II DOMINGO DE CUARESMA A ESCUCHAR A JESÚS “EL HIJO AMADO” Lc 9, MONTE TABOR
“Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan. Los llevó a un monte alto para rezar…” Los apóstoles se dejan conducir a la montaña y tienen una experiencia profunda que les abre los ojos de la fe y del corazón, desde esa experiencia, serán capaces de leer los signos de la vida a la luz de la cruz y la resurrección. MONTE TABOR
“Y se transfiguró delante de ellos...” Jesús les revela su identidad más profunda al permitirles verle transformado. Conocer a Jesús y gozar de su presencia precisa retirarse con Él y ponerse en disposición de escucha. MONTE TABOR
Eran el fundamento de la ley judía. Los discípulos estaban aferrados a ella. Cuando oyeron la voz del Padre estaba Jesús solo. Él es el único fundamento de la vida y de la revelación. Los discípulos cambiaron sus convicciones. Aparecieron hablando con Jesús Moisés y Elías.
MONTE TABOR Se formó una nube y desde ella se oyó la voz del Padre : “Este es mi Hijo amado: escuchadle” Escuchar al Padre es fundamental para reconocer en Jesús a su Hijo amado. La escucha es la primera condición para seguir a Jesús, puede ser dolorosa, arranca seguridades, conduce a una vida más auténtica y permite ver los problemas desde la fe.
¿Me dejo conducir por Jesús como los discípulos o le pongo condiciones, resistencia? ¿Mi relación con Jesús, mi experiencia de oración, va transformando mi vida? ¿Escuchar la Palabra me lleva a reconocer a Jesús en las diversas situaciones de la vida, en las personas más vulnerables?
Señor, que en medio de la rutina de la vida sepamos descubrir la gloria de tu ser más profundo. Que aprendamos a ver en las cosas de cada día tu presencia silenciosa, pero real. Que sepamos descubrirte en los más débiles y sencillos. MIC Catalunya