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Publicada porGloria Blázquez Maidana Modificado hace 8 años
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Lectio divina del Salmo dominical Qo 1,2;2,21-23: ¿Qué saca el hombre de todos los trabajos? Sal 89,2.3-4.5-6.12-13: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. Col 3,1-5.9-11: Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo. Lc 12,13-21: Lo que has acumulado, ¿de quién será? Domingo XVIII del Tiempo Ordinario Año C : Fugacidad y sentido de la vida.
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Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
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Antes que naciesen los montes, o fuera engendrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre tú eres Dios.
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Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
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Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán.» Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó, una vela nocturna.
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Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
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Los siembras año por año, como hierba que se renueva: que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.
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Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
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Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.
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Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
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Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… Salmo 89 (90) 1 Oración de Moisés, hombre de Dios Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. 2 Antes que naciesen los montes o fuera engendrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre tú eres Dios. 3 Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: "Retornad, hijos de Adán". 4 Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna. 5 Los siembras año por año, como hierba que se renueva: 6 que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca. 7 ¡Cómo nos ha consumido tu cólera y nos ha trastornado tu indignación! 8 Pusiste nuestras culpas ante ti, nuestros secretos ante la luz de tu mirada: 9 y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera, y nuestros años se acabaron como un suspiro. 10 Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta, la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan. 11 ¿Quién conoce la vehemencia de tu ira, quién ha sentido el peso de tu cólera? 12 Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. 13 Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos; 14 por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 15 Danos alegría, por los días en que nos afligiste, por los años en que sufrimos desdichas. 16 Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu gloria. 17 Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. Si quieres escuchar el salmo en hebreo, pincha en este vínculo.
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Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.
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Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos 89-105 4º: salmos 89-105 y 5º: salmos 106-150 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Salmo 89: Baje a nosotros la bondad del Señor. Con un predomino de las alabanzas, la segunda parte del salterio centra su atención en YHWH, por eso está organizada sobre el número 26 que es el equivalente numérico de este nombre hebreo. El salmo 89, junto con los salmos 90 y 91 forma un pequeño grupo denominado “el trébol” por su temática común -el hombre frágil (sal. 89), que se ampara en Dios (sal. 90) y surge la alabanza (sal. 91)- cuya teología hace de prólogo a toda la segunda parte.
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El salmo 89 puede ser considerado como una reflexión sapiencial sobre la brevedad y caducidad de la vida humana ante la cual estalla una súplica confiada a Dios que es Refugio de generación en generación. Su estructura puede ser: vv. 1-6: la eternidad de Dios y la pequeñez del hombre. vv. 7-12: la cólera divina y los pecados del hombre. vv. 13-17: súplica esperanzada del pueblo. Es interesante llamar la atención sobre el vigor de las imágenes que el orante emplea en la primera parte para describir la fragilidad humana: los hijos de Adán nacidos de la “Adamá” (“tierra, suelo, polvo” en hebreo) vuelven a ella (v.3); el contraste entre la eternidad de Dios y los pocos días que vive el hombre sobre la tierra (v.4); la hierba del campo que crece por la mañana y a la tarde se seca (vv. 5-6). En la segunda parte, la muerte no se considera como una consecuencia del vivir sino como fruto del pecado, como un castigo divino. Ante esto, ¿qué podemos hacer? La respuesta la hallamos en la tercera parte. En ella el pueblo suplica al Señor que le dé un corazón sensato (v.12); que se vuelva y tenga compasión de él (v. 13); que le dé alegría por las penas sufridas (v. 14-16) y que haga prósperas las obras de sus manos (v.17) Lectio ¿Qué dice el texto?
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La adquisición de un corazón sensato, sabio según Dios, es fuente de paz y alegría. Necesitamos parar y “saborear” (la palabra “sabiduría” tiene mucho que ver con esa capacidad de saborear, gustar), lo pequeño y realmente sustancial de nuestra vida. La Palabra, Cristo mismo, nos invita a ello, ¿qué es lo realmente importante en tu vida? Meditatio :Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Enséñanos a calcular nuestros años.
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La vida no es nuestra, es un don. Un don que Dios nos ha concedido para ponerlo al servicio de los demás. Día a día, año a año. Don que en cualquier momento nos puede ser exigido como al rico de la parábola. ¿Sabemos sembrar para los demás? Los siembras año por año.
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Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo En la mañana de la Resurrección Cristo nos sació -y nos sacia ahora en cada Eucaristía, memorial de su misterio pascual- de su misericordia. ¿De veras buscamos las cosas de arriba donde está Cristo sentado a la derecha de Dios? Si así lo hacemos, toda nuestra vida será alegría y júbilo porque sabemos hacia dónde caminamos y cuál es el sentido de todos nuestros afanes bajo el sol.
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Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Danos tu sabiduría, Señor, para que al experimentar la fugacidad de nuestra vida, la empleemos con mayor ardor en el servicio a Ti y a los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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“Toda la vida humana es pequeñísima comparada con los siglos futuros, de manera que todo nuestro tiempo es nada si pensamos en la vida eterna. Todas las cosas se venden a un precio justo en este mundo y se cambian por otras de igual valor, pero la promesa de la vida eterna se compra a un precio bajísimo. Pues está escrito: Los días de nuestra vida son setenta años y, si se es fuerte, ochenta. La mayor parte de estos años son fatiga y dolor. Por lo tanto, si perseveramos en la ascesis durante todos estos ochenta o cien años, no reinaremos un periodo igual a estos cien años, sino que en lugar de cien años reinaremos por los siglos de los siglos. Después de luchar sobre la tierra, no obtendremos la heredad en la tierra, sino que tendremos la promesa en los cielos. (S AN A TANASIO, Vida de Antonio 16, 4-8)S AN A TANASIO Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros…
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Ya que habéis resucitado con Cristo buscad las cosas de allá arriba. Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…
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