Eusebio y Constantino parecieron ponerse de acuerdo respecto a la mayor parte de la política. Dado que Eusebio era moderado, consideraba que la iglesia debería dar un lugar tanto a los seguidores de Arrio como de Atanasio. Sin embargo, generalmente votaba con la mayoría, pero después de Nicea realizó muchos esfuerzos para prevenir la total alienación de los arrianos de la corriente dominante de la iglesia. En el año 330 rechazó la oferta de ser obispo de Antioquía. Asistió al Consejo de Antioquía (331) y al Consejo de Tiro (335); como también a reuniones en Jerusalén (335) y al III Concilio de Constantinopla (381).
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Después de Nicea los debates sobre el asunto de la relación de Jesús-Dios y el Espíritu Santo, siguieron por décadas. Por un tiempo se volvió a favorecer a los que creían que Jesús no era igual a Dios. Fue hasta el emperador Teodosio (347-395) quien estableció el Credo del Concilio de Nicea como la norma para su dominio y convocó el Concilio de Constantinopla en 381 para aclarar la fórmula. Aquel Concilio concordó en colocar al Espíritu Santo en el mismo nivel de Dios y de Cristo. Por primera vez empezó a perfilarse la enseñanza trinitaria de la cristiandad. Sin embargo, ni siquiera después del Concilio de Constantinopla llegó la Trinidad a ser un credo extensamente aceptado. El desarrollo pleno del trinitarismo tuvo lugar en Occidente, en el escolasticismo de la Edad Media, cuando se quiso dar una explicación en términos filosóficos y psicológicos.
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Volviendo a Eusebio de Cesárea, éste fue el orador principal en el trigésimo aniversario del reino de Constantino. Este panegírico luego se adjuntó a su Vida de Constantino. Eusebio conservó el alto aprecio de Constantino y fue uno de sus consejeros cercanos por lo menos desde el año 325, si no desde el año 313. Constantino falleció en el 337 y Eusebio poco después en el año 339 o el 340 a la edad aproximada de ochenta años.
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Ficha historiográfica Eusebio de Cesárea La vida de Constantino Pensamiento Cristiano Romano Tema principal: Las virtudes cristianas de Constantino. Sujetos históricos: Constancio, Elena, Diocleciano, Máximiano, Mejencio, Macario, Ciro, Dios, los hijos de Constantino, Licinio, Obispos del Imperio, los Apóstoles. Móviles históricos: La benevolencia de Dios, la organización de la Iglesia, infundir el cristianismo en todo el imperio, la lucha por el poder del imperio. Constantes históricas: Piedad, paz y gracia divina. Metodología a base de la Biografía-Analogía-Cronología a) Nivel: Deductivo. b) Tipo de Métodos: Comparativo, descriptivo y crítico. Axiología: Pureza, Piedad y Obediencia. Fuentes: Experiencia personal en la Iglesia, Cartas de la Iglesia, Concilios, obras de Orígenes y Pánfilo.
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